—Despierta, hermanita rebelde —Rouse quita el cobertor enredado en el cuerpo de su hermana antes de ir a correr las cortinas de su cuarto, un gruñido amenazante es la respuesta de Selene cuando el sol le da en la cara—. Ya te están esperando en el despacho. Vamos, apúrate, es la tercera vez que me mandan a buscarte.
—¡Déjame en paz, Rouse! Tengo sueño —se queja ella tapando su cara con una almohada—. Diles que no voy a ir. Apenas está amaneciendo.
—No, Selene. No te dejaré en paz porque papá dijo que vendría por ti si no bajabas en los próximos quince minutos. Además, ya es medio día.
—¿Papá ya volvió? —Selene se sienta en la cama bruscamente mientras se frota los ojos y bosteza.
—Sí, llegó esta madrugada. El alfa Connor y su beta están reunidos con él desde hace dos horas.
—No voy a ir. No me importa lo que tienen que decirme, ya lo decidí, no me van a hacer cambiar de opinión.
Selene vuelve a acostarse y Rouse resopla al oír a su hermana. No importa todo lo que le hayan hablado, ella es muy testaruda y no tiene ganas de lidiar con ella esta mañana.
—Bien, entonces ve a decirles eso tú misma. Iré a ocuparme de mis asuntos.
Rouse sale de la habitación de su hermana y en par de minutos entra su prima Morelia, la hija de su tía Rubí. Selene bufa al inhalar su perfume que invade la habitación en un nanosegundo.
Morelia tiene casi la misma edad que Rouse, está estudiando derecho, además de ser supermodelo para una muy conocida marca internacional de alta moda. Selene no tiene que levantar la vista para saber que ella está espectacular como todos los malditos días, seguramente vestida con un coqueto y elegante vestido rojo que resalta todavía más sus intensos ojos azules y su cabellera rubia, un maquillaje exquisito, pero discreto y su pelo tan brillante como la luz del sol.
—¿Qué quieres? No estoy para tus tonterías, prima —dice de mala gana. Se levanta de la cama y camina a pasos pausados hacia el sanitario para lavarse la cara y cepillarse los dientes.
—¿Entonces es cierto? —Morelia la sigue hasta allí y se queda parada en la puerta mirándola con asombro— ¿Vas a rechazarlo? ¿A ese monumento de hombre?
—Mmmm
—¿Mmmm? ¿Es todo lo que dirás? Ese hombre es el sueño húmedo de 9 de cada 10 lobas, Selene, y es tu mate. Debes estar loca para hacer tal cosa.
Selene desestima lo dicho por Morelia y se cambia su amplio y anticuado camisón por una de sus camisolas que es igualmente grande. Se peina su largo y alborotado cabello con los dedos sin mucho éxito y sale del sanitario.
—Bueno, si lo vas a rechazar, puedo pedir a papá que llegue a un acuerdo de alfas con él. Yo puedo ser su pareja elegida —añade Morelia con entusiasmo captando ahora toda la atención de su prima quien voltea a mirarla fijamente—. Yo tampoco he hallado a mi compañero y supongo que no te va a molestar, ya que vas a rechazarlo. Cuando nos marquemos mutuamente el vínculo se formará entre nosotros como si fuéramos elegidos por la luna. Haremos una hermosa pareja, ya puedo imaginar a muchos cachorros pelirrojos corriendo por toda la casa. Será bello.
Saya gruñe en la mente de Selene y ella siente una opresión en su pecho al imaginar la escena.
La puerta se abre bruscamente justo cuando Selene abre la boca para contestar. Ella se queda con una amargura en la boca que no sabe de dónde proviene y una duda implantada en su cabeza. ¿Será capaz de ver al señor Zanahoria con su prima? ¿Cachorros pelirrojos? Morelia le tira un beso al aire antes de salir de la habitación, aumentando el malestar de Saya que lo único que desea es saltar encima de ella y clavar sus afilados colmillos en su yugular para enseñarle a respetar lo que no es suyo. Claro, el señor Zanahoria es suyo, su compañero, no de su prima.
«Es nuestro mate. Debe aprender a respetarnos» confirma Saya en su mente y Selene está de acuerdo.
—Hermanita —Ethan camina hasta ella y la abraza antes de dejar varios besos en sus mejillas.
—¿Te enviaron para persuadirme con tu aura? —pregunta ella con la mirada brillosa, Ethan asiente— No tienes que hacerlo, ya me iba.
—Todo va a estar bien, Selene. Confía en la diosa Luna, ella sabe lo que es bueno para nosotros. No lo tomes como si fuera un castigo.
—Es un castigo, me quieren obligar a aceptarlo para librarse de mí.
—No es así, hermana, esto es una oportunidad para ti. Tómalo, mereces ser feliz, la vida sigue allá afuera, Dexter ya murió.
Una gran bola se forma en la garganta de Selene que pronto se transforma en dolor dentro de su pecho. Cuando él la marque, todo el recuerdo de Dexter desaparecerá para siempre, sus pocos momentos vividos con él, su vínculo que fue breve, pero intenso.
Ethan le ofrece la mano y ella tras unos segundos de pensarlo, la toma, dejándose guiar hasta el despacho que se encuentra en la planta baja.
***
Connor no ha dormido en toda la noche pensando en Selene, debatiéndose en lo que pasará esta mañana entre ellos. Se levanta muy temprano y tras una ducha larga, elige uno de sus mejores trajes y se alista para ir hasta el castillo tal como le había pedido a la alfa Katrina. Jackson envió un mensaje diciendo que estaba todo bien y confía en su palabra, pero necesita verla, hablar con ella, saber lo que piensa de ellos dos.
Tras un breve desayuno, Beltrán lo lleva hasta el castillo.
Para su suerte, Ragnar y Katrina parecen estar felices por el emparejamiento entre él y su hija, pero dejando en claro varios puntos a tener en cuenta en caso de que Selene decida ir a Redwood Wolves con él esta misma noche. Algunos puntos con los que no está muy de acuerdo y otros con los que sí, pero teniendo en cuenta que ella no es una joven muy dócil, no tiene de otra que ceder un poco.
Luego de más de dos horas esperando por ella y que los nervios lo estuvieran consumiendo por dentro en todo ese tiempo, la puerta finalmente se abre y su aroma acaricia las fosas nasales de Connor al punto de dejarlo extasiado.
La mirada del hombre se suaviza al instante cuando Selene entra en su campo de visión y Ragnar tiene la plena seguridad de que su hija será muy amada.
Selene recorre con la vista la amplia habitación. Allí están sus tíos con Morelia, el pelirrojo que es el beta del señor Zanahoria y sus padres. Ella hace un asentimiento breve hacia ellos, quienes corresponden a su saludo con una sonrisa, antes de que finalmente sus ojos se encuentren con los de él, su mate.
Las entrañas de Selene se contraen y sus manos empiezan a sudar. El señor Zanahoria se levanta y la mira fijamente a los ojos, haciendo que ella se sienta extremadamente atraída por su mirada, por su aroma y con ganas de sentir de nuevo ese calor que emanaba de su cuerpo cuando él la cargó el otro día. ¿Qué sentirá cuando la cargue de nuevo? Es probable que cuando eso pase, ellos estén solos y esa idea la asusta un poco, aunque no le desagrada del todo.Como si algo la jalara, ella da un paso hacia él y Connor sonríe un poco. Puede verlo en sus ojos, ella está sintiendo el vínculo tan fuerte como él lo siente. Lástima que estén frente a tantas personas, o ya la hubiese tomado entre sus brazos, igual que en la clínica. Selene da otro paso y otro más, y para sorpresa de Connor, cuando llega a él, pasa a su lado y camina hasta Ragnar, su padre.—Padre, no sabía que ya habías vuelto —dice ella mientras se acerca y le da un beso alargado en la mejilla.—Llegué a la madrugada, princesa —Co
—Vamos a dejar esto claro, señor Zanahoria, yo…—Connor… —gruñe el alfa interrumpiendo y jalándola de nuevo hacia su regazo. —Como sea. Iré contigo… Connor, porque no tengo otra opción, ya que mi familia firmó ese acuerdo de alfas contigo, pero eso no quiere decir que podrás marcarme o pretender aparearte conmigo en contra de mi voluntad —Connor frunce el ceño al oírla. —Podemos llegar a un acuerdo con respecto al apareamiento, pero respecto a la marca, no creo que…—No crees nada —Selene intenta levantarse de nuevo, pero Connor rodea su cintura con ambos brazos fijándola en su sitio—. No vas a forzarme, no lo permitiré. No estoy de acuerdo con este vínculo y ya te lo he dicho. Sin marcas y sin apareamiento forzados. —¿Y cuánto tiempo piensas resistir? —Connor aparta unos mechones de su cara antes de rozar la punta de su nariz con la yema de su dedo. El bajo vientre de Selene se contrae y Connor es capaz de sentir su turbación. Los vellos de sus brazos se erizan y la joven se maldi
Selene está sentada en el sillón mientras Connor se está dando una ducha antes del viaje. Ambos ya se encuentran en el hotel y Jackson ya recogió las pertenencias de Connor. Solamente falta que él esté listo para que puedan irse a Norte América. Justo en el momento que ella se levanta para mirar por la ventana, la figura imponente de Connor saliendo por la puerta del sanitario llena su vista al mismo tiempo que seca su boca. Él tiene puesta solamente una toalla alrededor de su cintura dejando ver prácticamente todo su cuerpo, músculos bien definidos, piel cremosa, y esos vellos en su pecho que hacen un camino que se pierde en su zona V. Sí, por unos segundos ella quiere estirar su mano y seguir ese camino con el dedo hasta llegar al límite. Él pasa a su lado y ella no puede evitar voltear a mirarlo. Su prima tiene razón, definitivamente Connor es el sueño húmedo de unas cuantas chicas y eso terminará siendo un problema. —Si no cierras tu boca, mojarás el piso con tu baba —se burl
Jackson carraspea un poco llamando la atención de Connor, quien baja a Inés al suelo al instante al darse cuenta de lo que había pasado.—Lo siento… —dice la joven mirando al suelo al notar el rostro contrariado del alfa por el beso fugaz que le dio. La verdad es que no está para nada arrepentida de lo que hizo. Estos días que Connor estuvo afuera fueron los peores de su vida y lo extrañaba como una loca. —Hermano, bienvenido —Clarisse y Carla, la madre de Connor, salen de la casa para recibirlo también. Ambas parecen bastante complacidas de que él haya vuelto— ¿Cómo estuvo tu viaje? ¿Te divertiste?—Hermana, madre —Connor abraza y besa a cada una—. La Amazonía es preciosa. Sin duda volveré allí a menudo. —¿Qué bueno que volviste hijo? Debes estar muy cansado, vamos, mandaré preparar un baño tibio para ti y un desayuno suculento antes de que puedas descansar.Carla le guiña el ojo a Inés y ella sabe lo que significa. Ambas toman del brazo a Connor para llevarlo hacia la puerta, pero
Saya gruñe en el pecho de Selene y saca sus garras al recibir la muestra de cariño de su compañero. Connor se antepone a lo que vendrá y toma ambas muñecas de Selene, logrando detener su furia. El alfa es consciente de que su compañera está molesta por lo que pasó hace un rato, pero está dispuesto a demostrarle que fue solamente un malentendido y que no es lo que está pensando. Lentamente, entra con ella dentro de la habitación y cierra la puerta con el pie. Selene está temblando, aprisionada en sus enormes brazos, como una pequeña fierecilla queriendo ser liberada para hacer el desastre. —Esa joven… —gruñe, pero Connor la interrumpe dejando un beso sonoro en su mejilla. —¿Por qué…? —intenta decir otra vez, pero nuevamente es interrumpida por un beso, ahora mucho más largo y sonoro que la anterior. —Maldito… —jadea cuando su compañero la voltea y deja un beso suave en sus labios que la deja aturdida por unos segundos. Ella tarda un tiempo en procesar lo que acaba de suceder y el h
«Alfa, deberías venir a ver esto, es urgente» La voz de Jackson interrumpe mentalmente la reunión que Connor tenía prevista en su despacho con Inés y su madre que están por llegar.«¿No puede esperar? Necesito resolver algunos asuntos aquí con mi madre» responde él de inmediato.«Quizás deba venir a ver esto antes que nada. Estoy en el estacionamiento» Jackson corta el enlace con Connor y él suspira antes de levantarse de su asiento. —Cuando venga Inés o mi madre, que me esperen —pide Connor a Beltrán quién funge de su secretario cuando él está en la oficina para resolver los asuntos de la manada—. Qué no se muevan de aquí. Debemos aclarar todo antes del almuerzo.—Así será, alfa. Connor sale hacia el estacionamiento. La verdad no tiene idea de qué pueda ser eso tan importante y urgente que Jackson necesita mostrarle teniendo él tantos asuntos que resolver ahora mismo. El trabajo está acumulado debido a su viaje a la Amazonía y si no se pone al día será peor. Llega hasta el estacio
Selene da unos pasos atrás y mira su obra con una enorme sonrisa. «Lo hicimos muy bien» dice Saya en su mente y ella está de acuerdo. Fue un arduo trabajo, pero finalmente pudo terminar de acomodar sus cosas tal como le gusta. Da una vuelta de 180 grados y observa todo con gran placer. Sus vestidos al lado mismo de los trajes de Connor, sus ropas de casa al lado de los de él, su ropa de dormir e interiores, ocupando la mitad del mismo cajón que los interiores de Connor, al igual que sus calzados.«No puedo esperar a que la señora Carla vea esto» Selene empieza a reír imaginando su cara. «Seguramente le dará un ataque, espero que nuestro compañero no se enoje» Saya responde mirando atentamente a través de sus ojos.«Él dijo que podía cambiar lo que quisiera y eso hice. Estos tonos hasta combinan» bromea Selene viendo los tonos azules pasteles de sus prendas al lado de los marrones de su compañero. Es cierto que ambos estilos son totalmente opuestos, diferentes como el agua y el acei
El aire del sitio empieza a espesarse, apenas Carla pone un pie dentro de la cocina, todas las sirvientas comienzan a moverse con más ímpetu y Selene nota perfectamente que permanecen agachadas como si le tuvieran miedo, esa no fue la reacción que tuvieron cuando el alfa entró. Esa joven que había besado a Connor en la entrada viene tras Carla y este es el momento perfecto para que Selene empiece a marcar su territorio antes de que estas dos terminen con ella.La joven aprovecha que está en medio de las piernas de Connor y que él prácticamente la tiene rodeada con ambas para acercarse por completo a su pecho y colocar su rostro en el cuello de él. Ella respira profundamente de su aroma, entre tanto él la rodea con ambos brazos inmediatamente.Un gruñido bajo sale del pecho del alfa y Saya ronronea en respuesta. Ambas bestias se miran mutuamente y Selene sabe que esta lucha ya la tiene perdida, especialmente viendo a su loba tan animada y feliz cuando Connor está cerca. «Mía, ella es m