Nina
"Nunca dejes que un hombre te haga dudar de ti misma, no dejes que cause que dejes de creer en el amor.”
Nunca tuve inseguridades, nunca me atreví a dudar de mí misma, y mucho menos me atreví a pensar que no era suficiente…Hasta que Loyd Beckham más conocido como la bestia indomable de Nueva York, apareció en mi vida y me causó un remolino de emociones. Todo era perfecto para mí, hasta que ese hombre vino a destrozarme por completo y se atrevió a lograr que rogara por su amor una y otra vez. A pesar que siempre supe que aquello no estaba bien, seguí permaneciendo a su lado esperando a que al menos me mirara una sola vez, que me tratara con la misma paciencia y atención con la que trataba a las otras mujeres que venían a visitarlo con frecuencia, a que se lanzara a llamarme por mi nombre con cariño, e incluso podía conformarme con escuchar un “Buenos días, señorita Nina” de su parte para que mi día fuese mejor y fuera capaz de cargar con todas las preocupaciones que me agobiaran. Fue así, que pude soportar permanecer bajo su sombra por varios años, y el mundo dio un vuelco de trescientos sesenta grados cuando volvió a mirarme de la misma manera que lo hizo años atrás, en cuanto prometió amarme durante toda una vida. Y jamás debí creer en sus palabras, porque nadie se enamora de repente, porque sentimientos tan fuertes como los que provoca el amor no pueden aparecer de un día a otro. El mundo se me cayó a pedazos en el momento en el cual, por accidente, tuve que escuchar una conversación que tenía por teléfono en la que confesaba que solo quería casarse conmigo para obtener la millonaria herencia que había recibido recientemente de mi padre, y tuve la valentía para enfrentarme a él en ese mismo instante. Desde aquel día, hice todo lo posible para alejarme de él, debido a que no deseaba verlo nunca más y ya que me sentía bastante mal por haber sido traicionada por un hombre del que verdaderamente caí enamorada desde el primer momento. La traición que más duele es aquella que proviene de la persona que más se ama. Me mudé a España, donde viví una nueva vida muy distinta a la que solía tener en Nueva York, donde traté de cerrar las heridas del pasado que fueron causadas por Loyd e intenté enamorarme, esta vez de alguien que correspondiera mis sentimientos. Hallé a una persona bastante especial que podía darme el amor y la paciencia que siempre esperé recibir, y terminé por arruinarlo…Aunque intenté millones de veces dejar de pensar en el pasado y perdonar para que mi corazón no se llenara de rencor, me resultó imposible no dejar de recordarlo. Caí en cuenta acerca de cómo aquello estaba comenzando a afectar mi vida de sobremanera, así que después de consultarlo conmigo misma por lo que pudo ser un mes, decidí convertirme en otra persona. No sería Nina Mayer, la jovencita que deseaba ser estrella de cine y que dejó sus sueños a un lado debido a que para su padre ese no era un trabajo honrado, nunca más, a partir de hoy me llamaría Lynette Hughes, una mujer apasionada y seductora en todos los sentidos, cuyo objetivo principal era la bestia indomable y que, al tiempo, iba a fingir ser una mujer de negocios mucho más inteligente que cualquiera. Lo único que esta mujer deseaba cumplir era el arruinarle la vida al hombre que arruinó la suya alguna vez, y no iba a descansar hasta cumplirlo. Un día de mayo, regresé a Nueva York sintiéndome y luciendo como una nueva persona. Busqué a una persona en concreto, la única persona buena que conocí gracias a la bestia indomable, y con quien planeé una estrategia que me llevaría a encontrarme una vez más con ese hombre. En cuanto ese día llegó, la satisfacción me llenó por completo, sintiendo que desde esa postura no habría nada que fuese imposible para mí. —Katherine, en serio, no sabes lo mucho que te agradezco por todo lo que estás haciendo por mí ahora mismo…—la abracé con cariño, ella era la única persona en todo el mundo que conocía con transparencia todo lo que tuve que vivir con Loyd cuando este fingió amarme. Para mi buena suerte, ella continuaba trabajando en la empresa que él manejaba hasta la actualidad así que cuando volví a buscarla y le comenté lo que tenía planeado hacer, se lo dije por toda la enorme confianza que le tenía, no dudó en aceptar brindarme su ayuda. —Nina, sabes bien que estoy dispuesta a ayudarte en todo lo que sea posible…Tan solo quiero que pienses muy bien una vez más antes de comenzar toda esta aventura… ¿Estás segura de embarcarte en toda esta locura? —No he podido vivir en paz los últimos cinco años…—suspiré, bajando el tono de mi voz—Solo déjame hacer esto, y podré continuar con mi vida como si nada hubiese pasado. —En tal caso, puedes contar conmigo al cien por ciento —me sonrió mientras yo terminaba de pintarme los labios con un fuerte labial rojo carmesí—. Te diré, con completa honestidad, que puedo asegurarte que no existe forma de que ese hombre te reconozca de ninguna manera, o al menos no como luces ahora. —No luzco como la mujer que verdaderamente solía ser, simplemente no luzco como Nina —me encogí de hombros, en serio lucía irreconocible—. Mi cabello ha dejado de ser rubio para tomar un precioso castaño oscuro, cambié mi forma de hablar, cada uno de mis hábitos, uso un tipo de ropa que Nina no usaría ni volviendo a nacer, y construí un personaje desde cero. Estoy preparada para cualquier clase de situación que pueda presentarse con ese idiota, te aseguro que puedes confiar en mí. Me estás ayudando en algo importante como esto, y no dejaré de agradecerte nada y créeme que no voy a defraudarte ¿De acuerdo, Katherine? Me prometí a mí misma que no puedo fallar en esto. Antes de arrepentirme de esta venganza prefiero morir atravesada por una bala.Nina—No dudo sobre tu asombrosa capacidad para aparentar, de todos modos, fuiste una muy buena actriz en tus años de juventud…—aquello era cierto, en ese tiempo tenía tan solo veintiún años y no me daba cuenta de lo dura que era la vida. Pasaron cuatro años, duros, en los que hice todo lo que mi padre dijera hasta el día en que murió, y en ese instante estaba demasiado enamorada de Loyd como para centrar mi atención en tratar de reconstruir mi carrera como actriz. Y ahora que acabo de cumplir treinta años, veo ese sueño todavía más lejano. —Él no va a reconocerte, y tienes algo a tu favor…—¿Qué tengo a mi favor? —Terminé de acomodarme el cabello mientras guardaba mi maquillaje en mi bolso y me preparaba para vivir un momento lleno de euforia. Mi cuerpo estaba lleno de energía imaginando el momento que iba a vivir dentro de poco.Estaba a tan solo unos minutos de volver a ver a Loyd Beckham.—Ese hombre solo piensa en el placer que las mujeres pueden ofrecerle, en cómo su deseo por u
LoydNo te he amado y nunca lo haré, aun así, me encanta pasar tiempo a tu lado.Dejé pequeños besos a lo largo del pecho de mi prometida, ella gimió bajo mientras yo me alejaba de su cuerpo para acostarme a su lado.Ella se recostó en mi pecho y yo la abracé por la cintura.Han pasado cinco años desde que conozco a Paisley, tres años desde que empezamos a salir oficialmente e incluso así, no he podido enamorarme de ella por más que lo intento. Prometo que es una buena persona, una mujer muy inteligente que se dedica a la pintura de forma profesional y que es reconocida mundialmente por su trabajo, y yo la admiro por eso y por otras razones. Es la prometida que cualquier hombre desearía para que se convierta en la madre de sus hijos, sin embargo, hay algo en ella que no me deja enamorarme y entregarle mi corazón.Pero eso no importa después de todo, lo que me importa es que sea una buena esposa y esa es la razón principal por la que planeo seguir a su lado por un largo tiempo, bueno a
LoydY en cuanto llegó la noche, me preparé para salir de casa en dirección a una fiesta privada que iba a organizarse con empresarios y empleados pertenecientes a las organizaciones de estos. No esperaba mucho de la noche, hasta que recibí una noticia inesperada de Priscilla, la jefa del departamento de finanzas y aquello cambió mi perspectiva por completo.—Buenas noches señor Beckham, quería notificarle que he podido contratar a una muy buena profesional en marketing y publicidad que ha aceptado convertirse en una de sus socias principales —soltó de repente, provocando que enarcara una ceja con curiosidad. —Su nombre es Lynette Hugnes y ella ya se encuentra en este lugar. Así que, si está de acuerdo, hablaré con ella para que pueda conocerla lo más pronto que sea posible. Espero que ambos puedan llevarse muy bien con el pasar del tiempo.—Está bien, Priscilla, puedes decirle que estaré en el balcón —le sonreí—. Gracias por conseguir alguien eficiente para la empresa, no sabes lo mu
NinaEs cierto que en ocasiones no podemos controlar a nuestro corazón por más que lo intentemos, pero, mi sed de venganza es mucho más fuerte que cualquier otra clase de sentimiento que pueda existir en el fondo de mi alma.Evidentemente me resulta imposible negar el atractivo de Loyd, y como mi corazón palpitó mucho más fuerte cuando lo tuve cerca de mí. Sin embargo, esta vez no estoy aquí para caer a sus pies de nuevo, y mucho menos para dejarme llevar por su sonrisa de mujeriego.Priscilla me había contado que él en realidad se encontraba en una relación ahora, con una muchachita muy bonita llamada Paisley, con quien iba a casarse muy pronto.Al inicio, me sentí bastante culpable por idear el plan perfecto para atraerlo hacia mí en búsqueda de venganza, no deseaba hacerle daño a una mujer que posiblemente lo adoraba con su vida entera, pero, no me he esforzado tanto por estar en Nueva York ahora en vano. Además, según las palabras de Priscilla, ese hombre no ha dejado sus malos há
NinaHe llevado a cabo un plan perfectamente elaborado que no puede fallar de ninguna forma.Parte de mi plan era que la señorita Aaliyah, quien era su secretaria actualmente renunciara en los próximos días y tener que ofrecerme a ocupar su cargo hasta que haya cumplido con mi promesa de vengarme de él. Por suerte, ella era una chica con mucho talento y le ayudé a conseguir una beca en una prestigiosa universidad de arte por lo que ya estaba asegurado que ella se iría en los próximos días. Al convertirme en la secretaria, y literalmente, en la segunda mano derecha de Loyd, sería capaz de pasar mucho más tiempo a su lado y convertirme en una parte crucial de su vida, además que tendríamos que vernos todos los días las veinticuatro horas. Era mi oportunidad perfecta de brillar.—Sepa que cualquier cosa que necesite, puede notificarme...La ayudaré de inmediato si ese fuera el caso, y claro, si continúa teniendo dudas de su trabajo puede decirme y yo se lo explicaré.—Ya no me queda ningu
NinaSin razón aparente comencé a sonrojarme, la verdad es que mi mente se bloqueó por completo y lo único que pude hacer es continuar viéndolo a los ojos y me di cuenta que él me correspondía. Sin saber qué hacer o decir debido al enorme nerviosismo que me estaba invadiendo, opté por quedarme en silencio esperando que él decidiera hacer algo mientras el ascensor continuaba haciendo su trabajo.—Me parece que no te he visto por aquí antes, aun así, siento como si te conociera de toda la vida.—En ocasiones, a pesar que en realidad no conocemos a las personas ni sabemos nada de ellas, sentimos como si fuera todo lo contrario...No respondió, centró su atención en dónde se encontraban los botones del ascensor y aplastó uno de ellos, de inmediato noté que este se detuvo y mi curiosidad creció aún más.—¿Qué haces? —Cuestioné, con una enorme sonrisa en mi rostro—¿Cuál es la razón por la que acabas de detener el ascensor?—La respuesta es fácil. Jamás volveré a conocer a una mujer tan atra
Nina—Si el amor depende solo de nosotros, no veo razón por la que no podamos comenzar a escribir una historia de amor entre los dos...—reí—. Pero creo que no será en este ascensor, ya lo hemos detenido mucho tiempo y la gente podría sospechar.—Y un ascensor no es el lugar más romántico del mundo...—susurró mientras se dirigía hacia los botones, logrando que le ascensor volviese a funcionar casi de inmediato—. Este es mi número, Lynette, por si algún día aceptas salir conmigo.—Llámame cuando quieras, y prometo que aceptaré una cita contigo...Pero, no se lo cuentes a nadie —murmuré.—¿Así? ¿Por qué no debería contárselo a nadie? —Se burló de mí.—¿No te gusta disfrutar de esos encuentros que te llenan de euforia y placer? Honestamente, parece que aquello que se mantiene en secreto es lo que nos genera mayor placer...—bajé el tono de mi voz mientras no dejaba de observarlo. Sus ojos eran como un imán que me atraía hacia él—. Aunque si te disgusta esta idea, no tengo problema en hacerl
NinaMi vida ha sido muy solitaria desde hace varios años atrás.Mi madre falleció cuando yo tenía tan solo seis años y mi padre también murió hace un par de años, y aunque este me dio una vida llena de lujos, nada podrá remplazar el amor que me hizo falta a lo largo de mi vida.Mi padre nunca me había prestado la atención que en realidad necesitaba puesto que se la pasaba trabajando la mayor parte del tiempo y cuando mi madre falleció a causa de un accidente de auto, en el que también estuve presente y que me generó un trauma que me duraría para toda la vida, tuve una nana.Jade era una mujer de aproximadamente cuarenta años que llegó a mi vida para convertirse en una especie de madre sustituta, pues estaba con ella la mayor parte del tiempo y se ganó parte de mi corazón por sus cuidados y atenciones. Actualmente ella tiene sesenta y cuatro años por lo que ya ha dejado de trabajar, sin embargo, nunca he perdido el contacto con ella y me encargo de suplir cualquier necesidad que ella