—No quiero más dramas en mi vida —me quejo, intentando esconder mi rostro, poniéndolo sobre el escritorio.—Dicen los murmullos mañaneros de ICON que cierta señorita llamada Analía anoche tuvo una cita romántica, con un chico llamado Michael, con el que se puso de novia…—¡¿Qué?! —Levanto mi rostro con una rapidez infalible al escuchar lo que me dice.—Y eso no es todo… —Josephine, como buena compañera chismosa y lengua larga que es, se sienta frente a mí y me cuenta todo, entusiasmada —, resulta que anoche Josh fue a su casa, para poder explicarle bien lo que había ocurrido entre tú y él en el cuarto de limpieza.—¡Que no pasó nada! — Hasta ganas de llorar tengo por la frustración que me ha causado todo este tema. Desde que ocurrió eso no han parado de salir rumores absurdos, teorías y conspiraciones sobre Josh y yo siendo amantes desde hace unas semanas. ¡Y eso que solo tengo tres semanas trabajando aquí! Sí, voy a llorar.—Lo sé, querida. No creo que estés tan desquiciada como para
28 de enero de 2021Stella Gilabert.Edward Daniels me hace sentir incómoda al colocar una mano en mi cintura y apretarla con fuerza. Yo trato de sonreír genuinamente, pero el pensar en él realizando esa acción que no me gusta, me desconcentra. En cuanto el fotógrafo termina de tomar las fotos necesarias desde todos los ángulos requeridos, me separo de él, quitando su mano de mi cintura y sonriendo de una manera demasiado forzada. Podría jurar que él se da cuenta, pero tan solo enarca una ceja y camina, con sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón de vestir, hacia la pequeña mesa que está a un costado y que contiene algunas bebidas alcohólicas y un par de vasos de vidrio.Yo suspiro con fuerza y voy hacia el camarógrafo. Juntos elegimos las imágenes que creemos que son mejores, y vuelvo a sobresaltarme cuando el hombre se coloca detrás de mí. Prácticamente pone su barbilla sobre mi hombro izquierdo y yo me volteo, mirándolo de forma poco amigable.No puedo creer que me haya ca
Jezabel voltea su teléfono y logra que me ría por el hombre que se encuentra en la imagen. Está desnudo, con tan solo un bóxer blanco puesto, pero que, ni con ese trozo de tela, logra tapar el gran paquete que tiene, y en su pecho puede verse un gran moño de regalo pegado. Giro hacia Aarón cuando escucho que se ahoga y comienza a toser, dejando el vaso de agua en la mesa. Sin dejar de reírme, le doy palmadas en su espalda, y veo como mi amiga se levanta, estando toda emocionada.—¿Nos vamos entonces? —Pregunto.—Ustedes quédense, disfruten un rato más, salgan a caminar, o váyanse a follar, tal cual como haré yo con este papasote…—Esta vez tomaré agua y me ahogaré a propósito —Exclama Aarón, una vez que se repone.—Stella, escríbele a la niñera de Sasha. Dile que acueste a dormir a mi hija temprano y que no la descuide, que llegaré mañana a casa. Esta noche no me aparezco ni aunque me paguen. —Se va al terminar de pronunciar esa frase y nos deja a Aarón y mi mirando el camino por dond
28 de enero de 2021. 11:33pm Aarón Abernathy. ¿Qué podría decir respecto a las casualidades? ¿A las ironías del destino? Bueno, en realidad, sí tengo algo muy importante que acotar. Tengo una opinión que, por más que quiera, no puedo callar. Lo que me gusta de las casualidades es que siempre suelen ser algo inesperado, suele pasar aquello que menos te esperas o llegar lo que no creías. Al mismo tiempo, es un punto en contra, porque no sabes si esta sorpresa puede ser positiva o negativa. Tengo la suerte de que, desde que conocí a Stella, son buenas. Un ejemplo de esto, es la noticia que me dio ayer: ¿Será posible que vayamos a la misma boda? No, Londres es enorme. No lo creo… No puede ser posible. ¿Verdad? ¿VERDAD? Luego de esa boda, tengo el evento de Richard, otro amigo, el cual tendrá la inauguración de su cadena de restaurantes. No quería ir porque Rianne estará allí y ella ya ha calmado su obsesión conmigo, o al menos, eso es lo que creo. No volvió a buscarme desde que tomé
29 de enero de 20216:00 amAarón AbernathyHacía mucho que no me levantaba de manera tan enérgica.Todas las mañanas, al despertar, lo hago sin quejas, con actitud positiva y hasta me doy el tiempo de hacer un poco de ejercicio, pero lo hago por mi bienestar físico y mental, trato de verle lo bueno a la vida, como siempre dice mamá. Sin embargo, esta vez no estoy pensando en mí. Me estoy levantando, sin dejar de sonreír, mover mis caderas mientras escucho las últimas estrofas de la canción que tienen puesta en el canal televisivo que ya está despidiendo su programa mañanero, antes de que comience el siguiente, el cual suele ser el noticiero matutino.Mejor que no se entere Ángel que hoy no sintonicé su canal deportivo, donde dan el programa de ejercicios. Es con ese que me activo a movilizarme y quitarme el sueño de encima, pero hoy, debo darme prisa, no estoy para eso.No dejo de bailar aun cuando acaba la canción y preparo un sándwich simple, con tan solo jamón, queso cheddar y tom
Stella se acomoda en su asiento, sentándose recta. Noto que está nerviosa cuando empieza a mover una de sus piernas en un ritmo constante. Coloco mi mano en su rodilla y la acaricio un poco, y ella deja de moverla. Cuando volteo a mirarla, ella ya se encuentra mirándome, y su sonrisa me hace sonreír también. La escena se ve empañada cuando la turbulencia esta vez es mucho más fuerte y Stella grita, yéndosele la vida en ello. Yo trato de abrazarla, pero nuestros cinturones impiden el contacto. Otra turbulencia impacta con más fuerza y con un poco más de duración que las anteriores.—¡¿Qué te hice Dios?! ¡¿Por qué me castigas de esta manera?! —Pregunta Stella, y casi me quiero carcajear, pero cuando veo sus lágrimas caer y sus manos temblar, decido soltar mi cinturón y subir el apoya brazos que separaba nuestros cuerpos, para atraerla contra mí y abrazarla.Juro que siento mis huesos crujir por la fuerza de su agarre en mi cuello, pero no me quejo.—Stella, cálmate. Ya todo pasó, ¿de ac
Stella recibe la llamada de sus padres en su fiesta de cumpleaños.Narrador Omnisciente.—¿Puedo saber qué estás haciendo? —Preguntó Stella en cuanto entró en la habitación de su mejor amiga. Tenía ya un buen rato sin verla y se estaba preocupando.Jezabel se sobresaltó e intentó esconder el celular que tenía entre sus manos, pero fue en vano, porque su amiga igual la vio.—Nada…—¿Qué haces con mi teléfono? —Stella se cruzó de brazos y la miró, esperando una respuesta.—Pues… —Miró hacia todos lados. Cosa que hacía cuando quería inventar una rápida respuesta, pero ya Gilabert la conocía como a la palma de su mano.—¿Pues…?—Verás… Yo…—¡Habla ahora Relish! —Demandó. Jezabel supo que su amiga estaba perdiendo la paciencia, ya que la llamó por su apellido.—Solo quería hacer una travesura. Enviarle un mensaje a Aarón donde le declaras tu amor y ya…—¡¿Y ya?! ¡¿Te parece que eso es poco?! —De manera histérica se aceró a Jezabel y le arrebató el celular de sus manos —. Dime que no llegas
Stella.—Malditos nervios —murmuro para mí misma, mientras termino de ponerme el vestido.La verdad es que quisiera tener a mi mejor amiga aquí conmigo. No hay nada que pueda ser más fortalecedor que tener el apoyo de aquella persona que ha sido incondicional en tu vida; de aquella persona que te ha dado la fuerza de seguir adelante, que ha mostrado que vivir vale la pena y que te motiva a intentar hacer las cosas, aun cuando sientes que eres un fracaso en ella o que no te ves bien con ello.En este momento, vuelvo al dilema del vestido. ¿Me veo bien o no? ¿Debería cambiarlo por uno más largo? ¿Mejor me pongo el traje de dos piezas que compré inesperadamente en el aeropuerto luego de que me entrara un ataque de nervios por darme cuenta de que le había soltado todo tan inesperadamente a Aarón? ¿Seguirá queriéndome conquistar luego de haber soltado las dudas que albergaba en mi mente después de enterarme que había llegado el momento en el que mi ex y mi hermana finalmente se casarían?D