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Capítulo 6: El error más grande de mi vida.

He tenido la peor de las semanas, desde que supe que Yen estaba embarazada. No estaba entre mis planes ser padre a tan corta edad, sin embargo, al verla tan frágil esa día me hizo sentir como un desgraciado por la forma en que la estoy tratando.

He ido a visitarla, desafortunadamente no ha despertado. Su amiga que hasta ahora me entero que se llama Dayana, no me permite estar mucho tiempo con ella; los médicos dicen que no se puede alterar o perderá a los bebes.

Eso sí fue una gran sorpresa, me voy a estrenar como padre de dos pequeños que están luchando por sobrevivir y todo por mi culpa.

— ¿Ya estarás contento con lo que le hiciste a Yen?  

—Y-yo…

—Me asegurare que mi amiga no te deje verlos, y no se te ocurra intentar amenazarme porque conmigo no va nada de eso. A partir de ahora medirás tus palabras o te hare ver tu suerte, nadie se mete con mi amiga de esa manera.

—Eres tan irritante como tu amiga, ahora sé porque se llevan también si son igualitas.

—Ojala sigas diciendo lo mismo cuando te de una paliza, no pienses que porque esta chiquita no te puede dar tu merecido, hijo del averno, hermano perdido de Annabelle.

—Que me puedo esperar de personas como ustedes, de seguro tampoco tienes en que caerte muerta y solo hablas para que compre tu silencio, pordiosera.

—Deberías de leer un poquito más o de perdida salir un poquito más por la ciudad para que agarres barrio, amigo. Tus insultos se me resbalan por completo, además de que están obsoletos, debes de mejorarlos.

—Hablo la señorita más culta del universo, sin duda jamás fuiste a la escuela y solo sabes hablar porque tienes boca.

—Permíteme que me ría, por lo que veo no tienes ni puta idea con quien estas tratando, granuja. Antes de que sigas discutiendo conmigo deberías prestar atención de donde estamos y las personas que te rodean, cuando te descuenta te llevaras una gran sorpresa.

— ¡Se pueden callar los dos! Me están volviendo loco, loco. Llevamos una semana en este lugar y ustedes no han dejado de pelear, parecen…. Lo que sea.

—Tu grandioso amigo que piensa que todas las personas son menos que él, ya deberías darle unas clasecitas de educación porque es lo que le falta.

No pensaba seguir perdiendo el tiempo con esta chica, está más loca que una cabra. Si estaba aquí era simplemente para saber cómo se encontraba Yen y mis hijos.

—Iré por un café, Dominick. Si me necesitan ya sabes dónde encontrarme.

—Yo tengo que regresar a la empresa, mi padre está por regresar de viaje y necesito… bueno, debo ocuparme, Dayana, será quien se quede con Yen.

—Entonces también me retiro, no quiero terminar en la cárcel por culpa de cierta persona indeseable.

Sin mi amigo a mi lado no era posible que me quedara en este lugar, si mi abuelo se entera que estoy en el hospital es capaz de mandarme a investigar y no quiero que se dé cuenta de lo que está pasando. No es tiempo de que se entere que sus planes han funcionado conmigo.

Necesito pensar cual sería mi siguiente paso en todo esto, empezando con Yen. Debo de tener claro cuales son las ventajas de tenerla cerca, hasta ahorita no he visto que se comunique con nadie, es como si no tuviera familia y eso me hace pensar lo que dijo.

Estoy muy seguro que mi abuelo está detrás de todo esto, pero si no lo está. Quiere decir que estoy cometiendo un grave error con esa chica, ahora si estoy metido en un gran lio y no sé cómo salir.

Abuelo: ¿Tienes algo que decirme?

De tanto pensar en el creo que lo acabo de invocar, es momento de enfrentarlo y no esperar más tiempo, que es lo que menos tengo.

Xavier: Eso te lo debería de preguntarte yo a ti, ¿Qué tramas ahora, abuelo?

Abuelo: Jovencito, cuide sus palabras o voy hacer que se las trague una por una.

Xavier: No abuelo, eres tú el que se debe de controlar. Ya estoy cansado de tantos engaños de tu parte, sabes de sobra que no pienso cumplir lo que me estas pidiendo.

Abuelo: Ven a la casa, no acepto un no por respuesta. Sabes que puedo traerte amarrado si te niegas hacerlo.

Bien, si quería que habláramos eso es justo lo que vamos hacer. Que ni creo que voy a dar mi brazo a torcer ahora, pondré mis condiciones más firmes que nunca.

Camino a la mansión, la cabeza me daba vueltas y vueltas pensando en lo que estaba ocurriendo, las posibles soluciones para salir de este enredo. He estado tan perdido en mis pensamientos, que mi asistente tuvo que llamarme para recordarme que mañana tengo un viaje de negocios a Paris, estamos lazando un perfume nuevo que requiere de mi presencia en las pasarelas.

Tal vez esto me sirva para despejarme un poco y pensar mejor las cosas, seré directo con mi abuelo. Ya no puedo ocultar que conozco sobres sus intenciones de casarme con esa chica, morirá cuando le diga que se encuentra embarazada.

—Bienvenido a la casa, joven Xavier. Su abuelo lo espera en el despacho, si me permite decirle se encuentra de muy mal humor.

—Gracias, se pondrá peor cuando termine de hablar con él.

—No me lo haga enojar mucho, ha estado un poco delicado de salud en los últimos días.

—Solo lo necesario, hasta que acepte que está en un error.

Sé que estoy pidiendo mucho, mi abuelo y yo nos parecemos tanto que ninguno de los dos dará su brazo a torcer hasta no salir ganando. Sin embargo, no me iré de aquí hasta que resolvamos esta situación que me ha metido en un gran problema.

«No debiste meterte en donde no debías, no trates de culpar a los demás por tu irresponsabilidad»

—Ya estoy aquí, dime todo lo que tengas que decirme y no te andes con rodeos porque ya se toda la verdad, abuelo.

—Para empezar saluda, que no dormimos juntos. Después de eso puedes empezar la guerra que quieras, pero ya que quieres hablar entonces dime porque no llegaste a la reunión que te indique. Si no fuera porque mis contactos, hubiéramos perdido un gran contrato con todos los almacenes de América Latina.

—Que sínico eres, Sandoval. Deja de mentir por una vez en tu vida, te dices ser mi abuelo, cuando lo único que tratas de hacer siempre es arruinar mi vida. Cuantas veces te tengo que decir que no soy mi padre, al que puedes manejar a tu antojo.

—De que carajos hablas, Xavier. Te hacen falta unas buenas cachetadas para que te vayas ubicando de nuevo, jovencito. De donde sacas que quiero manejar tu vida y toda esa bola de estupideces que acabas de mencionar.

—Nunca existió esa dichosa reunión, solo me hiciste ir a un bar para que esa chica me sedujera y así atraparme. No contaste con el hecho de que me daría cuenta de lo que ocurría, las cosas no pasaron como esperabas abuelo, pero que crees… gracias a eso ahora serás bisabuelo de dos pequeños que se están formando. Me imagino que ahora si estas contento con todo lo que haces.

—¡¡¡Qué!!! ¿De qué hablas? T-tu…

—No voy ocultarte lo que está pasando, de seguro todos tus contactos como tú les llamas, ya te vinieron con el chisme de lo que está pasando. Solo tengo la duda, ¿por qué tardaste tanto en llamarme? Acaso no pensaste que tu plan funcionaria de esa manera.

—Te estas escuchando, me estas culpando de algo que no es así. Será mejor que me expliques lo que hiciste, y de quien estás hablando o me encargare de que sufras mil veces lo que le estás haciendo a esa pobre chica.

—Entonces si la conoces, lo sabía, sabía que estabas detrás de todo esto.

—Eres un estúpido Xavier, no se desde cuando te volviste tan egocéntrico. Mi vida no gira entorno a la tuya, lo que hagas o dejes de hacer no tiene nada que ver con los negocios.

Antes de que pudiera continuar con mi reclamo, me tiro unos documentos sobre el escritorio. Tal como lo había dicho era la firma de un contrato con una firma importante para la distribución de nuestros productos, entre más leía más sorprendido estaba.

Me explico con detalle la situación, de verdad estaba sorprendido por lo que me decía.

—Por lo que veo sigues sin creerme, revisa tu celular y veras por ti mismo los datos que te mande, idiota descerebrado.

—Eso es precisamente lo que pienso hacer, esto no puede ser cierto. Te has encargado de fabricar todas estas pruebas para cuando tratara de saber la verdad, te conozco abuelo, sé que eres capaz de todo.

¡Caramba! Y-yo… estoy completamente jodido, la dirección que me envió mi abuelo es la misma que esta mencionando. Eso quiere decir que todo fue un error, soy el único culpable de lo que estoy viviendo; me encontraba tan molesta esa noche que no leí bien las indicaciones que me daba, gracias a mi estupidez ahora estoy metido en un serio problema, y la persona que me pueden ayudar a salir de todo esto la acabo de hacer enojar.

Trate de explicarle a mi abuelo lo que había hecho, su cara iba de rojo a negra del enojo y créanme no era para menos. Si tan solo hubiera escuchada lo esa chica me decía, que cara le pondré ahora a Dominick cuando le cuente todo.

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