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— ¿Por qué nunca me lo dijiste? –preguntó él de repente. Samantha lo miró con el ceño fruncido; algo andaba mal—. Si lo hubiese sabido –siguió Ralph—, todo habría sido muy diferente, ¿sabes?

Esta vez lo miró interrogante. ¿Qué estaba sucediendo? ¿De qué hablaba él? Así no era el recuerdo que ella tenía. Ah, tenía muchos recuerdos de Ralph adolescente, semidesnudo y al sol. Nunca Ralph le habló así, lo recordaría.

Pero este Ralph adolescente tenía los ojos ancianos. No era su vida pasada lo que estaba sucediendo aquí, esto no era un paseo por su adolescencia, era una escena traída hasta su muerte, la muerte que estaba viviendo. Intuía que nadie habí

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