Después de acomodar nuestras cosas en la habitación, Emir y yo nos preparamos para salir a cenar. Nos dirigimos a un restaurante cercano que Emir había recomendado. La comida fue deliciosa y la conversación fue fluida. Después de cenar, Emir me miró— ¿Qué te parece si vamos a un lugar para bailar un rato?— Me encantaría — respondí, emocionada.Emir sonrió.— Conozco el lugar perfecto. Vamos al Coco Bongo.Me sorprendió. El Coco Bongo era el club más famoso de Cancún, conocido por sus shows y su ambiente animado.— ¡Genial! — dije, entusiasmada.Nos dirigimos al club y, después de un breve tiempo en la fila, entramos. Una vez dentro del Coco Bongo, fuimos recibidos por el ruido ensordecedor de la música y las luces estroboscópicas que iluminaban el lugar. El ambiente estaba electrizado, con gente bailando y disfrutando de la noche en cada rincón. Emir se dirigió hacia el bar, sorteando a la multitud con facilidad, y me hizo una señal para que lo siguiera.— ¿Qué te parece si pedimos
Me sentí un poco confundida por el cambio repentino en su comportamiento, pero no dije nada. Simplemente asentí y lo seguí fuera de la discoteca. Estaba con mis sentimientos a flor de piel, el calor del baile, el alcohol y su aroma habían subido en mí, dejándome con una sensación de vulnerabilidad y excitación. El contacto de su mano con la mía era como un rayo de electricidad que recorría todo mi cuerpo. — Vamos a tomar un taxi — me dijo Emir, mientras sacaba su teléfono para pedir uno. En unos minutos, el taxi llegó y nos subimos. Durante el trayecto, el silencio entre nosotros era palpable. Yo no sabía qué pensar, si Emir estaba arrepentido del beso o si simplemente quería protegerme de mí misma. Pero lo que sí sabía era que mi cuerpo aún estaba vibrando con la energía del baile y del beso, y que su cercanía me hacía sentir cosas que no podía ignorar. En cuanto entramos en la habitación del hotel, Emir cerró la puerta detrás de nosotros y se dirigió hacia el baño para refres
Me desperté con la luz del sol que entraba por la ventana, sintiendo un poco de dolor de cabeza por el alcohol de la noche anterior. Me estiré y miré alrededor, recordando lo que había pasado. Emir aún estaba durmiendo en la cama, con solo una sábana que cubría parte de su cuerpo.Me levanté y fui al baño a refrescarme un poco. Cuando salí, Emir seguía durmiendo, y no pude evitar mirarlo. La sábana solo cubría parte de su cuerpo, dejando al descubierto su pecho y sus hombros. Me sentí un poco tentada a acercarme y besarlo, pero no quería despertarlo.En lugar de eso, decidí ir a buscar un poco de café y agua para desayunar. Mientras preparaba el café, no podía dejar de pensar en lo que había pasado la noche anterior. Me sentía un poco confundida, pero también sabía que no podía negar mis sentimientos por Emir.Cuando regresé con el café, Emir empezaba a despertar. Me miró con una sonrisa y se estiró, dejando caer la sábana al suelo. Me sentí un poco sorprendida, pero también emocionad
Emir Después de mi confesión, el aire en la habitación parecía vibrar con una nueva energía, como si las palabras hubieran desatado un torrente de emociones contenidas. Emily me miraba con una mezcla de sorpresa y curiosidad, como si estuviera tratando de procesar mis palabras y descifrar el significado detrás de ellas. Su rostro estaba iluminado por la luz suave que se filtraba por la ventana, destacando la delicadeza de sus facciones y la profundidad de sus ojos. Yo sabía que había sido un riesgo abrirme con ella de esa manera, pero no podía seguir guardando mis sentimientos por más tiempo. Me levanté de la cama, sintiendo una sensación de liberación al fin de poder ser honesto con ella. Me acerqué a Emily, viendo la confusión en su mirada, pero también una chispa de esperanza. La abracé suavemente, sintiendo su cuerpo cálido contra el mío, y el olor a lavanda de su perfume, que me envolvía en un aura de calma y serenidad. Le di un beso suave en la frente, y luego le dije: —Va
—¿Dónde estará Emir? —me pregunté a mí misma mientras salía del spa, sintiendo una sensación de renovación y tranquilidad que no había experimentado en mucho tiempo. El sol de Cancún comenzaba a ocultarse en el horizonte, pintando el cielo de tonos rosados y anaranjados sobre el mar Caribe. El chofer me esperaba fuera, sonriendo educadamente mientras me abría la puerta del auto.Me subí y me acomodé en el asiento, mirando por la ventana mientras nos alejábamos del spa y nos adentrábamos en la vibrante ciudad de Cancún. La carretera nos llevó a lo largo de la costa, con el sonido de las olas y el viento en mi cabello. El hotel zone se veía impresionante con sus luces y rascacielos, y pronto llegamos al Grand Park Royal, nuestro hotel.Mi mente comenzó a imaginar posibles explicaciones por la ausencia de Emir. ¿Por qué no vendría a recogerme? La ansiedad comenzaba a reemplazar la tranquilidad que había sentido en el spa. Pensé en nuestra conversación de la mañana, en cómo Emir me había
Queridos lectores, Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a cada uno de ustedes por haber acompañado a 'Llegaste a mí' hasta este punto. Me emociona saber que están disfrutando de la historia y que están invertidos en los personajes. Me gustaría saber ¿cómo les va hasta ahora? ¿Qué les parece la trama? ¿Hay algún personaje que les haya robado el corazón? Me encantaría escuchar sus opiniones y pensamientos sobre la historia hasta este momento. Sus comentarios me ayudan a mantener la motivación y a seguir creando una historia emocionante para ustedes. ¿Qué les parece si comparten sus impresiones? ¿Qué esperan para los próximos capítulos? Estoy ansiosa por leer sus comentarios. Gracias por ser parte de este viaje literario. Con cariño, Kya_Ayc..
EmirLa llevé a cenar a un lugar privado, rodeado de palmeras altas y con vista panorámica al mar Caribe. El sol se había ocultado, dejando tras de sí un cielo pintado de tonos rosados y anaranjados. La luna llena emergió, iluminando el cielo y reflejando su brillo en el agua. La mesa estaba puesta con un mantel blanco como la nieve, cubiertos de plata brillante y cristalería fina que centelleaba bajo la luz de las velas.Un ramo de rosas rojas y pétalos de rosa decoraban el centro de la mesa, creando un ambiente romántico y íntimo que parecía sacado de un sueño. Emily se veía radiante con el vestido que le había comprado, su cabello brillaba como oro bajo la luz de las velas y sus ojos resplandecían con felicidad.—Es perfecto —dijo, sonriendo, mientras se sentaba en su silla con una elegancia que me robó el aliento.—Quería que fuera especial —respondí, sonriendo también, mientras me sentaba frente a ella, ansioso por compartir este momento con la mujer que amaba.La cena era un fes
AnaMe sentía flotando en una nube de felicidad y amor. El anillo de compromiso brillaba en mi dedo, recordándome la promesa que Emir me había hecho. Me sentía como la mujer más afortunada del mundo.—Sí, quiero —había dicho, y ahora podía sentir la emoción y la certeza de mi respuesta. Emir me sonreía, sus ojos brillaban de felicidad y amor. Me tomó de la mano y comenzamos a caminar de regreso a su mansión, bajo la luz de la luna y las estrellas.—Te amo —dije, mirándolo a los ojos.—Te amo también —respondió, besando mi mano.Mientras caminábamos, Emir comenzó a hablar sobre nuestros planes de boda. —Quiero que sea una ceremonia íntima, solo con familiares y amigos cercanos —dijo, su voz llena de emoción.—Me encanta esa idea —respondí, sonriendo—. ¿Y dónde quieres que sea?—En el jardín de mi mansión —dijo, su mirada soñadora—. Es un lugar especial para mí, y quiero compartirlo contigo.—Me encanta —dije, imaginando la escena—. Será perfecto.—Y después de la ceremonia, podemos hac