Mariano se abre paso hacia el salón, con el ceño fruncido y su corazón latiendo con frenesí. Había escuchado toda la explicación de Renata, y a pesar de no entender absolutamente nada, necesitaba saber qué es lo que estaba ocurriendo con su hija.Claudia se sorprende por su interrupción, lo que menos quería era que Mariano se enterara de lo que estaba pasando. Sin embargo, ahora no tenía cabeza para estar preocupándose por si su amigo se enteraba o no en lo que estaba metida, su hijo estaba en peligro.—Espera un minuto, Mariano —le dice Claudia mientras se gira para ver a Carlos— ¿Qué es lo que van a hacer con él?—No lo sé, pero tenemos que buscarlo —le dice el hombre—No entiendo lo que está ocurriendo. ¿Por qué quisieron secuestrar a mi hija? ¿Qué pasa? —pregunta Mariano, acercándose más a ellos—Mariano, por favor. Dame un minuto —dice Claudia mientras aprieta los dientes—Es mi hija a la que se llevaron. ¡Quiero saber lo que pasa!—¿Quién mierda te piensas que eres para estar gr
Renzo se reía por las palabras del mexicano, sabiendo que no tenía una mierda de idea de lo que era su madre. Él sí que lo sabía, había visto a su madre armando estrategias para que ni siquiera la misma policía federal pudiera atraparla, por lo que no entendía como es que un tipo como él pensaba que podía darle algún tipo de lección. —¿En serio lo crees? —pregunta divertido—. Mierda. Te juro que a mí muchas cosas de las que hace mi madre no me gustan para nada, pero sé demasiado para que te crea el hecho de que quieras hacer algo en contra de ella y penses que te va a salir bien.—¿En serio? —el hombre sonríe y se cruza de brazos—. ¿Sabes lo que nunca le pasó a tu mamá? —Ruko se acerca a él y se agacha a su altura—. Perder a un hijo. Todo el mundo sabe la debilidad que tiene por ti, ella sí que no tiene una mierda de corazón, menos cuando se trata de ti.—¿Y de verdad querés matarme solo para darle una lección? ¿En qué clase de mierda te convierte eso?—Me convierte en alguien que cu
Mario estaba inquieto en la oficina de arriba, no había entendido nada de lo que pasó con su tío. Ciertamente no tenía idea de muchas cosas, y en cuanto el hombre entró lo primero que hizo fue atacarlo con preguntas.—¿Cómo que ese pendejo estuvo con Catalina? —Ruko lo mira y pone los ojos en blanco—¿Eso es lo más inteligente que vas a preguntar?—Es que no entiendo, ¿Desde cuándo carajo lo conoces? ¿Por qué no me lo dijiste?—Eso te tiene que importar poco, cabrón. ¿No querías que Renzo se aleje de tu novia? Ya lo conseguiste, pendejo. Esa mujer ahora sabe la verdad y no va a querer saber nada con él, deja de llorar.—Dijiste que lo querías, cabrón.—Renzo siempre fue un buen tipo, en la época que todavía estaba todo bien con el comandante él era un gran amigo de tu prima. Siempre la cuidó, en un momento comenzaron a tener algo más, y ni aun así me decepcionó. Nosotros la cagamos, no tengo nada en contra de él.—Increíble. Ahora todo se ha ido a la mierda.—No seas pendejo. Tuviste
La situación de Martínez era difícil, le había costado demasiado que José se rompiera hacia él para poder recibir su ayuda y veía que Lena no sería un caso fácil tampoco. El asunto allí era que la mujer aún mantenía mucha relación con su madrastra, por lo que veía las cosas difíciles desde su punto de vista.Más allá de eso, necesitaba intentarlo porque no se podía confirmar solo con tener una agente con ellos, sino que, a alguien de confianza metida en el caso, sería lo que terminaría de sellar el fin de Claudia.—¿Puedo pasar, señorita Antana? —pregunta el hombre mientras mantiene un sobre—Disculpe, pero preferiría que hablemos aquí —la mujer aclara su garganta y sale hacia el pequeño pasillo, dejando la puerta entreabierta del departamento— ¿Sucedió algo?—Necesito hablar con usted sobre un asunto serio. Se trata de su relación con Claudia Herrera. Tengo entendido que su padre estaba casado con ella, el señor José Antana hacía tiempo que estaba en la vida de Claudia.—Si, así es.
Martínez había llegado a su oficina mientras aún pensaba en Lena Antana, había visto su reacción, sabía de muy buena fuente que ella había gestionado para Claudia en el último tiempo, él mismo hizo el trato con José para que ella quedara fuera de todas las investigaciones, pero era muy difícil convencerla de que los ayudara.Lena estaba a la defensiva y la única esperanza que tenía era que leyera lo que le había dejado, allí explicaba bien que José había firmado un poder para que pudiera operar en contra de Claudia.Se sentía frustrado por todo el trabajo que había hecho con anterioridad como para que las cosas volvieran al principio otra vez. El círculo de Claudia Herrera era demasiado reducido y era muy difícil entrar, solo una agente pudo hacerlo hace menos de un año y todavía no había conseguido demasiado.—Lamento mucho decirte que si no se encuentras pruebas concretas, entonces tendremos que cerrar el caso—Señor, Gabriel. Por favor, estoy seguro de que podemos tener un poco más
Todo había quedado en completo silencio después de que los hombres de Ruko se hayan retirado al terminar la llamada. Todo había sido demasiado tenso, principalmente cuando Renzo comenzó a pensar que su madre nunca entregaría ningún negocio, por lo que ahí solo correría sangre,Si Ruko llamaba en la noche, entonces tenía que pensar en algo para que pudiera al menos tener con qué defenderse. Él sabía muy bien que su madre siempre tenía sus trucos para terminar de hallar una respuesta, por lo que seguramente interrumpiría el lugar cuando nadie se lo espere.El hombre se gira para mirar a Luisana, quien estaba con las rodillas arriba y la cara enterrada en ellas, esperando poder hacer que el tiempo pasara más rápido. Nunca había estado en una situación similar, todo era una completa mierda.—Perdoname.La voz de Renzo se escuchó, haciendo eco en aquel silencio tan atroz. Luisana pareció ni siquiera inmutarse con sus palabras, pero la realidad es que estaba aguantando las lágrimas mientras
Claudia estaba a punto de reunirse con su socio cuando escucha a su hijastra acercarse.—¿Por qué nadie me dijo lo que estaba pasando?Claudia se gira sobre sus pies cansada, esperando realmente tener una pizca de paciencia después de lo que tuvo que pasar en la noche. Hoy no estaba para los caprichos de la mujer, principalmente si sabía que su cabeza solo debía estar en lo que ocurriría en la noche.—Pensé que dijiste que querías deshacerte de nosotros. Eso incluye todo, Lena.—¿Me estás hablando en serio? Porque quiero creer que no —Lena frunce el ceño—Querida, ¿No te parece que hay demasiados problemas como para que comiences con uno más?Lena lo pensó de nuevo, creyendo que quizás lo mejor era entrar por otro lado. Había visto el rostro cansado de Claudia cuando entró, por lo que supuso que había dormido mucho menos que ella en la noche.La mujer dejó salir el aire contenido y bajó la guardia, mirando a su madrastra tomar un vaso de agua mientras caminaba hacia el comedor. Ella l
Todo estaba siendo demasiado bueno para ser verdad y Ruko lo sabía a la perfección. No es que fuera un hombre muy negativo, sino que se definía más como alguien realista.El asunto era que todo lo relacionado a Claudia le pareció precipitado, la mujer aceptó muy rápido el acuerdo y creyó por un momento que algo había detrás de ello. Si, era su hijo y lo quería demasiado, pero entregar todo el negocio sin titubear era algo que hacía mucho ruido en su cabeza.—¿Por qué estás haciendo esto si te dijo que aceptaba?Ruko no se había conformado con dejar las cosas así, tuvo que ir hacia el despecho y ordenar que sacaran a Renzo de donde estaba. Ya lo habían golpeado y maltratado cuando lo llevaron a almorzar, pero sabía que tenía que hacer algo más para presionar a Claudia desde ese lado.Ahora Renzo estaba colgado, con los brazos extendidos y el torso desnudo, siendo observado por Luisana que se horrorizaba cada vez más de todo lo que estaba pasando.—No sé por qué presiento que tu madre e