Aarón le cuenta a Stella sobre la historia de los cinco amigos. Narrador Omnisiciente. Detuvo el auto frente a la mansión Relish, pero antes de que Stella pudiera salir, él sostuvo su mano, pidiéndole quedarse. No sabía cómo comenzar, y no es porque fuera algo malo, o triste, no era un secreto de estado. Todo lo contrario. Él siempre contaría su infancia y adolescencia con ilusión y emoción, porque fueron buenos tiempos. No podía quejarse, había personas que realmente la pasaban fatal, pero ellos tres, fuera de pequeños problemas y dolores por pérdidas, no padecieron de grandes desgracias. —Para que puedas entender esta historia debo ir años atrás, muchos años atrás; dónde mis padres se miraban por primera vez y caían el uno por el otro en seguida, donde los padres de Archer no se conocían, y en cambio, Karla, su madre, tuvo una relación fugaz, de unos dos meses con Ángel, el padre de mi amigo Ángel quien, como puedes darte cuenta, se llamaban igual. Luego fue que se integraron Loga
Aarón Abernathy.Una vez que salimos del auto, caminamos a la par. Nuestros hombros se tocaban, y nuestras manos se rozaban de vez en cuando. Mientras seguíamos el camino del sendero que llevaba hacia el patio trasero, no parábamos de reír como unos tontos. ¿Cómo dejar de hacerlo si el solo hecho de que ella fuese feliz me hacía serlo a mí también? Antes juraba que comenzaba a encontrarme perdido, pero era tan solo una suposición, empezaba a estarlo; ahora, me encontraba más que seguro de haber caído por aquella mujer de cabello largo, cintura ancha, intelecto y coeficiente alto, y mirada atrapante. Inigualable, esa era la palabra para describirla.Siento que, si dejo pasar esta oportunidad, nunca volveré a tener otra.Pero tampoco quiero asfixiarla o atosigarla con algo que ella no quiere.Seguimos caminando y nos detenemos abruptamente cuando escuchamos la voz de su mejor amiga sonando por los parlantes, aparentemente se ha adueñado del micrófono, y aparentemente también se encuentr
Me siento un rato y me tomo otra cerveza con Josh, quien ya había conseguido un enchufe donde cargar su nuevo juguete, es decir, la tableta de Kindle, y hasta había pagado una cuenta. No sabía que le gustaba leer, pero parece que sí, porque es algo que lo tiene muy entusiasmado. Yo reviso el aparato con él y opino sobre qué libros debería comprarse. Mientras él busca libros intelectuales, de ética y deporte, yo le agrego unos de historias eróticas, cosa que lo hace indignarse, pero al final, termina eligiendo otros que le llaman la atención por las portadas muy sugerentes. Vemos como todos se van yendo, hasta que él también decide irse. Suspiro y levanto mi vista, encontrándome con Stella, quien une sus manos en súplica. Yo frunzo el ceño sin entender qué es lo que quiere, hasta que se hace a un lado y me deja ver a Jezabel realizando un baile que debería ser sensual, pero, debido a su borrachera, termina siendo una serie de movimientos descoordinados, que van a la par de sus altas c
26 de enero de 2021Stella Gilabert.¿Recuerdan cuando al comenzar esta historia yo les contaba que tenía muy, pero de verdad, MUY mala suerte? Bueno, con todo lo que he vivido hasta ahora, había olvidado lo que era eso. Ya no me pasaba nada bochornoso, o bueno, un poco sí, pero ya no era extremista, no llegaba a ser algo malo.Parece que mi racha se ha acabado.Ayer llegué a la oficina y lo primero que quise fue ir a ver a Farah, grande fue mi sorpresa al enterarme que ella no había venido y que seguía de viaje, al parecer estaría un poco más de tiempo por fuera. Y digo que fue mucha mi sorpresa, porque, según los trabajadores de aquí, rara vez la jefa viaja, y cuando tiene que hacerlo lo hace los fines de semana, pero los lunes siempre estaba aquí puntualmente.Yendo al grano, pues, resulta que, al dar media vuelta para irme a mi oficina de trabajo —donde mis dos nuevos compañeros esperaban por mi entusiasmadamente—, me tropecé con una de las pasantes que deben venir obligatoriament
—No quiero más dramas en mi vida —me quejo, intentando esconder mi rostro, poniéndolo sobre el escritorio.—Dicen los murmullos mañaneros de ICON que cierta señorita llamada Analía anoche tuvo una cita romántica, con un chico llamado Michael, con el que se puso de novia…—¡¿Qué?! —Levanto mi rostro con una rapidez infalible al escuchar lo que me dice.—Y eso no es todo… —Josephine, como buena compañera chismosa y lengua larga que es, se sienta frente a mí y me cuenta todo, entusiasmada —, resulta que anoche Josh fue a su casa, para poder explicarle bien lo que había ocurrido entre tú y él en el cuarto de limpieza.—¡Que no pasó nada! — Hasta ganas de llorar tengo por la frustración que me ha causado todo este tema. Desde que ocurrió eso no han parado de salir rumores absurdos, teorías y conspiraciones sobre Josh y yo siendo amantes desde hace unas semanas. ¡Y eso que solo tengo tres semanas trabajando aquí! Sí, voy a llorar.—Lo sé, querida. No creo que estés tan desquiciada como para
28 de enero de 2021Stella Gilabert.Edward Daniels me hace sentir incómoda al colocar una mano en mi cintura y apretarla con fuerza. Yo trato de sonreír genuinamente, pero el pensar en él realizando esa acción que no me gusta, me desconcentra. En cuanto el fotógrafo termina de tomar las fotos necesarias desde todos los ángulos requeridos, me separo de él, quitando su mano de mi cintura y sonriendo de una manera demasiado forzada. Podría jurar que él se da cuenta, pero tan solo enarca una ceja y camina, con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón de vestir, hacia la pequeña mesa que está a un costado y que contiene algunas bebidas alcohólicas y un par de vasos de vidrio.Yo suspiro con fuerza y voy hacia el camarógrafo. Juntos elegimos las imágenes que creemos que son mejores, y vuelvo a sobresaltarme cuando el hombre se coloca detrás de mí. Prácticamente pone su barbilla sobre mi hombro izquierdo y yo me volteo, mirándolo de forma poco amigable.No puedo creer que me haya ca
Jezabel voltea su teléfono y logra que me ría por el hombre que se encuentra en la imagen. Está desnudo, con tan solo un bóxer blanco puesto, pero que, ni con ese trozo de tela, logra tapar el gran paquete que tiene, y en su pecho puede verse un gran moño de regalo pegado. Giro hacia Aarón cuando escucho que se ahoga y comienza a toser, dejando el vaso de agua en la mesa. Sin dejar de reírme, le doy palmadas en su espalda, y veo como mi amiga se levanta, estando toda emocionada.—¿Nos vamos entonces? —Pregunto.—Ustedes quédense, disfruten un rato más, salgan a caminar, o váyanse a follar, tal cual como haré yo con este papasote…—Esta vez tomaré agua y me ahogaré a propósito —Exclama Aarón, una vez que se repone.—Stella, escríbele a la niñera de Sasha. Dile que acueste a dormir a mi hija temprano y que no la descuide, que llegaré mañana a casa. Esta noche no me aparezco ni aunque me paguen. —Se va al terminar de pronunciar esa frase y nos deja a Aarón y mi mirando el camino por dond
28 de enero de 2021. 11:33pm Aarón Abernathy. ¿Qué podría decir respecto a las casualidades? ¿A las ironías del destino? Bueno, en realidad, sí tengo algo muy importante que acotar. Tengo una opinión que, por más que quiera, no puedo callar. Lo que me gusta de las casualidades es que siempre suelen ser algo inesperado, suele pasar aquello que menos te esperas o llegar lo que no creías. Al mismo tiempo, es un punto en contra, porque no sabes si esta sorpresa puede ser positiva o negativa. Tengo la suerte de que, desde que conocí a Stella, son buenas. Un ejemplo de esto, es la noticia que me dio ayer: ¿Será posible que vayamos a la misma boda? No, Londres es enorme. No lo creo… No puede ser posible. ¿Verdad? ¿VERDAD? Luego de esa boda, tengo el evento de Richard, otro amigo, el cual tendrá la inauguración de su cadena de restaurantes. No quería ir porque Rianne estará allí y ella ya ha calmado su obsesión conmigo, o al menos, eso es lo que creo. No volvió a buscarme desde que tomé