Narra Daimon.Ella me mira su pecho sube y baja. —¿Me estas acechando de dónde saliste? —Del inframundo, claro que no le voy a decir eso. —No puedes a pacer así de la nada casi me da un paró—.—¿Estás enferma del corazón?—No sé ni para que hablo con un extraño aléjate de mí—. Puedo sentir su enojo.—No quiero alejarme de ti—.—Que bien entonces lo haré yo—. Toma sus cosas y se levanta con intenciones de irse, sujeto su antebrazo, me mira incrédula, y ahí está esa corriente. —Suelta mi mano—. Me grita sin levantar tanto la voz.—No quiero—.—Que me sueltes te estoy diciendo—.—Lo haré si me acompañas por un helado—.—No soy un bebé que puedes manipular con algo como eso—.—Eso quiere decir que irías conmigo por otra cosa—.—No iré contigo ni a la esquina—. Suelto mi agarre un poco, ella ala con tanta fuerza que casi da al piso si yo no la hubiera tomado de la cintura.—Te salve ahora deberías acompañarme por un helado o lo que tú quieras—. Le digo apartando su cabello del rostro.Sus
Me la paso toda la tarde en mis estudios y haciendo unos sicoanalices que debo entregar el lunes a primera hora.A las doce de la noche término mi trabajo, lavo mis dientes y me acuesto a dormir.Día siguiente.Soy removida en la comodidad de mi cama. —Em levántate tienes que ayudarme—.—Esther ya déjame dormir—.—Em ayúdame te necesito, Gabriel me invitó a salir y sabes que papá ni mamá me dejaran salir si no voy contigo—. Ya me la imagino suplicando.—No molestes Esther—.—Por favor Em si, mira que soy tu hermana y las hermanas se deben ayudar, si algún día me necesitas para salir con un chico yo lo haré sin rechistar—. Me levanto como resorte.—No pienso tener novio hasta los treinta es más si algún día tengo una relación que sea los cuarenta y si no pues prefiero quedarme sola y morir sola con unos cinco gatos o tal vez una manada de ellos—.—Em no seas así Gabriel me gusta mucho—.—No tienes ni el mes de conocerlo y ya te gusta—. La miro acusatoria.—Y eso que el amor es así, tú
Narra Emily Jeane.—Gracias, pero no debiste molestarte... No me gustan los narcisos—. Digo lo más seria posible, el arreglo es hermoso, pero no quiero nada de él y mucho menos si es un desconocido, sé que las flores no tienen culpa de nada, pero debo rechazarlas si no se creerá cosas que no son. —Ten seguramente hay alguien más que si las adoré—. Estrelló el ramo de flores en su pecho, su cara es de confusión digna de un retrato.Espero y Esther no habrá su boca. —Em pero que dice si son tus flores favoritas—. Y ya metió la pata.Él sonríe de oreja a oreja. —Lo ves no eres más que una mentirosa—.—Cómo crees ya los narcisos no me gustan me dan comezón—. Digo asesinando con la mirada a Esther. —Adiós—. Le sonrió al idiota y me meto dentro de la facultad.Entro al salón de clases y me siento en mi puesto y si tengo una gran sonrisa de victoria en mi rostro, quien se cree él.Las clases pasan como siempre una tras otra hasta que me toca mi descanso y voy a la cafetería.—Em, porque le
—Esther disculpa mi pregunta, pero podrías decirme ¿qué le sucede a Emily?—Emily la viste desganada ¿verdad?—¿Si que le sucede?—Es por un chico del cual ella estaba enamorada y a decir verdad los dos estaban enamorados—. Mis celos aparecieron de pronto. —Ella estaba muy enamorada de él, pero nuestros padres no nos dejan tener novios hasta que terminemos la Universidad según ellos y pues Em salía con él a escondidas, él era un año mayor que ella, pero estaban muy enamorados bueno para no alargar te la historia él murió y Em se culpa por ello—.—¿De que murió?—En un accidente automovilístico—.—¿Y porque ella se culpa?—Porque según ella pudo evitar que él fuera a ese paseo, él le dijo que si ella quería que él no fuera así lo haría, pero Em le dijo que fuera y por eso ella se culpa—. Asiento.La miro, tiene la mirada perdida no me gusta verla así de frágil esa no es la Emily de estos días atrás.—En unos días volverá ser la misma de siempre, solo por estos días se pone así—.—Tan e
Narra Daimon.—No te dejaré nunca Emily Jeane Govea Arezzo, eres mi destino, eres mi vida, mi todo mi amor, tu vida está ligada a la mía como la mía a la tuya—. Su mirada es de confusión y de pronto su semblante cambia.—En verdad estas demente no, eres más que un loco deja de decir estupideces te lo advierto aléjate de mí—. Su respiración es agitada y sus mejillas están rojas se ve tan adorable.—Pronto te darás cuenta que es verdad lo que te digo—. Lo doy un beso casto y al instante recibo una tremenda garnatada, sonrió. —Nos vemos amor mío—.—Eres un iluso idiota desquiciado—. Se aleja de mi echando humos por las orejas.Se ve tan sexy enojada ya me encanta este juego que hemos creado veamos quien termina siendo el ratón.Me desplazo al inframundo ya no hay nada que hacer aquí, voy a lograr que ella me ame con locura, serás mía Emily Jeane, ya lo verás.Aún siento el sabor de su sangre mesclado con el mío, si había algo entre nosotros ahora se fortaleció y todo debido a que nuestra
Él me envolvió en sus brazos, hundí mi cara en su pecho así permitiéndome aspirar su aroma. —Es lo que quieres—. Asentí sin darme tiempo de pensar bien si era lo que en verdad quería. —Lo haré, pero si antes me regalas un beso de despedida—. Lo mire a los ojos que tomaron un color anaranjado, solo fueron ráfaga de segundo, mire sus labios que parecían tan tentadores y apetecibles de devorarlos, lo volví a mirar a los ojos sentía su mirada en mis labios.Me puse de puntillas y sin pensarlo dos veces lo bese, rodee su cuello y él mi cintura, nos fundimos en un beso que me transportó a otra dimensión, mi corazón latía desbocado lo presione más y lo bese como si mi vida y existencia dependiera de ello.Nos separamos quedando a escasos centímetros, pego su frente a la mía. —No tengas miedo a lo que sientes amor mío—. Lo mire a los ojos, aunque estos me decían que hablaba con la verdad no podía confiar.—Como sabes que soy tu amor—.—Solo lo sé y lo siento Emily—. Negué. —Pero me alejare de
Narra Emily.—Para eso querías que me alejara de ti—. Lo miró a los ojos, estos tenían un destello color fuego. —Dime por eso querías que no estuviera cerca de ti porque te gusta ese viejo—. Lo miro con enojo.—Que vienes a reclamar tú, quien te crees para reclamarme algo cuando tú estás con esa, y así decías que yo era tu vida y no sé qué idioteces más no me vengas a reclamar que no soy nada tuyo—. Mi sangre hierve quien se cree él para venir a decirme cosas a mí, mínimo él es algo mío.—Estás celosa porque estoy con ella—. Me río a todo pulmón.—Celosa por favor—. Quise empujarlo.—Si lo estás porque lo niegas—.—No niego nada no seas iluso—. Me moví para pasar, pero él se movió así cerrándome el paso. —Permiso Daimon si es que es tu nombre, debe ser tan falso como todo lo que sale por tu boca—.—Es eso, ya veo, te molesta que te haya dicho que eres mi todo, pero si más no recuerdo me dijiste que me alejara de ti y lo hice—.—Pues gracias, permiso—.—No de aquí no te vas si no es co
—No, pero está bien cariño es lo mejor que puedes hacer salir un poco y despejar la mente—.—Si gracias papá—.—Y a dónde irán—.—No sé, pero quiero un lugar que sea tranquilo no muy ruidoso—.—Está bien solo cuídense—. Asiento y le doy un beso.Papá sale y meto al cuarto de baño, después de ducharme me visto y salgo a desayunar.—Buenos días mamá—.—Buenos días corazón como estas—.—Bien—. Empiezo a desayunar.—Tu padre y yo saldremos por un par de horas y también me dijo que Esther y tu saldrán—.—Así es mamá—.—Bueno ya saben espero que esa salida no sea con algún muchacho—.—No mamá solo queremos despejarnos ya vienen los trimestrales—.—Eso es cierto, como te va con el catedrático Carter—.—Bien ya he mejorado notoriamente—. Además, voy a salir con él.—Me alegra cariño—.—Evelyn mi amor nos vamos—. Miramos a mamá con una gran sonrisa.—Soy su amor—. Dice mamá con sonrisa de tonta enamorada.—Lo sabemos mamá—. Mamá nos da un beso a cada una y sale de casa.—Haber desembucha Em co