Los días habían comenzado a pasar, y Renzo ni siquiera estaba seguro del cambio radical en la actitud de su madre. Ella no mencionó a Luisana para nada, ni tampoco a los artículos que aún continuaban circulando por internet.—No sé si me da más miedo que ella esté en silencio o que maldiga a los cuatro vientos —menciona Lena mientras comienza a caminar, atrayendo el caballo hacia el establo.—Nunca puedo dejar de pensar que ella trama algo. ¿Simplemente le dije que me iba y dejó de molestarme?—Te sorprenderías todo lo que ella puede hacer para que te mantengas en el negocio. Dijo muchas veces cuánto quería que continuaras con esto —la mujer hace una mueca mientras sacude sus manos, había dejado al caballo en su lugar después de un largo paseo—Lo que le dije no era mentira. No estoy seguro de nada de todo esto. Nunca voy a tener una vida normal y la verdad es que ni siquiera lo veo para mí.—Entiendo. Al menos no la ilusiones, decile las cosas como te parezcan, pero Claudia ahora mis
La mujer traga saliva cuando ve asomarse aquella sonrisa encantadora. Él caminaba muy seguro hacia ella, su mirada penetrante en su dirección, ella podía decir que de cierta manera lo había extrañado.—Hola —le dice él con calma—. Pensé que podría encontrarte en este lugar.—Al parecer tuviste razón —ella relame sus labios cuando lo mira—Mi día de suerte. Te ves hermosa —la mujer sonríe y aclara su garganta, cuando nota la mirada divertida de su amigo—Oh, tengo que presentarte a alguien. Él es Luca, mi mejor amigo. Luca, él es Renzo.El hombre se gira para mirarlo, ofreciéndole su mano en saludo. Él había sido todo lo que se imaginaba para que su amiga realmente estuviera interesada. —Un placer conocerte, me han hablado de ti —dice con diversión—¿Ah sí? —el hombre sonríe y le da una rápida mirada—. Estoy encantado con la información. ¿Tú eres el que trabaja con ella?—Oh, sí. Tu eres el chico de la revista —el hombre sonríe—Imaginé que habías visto la noticia. ¿Realmente todo el
Lena estaba inquieta en su departamento, hoy era la noche en donde se encontraría con aquella persona. No sabía si iba a estar preparada para la reunión, o siquiera para leer aquella información sobre la muerte de su padre, pero sí estaba segura de que todo esto podría cambiar el rumbo de la historia.Cuando su celular suena, ella se pone nerviosa al ver que era un número desconocido. —¿Hola? —Soy yo. Estoy a punto de salir, así que te veo en la plaza que está a dos calles de tu casa. Lleva el dinero —la persona se aclara la garganta—. Ven sola, y quedate tranquila que cuando me veas y me reconozcas, vas a saber que no tenés que temer.La llamada se terminó y una docena de dudas vinieron a su mente. No estaba segura de quién podría ser la persona, porque el audio se escuchaba un poco alejado, pero casi estaba segura de que se trataba de una mujer.¿La conocía?Mientras tomaba el bolso con el dinero, ella pensó en la posibilidad de que sea alguna de las mujeres que trabajaba con Clau
Luisana se sentía tan asustada con todo lo que ocurría a su alrededor que ni siquiera fue capaz de gritar. Esto para ella no era nada normal, en cambio para Renzo era algo que se podía esperar, su madre lo había entrenado, quiera o no, para que en este tipo de situaciones mantenga la calma.Todo lo relacionado con Claudia con respecto a la crianza de su hijo, para alguien ajeno a su mundo, era un terrible horror. Renzo sabía manipular un arma desde los quince, había aprendido defensa personal desde que era un niño, también había visto cosas horribles como dos hombres peleando por un malentendido con la mercancía, incluso uno de ellos estuvo al borde de la muerte. Eso es algo que para cualquier niño de su edad era un error, Renzo no tendría que porqué haber visto muchas cosas y ese era el motivo que lo hizo también querer alejarse de allí.Quizás otra persona, con otras metas y aprovechando el poder que su madre tenía podría ser fácilmente el dueño de todo, sabiendo que jamás le faltar
Mariano se abre paso hacia el salón, con el ceño fruncido y su corazón latiendo con frenesí. Había escuchado toda la explicación de Renata, y a pesar de no entender absolutamente nada, necesitaba saber qué es lo que estaba ocurriendo con su hija.Claudia se sorprende por su interrupción, lo que menos quería era que Mariano se enterara de lo que estaba pasando. Sin embargo, ahora no tenía cabeza para estar preocupándose por si su amigo se enteraba o no en lo que estaba metida, su hijo estaba en peligro.—Espera un minuto, Mariano —le dice Claudia mientras se gira para ver a Carlos— ¿Qué es lo que van a hacer con él?—No lo sé, pero tenemos que buscarlo —le dice el hombre—No entiendo lo que está ocurriendo. ¿Por qué quisieron secuestrar a mi hija? ¿Qué pasa? —pregunta Mariano, acercándose más a ellos—Mariano, por favor. Dame un minuto —dice Claudia mientras aprieta los dientes—Es mi hija a la que se llevaron. ¡Quiero saber lo que pasa!—¿Quién mierda te piensas que eres para estar gr
Renzo se reía por las palabras del mexicano, sabiendo que no tenía una mierda de idea de lo que era su madre. Él sí que lo sabía, había visto a su madre armando estrategias para que ni siquiera la misma policía federal pudiera atraparla, por lo que no entendía como es que un tipo como él pensaba que podía darle algún tipo de lección. —¿En serio lo crees? —pregunta divertido—. Mierda. Te juro que a mí muchas cosas de las que hace mi madre no me gustan para nada, pero sé demasiado para que te crea el hecho de que quieras hacer algo en contra de ella y penses que te va a salir bien.—¿En serio? —el hombre sonríe y se cruza de brazos—. ¿Sabes lo que nunca le pasó a tu mamá? —Ruko se acerca a él y se agacha a su altura—. Perder a un hijo. Todo el mundo sabe la debilidad que tiene por ti, ella sí que no tiene una mierda de corazón, menos cuando se trata de ti.—¿Y de verdad querés matarme solo para darle una lección? ¿En qué clase de mierda te convierte eso?—Me convierte en alguien que cu
Mario estaba inquieto en la oficina de arriba, no había entendido nada de lo que pasó con su tío. Ciertamente no tenía idea de muchas cosas, y en cuanto el hombre entró lo primero que hizo fue atacarlo con preguntas.—¿Cómo que ese pendejo estuvo con Catalina? —Ruko lo mira y pone los ojos en blanco—¿Eso es lo más inteligente que vas a preguntar?—Es que no entiendo, ¿Desde cuándo carajo lo conoces? ¿Por qué no me lo dijiste?—Eso te tiene que importar poco, cabrón. ¿No querías que Renzo se aleje de tu novia? Ya lo conseguiste, pendejo. Esa mujer ahora sabe la verdad y no va a querer saber nada con él, deja de llorar.—Dijiste que lo querías, cabrón.—Renzo siempre fue un buen tipo, en la época que todavía estaba todo bien con el comandante él era un gran amigo de tu prima. Siempre la cuidó, en un momento comenzaron a tener algo más, y ni aun así me decepcionó. Nosotros la cagamos, no tengo nada en contra de él.—Increíble. Ahora todo se ha ido a la mierda.—No seas pendejo. Tuviste
La situación de Martínez era difícil, le había costado demasiado que José se rompiera hacia él para poder recibir su ayuda y veía que Lena no sería un caso fácil tampoco. El asunto allí era que la mujer aún mantenía mucha relación con su madrastra, por lo que veía las cosas difíciles desde su punto de vista.Más allá de eso, necesitaba intentarlo porque no se podía confirmar solo con tener una agente con ellos, sino que, a alguien de confianza metida en el caso, sería lo que terminaría de sellar el fin de Claudia.—¿Puedo pasar, señorita Antana? —pregunta el hombre mientras mantiene un sobre—Disculpe, pero preferiría que hablemos aquí —la mujer aclara su garganta y sale hacia el pequeño pasillo, dejando la puerta entreabierta del departamento— ¿Sucedió algo?—Necesito hablar con usted sobre un asunto serio. Se trata de su relación con Claudia Herrera. Tengo entendido que su padre estaba casado con ella, el señor José Antana hacía tiempo que estaba en la vida de Claudia.—Si, así es.