—Señores, este no es lugar para que se pongan a pelear de esa forma. Si no se han dado cuenta se encuentran en un hospital, por favor guarden un poco de silencio o me veré en la penosa necesidad de sacarlos —mencionó una enfermera que pasaba por donde estábamos discutiendo.Antes de que pudiéramos responder apareció la doctora que se encontraba a cargo de Yen. Su cara de preocupación me dejaba ver que las cosas no andaban del todo bien como se habían pronosticado anteriormente.—Señorita Sandoval, me permite hablar con usted un momento a solas.—Si es sobre Jane puede hablar delante de todos los que estamos aquí presentes, somos su familia, en cambio ella no es nadie —respondió Javier antes de que yo pudiera decir algo.Ya me estaba arrepintiendo de pedirle a Dominick que lo trajera a la isla, si continúa de esa forma de verdad me aseguraré que regrese Seattle ahora mismo.—Lo siento señor, solo estoy autorizada a darle información a la señorita Yen Sandoval que está aquí presente y a
— ¿Quieres decir que todo este tiempo mi hermana ha estado usurpando tu identidad y tú la de ella?—Bingo… bingo… se te alumbró el poquito cerebro que tienes cariño.La risa de Dominick me tomó por sorpresa, pensé que tomaría represalias cuando su hermana y yo habíamos hecho y desecho a nuestro antojo durante todo este tiempo.—Siendo así, entonces nunca podría encontrarla así buscará hasta por debajo de las piedras. Creo que nunca se me ocurrió buscarte, dado que estabas en la oficina todo este tiempo.—Eso es porque soy más inteligente que tú, ya deberías aceptarlo de una buena vez.— ¡Maldita sea Dayana! sabes el problema en el que acabas de meter a Yen por tu estupidez —grito Xavier mientras se pasaba las manos por la cara en señal de frustración.—Una
—No puedo creer lo estúpido que se ha vuelto Xavier, de saber que actuaría de esa forma no lo hubiese ayudado a encontrar a mi hermana, ahora no quiero ni que se le acerque o terminaré dándole la paliza de su vida.—Debes controlarte, Yen nos necesita más fuerte que nunca. A mí tampoco me agrada tu amiguito, pero debemos soportarlo por un tiempo en lo que tu hermana sale del quirófano y nos dice que hacemos con él.— ¿Crees que lo deje ver a los niños?—No estoy segura de lo que vaya hacer, mejor esperemos. Ven, déjame ayudarte con esa herida, iré a buscar un congelado a la cafetería para que no se te ponga el ojo morado.—Gracias, ahora solo quiero que mi hermana salga de ese quirófano para poder abrazarla.—En lo que sale, puedes abrazarme a mí, no me molesta que lo hagas.Estoy realmente sorprendido por el comportamiento que Dayana tiene conmigo, quién iba a decir que una situación tan difícil nos uniera tanto en poco tiempo.Los minutos seguían pasando sin que nos dieran noticias
—Gracias por hacer que todos se fueran, no soportaba tenerlos un minuto más cerca.—Créeme que no lo estoy haciendo por ti, lo hago por mí mismo. Si Dayana ve lo que está pasando no te la quitarías de encima el resto de tu vida, y yo pagaría los platos rotos como siempre ha pasado.—No puedo creer el grado de maldad que tiene esa mujercita, tan inocente que se ve cuando la conoces, pero bien dice que te cuides de las personas pequeñas porque son un verdadero demonio.—Espero que ahora me entiendas cuando te digo todo lo que ha hecho en la oficina sin mi permiso, ella y Yen son iguales cuando algo se les mete en la cabeza nadie puede controlarlas.—De verdad que te has ganado una medalla por soportarla durante este tiempo, prometo no volver a quejarme de Eduardo.—Ya pensaste ¿Qué vas a hacer cuando todo esto termine? ¿Hablarás con Yen o simplemente te irás?—La verdad es que no sé qué voy a hacer, me encuentro muy confundido. Me preocupa que les pase algo y no este para ellos, ni pa…
—Familiares de la señora Dayana Shelby, familiares de la señora Dayana Shelby, favor de reportarse al área de enfermería con urgenciaA cinco minutos de haber salido del cuarto de recuperación, el altavoz del hospital requería de nuestra presencia en el área de enfermería, mi corazón empezó a acelerarse esperando que no fueran malas noticias.La pequeña charla que tuve con la señora Lucrecia me hizo entender que no todas las personas son iguales, mis padres fueron unos egoístas al pensar solo en ellos olvidándose por completo de mí y yo estaba haciendo lo mismo con Yen.La estaba castigando de la misma forma que sentí que lo hicieron conmigo, en el camino al área de enfermería sentía que cada paso que daba empezaba a pesar demasiado, no sé si estoy haciendo lo correcto al actuar de esta forma.Necesitaba verla a ella, tenerla frente a mí para abrazarla. En el pasado había jurado protegerla, que nadie le hiciera daño, sin darme cuenta que soy yo el que está ocasionando todo el sufrimie
—No puedo creer que le des la razón a ese tipo, soy tu hija y debes de estar de mi lado, mamá.—Cuando aprenderás a mantener la boca cerrada, Dayana. Ya fue suficiente de tus berrinches, toma tus cosas y vamos a casa.—Esto es insólito, no puedo creerlo. Dominick, dile algo, no te quedes callado y mirando como un idiota.— ¿Qué quieres que le diga? si hablo, me puede ir peor que a ti, mejor déjalo así y vayamos a descansar un poco que nos hace falta.—No lo puedo creer, tan hombrecito que te ves y le tienes miedo a mi madre, esto lo tiene que saber Yen.El padre de Dayana no paraba de reír por las ocurrencias de su hija, pasó a mi lado palmeando mi hombro para llevarse a su esposa al auto que esperaba afuera. No me quedó de otra que tomar a Dayana de la mano, y dirigirla al coche para marcharnos del hospital, mientras no dejaba de quejarse por la acción de su madre.En el trayecto a la villa, todos decidieron ignorarla para ver si de esa forma guardaba silencio. El cansancio terminó v
—Señor… señor… señor… puede pasar a ver a su esposa, ya tiene todo lo necesario para hacerlo, solo le pido que siga las indicaciones que se le han dado.—G-gracias, ¿díganme que tengo que hacer en caso que se despierte?—Por el momento no sucederá, solo debe de hablar con la paciente y recordarle momentos de felicidad, consideramos que la puede ayudar a retomar las ganas por vivir que ha perdido.Asentí lentamente mientras me dirigían al cuarto donde se encontraba Yen postrada en cama, rodeada de un sin número de equipos médicos. De donde voy a sacar lo que me piden, si conmigo solo ha vivido complicaciones desde que nos volvimos a reencontrar, la única persona que ha estado con ella es Dayana aunque fuera mi nombre el que mencionara todo este tiempo.Se miraba tan dulce y adorable acostada en esa cama, por un tiempo me dedique a observarla. No quedaba rastro de la niña que conocí cuando la ayude a levantarse, había caído de un árbol y empezaba a llorar porque su hermano solo se reía
— ¿Paso algo muchacho? ven, siéntate que estas a punto de caerte al suelo y nos costara trabajo levantarte. No me asustes y habla pronto, muchacho. —N-no, nada señor Sandoval. Yen se encuentra bien, será mejor que nos sentemos para que hablemos sin contratiempos.— ¿Cómo viste a mi hija, Xavier? tenemos esperanza que se recupere pronto o…—La doctora me ha dicho que es probable que le tome una semana en observación, y-yo…Hablar de la salud de Yen con sus padres me desconcierta un poco, no sé cómo tomen todo lo que dijeron los doctores. Si alguien es el más interesado que ella regrese soy yo, aunque suene contradictorio al mil por ciento.Sus padres se mostraron interesados en conocer mi punto de vista sobre lo que ocurrió cuando nos vimos en el bar. Escucharon todo lo que tenía que decirles sin interrumpirme en lo absoluto, agradecí que fueran considerados, después de tratar a su hija en la forma en que lo hice.—Me gustaría decirles que las cosas no fueron como si hija les conto,