- ¡Lo siento muñeca, pero no suelo fijarme, en pequeñeces! - grito santuron tratando de contener la risa
- ¿Con quién te estás peleando ahora? - escucho a mi hermana del otro lado del teléfono
Había olvidado que estaba hablando con ella.
- Con tu cuñada - respondo alegre
- ¿Cuñada, ya te encontraste con Violeta? - pregunta inquieta
- No exactamente, lo que pasa… ¡¡Carajo!! -
Antes de que pueda aclararle la situación el rechinar de unas llantas me pone en alerta y segundos después veo el auto de Violeta atravesadose justo frente a mí. Cómo acto reflejo doy un volantazo queriendo evitar un accidente, y termino de golpe en el carril de emergencia. Cuando reacciono escucho el claxon de Violeta que se aleja con rapidez. Sin poder evitarlo me lanzo a reír como loco y con bastante miedo.
Al parecer el tiempo no le ha quitado lo salvaje a mi bella flor.
- ¡¡Jared, Jared. M*****a sea Jared porque no respondes!! - me grita Criss alterada
- Lo siento, es que estaba jugando a los carritos chocones con Violeta - bromeo
- Ay Jared esto me da muy mala espina. ¿Estás seguro de lo que vas a hacer? - me pregunta Cristhal al teléfono
- Si ya sabes la respuesta para que me preguntas - le reclamo molesto
- Es que aun no puedo creer que vayas a hacer esto - se queja exasperada
- Te recuerdo hermanita, que fuiste tú quien me exigió darle tiempo a Violeta para que ella pudiera crecer y madurar - recalco - Bueno eso hice, si mis cuentas no me fallan ya es una mujer de 21 años, terminó la universidad y ahora tiene un trabajo estable ¿Era lo que querías, no? Bueno hay lo tienes -
- Si, pero yo nunca te dije que hicieras tu pasantía justamente en la empresa de su padre ¿Acaso quieres que sus hermanos te cuelguen de la cabeza que tienes entre las piernas con alambre de púas? - auch, solo pensarlo ya me duele
"Creo que debiste haber traído hielo, o un repuesto tal vez"
Oye, se supone que debes apoyarme, no burlarte de mi.
- Eso no va a pasar, por que en primer lugar no se van a enterar de mis planes y segundo, no creo que quieran dejar a su hermana viuda y a sus sobrinos huérfanos - alego con seguridad
- ¡¿Cuál viuda, cuáles sobrinos?!... Ustedes ni siquiera han compartido saliva en 5 años y tú ya estás pensando en el vals para la boda, los nombres de sus hijos y hasta cómo se llamará su gato - me reclama molesta
- La boda será en un castillo, tendremos tres hijas y prefiero un perro, que sea pastor alemán por favor - dicho eso le cuelgo sin esperar a que me diga algo más
Tal vez mi hermana tenga algo de razón y debí haber pensado mejor las cosas antes de hacerlas. Empezando por lo que pasó hace un momento; por azares de la vida me encontré con ella en la carretera y no pude evitar recordar la forma en la que nos conocimos. No sé, creo que quise revivir viejos tiempos y como era de esperarse el que se jodio fui yo. Pero no voy a negar que lo disfruté, ya extrañaba ver de cerca esos arranques suyos. Y llámenme masoquista, pero planeo seguirlos viendo por lo menos lo que me quede de vida.
En estos momentos voy camino a la constructora de los Sandoval, hace unos meses nos entregaron en la universidad la lista de las empresas en las que podíamos hacer nuestras prácticas, me llamó la atención la "Ko'u 'Ohana" por lo que decidí investigarla. Y cuando supe que pertenecía a su familia y que curiosamente Violeta trabaja ahí, estaba que no cabía en mí de la emoción, era mi oportunidad de volver a estar con ella y de cumplir la promesa que le hice a ella y a su padre. Así que no lo dudé y mandé mi currículum.
Se preguntaran porque estoy de vuelta como estudiante de universidad y no siendo maestro de preparatoria en el colegio al que me habían mandado. Bueno, se lo explico:
El día que ví a Violeta por última vez decidí que lucharía por conseguir lo que más amo, sin importar el tiempo o los problemas que esto conllevara. Y aunque me gustaba mi primera profesión no era mi verdadera pasión, de hecho me di cuenta que lo que en verdad amaba de mi trabajo era tener a Violeta cerca de mi y cuando eso cambió ya no quise ser maestro.
Por eso renuncié a mi empleo como profesor y regresé a la universidad para estudiar arquitectura, como siempre había deseado. También volví a trabajar en el restaurante de mis padres, obviamente por la necesidad de pagar mi nueva carrera, ya con el tiempo también pude comprar otro departamento.
Durante todo ese tiempo busqué hacer de todo con tal de mantener mi mente ocupada y no terminar yendo con Violeta a mitad de la noche para secuestrarla. Créanme, muchas veces pasó por mi cabeza esa opción, la extrañaba tanto y me hacía tanta falta que llegué a pensar que me iba a extinguir si no la tenía a mi lado. De hecho perdí la cuenta de las veces que durante la noche no podía dormir y subía a mi auto para conducir sin rumbo fijo, no importa qué ruta tomara, siempre terminaba frente a su casa esperando a que la luz de su cuarto se apagara. Creo que eso fue lo único que me mantuvo cuerdo todos estos años.
Al llegar al edificio subo al elevador para llegar a la recepción de la constructora, el trayecto se me hace eterno y es que los nervios empiezan a invadirme, no solo es por el hecho de saber si conseguí el trabajo, la verdad es que eso me tiene sin mucho cuidado. Lo que sí me preocupa es la reacción que tenga Violeta al verme, porque una cosa es tener una discusión de carretera con un desconocido y otra tener de empleado a tu ex y tener que verlo todos los días. No sé si se alegrara o siquiera me reconocerá y lo que más me asusta es que después de esperar tanto tiempo ella ya haya dejado de amarme. ¡Dios, no sé que haría si eso pasara! Mi vida depende del amor que Violeta me profese, es como la luz que ilumina mi camino y si ya no me ama toda mi vida se va a desmoronar.
Cuando el elevador se abre me dirijo a la recepción para avisar de mi llegada.
- ¡Hola Jaresito! - una voz chillona me detiene en seco
Busco a la causante de mi nuevo dolor de cabeza y me encuentro con mi compañera de universidad que viene a mi encuentro.
- Pame, qué sorpresa - "Y no de la buena" - ... verte aquí -
"Ya la viste, ahora dile que se vaya"
No seas malo con ella, es una buena chica.
"Nadie dijo que fuera mala, es molesta que es diferente"
Disculpen a mi conciencia, solo le gusta estar jodiendo.
- ¡Lo sé, es increíble que estemos por trabajar juntos! Es el destino - me dice dando de briquitos mientras me jala del brazo
Corrijo lo dicho, mi conciencia tiene razón.
"Igual que siempre... Jaresito... Ya te habías tardado en reconocer mi talento"
- Amm... ¿Destino? - dudo confundido
- Si ya sabes, misma escuela, mismo trabajo, ¡Misma vida. Somos uno! - asegura con una sonrisa que da miedo
- Pamela, yo no... - pienso en como decirle de la forma más sutil que no tengo interés en ella
- Pamela Simons, Jared Vega - salvado por la campana, o en este caso, por la muchacha
- Si, somos nosotros - contesto alejándome de Pamela lo más rápido que puedo
- El señor Sandoval los recibirá en la sala de juntas, acompañenme por favor - nos pide empezando a caminar
Sin decir nada más, la seguimos hasta que los tres entramos al ascensor y mientras subimos, me pongo a pensar en cuál de los tres Sandoval nos va a recibir. Solo espero que ninguno me llegue a reconocer porque entonces si se me arruina todo el plan ¿Cómo podría explicarles que el profesor de su hermana ahora será su empleado? No, eso no tiene sentido, sospecharan. Lo bueno es que hace un tiempo que me quité la barba, así tal vez no me reconozcan, además que me veo más joven.
Cuando llegamos al piso, nos dirigimos a la sala donde se supone nos están esperando, en el camino nos encontramos con tres chicas que están conversando muy animadamente en uno de los escritorios. Eso me recuerda a Violeta y sus amigas, que se la pasaban platicando en clase en vez de prestarme atención; claro que Violeta es mucho más hermosa que cualquiera de estas tres y bueno, sus amigas también lo son. No le vayan a decir a Violeta que les dije eso, quiero vivir lo suficiente para al menos conocer a nuestros nietos.
Cuando las secretarías notan nuestra presencia posan sus ojos en mí y se quedan en completo silencio, con esas miradas hasta me siento violado, que horror.
La joven que nos acompaña abre una de las puertas con la letra C y entra seguida por nosotros. Adentro se encuentra un hombre más o menos de mi estatura con cabello castaño con un ligero tono rojizo y ojos azules oscuros. Me gustan más los de su hermana, ay eso sonó muy feo.
Aclaro que no me gustan los ojos del hombre ni nada por el estilo, bueno si me gusta... ¡Pero como cuñado! Nada más, él no es mi tipo. Bueno en realidad ningún hombre lo es, diría don Ramón, yo le voy al Necaxa, la verdad prefiero a los Pumas, pero si me entienden a lo que me refiero verdad, osea…
"¡¡Ay ya cállate, cállate que me desesperas!!"
Es que no me tienen paciencia...
"¡No! Y Violeta tampoco te la va a tener si sigue diciendo puras estupideces"
Bueno pero no te enojes.
Tal vez no debería ver tantos programas ochenteros, ya están empezando a afectar a mi conciencia.
- Señor, aquí están los pasantes - dice la chica llamando su atención y la mía también
- Gracias Ana, puedes retirarte - la despide para luego dirigirse a nosotros - mucho gusto, mi nombre es Erick Sandoval -
- Pamela Simons -
- Jared Vega -
Nos presentamos respectivamente, estrechando con él nuestras manos.
- Bienvenidos a la constructora "Ko'u 'Ohana", tomen asiento por favor - nos ofrece
Ambos nos sentamos frente a Erick. Durante largo tiempo nos la pasamos respondiendo preguntas y recibiendo indicaciones. Yo solo pienso en qué momento voy a ver a Violeta.
- Ambos trabajarán en el departamento de diseño, en un momento vendrá quien será su supervisora - nos explica - por cierto... tú te me haces conocido -
"Oh, oh... Hiuston, tenemos un problema."
. . . 🏡 🏡 🏡 🏡 🏡 🏡 . . .
Nos vemos en I*******m, escritoradeluna
- Jared -- ¿No nos hemos visto antes? - me pregunta pensativo- Mmm... No lo creo, yo soy mayor que tú - digo lo primero que pasa por mi mente- ¿En serio, qué edad tienes? - interroga curioso- 31 - respondo con nervios- ¡Vaya!... ¿Y cómo es que eres universitario a esa edad? - insiste¡Genial! ¿Y ahora qué le digo? Eso me pasa por ser tan apuesto, hasta a los hombres les es imposible olvidarme.Cuando estoy por contestarle cualquier estupidez, una voz del otro lado de la puerta nos interrumpe.- ¡Aquí se les paga por trabajar, no por andar de arguenderas! - logramos oírDe inmediato una sonrisa que me es difícil ocultar se plasma en mi rostro y es que hasta dormido podría reconocer esa voz. Es mi pequeña flor y por lo que escucho sigue de mal humor, pero no importa, yo me encargo de alegrarle el día.- ¡A trabajar! - la escuchamos decir después de unos murmullosEn seguida la escuchamos tocar la puerta y antes de que su hermano hable, ella entra como toda una diva.- Otra vez amen
- Violeta -- Tú y yo tenemos que hablar - le digo con firmezaNo sé de donde me salen las fuerzas de estar siquiera de pie, finjo estar tranquila y serena, pero por dentro me siento una vil gelatina a la vez que creo estar caminando entre nubes, hasta siento que quiero llorar. Pero no, no puedo darme el lujo de mostrar mi vulnerabilidad, tengo que estar con la cabeza fría para poder hablar con Jared y resolver este embrollo.Es que aún no puedo creer que esté frente a mí, después de no saber de él en 5 largos años ahora está de vuelta y yo no se que hacer ni qué sentir. Es obvio que muchas cosas en nosotros han cambiado, yo ya no soy aquella chiquilla acelerada que solo buscaba vivir su vida sin pensar en las consecuencias, ahora soy una mujer madura que busca hacer lo que es correcto. Y estoy segura de que Jared también ha cambiado, me basta con ver el brillo de su mirada, la forma en la que sonríe y hasta como camina para saber que ya no es un hombre lleno de reglas y temores.Más
- Violeta -Intento bajarme dejando de lado todas las emociones que sus palabras despertaron en mí. Pero antes de que pueda abrir la puerta Jared me toma de la cintura y me jala hasta sentarme en sus piernas.- No te puedes ir sin que me des mi beso - demanda acercándose a mis labios - ¿Y a ti que te hace creer que voy a besarte? - cuestiono tratando de alejarme, lo cual no es muy posible - Por qué me lo debes, te traje hasta tu casa, lo menos que puedes hacer para pagarme es darme un beso. Claro que sí gustas, puedes hacerlo de otra forma - me dice de forma sugerente acariciando mis piernas- Compórtate ya Jared, no olvides que soy tu jefa - le recuerdo seria- ¿Por qué te haces la difícil? - interroga dándome un poco de espacio pero sin quitarme de encima suyo- No me estoy haciendo la difícil - aclaro nerviosa - lo que pasa es que no puedes esperar que después de perderte en el limbo por 5 años todo siga como si nada entre nosotros. Ya no somos los mismos Jared, muchas cosas han
- Violeta -Lo escucho decir algo más, pero no le prestó la suficiente atención como para entenderle, pues mis ojos están puestos en la puerta rogando que Jared no vaya a entrar mientras yo estoy abrazada de Sebastian. Estoy tan absorta en ello, que no me percato de la caricia en mi barbilla, hasta que siento los labios de Sebastian sobre los míos. Al principio pienso en alejarlo, pero sé que no puedo hacerlo si no quiero que note lo confundido que está mi corazón en estos momentos, así que muy a mi pesar, correspondo sus besos con la misma ternura con la que él siempre me ha besado.Trato de no cerrar los ojos, pues cada vez que lo hago veo la imagen de Jared besándome y no puedo evitar comparar las sensaciones que cada uno provoca en mi. Los besos de Sebastian son suaves, tiernos, respetuosos y hasta tímidos, siempre me dan tranquilidad. Todo lo contrario de Jared, que por muy delicados que sean sus besos, siempre están llenos de pasión, deseo, entrega... y amor. Sus besos hacen tem
- Jared -Dicen que el tiempo es el mejor autor, pues siempre encuentra el final perfecto. Pero en estos momentos no soy capaz de divisar un final feliz en mi vida y sin Violeta a mi lado. Todos estos años anhelaba el día en que pudiera volver a su lado y ahora que he regresado por ella, ya hay alguien más en su vida. No puedo describir lo horrible que me sentí al verla besándose con otro, fue como si me arrancaran el corazón del pecho y lo arrojaran a la hoguera. No sabia que hacer, quería gritar, golpear, llorar, desaparecer. No sé cómo pude controlarme para no terminar matando al desgraciado que se metió con mi mujer.- ¿Estás seguro de lo que viste? - me pregunta Cristhal- No soy estúpido, yo los vi besándose y luego Violeta me lo confirmo - le explico irritado - ese tal Sebastián y ella son novios -Había venido a casa de mi hermana para desahogarme con ella, pues no tenía con quién más hablar y sentía que toda esta situación estaba sobrepasandome. Así que apenas salí del trabaj
- Jared -Durante varios días estuve pensando en cómo conseguir la información necesaria para dar mi primer golpe, lo cual no era para nada sencillo. Debía ser muy discreto para no levantar sospechas, no podía darme el lujo de que los hermanos y tío de Violeta se dieran cuenta de mis intenciones con ella, pues con lo celosos que son podría terminar en la calle, en prisión, o hasta en las islas marías. Además que también debía ser muy astuto, sobre todo a la hora de elegir a quien sacarle la información que necesitaba.Debía indagar por la relación que tenían, como se había dado, qué tan seria era y que pensaba su familia; cosas como esas no se preguntan frente a una máquina de dulces, como si hablara del clima. Por suerte soy muy bueno en eso de las investigaciones profundas, no por nada logré ser maestro de preparatoria con solo 26 años. Así que me puse manos a la obra. Empezando por aclarar lo que ya tenía, para eso tuve que hacer memoria de todas las reacciones y comentarios que me
- Jared -Ahora me encuentro en la propiedad de mi familia con mi cuñado, que aún no sabe que es mi cuñado, cabe destacar. El lugar por fuera es básicamente una cabaña amplia de dos plantas, hecha con madera pintada de color caoba. Por dentro está llena de estantes con repisas en forma triangular a desnivel, donde se guardan los vinos, junto a otra área donde se encuentran copas de diferentes cristales y diseños. En la parte de afuera se encuentra una mesa de jardín con algunas sillas, en donde se puede degustar el vino que uno deseé.Desde que Noah llegó está como chiquillo en la feria, se la pasa admirando cada uno de los vinos y preguntando hasta el más mínimo detalle. Me sorprende todo lo que sabe de la preparación, los viñedos y todo lo que tenga que ver con vinos. Al principio nos la pasamos hablando de todos sus conocimientos y lo que tenía que ver con los restaurantes de mis padres. Es curiosa la forma en la que estos hermanos demuestran su amor a lo que realmente desean hacer
- Violeta -Hoy me encontraba extrañamente... desocupada. Tenía trabajo, pero no era excesivo a comparación de otras ocasiones. Si se preguntan porque, se debe a que estos días he estado enfrascada trabajando prácticamente desde el amanecer hasta el anochecer. Y es que esa ha sido la única medida viable que encontré para apartar mi mente del enredo amoroso en el que me he metido y así no terminar arrancándole los pétalos a una pobre margarita por la clásica frase cliché de me quiere, no me quiere. Aunque en este caso sería, quiero a Jared, quiero a Sebastián; no, definitivamente no quiero caer en eso, no sirve."Pero si el martes te acabaste una docena de margaritas por andar jugando a eso"¡No estaba jugando conciencia! Era solo una estrategia.Y fue justamente ahí donde me di cuenta que no servía para nada ¡¿Pueden creer que terminaron empatados?! Si, tal como lo acaban de leer, 6 margaritas terminaron del lado de Jared y las otras 6 de lado de Sebastián. Pareciera que el universo s