Estoy a punto de explotar, desde que llegue a este lugar esta mujercita no ha hecho más que llamarme señor, como si ella fuera una niña; además de seguir negando que me conoce. Era evidente que no esperaba que le diera el sobre con la información, veamos ahora que cara pone para seguir ocultándome las cosas.
— ¿Q-qué haces t-tú con esta información? ¿Me estas siguiendo o quién demonios te mando a investigar sobre mi vida? te voy a demandar por acoso.
—¡¡¡Qué!!! Soy yo el que te exige que me digas, ¿Por qué no me has dicho nada? pensaste que con eso me casaría contigo y cumpliría todos tus caprichos y los de mi abuelo.
—No entiendo de qué demonios hablas, mejor dime ¿Cómo es que tienes esta información en tus manos? ¿Quién más la ha viso? Contesta carajo, que no tengo todo el puto tiempo para esperar tu respuesta.
—Yo pregunte primero, así que debes responder a mis preguntas. Deja de hacerte la inocente y pura que de eso no tienes nada.
—Chicos, si hablan los dos al mismo tiempo no podrán entenderse. Por favor cálmense, de seguro hay un error en todo esto, ¿verdad Yen?
—No puedo creer que sigas defendiendo lo indefendible, Dominick. Esta simple secretaria te ha lavado el cerebro, te he mostrado las pruebas y sigues creyendo que es inocente.
Sigo sin entender a mi amigo, jamás lo había visto defender a ninguna mujer como se encuentra haciendo con esta tipa que me está volviendo loco. Su arrogancia es más grande que todo el lugar en donde estábamos, no voy a quitar el dedo del renglón hasta que me diga, que acuerdo fue el que hizo con mi abuelo.
La chica que estaba a su lado solo miraba de un lado a otro tratando de entender la situación, al parecer ella era su cómplice porque se llevó a Yen a sentarse para susurrarle algo que no logre escuchar.
—Ya te dije que esto es un error Xavier, déjame hablar con Yen. Te garantizo que nada de lo que piensas es cierto —menciono mi amigo con la cara toda roja, creo que tenía ganas de golpearme.
—Este asunto es entre ella y yo, pagare lo que sea necesario para que se deshaga de ese mocoso que lleva en su vientre, no pienso perder mi tiempo con pequeñeces. Que quede claro que valgo más de lo que ella es, no voy amarrarme a una pordiosera, miserable que trata de escalar de esa forma.
Iba a seguir hablando, sin embargo un fuerte golpe en la cara me hizo detenerme, literalmente me mando al suelo. No me lo esperaba, Yen se había atrevido a golpearme delante de todos.
—Te quiero fuera de mi casa en estos momentos, antes de que llame a la policía. Eres la persona más insoportable que he conocido en mi vida, no eres absolutamente nadie para hablarme de esa forma, mucho menos te permito que hables así de mi hijo.
— ¿Tú hijo? Más bien dirás, nuestro hijo. Por si se te olvida yo soy el padre de ese bebe que llevas dentro.
—¡¡¡Qué!!!
Su respuesta me dejo un poco sorprendido, es como si le estuviera diciendo una mentira o un secreto que ha estado oculto durante muchos años.
—Sí, no me digas que ya no te acuerdas de la noche que pasamos despues del bar.
— ¿T-tú e-eres el chico del bar?
—No entiendo a qué viene tu pregunta, sabes de sobra quien soy yo. Me conoces y te hiciste la desentendida cuando te encontré en la oficina de mi amigo.
La vi llevarse las manos a la cara en señal de preocupación, me estaba perdiendo de algo importante porque no entendía su actuar y el de su amiga. Intento decir algo, pero salió corriendo con dirección desconocida dentro de la casa; no voy a dejar que se escape a ningún lado, no ahora que hay un gran problema que resolver.
—Espere, ella no ira a ningún lado. Solo está un poco indispuesta por todo lo que está pasando, deje que se recupere y regresara en pocos minutos.
—Será mejor que así sea, o la voy a buscar de nuevo hasta debajo de las piedras y te aseguro que no le conviene esconderse.
—Mire señor, yo no soy Yen. Por su bien le digo que me le vaya bajando a su tonito de voz, antes de que quiera terminar en el hospital. Sus gritos se deben de escuchar en toda la cuadra, si no quiere tener problemas serios debe controlar sus hormonas.
— ¿Quién te crees que eres, mocosa? De seguro una trepadora igual que ella, que solo llegan a los bares a conquistar a los hombres ricos como yo.
— ¡En serio! Ni loca me fijaría en usted, así fuera el último hombre sobre la tierra. Por si no se ha dado cuenta, Yen no se acuerda de usted, por eso no sabe que responderle… tarado.
— ¿Qué dices?
—Lo que escucho, mi amiga estaba tan borracha ese día que no se acuerda del tipo con el que paso la noche. Ella solo quería desahogarse de todo el dolor que estaba sintiendo, usted llego y se puso de a pechito para calmar sus necesidades, si quiere buscar un culpable entonces debe de culparse también. ¿En qué época vive? Madure y deje de actuar como un niño.
—No veo falla en su lógica, Xavier. Tú mismo me has contado que te rechazo al inicio, no debes de hacerte el santo que ya todos sabemos que no te queda. Además, no te aconsejo que sigas haciendo enojar a este par de damas, porque no voy a defenderte cuando te den la paliza de tu vida.
— ¿Se conocen?
—Sí, no —fue la respuesta que escuche al mismo tiempo de mi amigo y de la chica que hace pocos segundos me había amenazado.
Si se conoce o no, la verdad es que no me interesa. Estaba aquí para resolver el problema de mi hijo y no me iré hasta halar con Yen, ya sean por las buenas o por las malas.
Vi a la chica ir tras de su amiga, mientras que Dominick caminaba a un pequeño bar, era como si mi amigo ya hubiera estado en este lugar. ¿Será acaso que el también este de acuerdo con mi abuelo y ella? No, eso no puede ser posible.
— ¿Me quieres explicar, de donde las conoces? Veo que recorres este lugar como si fuera tu casa.
—Si te digo la verdad, no vas a creerme.
—Déjate de rodeos y empieza hablar, ya me canse que quieran verme la cara de tonto. Esa chica lleva un bebe mío en sus entrañas, y su amiga dice que no me recuerda, ¿Sabes cómo me siento?
—Cómo un estúpido, que no dejo que su mejor amigo le explicara la situación y que prefirió actuar como un verdadero cavernícola, por pensar que su abuelo quiere verlo perjudicado.
Pensaba responder su agresión, pero las vi acercase lentamente. Al parecer, Yen no sé sentía nada bien, su apariencia no era nada favorable. Sin pensar corrí a donde estaba para sostenerla a tiempo, antes de que llegara al suelo.
Con ayuda de su amiga la lleve a su cuarto, mientras que Dominick le marcaba al doctor de su familia. Estaba un poco preocupado por esa chica, mi imprudencia me hizo actuar de esa forma y ahora ella se encontraba pagándolas consecuencias.
—Quítate, solo estorbas. Ya hiciste suficiente con empeorar el estado de mi amiga, será mejor que te largues de mi vista.
—Yo, solo vine hablar con ella. No me culpes que sea tan débil, y no acepte su responsabilidad.
—No hables de responsabilidad, si no conoces el significado de esa palabra. Agradece que debo de cuidarla, de lo contrario estarías tres metros bajo tierra.
—Deja tus amenazas para despues Day, ahora lo importante es la salud de Yen. Ya viene la ambulancia en camino, mientras le avisare a…
—No, ella no quiere que nadie lo sepa. Esperemos que se recupere, ella sabrá que hacer con lo que está pasando.
—De acuerdo.
Había despertado en la cama de un hospital, llena de tubos por todos lados, lo último que recuerdo fue escuchar al amigo de mi hermano decir que él era el padre de mi hijo.Debido a la noticia la presión se me subió a mil, cayendo desmayada cuando iba de regreso a la sala. Por fortuna, Xavier reacciono a tiempo y me sostuvo hasta llevarme a la cama, por lo menos debo de agradecerle que no me hice un chichón del ranazo que daría.— ¿Cómo te sientes, Yen?—H-hola, Day. ¿Cómo está mi bebe?—Ellos están bien, por suerte reaccionamos a tiempo. Debes de guardar mucho reposo para que te recuperes y sigan creciendo sanitos.— ¡Espera!, ¿dijiste ellos?—Sí, Yen. Vas a tener dos bebes, todavía están muy chiquitos para poderlos ver, pero si te cuidas como es debido, pronto sabremos el sexo.—Esto no me puede estar pasando, Day. Tendré dos pequeños de ese hombre tan cruel que ni siquiera conozco, dime tu si esto no es una verdadera locura. Espero que mis padres todavía no estén enterados de lo qu
He tenido la peor de las semanas, desde que supe que Yen estaba embarazada. No estaba entre mis planes ser padre a tan corta edad, sin embargo, al verla tan frágil esa día me hizo sentir como un desgraciado por la forma en que la estoy tratando.He ido a visitarla, desafortunadamente no ha despertado. Su amiga que hasta ahora me entero que se llama Dayana, no me permite estar mucho tiempo con ella; los médicos dicen que no se puede alterar o perderá a los bebes.Eso sí fue una gran sorpresa, me voy a estrenar como padre de dos pequeños que están luchando por sobrevivir y todo por mi culpa.— ¿Ya estarás contento con lo que le hiciste a Yen? —Y-yo…—Me asegurare que mi amiga no te deje verlos, y no se te ocurra intentar amenazarme porque conmigo no va nada de eso. A partir de ahora medirás tus palabras o te hare ver tu suerte, nadie se mete con mi amiga de esa manera.—Eres tan irritante como tu amiga, ahora sé porque se llevan también si son igualitas.—Ojala sigas diciendo lo mismo
Desde que salí de la clínica, estaba hecha un manojo de nervios. Dayana no hace más que decirme, todo lo que tengo que hacer; eso me pone más nerviosa que nunca, mis padres pensaron que ahora tendría una mejor vida.Eran las personas más felices cuando les dije que me había divorciado de Osvaldo, cuando les conté que regresaba a la ciudad no dejaron de brincar de alegría. Todavía no me decido a contarles sobre mi embarazo, si me voy de esta forma siento que los voy a defraudar más de lo que ya lo hice.—Deja de pensar tanto que se te quemara el cerebro y puedes incendiar mi coche, Yen.—Te quiero ver en mis zapatos, veras que no es nada fácil lo que estoy pasando.—Pero si fue fácil abrirle las piernas aún desconocido esa noche, eso lo debiste pensar mejor antes de escapar de nosotras.Era mejor concentrarme en lo que iba a decir, Dayana tenía razón, sin embargo no podía regresar el tiempo hasta esa noche. Con tan buena suerte que me encontré a un loco que resultó ser el mejor amigo d
Quisiera decir que todo esto es culpa de ella, sin embargo también tengo parte de ella. Cuando me ciego por el enojo no me deja ver más allá de lo que hay, despues de que mi abuelo me demostró que el error fue mío no me quedo más que aceptar que he culpado a una chica inocente.Xavier: ¿Sabes cuándo sale Yen, del hospital?Dominick: NoXavier: Vamos, tú lo sabes todo. Ella es tu secretaria, deberías estar al pendiente de lo que ella hace.Dominick: Y tú eres el estúpido que la ha acusado sin fundamento, además investigaste toda su vida, entonces debes de saber dónde se encuentra ahora.Xavier: Solo quiero pedirle una disculpa sobre lo que paso, necesito de tu ayuda.Dominick: Tu jamás pides disculpa a nadie, a otro perro con ese cuento amigo.Xavier: Esta vez, estoy hablando muy en serio. Además esa chica lleva a mis hijos y no puedo dejarla, no conozco sus intenciones ahora que sabe sobre mí identidad.Dominick: ¿Te estas escuchando? sigues siendo el mismo patán que conozco, solo voy
— ¿Qué es esto? ¿Otra de tus bromas abuelo?, de seguro solo quieres molestarme por no seguir que tus indicaciones. — ¿Tengo cara de broma? que no estás viendo lo estúpido que eres y todavía te atreves a preguntarme, lo que estás leyendo con tus propios ojos. — ¿Cuándo pusieron esta cláusula estúpida? —Si tuvieras un pedacito de cerebro, hubieras leído todo el contrato cuando te lo entregue. Sin embargo, el señor prefiere hacer otras cosas antes de hacer lo que de verdad debe, así dices que eres capaz de seguir a cargo de la presidencia. La mirada de todos estaba sobren mí, me irritaba que algo tan estúpido estuviera ahí y nadie me dijo nada al respecto. No importa lo que tenga que hacer, pero debo de llegar al final de toda esta estupidez o dejo de llamarme Xavier Peralta. — ¿Cómo fuiste capaz de colocar esto? ¿Te volviste loco? —Puedes gritar todo lo que quieras, y por el tiempo que desees. Cuando termines me avisas para que te explique que esa cláusula la coloco el cliente, qui
Hasta el momento me había considerado una persona cuerda y normal, pero hacerle caso a mi mejor amiga me está dejando como demente. No solo porque no me quiere decir a donde me lleva, si no que el frio me a empezando a congelar y no paro de reír como mensa por los nervios que tengo.—Solo a mí se me ocurre hacerte caso Dayana, se me está congelando hasta la cabeza por no decir otra cosa.—Deja de quejarte, mejor apúrate que se nos hace tarde. Nadie más que tu podrás disfrutar de este bello paraíso de por vida, no puedes quejarte.—Dayana, ¿estas segura que está isla es de ustedes? no quiero terminar en la cárcel acusadas de invasión de propiedad privada por una locura tuya, porque mis hijos nacerán en la cárcel.—Por supuesto querida, todo lo que alcanzan a ver tus ojitos pertenece a mi familia. Debes darles las gracias que decidieron comprar este santo lugar para que sus hijas ósea tu y yo, disfrutemos a lo bestia.Entre más caminas por las calles más que va a sorprendida de toda la
Han pasado tantas semanas que ya no se en que mundo vivo, la desaparición de Yen me ha puesto mal, por no decir que me ha vuelto loco y está revolucionando mis sentidos. He sobrevivido con la ayuda de Dominick mientras la seguimos buscando todos los días sin tener el éxito que deseamos.—Agradezco todo el apoyo que me estás dando Dominick, no sé qué sería de mí sin ti en estos momentos. Aunque sigo sin entender, como lograste que un juez te extendiera el acta para solventar la bendita cláusula del contrato de la noche a la mañana.—Eso es porque soy único en todo lo que hago, algún día pagaras por ese pequeño favor que te he hecho hasta con tú vida.—No tienes por qué decirlo, dalo por hecho. La entrega se realizó sin contratiempos y mi abuelo no deja de preguntarme que hice. Cuando se entere, estoy seguro que pensará que estoy más loco que una puta cabra y terminare en el manicomio.—Ahí si no puedo ayudarte, no me gusta meterme en problemas familiares en los que después pueda salir
He perdido la cuenta de los meses que llevo en este lugar, las personas se han mostrado tan compresivas conmigo que a veces me siento como si nos conociéramos de años, espero poder continuar así por mucho tiempo. Me gusta tanto la vida en la Isla que estoy considerando quedarme de por vida. Aunque extraño a mis padres y a mi hermano, ellos comprenderán completamente mi posición al igual que Dayana. Sus padres se enteraron hace dos meses de lo que hicimos y se dejaron venir con todo para jalarnos las orejas, esa semana no sentía lo duro si no lo tupido de la tunda que nos acomodaron como niñas de cinco años. Flashback —Hola Yen, ¿dónde estás? —Hola Dayana, rumbo a la casa ¿necesitas algo? todo está funcionando de maravilla, no sabes lo feliz que estoy por todo lo que estoy logrando yo… —Para… para… es mejor que dejes de hablar antes de que me duela más la cabeza, te veo cuando llegues. Después de eso mi amiga me corto la llamada como si algo le molestara, no tengo ni la menor idea