Narra AndreaNadie planea nunca su muerte, uno no va por la vida pensando en el día que muera simplemente espera morir cuando tengas demasiados años para poder contar tus historia o por lo menos así lo planeaba yo.Ja, que ilusa! La vida estaba en contra de todos mis planes para bien o para...mal.Vuelvo al lugar de hace unos años, lo había olvidado pero ahora que lo veo me es lo suficientemente familiar como para recordar.En el nacimiento de mis hijos, he estado aquí ese día cuando mi madre casi me lleva pero ahora heme aquí de nuevo y no se porque.Recuerdo estar apunto de dar la noticia sobre mi bebé y cerrar los ojos por un momento pero en otro ya estaba aquí, sola.Me senté en el suelo, llevaba un vestido blanco muy bonito, toqué mi vientre con una sonrisa pero esta se borró inmediatamente cuando no sentí mi pequeño bulto, alarmada me volví a parar de golpe, jadee al sentir mi abdomen plano.Que demonios era esto?!!- Tranquila amor- oí una voz suave tras de mí - Papá ¿que pasa?
Narra AndreaDesperté en una sala blanca con una luz que me segaba los ojos sin embargo no era una luz natural era artificial como la de un foco.- Duele- murmuré tocando mi cien.- Señorita, ¿se encuentra bien?, ¿recuerda algo?- dijo una, creo que era una enfermera por su uniforme, los ojos me pesaban, quería volver a cerrarlos pero luchaba contra ello.- No, me duele demasiado todo, podría bajar las luces- dije con voz ronca, la vi asentir y las luces bajaron de intensidad.- ¿Qué hago aquí? ¿Dónde están mis hijos? y - la siguiente pregunta quedó incompleta en el aire.Boom! La bomba explotó en mi cabeza, la verdad llena de recuerdos.- No, Alonso no, ¿Dónde está mi marido? Quiero verlo Alonso no está muerto , Él no puede morir-- Señora le voy a pedir que se tranquilice o voy a tener que aplicarle un sedante-- Quiero verlo, a mi esposo, por favor, necesito, lo necesito - traté de tranquilizarme- Él no se encuentra por ahora, señora usted tiene que descansar acaba de salir de un
Narra Andra- Amor, no encuentro mi...-- Shhh- silencié a Alonso cuando llegó al cuarto gritando, él me miró dudoso pero yo señalé hacia mis hijos que estaban dormidos en la cama- Se ven hermoso- él se acercó a mi abrazando me por la cintura- Lo hemos hecho bien ¿no es así?- pregunté mientras me daba un beso.- Lo hemos hecho más que bien, la vida nos ha puesto demasiados obstáculos para que llegar a este momento y que valiera la pena-- William ya va a cumplir un año y aún no puedo creer que haya pasado tan rápido- suspiro acariciando la suave mejilla de mi bebé provocando que abra sus pequeños ojos de color.- He aprendido a disfrutar cada momento y cada pequeña cosa a tu lado, sabiendo que en cualquier momento todo puede cambiar-- Nuestro futuro es incierto pero si de algo puedo estar seguro es que nunca dejaré de amarte, aquí o en otro mundo mi amor hacia ti simple será incondicional-- Hace años te hice una promesa frente a un juez, juré mi amor hacia ti aún y cuando no lo sen
Andrea se encontraba jugando en el inmenso jardín con aquel niño mayor mientras su madre tomaba un café acompañada de una vieja amiga.- Tu hija es preciosa- comentó Martha mientras veían como sus hijos jugaban y reían.Aquella niña vestida con alegres tonos de rosado irradiaba un inmenso cariño con tan sólo verla, sus ojos color café obscuro tenían un brillo especial que hipnotizaba a cualquiera, sus mejillas siempre rojas por tanto correr la hacían ver aun más tierna y sus pequeños labios rosados complementaban su cara angelical.- Gracias, tu hijo ya es todo un galán, mira como juegan, ni siquiera le importa que ella apenas camina- señaló Teresa mientras tomaba un poco de su humeante taza.El pequeño niño que correteaba a Andrea entre risas, era igual a ella, su sonrisa era algo picara y a la vez dulce, esos ojos eran de un tono verde combinado con un toque de azul acompañado de sus perfectos dientes demostrando una cara de principe encantador en miniatura.-Ni siquiera puedo term
Narra Andrea Hoy era sábado pero aún así me tocaba trabajar, no en la biblioteca porque era fin de semana y el turno lo cubría alguien más a petición de mi jefe para no cargarme de horas, debido a ella había conseguido un trabajo de fin de semana como practicante de un médico en su consultorio, me vestí con el uniforme y me fui caminando, con el ahorro del autobus de hoy podía completar algo más en la compra. (...) - Andrea puedes traerme los expedientes del paciente - escucho al doctor por la otra línea del teléfono mientras rermino de llenar formatos , no necesito responderle simplemente me limito a completar la tarea lo más rápido posible buscando en el extenso cajón de archivos viejos, maldiciendo porque no haya tecnología en este viejo consultorio. - Aquí tiene doctor, ya no tiene más citas- informo con una sonrisa al pasar la puerta y entrgarloe la carpeta vieja. - Perfecto, entonces hoy te puedes retirar temprano y descansa un poco niña, tengo más años que tú e incluso yo
Narra AndreaHabía llegado a mi casa después de las últimas compras lo cual redujo apenas un poco el enojo que traía acumulado por ese tal Maximo y su tonta propuesta pero por más apuros económicos que tuviera, mi ego no soportaba que me compraran como lo había intentado ese hombre sin decaro.Apenas entré pude ver a mi abuela peredidamente dormida, dejé las compras sobre la mesa pero pude ver que había una carta dirigida a mí justo sobre la mesa de la cocina, no tenía datos de dirección o remitente lo cual significaba que alguien la había dejado justo en la puerta, el sello estab intacto así que la curiosidad de la abuela no había ganado esta vez. Pienso un poco en su contenido, justo ahora el rostro de aquel cretino se forma en mi mente al pensar de quien viene esta misteriosa carata.Querida Andrea:Tal vez en este momento no aceptes mi propuesta pero te daré algo de tiempo para pensarlo mejor, mi número y una dirección donde puedes encontrarme estarán en el sobre.Atentamente, t
Narra Andrea Una semana, una semana había pasado desde que me han sacado de la universidad, desde que me quedé sin trabajo, desde que perdí el único recuerdo físico de mi madre y el dinero que tenía cada vez era menos, todos los días salía a buscar trabajo, pero nadie me daba nada, estaba en la casa, tratando de llenar algunas vacantes en línea para algunas solicitudes de empleo cuando alguien tocó la puerta. - Ya voy- grité parandome lentamente del sofá dejando la vieja computadora de lado, caminé sin ninguna prisa hacia la puerta pero cuando la abrí lo puede ver, el rostro de ahora, mi peor enemigo Alonso Maximo, mi mano se convierte automáticamente en un puño al ver su silueta entallada en su lujoso atuendo forma. - Largate- es todo lo que sale de mi garganta, casi como un gruñido, trato de cerrar la puerta en sus narices pero su pie entre ella me lo impide. - Escúchame, por favor- suplica con voz desesperada haciendo que mi coraje se desvanezca un poco pero no lo suficiente
Narra AndreaLo había hecho, había ido hasta su despacho para poder firmar esos estupidos papeles para que no le pasara nada a mi abuela, con ello estaba asegurando su bienestar y un futuro sin preocupaciones económicas.Max ha guardado los papeles en su cajón bajo llave como si fuera capaz de quitarselos, ha mandado un mensaje de texto asegurandome el bienestar de mi abuela y me ha dado indicaciones, como ha dicho él, yo por otro lado las he tomado como sus primeras ordenes hacia mí sientiendo que he firmado un pacto con el mismo diablo en el infierno.Orden numero 1, debo vivir por la tranquilidad de su madre.Orden numero 2, viajar de ahora en adelante en sus vehiculos y con una persona de su confianza.Orden numero 3, empacar mi ropa y venir directamente aquí en cuanto termine.Y mi unica condición ante su larga lista fue que me dejara viajar sola para despedirme de mi abuela, incluso se ha tomadfo su tiempo para pensar en la respuesta, el muy imbecil, ha accedido mientras manda