—Gracias por hacer que todos se fueran, no soportaba tenerlos un minuto más cerca.—Créeme que no lo estoy haciendo por ti, lo hago por mí mismo. Si Dayana ve lo que está pasando no te la quitarías de encima el resto de tu vida, y yo pagaría los platos rotos como siempre ha pasado.—No puedo creer el grado de maldad que tiene esa mujercita, tan inocente que se ve cuando la conoces, pero bien dice que te cuides de las personas pequeñas porque son un verdadero demonio.—Espero que ahora me entiendas cuando te digo todo lo que ha hecho en la oficina sin mi permiso, ella y Yen son iguales cuando algo se les mete en la cabeza nadie puede controlarlas.—De verdad que te has ganado una medalla por soportarla durante este tiempo, prometo no volver a quejarme de Eduardo.—Ya pensaste ¿Qué vas a hacer cuando todo esto termine? ¿Hablarás con Yen o simplemente te irás?—La verdad es que no sé qué voy a hacer, me encuentro muy confundido. Me preocupa que les pase algo y no este para ellos, ni pa…
—Familiares de la señora Dayana Shelby, familiares de la señora Dayana Shelby, favor de reportarse al área de enfermería con urgenciaA cinco minutos de haber salido del cuarto de recuperación, el altavoz del hospital requería de nuestra presencia en el área de enfermería, mi corazón empezó a acelerarse esperando que no fueran malas noticias.La pequeña charla que tuve con la señora Lucrecia me hizo entender que no todas las personas son iguales, mis padres fueron unos egoístas al pensar solo en ellos olvidándose por completo de mí y yo estaba haciendo lo mismo con Yen.La estaba castigando de la misma forma que sentí que lo hicieron conmigo, en el camino al área de enfermería sentía que cada paso que daba empezaba a pesar demasiado, no sé si estoy haciendo lo correcto al actuar de esta forma.Necesitaba verla a ella, tenerla frente a mí para abrazarla. En el pasado había jurado protegerla, que nadie le hiciera daño, sin darme cuenta que soy yo el que está ocasionando todo el sufrimie
—No puedo creer que le des la razón a ese tipo, soy tu hija y debes de estar de mi lado, mamá.—Cuando aprenderás a mantener la boca cerrada, Dayana. Ya fue suficiente de tus berrinches, toma tus cosas y vamos a casa.—Esto es insólito, no puedo creerlo. Dominick, dile algo, no te quedes callado y mirando como un idiota.— ¿Qué quieres que le diga? si hablo, me puede ir peor que a ti, mejor déjalo así y vayamos a descansar un poco que nos hace falta.—No lo puedo creer, tan hombrecito que te ves y le tienes miedo a mi madre, esto lo tiene que saber Yen.El padre de Dayana no paraba de reír por las ocurrencias de su hija, pasó a mi lado palmeando mi hombro para llevarse a su esposa al auto que esperaba afuera. No me quedó de otra que tomar a Dayana de la mano, y dirigirla al coche para marcharnos del hospital, mientras no dejaba de quejarse por la acción de su madre.En el trayecto a la villa, todos decidieron ignorarla para ver si de esa forma guardaba silencio. El cansancio terminó v
—Señor… señor… señor… puede pasar a ver a su esposa, ya tiene todo lo necesario para hacerlo, solo le pido que siga las indicaciones que se le han dado.—G-gracias, ¿díganme que tengo que hacer en caso que se despierte?—Por el momento no sucederá, solo debe de hablar con la paciente y recordarle momentos de felicidad, consideramos que la puede ayudar a retomar las ganas por vivir que ha perdido.Asentí lentamente mientras me dirigían al cuarto donde se encontraba Yen postrada en cama, rodeada de un sin número de equipos médicos. De donde voy a sacar lo que me piden, si conmigo solo ha vivido complicaciones desde que nos volvimos a reencontrar, la única persona que ha estado con ella es Dayana aunque fuera mi nombre el que mencionara todo este tiempo.Se miraba tan dulce y adorable acostada en esa cama, por un tiempo me dedique a observarla. No quedaba rastro de la niña que conocí cuando la ayude a levantarse, había caído de un árbol y empezaba a llorar porque su hermano solo se reía
— ¿Paso algo muchacho? ven, siéntate que estas a punto de caerte al suelo y nos costara trabajo levantarte. No me asustes y habla pronto, muchacho. —N-no, nada señor Sandoval. Yen se encuentra bien, será mejor que nos sentemos para que hablemos sin contratiempos.— ¿Cómo viste a mi hija, Xavier? tenemos esperanza que se recupere pronto o…—La doctora me ha dicho que es probable que le tome una semana en observación, y-yo…Hablar de la salud de Yen con sus padres me desconcierta un poco, no sé cómo tomen todo lo que dijeron los doctores. Si alguien es el más interesado que ella regrese soy yo, aunque suene contradictorio al mil por ciento.Sus padres se mostraron interesados en conocer mi punto de vista sobre lo que ocurrió cuando nos vimos en el bar. Escucharon todo lo que tenía que decirles sin interrumpirme en lo absoluto, agradecí que fueran considerados, después de tratar a su hija en la forma en que lo hice.—Me gustaría decirles que las cosas no fueron como si hija les conto,
—Extrañaba dormir en mi camita, por fin puedo tener un sueño reparador despues de muchos meses de presión por todos lados.—Me alegra saber que pueda causar ese efecto en ti, como no lo supe antes que esa era la fórmula para dejarte callada un buen rato.Un grito por todo el cuarto, hizo latir mi cabeza, sin duda se pudo escuchar hasta la luna, solo espero que no llame la atención de sus padres o me meteré en serios problemas.— ¿Cómo diablos entraste a mi cuarto? —bufo Dayana, mientras trataba de pararse de la cama sin éxito.Por querer hacer todo de prisa, no se dio cuenta que se encontraba enredada en las sabanas que la llevaron directo al suelo, ahora si me acabo de meter en un serio problema. La princesa se había lastimado, y esta vez no tenía nada que ver, soy totalmente inocente.La puerta se abrió de repente, mostrando a sus padres y a los míos sorprendidos por verla en el suelo, mientras que yo me encontraba sobre la cama muerto de risa por lo sucedido.— ¿Qué está pasando aq
A duras penas logre dormir unas cuatro horas, por más que trate de hacer más tiempo en la cama me fue imposible conciliar el sueño. Tome mis cosas para darme un buen baño antes de ponerme a trabajar un poco, y de regresar al hospital para ver como amanecieron Yen y los niños.Se siente raro utilizar esa palabra pero ya era padre de dos pequeños de los cuales no conozco ni el rostro, pero que sin duda alguna hoy los podre observar aunque sea de lejos.Si alguna vez tuve dudas de que fueran míos, ahora podré decir que no necesito ninguna prueba de ADN que lo compruebe. Mi tipo de sanguíneo es muy escaso, por no decir que son casi nulo, que más prueba necesitaba para estar seguro de lo que hace meses Yen me dijo y que ignore por estúpido.Como no había llevado nada de ropa, me coloque la misma del día anterior, esperando que este lugar cuente con tiendas departamentales decentes, donde pueda adquirir por lo menos algunos cambios en lo que me hacen llegar la mía.Entre que me arreglaba y
Admitir lo que mi madre mencionaba delante de los padres de Dayana, me hacía temer por mi vida. La madre está más loca que la hija y eso me preocupaba seriamente, creo que debo de pensar seriamente lo que hago cuando estoy cerca de ella.Era claro que la más afectada en todo esto era Dayana, que con la mirada quería asesinarme mientras mi padre y el suyo disfrutaban verme en aquella encrucijada. Sin duda este momento no lo olvidaría, y les guardaría unas cuantas a este par para cuando necesitaran de mi ayuda con sus esposas.— ¿Por qué nadie me dijo lo que estaba sucediendo en casa de Yen?—Nosotros pensamos que estabas de acuerdo en que Dominick durmiera contigo todas las noches.—Ustedes saben que esta cucaracha solo me da repugnancia, nunca dejaría que se me acercara.—Pues eso no es lo que decías mientras dormías, te recuerdo que muchas veces me abrazabas para que no me fuera de tu lado —mencioné mientras recordaba las veces que eso sucedía, para mi buena suerte tenía prueba de lo