Isaías no sabía si bramar furioso y frustrado o reír sarcástico, pero por primera vez una mujer le decía que no podía darle lo que con tanto interés estaba buscando en ese lugar al que no suele ir muy seguido y hoy que había incluso pagado más de lo que cuesta el servicio se le estaba negando ser atendido.
—¡Mira muchachita, no estoy para juegos!, ¡¡ven aquí ahora mismo!!— exigió autoritario cómo el alfa que nada se le he negado; no obstante, su tono demandante asustó más a Zoe, quien salió corriendo despavorida, agarrando su móvil que estaba junto a las pertenencias de Isaías y con frustración él se pasó la mano por el rostro una y otra vez.
—¡Esto debe ser una broma! ¡¡Una jodida humana me ha dicho que no a mí!!—. Rió irónicamente a medida que miraba hacia arriba, lleno de incredulidad y sintiendo el feo sabor que causa el rechazo, debido a que aún no procesaba todo aquello.
Su lobo gruñó más furioso que el humano porque lo que Zoe le acababa de hacer para el cómo alfa es una humillación y no se quedaría justo de ese modo, debía tenerla sin importar qué, y solo para hacerle ver que a él nadie lo repudia.
★Esa humana debe pagar por su insolencia★, exigió a su humano quien estaba controlando las ganas de ir por Zoe para hacerla terminar lo que empezó.
★Tenlo por seguro que la tendremos así tenga que rastrearla★, aseguró muy firme.
Su entrepierna dejaba claro que esa chiquilla le prometía una buena noche, que iba a disfrutar hasta el cansancio, pero como agua se escapó de sus garras.
En cambio, Zoe llegó al área de espera donde estaba su mejor amiga Luisiana, quien en cuanto la vio arrugó el entrecejo, y volteó a mirar a Sacha con interrogante poniendo los ojos en blanco.
Sacha se encogió de hombros y alzó ambas cejas como una respuesta muda, ya que entendía perfectamente la duda de Luisana debido a que ella le había asegurado que el cliente que iba a acostarse con Zoe era peor que un animal en celo, que inmediatamente ingresaba a ese cuarto le hacía servirle sin una pizca de delicadeza y al final ella quedaba destruida y hasta arrepentida de realizar este tipo de trabajo, pero es lo único que sabe hacer y qué le parece más cómodo y simple.
—Zoe… pero ¿qué pasa?, ¿por qué has salido tan rápido? — preguntó quién se hace llamar su amiga con incertidumbre a medida que se acercaba a ella para agarrarla por el antebrazo de manera dominante.
Zoe en silencio y aun con el corazón a millón parecía no escucharla.
«¿Cómo fue que caí en esto?, yo no sé en qué pensaba», se recriminó angustiada y hasta con pesar al suponer que si su familia se entera de algo así la verían diferente.
—No quiero estar aquí, solo quiero irme a casa— solicitó Zoe mirando atrás con la sensación incómoda de que sería perseguida por Isaías y que la llevaría de vuelta a esa habitación.
— ¿Cómo se supone que podrás estar con un hombre experimentado como Harold si antes no aprendes?
—Esto es demasiado Luisana…
Luisiana agrandó los ojos mirándola y apretó su brazo.
—No me hagas quedar mal con Sacha, ella se arriesgó por darte esta oportunidad de oro.
—Lo lamento Sacha, pero… Yo me voy.
Con disgusto su amiga salió junto a ella, tomaron un taxi para volver a sus hogares; mientras el coche iba rodando, Zoe se puso a analizar cómo fue que había llegado a ese punto y se sumergió tanto que hizo silencio rememorando todo.
Ella era la mejor de la clase, la mejor en ciencias, también en matemáticas e historia, pero había algo en lo que era deficiente:
"La interacción social", como tratar a un chico que le gustaba era más que terreno pantanoso para ella. Sentía amar a Harold con toda su alma; pero él no se daba cuenta.
—Es increíble que seas tan tonta, olvídate de Harold, él jamás querrá salir con una mujer que se comporta como una niña.
—Toda experiencia se logra con la repetición y la disciplina, el carbono no se comprime y hace diamante en dos días, y yo no seré una mujer audaz por una experiencia con un desconocido.
—No me vengas con la tabla periódica y qué sabrás tú de experiencia, te digo que es fácil, solo debes quitarte el estorbo de la primera vez, ningún hombre disfruta ser el primero, ¿acaso quieres que Harold se aburra mientras tú pasas por el desagradable dolor?, créeme no será lo mismo.
—Ese hombre…
— ¿Qué te hizo? —indagó Luisiana con ojos brillantes de curiosidad y morbo— ¿te trató mal?, ¿tuviste que huir? ¿Era un hombre horrible?
—Podrías no disfrutar de mi experiencia traumática —inquirió Zoe con las cejas enarcadas.
Luisiana se aclaró la garganta.
—Perdóname Zoe, obviamente fue una bestia, haremos otra cosa para que demuestres que eres osada.
Zoe se quedó ensimismada, pensó qué, sí era una bestia, pero no fue eso lo que la hizo alejarse, ese hombre era muy intenso, sintió que él consumiría todo de ella, que sería demasiado para ella y no estaba lista para él.
—Luisana, tú y las demás chicas han tenido tiempo de adaptarse, necesito aprender de la vida a un ritmo más sosegado, no quiero imaginar que mi familia se hubiera enterado, se decepcionarían de mí. Esto fue una mala idea…
—Pero podrías intentarlo con otro hombre.
— ¡No! —sentenció—, jamás volveré a ese sitio y definitivamente no me acostaré o dejaré que un extraño me muestre. Fingiré experiencia, o sencillamente seré sincera. Quizás Harold aprecie enseñarme.
—No cuentes con eso, las maestras de jardín de niño odian a los pequeños, solo fingen amarlos y verlos tiernos, yo solo quiero ayudarte porque te quiero.
—Yo lo sé Luisiana, pero ese hombre no sé, quizás me asustó, pero me hizo darme cuenta de que no tengo el valor de entregarme sin amor.
Cuando el taxista las dejó delante de la casa de Zoe, ellas vieron que las luces estaban apagadas, y Zoe sintió que era mucho mejor que fuera de ese modo porque era muy tarde.
—¿Zoe dónde estabas a estas horas?—. Ella se sorprendió cuando escuchó la voz de su padre.
—Papá… yo estaba—. Zoe se sentía culpable, incluso creyó que era evidente que andaba haciendo algo indebido, porque a su entender no es nada digno para una chica con tan buena reputación y educación ir a buscar enseñanzas sobre el sexo.
—Sí, Zoe, ¿tú qué? — la enfrentó su padre.
—Yo estaba con Luisana en su casa y decidimos venir —. Le mintió por primera vez a su progenitor y se giró a ver a su mejor amiga para que la secundara, pero Luisana sonrió maliciosa y seguía en silencio.
Manejado por la frustración de no obtener lo que fue a buscar a dicho lugar Isaías solicitó la presencia del gerente del club provocando que Sacha al verlo temblará en su lugar.«Él no era el cliente que se supone que tendría esa noche», pensó asustada viendo a Isaías que la veía con sus ojos rojos del enfado, y con mandíbulas tensionadas que le daba un aspecto terrorífico.—Señor Sharman, es un honor tenerlo aquí— lo saludó el gerente cuando llegó al área de espera en dónde estaban esperando él y Sacha.—No pareciera que sea un honor, porque para empezar me han cambiado a la chica que solicité enviándome en su lugar a una cría inexperta que a la primera salió corriendo, haré que cierren este lugar— gritó Isaías con voz gutural y que a ellos los hizo temblar porque su voz de alfa produce temor.—¿Sacha que ha pasado?, ¡EXPLÍCATE AHORA MISMO!Le exigió el gerente sin entender debido a que era el reclamo de Isaías y escuchar que él haría clausurar su club lo asustó porque bien conoce e
Zoe estaba aplicándose una crema facial, y veía su propio reflejo en el espejo y por el mismo visualizaba a la chica que considera su mejor amiga acostada sobre su cama, y muy a gusto con sus cobijas ronroneando como gato a medida que se acurrucaba más, amando el aroma del producto de marca con el que la madre de Zoe lava la ropa de cama debido a que sus padres no tienen la posibilidad de utilizar dicho suavizante porque su escasa economía no se lo permite.«Tanto que se queja y mira nada más la cómoda vida que tiene», pensó Luisana recordando lo quejumbrosa que es Zoe.«¿Por qué Luisana no dijo nada cuando le pedí secundar la mentira que le dije a mi padre?», analizaba Zoe sospechando que tal vez Luisana se quedó callada a propósito y como la hija obediente que es le estaba costando sobrellevar el hecho de que le ha mentido a su progenitor.—Luisana…— la llamó con duda porque no quiere perder su amistad y no encuentra como preguntarle sin suponer que le ofende. Su amiga que tenía los
En cuanto Isaías ingresó a su despampanante mansión, lo primero que visualizó en el salón de té fue a su madre sentada con una postura elegante algo innato de la loba hermosa que más que su madre parece su hermana y a su abuela al otro lado, luciendo del mismo modo; espalda recta, pecho y mentón levantado con una pierna cruzada sobre la otra y en su mano derecha una taza con un líquido humeante dentro al cual le daba pequeños sorbos y la única diferencia entre ambas mujeres es que su abuela tiene unas mínimas canas y unas patitas de gallo en la comisura de los ojos apenas visibles y los labios cuando sonríe o hace algún gesto con el rostro.—Isaías hijo, al fin ha llegado— comentó su madre cuando lo vio con planes de seguir de largo rumbo a su alcoba.—Si madre, no es algo inusual que llegue a deshoras a casa— manifestó cansado, porque una de las cosas que lo conllevo a ir corriendo a ese club fue que sostuvo una irritante conversación con su progenitora que lo dejó de muy mal humor.
Sin embargo, el simple hecho de mantener su espacio, libre de estos intrusos y a su pueblo a salvo le ha costado la vida de muchos seres queridos porque en cada guerra pierde a alguien que quiere y al no tener a una luna su pueblo es débil, debido a que cuando un alfa se une a una hembra, eligiéndola como a su luna mediante un ritual a la diosa y uno carnal para crear la marca, los guerreros pertenecientes a su manada se vuelven más fuertes, y más difícil para ser destruido; no obstante, sería aún mayor el poder si fuera la hembra la genuina luna del alfa, porque no es lo mismo suplantar una copia por una original.La loba que Isaías no estaba viendo se puso de pie, ya que estaba en otro sofá y sonrió tímidamente, queriendo verse inocente, pero él la vio fijo dándose cuenta de que no es lo que aparenta, sin embargo, no podía negar que la mujer es hermosa, aunque de forma salvaje a diferencia de Zoe que transmite inocencia pura y se ve encantadora. Esta loba se ve más adulta, con pe
«Si Ronald se hubiera enterado de esto yo sería su entretenimiento quién sabe por cuántos años», Isaías soltó un suspiro de alivio por haber descubierto este error estando en la privacidad de su recamara, ya que no quisiera tener que ver a su beta reír burlón de él; el alfa perfecto que aborrece las equivocaciones y que desde que conoció a Zoe no ha hecho más que perder ante una niña que para él es insignificante.—¿Será que esa chiquilla sabía todo de mí?— murmuró suponiendo que Zoe había tomado su teléfono a propósito y que el de ella se le quedase en la escena fue un error que no previno. Zoe dormía profundamente cuando un sonido desconocido y suave pero a la vez insistente al punto de tornarse fastidioso la sacó de su dulce y relajado descanso. Se talló los ojos con suavidad y a medida que soltaba un bostezo entonces buscó casi a ciegas el móvil que había dejado a un lado cuando regresó del club, y aunque le pareció que algo no estaba bien; aturdida por el sueño no pudo perca
Tanto el lobo como el humano estaban impactados cuando analizaron el motivo por el cual habían sido atraídos a esa casa, y no daban crédito a que Zoe siendo una humana tan simple la que los guiará mediante un sueño porque era todo lo contrario, los alfas u otros seres sobrenaturales son los únicos que cuentan con la magia suficiente para eso.★Es imposible, a nosotros nunca nos había pasado algo parecido★, afirmó Isaías aún negado porque le cuesta aceptar que sea tan vulnerable.★Supongo que nuestra fijación por esa chiquilla nos hizo usar nuestro poder de rastreo★ afirmó Eros, aunque ni él mismo podía asegurar que fuera esa la realidad, pero aun así decidió creer que tenía razón. ★ Esa es la única razón por la que estamos aquí, siento su aroma y puedo reconocer que a pesar de que huele delicioso no es nuestra luna★, volvió a decir a medida que rodeaba la casa buscando una manera de entrar entonces las primeras palabras que le dijo Zoe en la llamada se repitieron dentro de su cabe
Zoe bajó la mano y relajó la boca percatándose en ese momento de la mordida que se hizo a sí misma y levantó la mirada al espejo, se tocó el labio inferior con las yemas de los dedos y sin apartar la mirada volvió a refunfuñar. —No puedo seguir de este modo, debo ponerle un alto a ese hombre, ¡¿quién se piensa para amenazarme?!— murmuró muy enfadada, ya que cada vez que recuerda la manera en la que Isaías la amenazaba la llena de cólera, es ingenua, no tonta y aunque Luisana le aseguro que ese club es un lugar confiable, ella siente que hay algo más detrás de todo eso porque de ser ese hombre un supuesto maestro de la sexualidad no debe chantajear a las estudiantes. —¿Zoe por qué estás murmurando a solas? — le preguntó Luisana quien venía saliendo del cuarto de baño con una bata cubriendo su cuerpo y secando su pelo de color amarillo con una toalla. —No estoy haciendo tal cosa, solo estaba cantando— le mintió y la muchacha que bien la conoce supo enseguida debido a que Zoe no es cap
—Está bien cariño, te esperaré en la heladería—. Zulema iba a cerrar la puerta cuando de repente pensó en algo y retrocedió los dos pasos que había dado.—Si quieres puedes utilizar mi auto, tu padre me dejará de camino—. Le sugirió mientras le pasaba las llaves y Zoe la vio indecisa.—No mamá, te lo agradezco, pero iré en taxi porque hoy no me siento de ánimos para manejar.Unos minutos más tarde Zoe iba de camino a ver a Isaías, mientras el coche avanzaba más ansiedad sentía y las ganas de pedirle al taxista que se detuviera incrementaron, pero en vez de eso se mordía el labio inferior que ya tenía lastimado. Sus manos sudaban a pesar de sentir mucho frío, no tanto porque el aire acondicionado del coche sino por el descontrol nervioso que tenía en ese momento.Instintivamente, miró hacia atrás y se quedó ojiplática cuando visualizó a Luisana.—¿Me está siguiendo?— habló sola, sin poder asimilar que su amiga no respeta su privacidad.—Disculpe señorita, me ha dicho algo—indagó el