Verdades que lastiman

Me giré para salir del cuarto de mi hija cuando me encontré con Becca apoyada en la puerta observándonos.

—¿Qué haces? —pregunté intrigado.

—Guardo momentos.

—¿Guardas?

—Sí, para cuando no los tenga.

—No pienses en esas cosas. Estaremos bien. Lo prometo amor.

La tomé entre mis brazos y la estrujé con cariño. Cruzó sus brazos en mi cintura y yo acaricié su cabello. La tomé de la mano y la dirigí a la habitación.

—Quítate la ropa —le indiqué mientras me sentaba en la cama a observarla.

—¿Qué? —dijo con el rostro preso de la vergüenza.

—Ya me oíste, desnúdate para mí. Dame un momento para guardar en mi memoria.

Mordió su labio dubitativa y lentamente comenzó a moverse al ritm

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP