Un hombre extraño la había tocado inapropiadamante mientras dormía, luego, herido su ego, llamandola 'servidora fea', apenas lo vió salir y le puso seguro a la puerta de la habitación.Estaba cansada de las sorpresas, de que entes extraños se sintieran con el derecho de invadir su privacidad personal. Sus animos estaban por el suelo, no solo por la presencia siniestra, también por su aspecto. Dió algunas vueltas ante el espejo, las escamas en su piel, eran espantosas. Por lo menos ya su interior no ardía, solo le invadía una sensación de resequedad. Froto dermis áspera, para después solo resoplar y limitarse a ponerse un vestido que cubriera la mayor parte de su cuerpo.El toque de la puerta llamo su atención, primero pregunto cómo medida de precaución.—¿Quién es?.—Estaba algo molesta por el reciente incidente, vergonzoso, le molestaba que alguien más que no fuera el señor Andrake la tocara.—¿Quién más va ser?, es Bruna, mí princesa.—Fue un alivio escucharla.Se apresuró abrirle la
La loba que acababa de cogerse en medio del bosque, no estaba mal, contaba con un buen coño y cuerpo apetecible, quizás repita el encuentro muy pronto, su hermosa luna parecía más delicada de lo normal, aunque estar dentro de Angélica era explosivo, sentía que avivaba las diminutas partes buenas de el, no eran muchas, más con Devil apropiándose cada vez mas de su mente y autocontrol.Espero estar a los límites del bosque para vestirse, ya podía escuchar las risas chillonas de los niños pertenecientes a su manada. Cuando terminó de ajustar su cinturón, salió de entre las ramas frondosas.Observaba todo a su paso, en especial a Sofía que se disponía a hablar con algunas lobas de la manada, en ese instante le tocaba el vientre a una, pensó en Sharon y su falso embarazó, ya no percibía el olor del cachorro, como si su útero se lo hubiera tragado.La espero, cuando Sofía se alejo de las lobas y empezo avanzar en dirección a la casa. La llamó. Mientras se acercaba con pasos fuertes a ella,
Estaban en el interior de la camioneta, agarradas de las manos, en ese instante Bruna era su fuerza, su hada la tenía drenada, cada media hora gemía, como si aún doliera la traición. De ser realidad sus visiones, el no las merecía.Cerro los ojos para aliviar ese pensar, al abrirlos nuevamente alcanzo a ver las luces, estaban cerca del diminuto pueblo donde vivía esté, así lo consideraba, tampoco era tan extenso para tener otra categoría.A un lado de la carretera se veían los frondosos árboles, al menos las siluetas oscuras, dentro de tanta espesura vegetal. Le dió la sensación de que alguien las seguía, un pequeño brillo titilante diviso entre las enredaderas de los follajes, nada nuevo para ella, lo había observado en otras ocasiones.Casi le produce un corto circuito interno, recordar ese hombre extraño, de cabellos rojos y mirada indomable, su torso bronceado. Trago en seco al revivir esos recuerdos en su mente, aunque el señor Lexter no fuera fiel a su amor, tampoco debería aluc
—¡El rey a muerto!.—Una voz a lo lejos proclamó. El solo miraba el rostro aterrado de Angélica, cuando el cuerpo que se interpuso en su visión, se desplomó al ser impactado por una flecha.Se sacudió la tierra, el humo rojo se difuminaba en aire como neblina colorete. El rey había muerto, su padre Leus yacía sobre el polvo que sería pronto su morada eterna, esa flecha era para el, su padre solo fue víctima de su deseo impulsivo de querer acabar con su bruja. Cerro los ojos, para concentrarse, ese demonio estaba cerca, olfateó. Cuando los volvió abrir, Devil' tomo el control y se empezó a adentrar al bosque, siguiendo los rastros malditos de ese ser.Esa noche, no se conformaría solo con haber devorado el corazón de Shakman, también se lo arrancaría a el, si era que tenía uno palpitante, a veces solo portaban un nido vacío en su pecho.El olor se hacia más fresco. —¡Auuu!.—Auyo, con la intención de darle la ubicación a su manada, lo que rastreaba era más esquivo de lo que pensaba. L
Aún su olor la invadía, el monstruo no se saciaba de su cuerpo. Bajó la vista, su lengua chupaba su pezones con urgencia, esa boca lasciva, había andado por toda su piel, con la misma que había masticado un corazón que latía.Giro el rostro a un lado, luego respiro profundo para contener sus deseos de llorar, cuando ese monstruo levantó sus piernas y empezó a penetrarla despacio. Su enorme virilidad la cegaba de placer, no negaba que sentía algo su disfrute ante la invasión primitiva, pero también le dolía. Los labios de Andrake, besaban su cuello, con toques intermitentes, luego mordiscos suaves, al lóbulo de su oreja izquierda. Sus embestidas a cada instante se hacían más fuertes, su interior la estaba traicionando, contrayendose alrededor de su tronco duro, como si deseara atraparlo en su interior.—¡Eres mía!, me encanta como tú coño te delata.—Le susurro entre jadeos vulgares.—¡Ay!.—No pudo evitar ese grito de placer cuando tocó las cumbres, antes de conseguir un orgasmo liber
—Comienzas a actuar como bruja, Angélica.—Dijo Sofía con sobresalto. A la vez le dió un toque a la mesa, para llamar su atención.—¿Acaso no lo soy?.—La naturalidad de hablar de cosas sobrenaturales la estaba arropando, no le importaba.—Tambien está Bondia. Se refleja en ti por ahora.—Cada vez la siento menos.—Espero que despierte pronto.—Lo hará.—Doña Sofía tomo su mano, le agrado sentir ese gesto cálido, ambas mujeres eran de los pocos seres que habían mostrado cordialidad con ella. Le dedicó una sonrisa de gratitud.Un llanto fuerte se empezó a escuchar, parecía ser de una mujer, se mantuvieron inmobiles. Reconoció la voz, mientras se empezaba a acercar.—¡Sofía!, ¿¡dónde estás maldita sea!?. —La señora se levantó con usual calma. Cuando las pisadas invadieron el área del comedor, donde ellas se habían dispuesto a charlar, apareció la figura demacrada de Sharon, aunque no se veía tan débil. Solo alcanzó a divisar dolor en sus ojos, licuados por el llanto que humedecía los conto
Fue doloroso, sentir sus colmillos atravesar su piel, en una zona tan sensible de su cuerpo, casi pierde el conocimiento, de no ser por la quemazón que chirriaba en su dermis.Hubo llanto de su parte, duro casi media hora en lo que parecía un delirio, el seco la sangre que broto con su lengua. Fue su instinto sádico y despiadado lo que lo llevo a ser tan cruel. Cuando logro levantarse de la cama con ayuda del señor Andrake, se miro en el espejo a media luz, una pequeña sombra se comenzaba a ser visible.—Esto tiene un significado profundo para mí, Angélica, de ahora en adelante eres mía, todo el que se te acerque sabrá que le perteneces, al temido diablo lobo, Andrake Feridank.—Apenas le prestaba atención, su único deseo era huir, en cambio su cuerpo no respondía, pareciera, que la ausencia de Bondia la hubiera hecho colapsar. Apenas logro sentirla levemente cuando Sharon la empezó a molestar. Ya en ese momento estaba nula.—Siento mucho dolor.—Este la abrazo, no puso objeción, pronto
Se le erizo la piel ante la confesión de Bondia.Tambaleó del susto.Necesitaba hablar con Bruna y Sofía, no podía esperar, salió de la habitación, casi vuela la escalera, sus pasos impetuosos estaban fuera de si.—¡Doña Bruna....!—Tenia el pecho agitado, como si el corazón se le fuera a salir por la boca. Pronto diviso su rostro sin un atisbo de emociones, la que parecía sorprendida era Sofía.—¿Qué pasa princesa?.—Está se levantó del sofá, se acercó a ella. Permanecía quieta en el umbral de la puerta.—Puedes hablar a confianza, sabes que Sofía es mí hermana y te aprecia bastante. Miro a la otra señora con recelo, antes de explotar. Le daba igual que le transmitiera lo dicho al señor Andrake.—Bondia se ha ido.—Tomo algunos mechones de cabellos y los hizo a un lado, para mostrarles la marca que tenía en el cuello y caminaba de una forma sutil por la silueta de su espalda.Ambas se taparon la boca al unísono, con sus delicadas manos, como si no desearan dejar fluir sus impresiones.—Es