- Jared -Durante varios días estuve pensando en cómo conseguir la información necesaria para dar mi primer golpe, lo cual no era para nada sencillo. Debía ser muy discreto para no levantar sospechas, no podía darme el lujo de que los hermanos y tío de Violeta se dieran cuenta de mis intenciones con ella, pues con lo celosos que son podría terminar en la calle, en prisión, o hasta en las islas marías. Además que también debía ser muy astuto, sobre todo a la hora de elegir a quien sacarle la información que necesitaba.Debía indagar por la relación que tenían, como se había dado, qué tan seria era y que pensaba su familia; cosas como esas no se preguntan frente a una máquina de dulces, como si hablara del clima. Por suerte soy muy bueno en eso de las investigaciones profundas, no por nada logré ser maestro de preparatoria con solo 26 años. Así que me puse manos a la obra. Empezando por aclarar lo que ya tenía, para eso tuve que hacer memoria de todas las reacciones y comentarios que me
- Jared -Ahora me encuentro en la propiedad de mi familia con mi cuñado, que aún no sabe que es mi cuñado, cabe destacar. El lugar por fuera es básicamente una cabaña amplia de dos plantas, hecha con madera pintada de color caoba. Por dentro está llena de estantes con repisas en forma triangular a desnivel, donde se guardan los vinos, junto a otra área donde se encuentran copas de diferentes cristales y diseños. En la parte de afuera se encuentra una mesa de jardín con algunas sillas, en donde se puede degustar el vino que uno deseé.Desde que Noah llegó está como chiquillo en la feria, se la pasa admirando cada uno de los vinos y preguntando hasta el más mínimo detalle. Me sorprende todo lo que sabe de la preparación, los viñedos y todo lo que tenga que ver con vinos. Al principio nos la pasamos hablando de todos sus conocimientos y lo que tenía que ver con los restaurantes de mis padres. Es curiosa la forma en la que estos hermanos demuestran su amor a lo que realmente desean hacer
- Violeta -Hoy me encontraba extrañamente... desocupada. Tenía trabajo, pero no era excesivo a comparación de otras ocasiones. Si se preguntan porque, se debe a que estos días he estado enfrascada trabajando prácticamente desde el amanecer hasta el anochecer. Y es que esa ha sido la única medida viable que encontré para apartar mi mente del enredo amoroso en el que me he metido y así no terminar arrancándole los pétalos a una pobre margarita por la clásica frase cliché de me quiere, no me quiere. Aunque en este caso sería, quiero a Jared, quiero a Sebastián; no, definitivamente no quiero caer en eso, no sirve."Pero si el martes te acabaste una docena de margaritas por andar jugando a eso"¡No estaba jugando conciencia! Era solo una estrategia.Y fue justamente ahí donde me di cuenta que no servía para nada ¡¿Pueden creer que terminaron empatados?! Si, tal como lo acaban de leer, 6 margaritas terminaron del lado de Jared y las otras 6 de lado de Sebastián. Pareciera que el universo s
- Violeta -- ¿Jared? - alcanza a cuestionar Tara- Hola chicas, que bueno volverá a verlas - las saluda de lo más fresco - nos dan un minuto por favor -Las muchachas alternan su mirada entre nosotros y luego se miran entre ellas. Sin decir nada, ambas salen de la oficina.- Eso fue raro - me dice con gracias - ¿En qué estábamos? -Cuando estoy por contestarle, la puerta se vuelve a abrir, está vez con brusquedad. Brisa y Tara vuelven a aparecer, pero ahora cada una tiene un extintor como arma.¿De dónde carajos los sacaron?- ¡Q
- Jared -Estos días he tenido que venir a la universidad para realizar algunos proyectos, ensayos y hasta exámenes sorpresa. Por lo que no solo me la he pasado con el estrés a tope y trabajando como hormiga antes de la lluvia. Sino que también a causa de eso no he podido ir a la constructora y aunque tengo permiso de ausencia por estudios, me pone mal no poder ver a Lila. Ya me estoy acostumbrando a llamarla así de tanto oírlo de sus hermanos, aunque lo uso en secreto, no vaya a ser que ellos me escuchen y me quieran castrar.Y hablando de castrar ¿Recuerdan el peculiar encuentro que tuvimos Violeta y yo con sus amigas hace unos días? Buen susto que me dieron ese par de locas y no solo me refiero a que me amenazaron con un par de extintores, lo cual me pareció absurdo al principio. Al menos hasta
- Jared -Ya durante el atardecer decido ir a uno de los restaurantes de mis padres, para ser exactos al Placer De Ti. Ese fue uno de los primeros restaurantes de la familia y en lo personal, es mi favorito. Desde la entrada se percibe la elegancia del lugar, la fachada es de un tono blanco perla y tiene largos ventanales que permiten ver el interior. Ya adentro se encuentran las mesas con manteles de color rosa pastel con bordes dorados al igual que las sillas. En el techo se puede admirar una diversidad de flores pintadas de tonos rojos, rosados e incluso azules, que son resaltadas por la luz que desprenden las lámparas de araña. Por último hay una barra al fondo del restaurante que lo hace ver como si fuera un bar con clase.- Red ¿Que haces por aquí? - la vo
- Violeta -- ¿Se puede saber cuando pensabas decirnos que vas a ser padre, cuando ni siquiera sabíamos que tenías novia? -Esas fueron las palabras de la mujer que está frente a nosotros, puedo ver a Criss atrás de ella y a un hombre a su lado. La pareja me parece conocida pero no recuerdo de dónde. Solo é que se ven confundidos, molestos y hasta ofendidos.- Pues, veras... - Jared divaga - es un tema largo de explicar... -- Déjate de excusas y habla de una vez - exige esta es el hombreNo sé quiénes sean ellos, pero está claro que lo intimidan bastante, por lo que decido intervenir.- Las cosas
- Violeta -Jared ha estado evitándome desde ese día, sé que sigue molesto por lo que dije y no lo culpo, yo todavía no comprendo qué pasó conmigo. Y como si la frialdad de Jared no fuera suficiente, mi auto ha estado fallando por lo que tuve que dejarlo con el mecánico, eso no seria gran problema si hoy el cielo no se viera como si estuviera cayendo. Al salir del edificio intento cubrirme con mi portafolio, trato de pedir un taxi pero parece que ninguno se quiere apiadar de mi. A los pocos minutos veo a Jared salir de la empresa sin siquiera inmutarse por la lluvia y mucho menos de mi presencia, apenas si me mira de reojo para luego irse al estacionamiento.Cuando empiezo a desesperarme, veo un auto color perla estacionándose frente a mi, no necesito ver por la ventana para saber qué se trata de J