—¿Entonces ese bombón y tú tienen algo?—Sí, estamos en algo que ni se cómo se llama —le dije frustrada, parte de no darle un nombre a esa relación era por mi, yo se lo pedí y él accedió.—¿Por qué lo dices así? El tipo además de buenísimo se ve que es un encanto —dijo mi amiga con la mas pura expresión de lujuria y yo reí con ello.—Lo es, tiene todo lo que siempre soñé encontrar en un hombre. Pero ve que complicada estoy, hace apenas dos meses dejé a mi esposo y me reencontré con mi primer amor que creí que era el amor de mi vida y al mes ya me estaba involucrando con Julián. Y por involucrarme no me refiero a acostarme con él, bueno también eso —aclaré y mi amiga se soltó a reír —me refiero a sentimentalmente, me refiero a que me enamoré Vicky, y eso me hace sentir mal porque Alberto piensa que algún día tendremos nuevamente la oportunidad de estar juntos y no es así, siento que le fallé.—Sí que eres tonta —me reprendió mi amiga —tú conoces a Alberto mejor que nadie, él estaría fel
—Ya mi amor, tranquila, yo estoy contigo y si ves nadie te juzga, solo ella y se ha ido.—Y ya no me importa si me juzga o no, me duele saber que no se arrepiente de nada y que sigue repartiendo culpas sin mas.—Entonces ven, tu familia nos espera para comer.Mis abuelos habían perdido la batalla con ella, intentaron que fuera distinta y no lo lograron, quizá por eso es que me querían tanto a mi, por darme un poco de lo que me faltó con ella. Hay mujeres en las que el instinto de maternidad no despierta jamás, y está bien, son madres no tan lindas y amorosas, pero no le chingan la vida a los hijos, que pesar que no haya sido ese mi caso.Mi madre se fue de la casa de mis abuelos, nosotros nos quedamos en familia conviviendo y disfrutando, para ese momento de mi vida yo ya tenía claro y entendido que mi relación con mi mamá jamás pasaría de compartir los lazos sanguíneos, supe que familia no es solamente de sangre, y que muchas veces ellos te dan la espalda.—Me gusta tu familia —me dij
Me hizo llorar con sus palabras, pero porque me estaba dando una lección increíble de amor propio, él estaba reconstruyendo todo lo que fui, y quizá ni siquiera alcancé a ser, porque el menosprecio a mi persona y a lo que era no venía del que fue mi pareja por años, venía de mi madre, desde la cuna y sin embargo Julián me estaba enseñando a pasar página y a sanar esas heridas que ellos me causaron, pero que fueron porque yo les permití que las hicieran y me estaba enseñando a hacerlo con amor y confianza en mi misma. Lo corroboré justo esa noche, poco después de haber leído mi cuaderno, la temperatura se elevó bastante luego de unos besos.—Desnúdate —me pidió y mi rostro fue de incredulidad, estábamos en la terraza de la casa y si bien era de madrugada y estaba oscuro, también era posible que alguien nos viera.—¿Cómo crees? ¡¿Aquí?!—Aquí —dijo mientras me atraía mas a él, me quitó la frazada que llevaba y al sentir el frío mis senos respondieron de la forma en que tanto le gustaba,
Por días no coincidimos casi en la oficina con Julián, él salía temprano a audiencias y yo básicamente eran negociaciones, ya que me dejó gran parte de asuntos laborales.Esa semana me reuní con el abogado y las mujeres que la empresa había despedido y llevaba ya un proyecto de negociación y otro de la demanda. La empresa como era de esperarse pretendía reinstalarlas en su empleo y bajo las mismas garantías y condiciones, esa era su propuesta y la rechazamos para presentar la nuestra.—¿No cree que es demasiado? —Me preguntó el abogado, mas o menos de la edad de Julián, pero de gesto duro y nada, pero nada atractivo.—Usted dígame ¿No cree que son injustos? Sabe que no es compromiso aceptar, es solo una opción que le planteo para evitar el litigio, están en su derecho a negarse.—Los dueños no van a estar de acuerdo —refutó.—Lo se. Si fueran tantito justos y considerados no habríamos llegado a esto. Usted sabe lo que pediré en el juicio y sabe también que no tienen ni la mas mínima po
¡Dios santo! Me sentó en su cara y lo que pasó después no necesito describirlo, solo debo decir que toda mujer en el mundo debería tener un Julián en su vida y ser una Mandy para provocar en su hombre todo deseo sucio y perverso que pase por su mente para ser realizado con ella.El día del encuentro con Arturo y su hermana llegó. Julián no me dejó ir sola y prefirió que fuera en su departamento, en una zona de prestigio de la ciudad, había estado unas veces ya ahí, pero prefería la calidez de mi casa y él accedió a estar allá.—Tranquila, todo saldrá bien. Según me dices la hermana es razonable y yo no me separaré de ti ni un instante.No necesitaba nada mas que escucharle decir que no me dejaría sola. Tocaron el timbre y la señora que se encargaba del departamento abrió y los hizo pasar hasta la sala. Marcia me abrazó y fue sincera en su gesto, Arturo se limitó a mirarnos con rabia.—Bien. A lo que venimos, que es la negociación sobre el divorcio.—¡No hay divorcio! —Dijo Arturo de ma
Pasaron unos días y Romero me llamó para avisarme que ya Arturo había firmado el divorcio y que solo quedaba esperar a que nos fuera entregada la resolución definitiva.He de confesar que sentí algo de pesar y no por el hecho de separarme de él, es que no deja de ser un fracaso. Intentar algo y que no salga bien es eso, un fracaso y yo no estaba acostumbrada a eso, jamás fracasé en nada y venía a ser justo esto lo que me daba para abajo.—Mandy —escuché su voz llamarme desde la entrada, yo estaba metida en la cama con Emilio viendo "El rey León" por enésima vez en la semana.—Aquí estamos —le respondió Emilio —ven a ver la peli de hoy con nosotros. Lo escuché merodear por la cocina y luego apareció con una manzana en su mano, la camisa suelta en los primeros dos botones y las mangas hasta los codos, me miró y luego le sonrió a Emilio.—¿Me haces un lugar? —Me preguntó sentado a mis pies y yo me recorrí un poco para que él se acostara a mis espaldas.Metió su brazo bajo mi cabeza y con
Tomé el auto y fui sin rumbo, manejé por largo rato sin percatarme de tiempo ni lugar, hasta que me alertó la lucecita que me avisaba que estaba solo con la reserva del tanque.—¡Puta madre! Solo eso me faltaba, que idiota que soy.Estaba fuera de la ciudad y francamente no me ubicaba muy bien, por fortuna quedé cerca de un hotel modesto a orilla de la carretera y entré a preguntar por la estación mas cercana. —Unos veinte kilómetros mas adelante hay una que está abierta las 24 horas —me dijo el joven que atendía en recepción —eran ya cerca de las once de la noche y me sentía un poco perdida, ni de broma llegaría veinte kilómetros mas solo con la reserva. —¡Joder! Solo a mi me pudo pasar esto.—¿Disculpe? —Nada, pues deme una habitación.—Claro señorita, ya mañana podrá tomar un camión o vemos la manera de auxiliarla.—Gracias.Me llenó una hoja simple con mis datos y le pedí para una llamada, mi teléfono se había descargado y quizá Julián me habría estado llamando. Desconfió un poc
—Te escucho, princesa —insistió. —Me gustaría correr riesgos, hacerlo en algún lugar público —le dije sin titubeos.—Excitante.—Lo se. También me llama la atención un trío ¿Sabes?—¡Genial! Tú, yo… ¿Y quién mas? ¿Hombre? ¿Mujer?No podía creer que pasé de ser la esposa de alguien para quien disfrutar del sexo era eyacular dentro de mi sin importar si yo me sentía cómoda o no, a estar con alguien para quien eyacular era algo simple y llano, para Julián eso no era el fin, era solo parte de algo, y podía venir a mitad de la sesión o al final o simplemente en ambas ocasiones, no terminaba de asombrarme su capacidad para recuperarse entre un round y otro, me resultaba increíble estar con un hombre que no tenía el mínimo inconveniente en compartirme con alguien mas.—No lo se, nunca me lo había planteado como una posibilidad, solo me llamaba la atención y ya.—Pero ¿hombre o mujer?—¿Aceptarías que otro hombre entrara en nuestra vida?—No. Aceptaría que otro u otros te follaran, quizá mien