Las horas del vuelo se me hicieron eternas, la señora Cristina no dejaba de llorar al saber que su hija se encontraba en peligro. A pesar de que estaba en contra de que Xavier supiera sobre la vida de sus hijos, era consciente que necesita saber la verdad de lo que ocurría.—Mamá, ¿Crees que sea conveniente que el señor Peralta venga a la Isla?—Se le tendremos que preguntar a Yen, solo ella puede tomar esa decisión. ¿Qué estás pensando, Dayana?—Yen me dijo que tenía miedo, por eso me pidió que trajera a su mamá. Me dijo que de Xavier hablaríamos cuando llegara, pero tengo muchas dudas, no sé si es bueno esperar tanto tiempo.—Sé que amas a Yen como a tu propia hermana, debes de hacer lo que tu conciencia te dicte. Sabes que cuentas con todo mi apoyo, aunque no me gustaría estar en tus zapatos porque ella puede sentir que estas traicionándola.—Gracias por tu ayuda, me dejaste peor de lo que ya estaba. Sin embargo, tienes mucha razón.Las palabras de mi madre me dejaron muy pensativa
Si yo estoy loca mi madre me dice quítate que ese es mi lugar, me conoce a la perfección y sabe que todo este tiempo he estado interesada en el hermano de mi mejor amiga.Aunque tratara de negarle las cosas ella sabe cómo sacar las verdades con mentiras, a veces me da miedo, creo que estudió en el ejército o en algo parecido porque cuando inicio un interrogatorio no hay quien la pare.Me había quedado sin argumentos ante sus palabras, por fortuna mi celular sonó anunciando el fin de esa guerra que seguiría pendiente hasta que retomáramos el tema de Dominick.Hablando del rey de Roma y el que se asoma, después de tantas llamadas que le hice se ha dignado a responder. Era mejor alejarme de mi madre o esta señora me delataría con todo el hospital si llegara escuchar la conversación que tenemos.— ¿Ya te quitaron el bozal, y te dieron permiso de responder mis llamadas o tengo que seguir esperando?—No entiendo a qué viene tu comentario Dayana, como bien sabes estoy en la presentación de l
—Hola Yen, ¿cómo te sientes, lista para ver a los pequeños más hermosos de este mundo?—Hola Dayana, que alegría verte de nuevo. No sabes todo lo que te he extrañado, ¿hablaste con mi padre? ¿Qué sabes de Dominick?—Con tantas preguntas a la vez, no sabré responder ninguna. Ellos vienen en camino, no tienes por qué preocuparte amiga, ya me encargué que toda tu familia se encuentre contigo lo más pronto posible o los colgare ya sabes por dónde.—Eso quisieras, pero te aseguro que mi hermano no se dejaría.—La esperanza es lo último que muere, déjame hacerme ilusiones. Tal vez cuando salgas ya las cosas cambiaron.—Gracias Dayana, la verdad estoy muy confundida. No sé qué voy a hacer, no quiero que mis hijos sufran por mi culpa, te juro que me cuidé y llevé a cabo las indicaciones del médico tal y como me decía en cada una de las revisiones.—Tranquila Yen, no todas soportan tener dos bebes al mismo tiempo y por tu panza serán enormes como su padre. Todavía no me creo que seré tía tan j
Nunca en mi vida había estado tan estresado como lo estoy ahora, he tenido una semana super… superlarga. Sobre todo el último día antes de la presentación de la línea de Cosméticos Sandoval, todo gracias a mí querida y adorable Dayana.Sin embargo, ha valido la pena. Puedo decir que todo salió de maravilla, además ya conocíamos la ubicación donde se encontraba Yen; jamás imaginaria que estuviera en esta Isla, ni en mis más oscuros sueños podría imaginarlo. Sí que saben esconderse cuando quieren, de ahora en adelante tendré cuidado con este par de mujeres. Espero llegar a tiempo con los equipos que nos han pedido para mis sobrinos, o me lamentare esa pequeña discusión que tuve con Xavier antes de salir del aeropuerto de Seattle.—Dominick, encárgate de bajar las cosas y que no sufran ningún percance, nosotros nos adelantaremos a hacer los trámites del avión. No sabemos si lo vamos a necesitar para sacar a tu hermana de este lugar y debe estar listo en cualquier momento.—De acuerdo,
—Señores, este no es lugar para que se pongan a pelear de esa forma. Si no se han dado cuenta se encuentran en un hospital, por favor guarden un poco de silencio o me veré en la penosa necesidad de sacarlos —mencionó una enfermera que pasaba por donde estábamos discutiendo.Antes de que pudiéramos responder apareció la doctora que se encontraba a cargo de Yen. Su cara de preocupación me dejaba ver que las cosas no andaban del todo bien como se habían pronosticado anteriormente.—Señorita Sandoval, me permite hablar con usted un momento a solas.—Si es sobre Jane puede hablar delante de todos los que estamos aquí presentes, somos su familia, en cambio ella no es nadie —respondió Javier antes de que yo pudiera decir algo.Ya me estaba arrepintiendo de pedirle a Dominick que lo trajera a la isla, si continúa de esa forma de verdad me aseguraré que regrese Seattle ahora mismo.—Lo siento señor, solo estoy autorizada a darle información a la señorita Yen Sandoval que está aquí presente y a
— ¿Quieres decir que todo este tiempo mi hermana ha estado usurpando tu identidad y tú la de ella?—Bingo… bingo… se te alumbró el poquito cerebro que tienes cariño.La risa de Dominick me tomó por sorpresa, pensé que tomaría represalias cuando su hermana y yo habíamos hecho y desecho a nuestro antojo durante todo este tiempo.—Siendo así, entonces nunca podría encontrarla así buscará hasta por debajo de las piedras. Creo que nunca se me ocurrió buscarte, dado que estabas en la oficina todo este tiempo.—Eso es porque soy más inteligente que tú, ya deberías aceptarlo de una buena vez.— ¡Maldita sea Dayana! sabes el problema en el que acabas de meter a Yen por tu estupidez —grito Xavier mientras se pasaba las manos por la cara en señal de frustración.—Una
—No puedo creer lo estúpido que se ha vuelto Xavier, de saber que actuaría de esa forma no lo hubiese ayudado a encontrar a mi hermana, ahora no quiero ni que se le acerque o terminaré dándole la paliza de su vida.—Debes controlarte, Yen nos necesita más fuerte que nunca. A mí tampoco me agrada tu amiguito, pero debemos soportarlo por un tiempo en lo que tu hermana sale del quirófano y nos dice que hacemos con él.— ¿Crees que lo deje ver a los niños?—No estoy segura de lo que vaya hacer, mejor esperemos. Ven, déjame ayudarte con esa herida, iré a buscar un congelado a la cafetería para que no se te ponga el ojo morado.—Gracias, ahora solo quiero que mi hermana salga de ese quirófano para poder abrazarla.—En lo que sale, puedes abrazarme a mí, no me molesta que lo hagas.Estoy realmente sorprendido por el comportamiento que Dayana tiene conmigo, quién iba a decir que una situación tan difícil nos uniera tanto en poco tiempo.Los minutos seguían pasando sin que nos dieran noticias
—Gracias por hacer que todos se fueran, no soportaba tenerlos un minuto más cerca.—Créeme que no lo estoy haciendo por ti, lo hago por mí mismo. Si Dayana ve lo que está pasando no te la quitarías de encima el resto de tu vida, y yo pagaría los platos rotos como siempre ha pasado.—No puedo creer el grado de maldad que tiene esa mujercita, tan inocente que se ve cuando la conoces, pero bien dice que te cuides de las personas pequeñas porque son un verdadero demonio.—Espero que ahora me entiendas cuando te digo todo lo que ha hecho en la oficina sin mi permiso, ella y Yen son iguales cuando algo se les mete en la cabeza nadie puede controlarlas.—De verdad que te has ganado una medalla por soportarla durante este tiempo, prometo no volver a quejarme de Eduardo.—Ya pensaste ¿Qué vas a hacer cuando todo esto termine? ¿Hablarás con Yen o simplemente te irás?—La verdad es que no sé qué voy a hacer, me encuentro muy confundido. Me preocupa que les pase algo y no este para ellos, ni pa…