Nina
—No dudo sobre tu asombrosa capacidad para aparentar, de todos modos, fuiste una muy buena actriz en tus años de juventud…—aquello era cierto, en ese tiempo tenía tan solo veintiún años y no me daba cuenta de lo dura que era la vida. Pasaron cuatro años, duros, en los que hice todo lo que mi padre dijera hasta el día en que murió, y en ese instante estaba demasiado enamorada de Loyd como para centrar mi atención en tratar de reconstruir mi carrera como actriz. Y ahora que acabo de cumplir treinta años, veo ese sueño todavía más lejano. —Él no va a reconocerte, y tienes algo a tu favor…
—¿Qué tengo a mi favor? —Terminé de acomodarme el cabello mientras guardaba mi maquillaje en mi bolso y me preparaba para vivir un momento lleno de euforia. Mi cuerpo estaba lleno de energía imaginando el momento que iba a vivir dentro de poco. Estaba a tan solo unos minutos de volver a ver a Loyd Beckham. —Ese hombre solo piensa en el placer que las mujeres pueden ofrecerle, en cómo su deseo por una mujer en concreto provoca que esté dispuesto a hacer lo que sea para cumplir con sus fantasías…Si consigues volverlo loco desde el primer instante y te obtienes a darle lo que desea por un tiempo, lo tendrás en la palma de la mano, necesitas hacerlo delirar por ti. Logra que se obsesione contigo y en cuanto deje de pensar en ti solo de una manera sexual y hayas capturado el lugar más profundo de su corazón. Cuando sepa que se ha enamorado de ti, le harás aquello que él deseó hacerte a ti, vas a arrebatarle todo y desaparecerás de su vida antes que pueda notarlo. Volverás a ser quien en verdad eres, dejarás de pensar en él y vas a seguir con tu vida como si nada de esto hubiese ocurrido. —¿Crees que ya me haya olvidado por completo? ¿O crees que aún conservo algo en mí que pueda causar que me reconozca? —No iba a negar que sentía un poco de preocupación en mi pecho, debido a que en esta vida todo es posible. Aun así, también seguía pensando que nunca fui importante para él puesto que, al ser un mujeriego, quizá ni recordaba el nombre de las mujeres con las que tenía sexo. —Sé cuidadosa en todo momento, es lo que puedo decirte…No dejes, nunca, que tus emociones te controlen y nunca, te atrevas a tener ni un solo sentimiento por esa persona. Si te sientes atraída hacia él o llegas a tener alguna clase de sentimiento hacia Loyd, siento decirte que ese va a ser el momento adecuado para olvidarte de tu venganza y retirarte del juego antes de que todo se te salga de las manos y pierdas el control. —Trataré de que eso no pase, lo prometo —observé mi reflejo en el espejo por una última vez antes de acercarme a darle un abrazo a mi adorada amiga y a dejar un pequeño beso en su mejilla—. Deséame suerte, al fin ha llegado el día en el que volveré a encontrarme con ese pedazo de m****a. —Sé que eres cuidadosa en todo instante, no dudo de tu potencial…Solo cuídate ¿Está bien querida? —Ella me recordó con una expresión de preocupación en su rostro. —Voy a cuidar de mí, Katherine, sé que puedo cuidar de mí y que no voy a ponerme en peligro. Solo por favor, deja de llamarme Nina, porque en el mínimo descuido puede que me llames así frente a los demás —la abracé, aunque yo no adoraba el contacto físico con las personas, supe que debía hacerlo. —Tienes razón, voy a llamarte Lynette de ahora en adelante…Ese es el nombre que estarás usando los próximos meses…—anunció y yo asentí con delicadeza. —Eso es cierto, Katherine…Es ahora, el momento de la verdad ha llegado, estoy a punto de volver a ver a Loyd Beckham después de varios años, esta vez como una nueva mujer a la que él no va a poder herir por más que lo intente. Una última vez, le sonreí y lentamente caminé hacia la puerta con toda la seguridad del mundo. Abandoné el baño, para volver al ambiente de aquella fiesta ejecutiva que parecía todo menos algo que se considerara ético, ya que allí todo el mundo hacía cosas inapropiadas y al día siguiente actuaban como si nada de eso hubiese sucedido. Continúe caminando en medio de la multitud, captando varias miradas curiosas en el camino, algunos me miraban con deseo y otros con simple curiosidad, y aquello no hizo más que llenarme de confianza y seguridad. Seguí caminando con una gran sonrisa en el rostro, hasta que, en el balcón perfectamente decorado, lo vi mirando a la nada mientras una copa encajaba en sus manos. Allí estaba él, la bestia indomable. Loyd Beckham. Indomable, atractivo y tan salvaje como siempre. Mis piernas temblaron en cuanto su mirada se encontró con la mía, me dio una pequeña sonrisa y ese fue el empujón que necesitaba para terminar de acercarme a él. Entonces, en cámara lenta, fui cortando la distancia que existía entre nosotros y con el corazón latiendo mucho más rápido de lo normal, me atreví a presentarme sin remordimiento: —Mi nombre es Lynette Hughes, tu nueva socia…Y estoy encantada de conocerte —le sonreí con picardía. A fin de cuentas, suele decir que la primera impresión es lo que más te impacta cuando conoces a una persona. —Lynette, mis socios me han hablado mucho de usted. Mi nombre es Loyd Beckham, y es un honor que te hayas convertido en mi socia —lentamente, plantó un beso en mi mano que me hizo sonreír de inmediato. Puede que sea un verdadero idiota, sin embargo, aún continúa teniendo la misma sonrisa que puede robarte el corazón en un segundo. —Créeme que tú y yo vamos a trabajar muy bien juntos. Es para mí, una satisfacción tenerte en mi equipo a partir de ahora. —No dudo de ello…De igual forma, para mí es una verdadera satisfacción saber que vamos a trabajar juntos—me mordí el labio. Tú y yo volveremos a encontrarnos, de una manera completamente nueva para ti, y prometo que el único que saldrá perdiendo vas a ser tú. El juego ha comenzado.LoydNo te he amado y nunca lo haré, aun así, me encanta pasar tiempo a tu lado.Dejé pequeños besos a lo largo del pecho de mi prometida, ella gimió bajo mientras yo me alejaba de su cuerpo para acostarme a su lado.Ella se recostó en mi pecho y yo la abracé por la cintura.Han pasado cinco años desde que conozco a Paisley, tres años desde que empezamos a salir oficialmente e incluso así, no he podido enamorarme de ella por más que lo intento. Prometo que es una buena persona, una mujer muy inteligente que se dedica a la pintura de forma profesional y que es reconocida mundialmente por su trabajo, y yo la admiro por eso y por otras razones. Es la prometida que cualquier hombre desearía para que se convierta en la madre de sus hijos, sin embargo, hay algo en ella que no me deja enamorarme y entregarle mi corazón.Pero eso no importa después de todo, lo que me importa es que sea una buena esposa y esa es la razón principal por la que planeo seguir a su lado por un largo tiempo, bueno a
LoydY en cuanto llegó la noche, me preparé para salir de casa en dirección a una fiesta privada que iba a organizarse con empresarios y empleados pertenecientes a las organizaciones de estos. No esperaba mucho de la noche, hasta que recibí una noticia inesperada de Priscilla, la jefa del departamento de finanzas y aquello cambió mi perspectiva por completo.—Buenas noches señor Beckham, quería notificarle que he podido contratar a una muy buena profesional en marketing y publicidad que ha aceptado convertirse en una de sus socias principales —soltó de repente, provocando que enarcara una ceja con curiosidad. —Su nombre es Lynette Hugnes y ella ya se encuentra en este lugar. Así que, si está de acuerdo, hablaré con ella para que pueda conocerla lo más pronto que sea posible. Espero que ambos puedan llevarse muy bien con el pasar del tiempo.—Está bien, Priscilla, puedes decirle que estaré en el balcón —le sonreí—. Gracias por conseguir alguien eficiente para la empresa, no sabes lo mu
NinaEs cierto que en ocasiones no podemos controlar a nuestro corazón por más que lo intentemos, pero, mi sed de venganza es mucho más fuerte que cualquier otra clase de sentimiento que pueda existir en el fondo de mi alma.Evidentemente me resulta imposible negar el atractivo de Loyd, y como mi corazón palpitó mucho más fuerte cuando lo tuve cerca de mí. Sin embargo, esta vez no estoy aquí para caer a sus pies de nuevo, y mucho menos para dejarme llevar por su sonrisa de mujeriego.Priscilla me había contado que él en realidad se encontraba en una relación ahora, con una muchachita muy bonita llamada Paisley, con quien iba a casarse muy pronto.Al inicio, me sentí bastante culpable por idear el plan perfecto para atraerlo hacia mí en búsqueda de venganza, no deseaba hacerle daño a una mujer que posiblemente lo adoraba con su vida entera, pero, no me he esforzado tanto por estar en Nueva York ahora en vano. Además, según las palabras de Priscilla, ese hombre no ha dejado sus malos há
NinaHe llevado a cabo un plan perfectamente elaborado que no puede fallar de ninguna forma.Parte de mi plan era que la señorita Aaliyah, quien era su secretaria actualmente renunciara en los próximos días y tener que ofrecerme a ocupar su cargo hasta que haya cumplido con mi promesa de vengarme de él. Por suerte, ella era una chica con mucho talento y le ayudé a conseguir una beca en una prestigiosa universidad de arte por lo que ya estaba asegurado que ella se iría en los próximos días. Al convertirme en la secretaria, y literalmente, en la segunda mano derecha de Loyd, sería capaz de pasar mucho más tiempo a su lado y convertirme en una parte crucial de su vida, además que tendríamos que vernos todos los días las veinticuatro horas. Era mi oportunidad perfecta de brillar.—Sepa que cualquier cosa que necesite, puede notificarme...La ayudaré de inmediato si ese fuera el caso, y claro, si continúa teniendo dudas de su trabajo puede decirme y yo se lo explicaré.—Ya no me queda ningu
NinaSin razón aparente comencé a sonrojarme, la verdad es que mi mente se bloqueó por completo y lo único que pude hacer es continuar viéndolo a los ojos y me di cuenta que él me correspondía. Sin saber qué hacer o decir debido al enorme nerviosismo que me estaba invadiendo, opté por quedarme en silencio esperando que él decidiera hacer algo mientras el ascensor continuaba haciendo su trabajo.—Me parece que no te he visto por aquí antes, aun así, siento como si te conociera de toda la vida.—En ocasiones, a pesar que en realidad no conocemos a las personas ni sabemos nada de ellas, sentimos como si fuera todo lo contrario...No respondió, centró su atención en dónde se encontraban los botones del ascensor y aplastó uno de ellos, de inmediato noté que este se detuvo y mi curiosidad creció aún más.—¿Qué haces? —Cuestioné, con una enorme sonrisa en mi rostro—¿Cuál es la razón por la que acabas de detener el ascensor?—La respuesta es fácil. Jamás volveré a conocer a una mujer tan atra
Nina—Si el amor depende solo de nosotros, no veo razón por la que no podamos comenzar a escribir una historia de amor entre los dos...—reí—. Pero creo que no será en este ascensor, ya lo hemos detenido mucho tiempo y la gente podría sospechar.—Y un ascensor no es el lugar más romántico del mundo...—susurró mientras se dirigía hacia los botones, logrando que le ascensor volviese a funcionar casi de inmediato—. Este es mi número, Lynette, por si algún día aceptas salir conmigo.—Llámame cuando quieras, y prometo que aceptaré una cita contigo...Pero, no se lo cuentes a nadie —murmuré.—¿Así? ¿Por qué no debería contárselo a nadie? —Se burló de mí.—¿No te gusta disfrutar de esos encuentros que te llenan de euforia y placer? Honestamente, parece que aquello que se mantiene en secreto es lo que nos genera mayor placer...—bajé el tono de mi voz mientras no dejaba de observarlo. Sus ojos eran como un imán que me atraía hacia él—. Aunque si te disgusta esta idea, no tengo problema en hacerl
NinaMi vida ha sido muy solitaria desde hace varios años atrás.Mi madre falleció cuando yo tenía tan solo seis años y mi padre también murió hace un par de años, y aunque este me dio una vida llena de lujos, nada podrá remplazar el amor que me hizo falta a lo largo de mi vida.Mi padre nunca me había prestado la atención que en realidad necesitaba puesto que se la pasaba trabajando la mayor parte del tiempo y cuando mi madre falleció a causa de un accidente de auto, en el que también estuve presente y que me generó un trauma que me duraría para toda la vida, tuve una nana.Jade era una mujer de aproximadamente cuarenta años que llegó a mi vida para convertirse en una especie de madre sustituta, pues estaba con ella la mayor parte del tiempo y se ganó parte de mi corazón por sus cuidados y atenciones. Actualmente ella tiene sesenta y cuatro años por lo que ya ha dejado de trabajar, sin embargo, nunca he perdido el contacto con ella y me encargo de suplir cualquier necesidad que ella
Nina—En realidad, Lynette, estaba pensando en ti para ocupar ese puesto...—confesó, tomándome por sorpresa. Por supuesto que no esperaba en lo absoluto que me propusiera algo como esto, al contrario, esperaba decírselo yo misma de una forma muy sutil, aunque parece que aquello no va a ser necesario. —Claro que sé que tú estás trabajando en mi empresa como socia comercial en este momento y que quizás nada te interesa convertirte en una secretaria, y tampoco quiero que te lo tomes como una ofensa. Solo quiero que sepas que, aunque ni siquiera yo mismo sé la verdadera razón puesto que apenas te estoy conociendo como persona y de forma profesional, confío completamente en ti y en cada una de tus habilidades. Si aceptas trabajar como mi secretaria, quiero que sepas que no tienes que dejar tu cargo como socia comercial…Espero no estar ofendiéndote con mi propuesta.—Mi secretaria ha renunciado de repente, en realidad no comprendo cómo Aaliyah pudo ser tan desconsiderada conmigo...Trabajó a