3. Para no fallarle

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Valentina

La señora Valeria siempre fue muy amable conmigo desde el día uno, me ayudó con el trabajo y un techo, es más de lo que debió hacer por mí y le estoy eternamente agradecida y es por eso que aguanto los malos tratos de Alessandro, para no fallarle a ella, pero me dan ganas de partirle el cuello a ese idiota.

“Tranquila, Tina puedes con esto” me decía a modo de agarrar paciencia.

Había cámaras en la oficina, pero Alessandro le creyó ciegamente a su nueva conquista sin evidencia fui una paria desde ese día.

Volvía luego de otro día de m****a en la oficina, aunque hoy estuvo más tranquilo ya que Alessandro no estaba y eso fue un respiro para mí, pero mis compañeros de trabajo ya no me veían bien.

—Muchas gracias, señora Valeria, en serio le debo muchísimo— mis ojos se ponen húmedos de lo agradecida que estoy, quiero llorar desde su recibimiento, creo que no todos harían esto, pero que se yo de relaciones con otras personas, siempre estuve aislada.

La señora Valeria me había preparado rica comida, que yo devoraba ávidamente.

—Tranquila, Valentina por la sobrina de mi amiga lo que haga falta, luego hablamos de eso, ahora es mejor que descanses un poco— me aconseja.

—¿Necesita ayuda con algún pago? —le pregunté apenada. Su sonrisa se amplía en su rostro.

—No cariño, ya eso lo tengo cubierto —se ríe en voz baja— te pareces mucho a tu tía.

La señora Valeria se dio cuenta lo fascinada que me tenía su pollo al curry y me dio a repetir sin preguntar, estaba apenada, pero con mucha hambre seguí devorando mi segundo plato.

Empezamos hablar de mi tía y de cuando la Valeria la había conocido, me miró con ojos soñadores. Mi tía Malú es todo lo que me queda y que me recuerde a mi mamá.

—La conocí cuando ella viajó desde España, hace muchos años atrás se me dió la oportunidad y fui a estudiar en un intercambio, fueron buenas épocas—ella rió entre dientes recordando sus fechorías de jóvenes.

—No puedo creerlo, mi tía es tan tranquila ahora —me reí con ella.

—Así como te lo cuento, tu tía y yo éramos unas jóvenes alocadas en busca de aventuras, a ella le gustaba bailar y la adrenalina —se veía contenta mientras recordaba— mejor hablemos de cosas actuales —estaba nerviosa y lo noté, pero no dijo nada más— espero que este trabajo que te conseguí sea de ayuda, luego de unos meses más puedes dejarlo y así tener más experiencia.

Sentía una inmensa gratitud por toda la ayuda que me daba. Ella no tenía idea de cuanto yo necesitaba algo así.

—Me ahorro mucho al encontrarme este empleo, no la voy a defraudar —la abracé en medio de mi alegría.

Me devolvió el abrazo con cariño mientras ambas reíamos y ella acariciaba mi melena rubia con afecto.

—No es nada, lo hago con gusta— suspiró con una sonrisa triste —me alegra haber ayudado en algo —me dijo con una sonrisa amable.

—No se preocupe señora Valeri...— me vio severamente y me interrumpió enseguida.

—¿Cuántas veces debo decirte? dime Valeria, ya me has llamado señora muchas veces y eso como que me suma unas arrugas que estaba segura no tenía hace tres meses, muchacha —ambas soltamos risas cómplices.

—Entonces dígame Tina, así me dice mi madrina, Valeria —dije con orgullo y una gran sonrisa— tomé, esto es de lo que cobre esta semana —le di para los gastos de la casa.

Le decía tía para acortar, pero Malú era mi madrina más bella y hermosa.

—Esto es mucho, muchacha. Solo necesito que me ayudes con los gastos— se encogió de hombros— aquí, me devolvió una parte— eso es para tus gastos.

—No tengo celular por ahora para usar el wifi, pero lo demás está perfecto, gracias —le contesté.

—Necesitas uno para hablar con tu tía Malú, debería comprar uno económico que te ayude a comunicarte con tus seres queridos —me cuenta—. Luego de que mi hijo murió no tuve más visitas frecuente, sólo Doña Gilmore quien viene a jugar cartas junto con otra amiga todos los jueves, espero que el ruido que hacemos no te moleste.

—Esta es su casa, puede hacer lo que usted quiera— le aseguré.

Luego de eso me fui a dormir sin saber lo mucho que mi vida se complicaría desde entonces.

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