Narra Andra- Amor, no encuentro mi...-- Shhh- silencié a Alonso cuando llegó al cuarto gritando, él me miró dudoso pero yo señalé hacia mis hijos que estaban dormidos en la cama- Se ven hermoso- él se acercó a mi abrazando me por la cintura- Lo hemos hecho bien ¿no es así?- pregunté mientras me daba un beso.- Lo hemos hecho más que bien, la vida nos ha puesto demasiados obstáculos para que llegar a este momento y que valiera la pena-- William ya va a cumplir un año y aún no puedo creer que haya pasado tan rápido- suspiro acariciando la suave mejilla de mi bebé provocando que abra sus pequeños ojos de color.- He aprendido a disfrutar cada momento y cada pequeña cosa a tu lado, sabiendo que en cualquier momento todo puede cambiar-- Nuestro futuro es incierto pero si de algo puedo estar seguro es que nunca dejaré de amarte, aquí o en otro mundo mi amor hacia ti simple será incondicional-- Hace años te hice una promesa frente a un juez, juré mi amor hacia ti aún y cuando no lo sen
Andrea se encontraba jugando en el inmenso jardín con aquel niño mayor mientras su madre tomaba un café acompañada de una vieja amiga.- Tu hija es preciosa- comentó Martha mientras veían como sus hijos jugaban y reían.Aquella niña vestida con alegres tonos de rosado irradiaba un inmenso cariño con tan sólo verla, sus ojos color café obscuro tenían un brillo especial que hipnotizaba a cualquiera, sus mejillas siempre rojas por tanto correr la hacían ver aun más tierna y sus pequeños labios rosados complementaban su cara angelical.- Gracias, tu hijo ya es todo un galán, mira como juegan, ni siquiera le importa que ella apenas camina- señaló Teresa mientras tomaba un poco de su humeante taza.El pequeño niño que correteaba a Andrea entre risas, era igual a ella, su sonrisa era algo picara y a la vez dulce, esos ojos eran de un tono verde combinado con un toque de azul acompañado de sus perfectos dientes demostrando una cara de principe encantador en miniatura.-Ni siquiera puedo term
Narra Andrea Hoy era sábado pero aún así me tocaba trabajar, no en la biblioteca porque era fin de semana y el turno lo cubría alguien más a petición de mi jefe para no cargarme de horas, debido a ella había conseguido un trabajo de fin de semana como practicante de un médico en su consultorio, me vestí con el uniforme y me fui caminando, con el ahorro del autobus de hoy podía completar algo más en la compra. (...) - Andrea puedes traerme los expedientes del paciente - escucho al doctor por la otra línea del teléfono mientras rermino de llenar formatos , no necesito responderle simplemente me limito a completar la tarea lo más rápido posible buscando en el extenso cajón de archivos viejos, maldiciendo porque no haya tecnología en este viejo consultorio. - Aquí tiene doctor, ya no tiene más citas- informo con una sonrisa al pasar la puerta y entrgarloe la carpeta vieja. - Perfecto, entonces hoy te puedes retirar temprano y descansa un poco niña, tengo más años que tú e incluso yo
Narra AndreaHabía llegado a mi casa después de las últimas compras lo cual redujo apenas un poco el enojo que traía acumulado por ese tal Maximo y su tonta propuesta pero por más apuros económicos que tuviera, mi ego no soportaba que me compraran como lo había intentado ese hombre sin decaro.Apenas entré pude ver a mi abuela peredidamente dormida, dejé las compras sobre la mesa pero pude ver que había una carta dirigida a mí justo sobre la mesa de la cocina, no tenía datos de dirección o remitente lo cual significaba que alguien la había dejado justo en la puerta, el sello estab intacto así que la curiosidad de la abuela no había ganado esta vez. Pienso un poco en su contenido, justo ahora el rostro de aquel cretino se forma en mi mente al pensar de quien viene esta misteriosa carata.Querida Andrea:Tal vez en este momento no aceptes mi propuesta pero te daré algo de tiempo para pensarlo mejor, mi número y una dirección donde puedes encontrarme estarán en el sobre.Atentamente, t
Narra Andrea Una semana, una semana había pasado desde que me han sacado de la universidad, desde que me quedé sin trabajo, desde que perdí el único recuerdo físico de mi madre y el dinero que tenía cada vez era menos, todos los días salía a buscar trabajo, pero nadie me daba nada, estaba en la casa, tratando de llenar algunas vacantes en línea para algunas solicitudes de empleo cuando alguien tocó la puerta. - Ya voy- grité parandome lentamente del sofá dejando la vieja computadora de lado, caminé sin ninguna prisa hacia la puerta pero cuando la abrí lo puede ver, el rostro de ahora, mi peor enemigo Alonso Maximo, mi mano se convierte automáticamente en un puño al ver su silueta entallada en su lujoso atuendo forma. - Largate- es todo lo que sale de mi garganta, casi como un gruñido, trato de cerrar la puerta en sus narices pero su pie entre ella me lo impide. - Escúchame, por favor- suplica con voz desesperada haciendo que mi coraje se desvanezca un poco pero no lo suficiente
Narra AndreaLo había hecho, había ido hasta su despacho para poder firmar esos estupidos papeles para que no le pasara nada a mi abuela, con ello estaba asegurando su bienestar y un futuro sin preocupaciones económicas.Max ha guardado los papeles en su cajón bajo llave como si fuera capaz de quitarselos, ha mandado un mensaje de texto asegurandome el bienestar de mi abuela y me ha dado indicaciones, como ha dicho él, yo por otro lado las he tomado como sus primeras ordenes hacia mí sientiendo que he firmado un pacto con el mismo diablo en el infierno.Orden numero 1, debo vivir por la tranquilidad de su madre.Orden numero 2, viajar de ahora en adelante en sus vehiculos y con una persona de su confianza.Orden numero 3, empacar mi ropa y venir directamente aquí en cuanto termine.Y mi unica condición ante su larga lista fue que me dejara viajar sola para despedirme de mi abuela, incluso se ha tomadfo su tiempo para pensar en la respuesta, el muy imbecil, ha accedido mientras manda
Narra Andrea Despierto sintiendo unas manos envueltas en mi cadera impidiéndome moverme, abro los ojos un poco desconcertada cuando recuerdo a mi pequeño visitante, el niño se abraza a mí con seguridad como si fuera un peluche de felpa, soy delicada y trato de no despertarlo cuando me muevo o para poderlo ver mejor a la luz del día.Muevo unos cabellos rubios de su frente para poder verlo, sus pequeños rasgos son adorables pero el rubio de su cabello me hace recordar la similitud con mi verdugo en esta casa.Mi toque parece despertarlo cuando mueve sus largas pestañas tratando de acostumbrarse a la luminosidad de la habitación, su vista viaja por las paredes como ubicándose en su alrededor y cuando nuestras miradas por sin ser encuentran sonrié abiertamente iuindicandome que me ha reconocido.Doy un suave toque en su mejilla como saludo matutino, lo veo con una pequeña sonrisa antes de que salga corriendo hacia la puerta dentro de la habitación, me siento sobre la cama sobresaltada p
Narra AndreaConforme la noche va pasando, poco a poco los invitados se despiden de mí y no omirten la entusiasta felicitación por ser la prometida del mayor de los Maximos, escucho tambiél un par de comentarios sorpresivos ante la idea de la boda, asombradas de que Alonso Maximos hubiera elegido una chica para comprometerse, al final de la noche cuando el último invitado se retina entrando la madrugada, Alonso toma lugar en las solas mesas del jardín contestando llamadas importantes según ha recalcado por otro lado Lucas se ha quedado profundamente dormido incluso antes de ver a todos los invitados retirados pero ha objetado cuando Fanny insiste en llevarlo a su habitación para su comodidad y ha preferido seguir su sueldo en la sala junto a mí.- No entiendo como estando tan joven quieres casarte, el amor pega así de fuerte supongo, aunque bien podrías terminar cambiando los pañales de Max cuando sea mayor, yo que tu lo pensaría mejor y más con alguien del tipo de Max, debes de quer