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Capítulo 4: Fiesta de Bienvenida

A pesar de qué el hombre era muy atractivo, no tenía la confianza para coquetear con él. Normalmente, se sentiría más cómodo con Omegas o Betas.

Los Omegas están supuestos a salir solo con Alfas, pero hay ocasiones donde salen con Betas si sienten alguna atracción. Sin embargo, cuando les llega su celo necesitan de un Alfa para calmar sus feromonas.

Por esta misma razón era muy raro ver un Alfa coqueteando tan intensamente con un Beta. Biológicamente no tenía sentido, ya que no emiten feromonas y no pueden quedar embarazados —por lo que Jun no entendía por qué tenía tanto interés en él. 

"¿De qué familia eres?" Preguntó el hombre con una sonrisa mientras daba un sorbo a su copa.

No hablaba de su familia con nadie, así que no quería mencionar el apellido del que su padre se sentía tan orgulloso. Preferiría evitar que alguien le hiciera preguntas innecesarias —como el hecho de que no sabían que había un Beta en la familia.

"Me llamo Junne," dijo extendiendo su mano para saludar al hombre. "Junne Castillo. Estoy aquí como representante de uno de los departamentos de Blue Sky."

"Interesante. No sabía que Blue Sky tenía empleados tan hermosos."

Respondió apretando su mano suavemente para luego soltarla. Casi vira los ojos sabiendo que este hombre probablemente ni reconocía el nombre de la empresa. Era una compañía que apenas estaba subiendo en el mercado.

"Yo soy Ivan Kuznetsov, CEO de XZ Enterprises." Continuó diciendo.

La reconoció inmediatamente, ¿quién no podría reconocer una de las empresas más importantes en esta industria? Era la única que le hacía competencia al conglomerado Russeau & Andriano, que ahora pertenecía a Brendan Russeau y que hizo adquisición de Blue Sky.

El hombre —Ivan, se la pasó todo el rato hablando de su compañía y de los contratos multimillonarios que había obtenido. Tratando de llenarle los ojos con sus palabras, pensando que así lo llevaría a la cama.

Jun solo permaneció sentado allí bebiendo de su copa y fingiendo estar interesado en la conversación, cuando un ruido estalló entre los invitados. Volteando su mirada hacia el sonido pudo ver a qué se debía el alboroto.

Un hombre alto con un traje de diseñador perfectamente a su medida acababa de entrar al salón. Piel bronceada, cabello castaño oscuro y ojos dorados que parecían hipnotizar a cualquiera fueron el enfoque de muchos.

Brendan.

"Y aquí llegó el hombre más esperado..."

Dijo Iván mirando al Alfa mientras saludaba a altos funcionarios y empresarios, quienes no paraban de tratar de llamar su atención. Pudo notar que el tono en que lo dijo no era amistoso.

Parece que la competencia de estos dos no es solo a nivel empresarial. 

Pensó, viendo la expresión de desprecio en la cara de Ivan.

Después de varios minutos, su mirada se enfocoó hacia donde se encontraban. El Alfa caminó al bar y, sin siquiera mirarlo, dirigió su palabra al Alfa.

"Veo que los malos hábitos no cambian, Ivan." Dijo al llegar, para luego hacerle una seña al camarero. "En vez de formar amistades que puedan ayudarte en el futuro, solo estás aquí tratando de conseguir tu siguiente puta."

Que demonios.

Ivan solo lo miró por unos instantes con una intensidad en sus ojos que daba un poco de miedo. Lamentablemente, quien estaba frente a él era un Alfa dominante y, no podría intimidarlo como esperaba.

"Veo que sigues conservando tu humor crudo. Pero, ¿no crees que es un poco grosero llamar puta a uno de tus empleados? Respondió con una sonrisa forzada, extendiendo su mano brevemente hacia él.

"Lo sería si toma en serio tus mediocres avances," Dijo, volteándose a mirarlo. "¿No es así?

Jun no supo qué responder al sentirse acorralado y, ante el hecho de que Brendan estaba esperando, su respuesta.

"... Cierto." Sonrió suavemente mientras tomaba un sorbo de su bebida, con la esperanza de que le ayudara a humedecer su garganta que de repente estaba seca.

Ivan no retiró la sonrisa forzada, y sacó una pequeña y elegante tarjeta del interior de su chaqueta. Se la pasó a Jun, arrastrándola en la mesa e intencionalmente tocando su antebrazo.

"Este es mi número," Lo miró a los ojos con un deseo que le dio un poco de escalofríos. "Siéntete libre de llamarme para lo que sea." Y le guiñó un ojo.

Pudo verlo virando los ojos como si hubiese escuchado un estúpido comentario. Ivan se retiró sin siquiera despedirse del Alfa, y se unió a la conversación de un grupo de personas con una sonrisa resplandeciente en su rostro.

"Parece que cada vez que nos vemos un Alfa está involucrado de una forma u otra," dijo mientras retiraba de la mesa el trago que le habían servido. "¿No sabes cómo mantener las piernas cerradas o qué?"

"Señor Russeau, la última vez... todo fue un malentendido," Respondió nerviosamente. "Solo tuve un pequeño altercado con un Alfa en el baño."

El Alfa lo miró por unos instantes que se sintieron como horas, su mirada recorrió su cuerpo como un depredador observando su presa. Se tomó el último sorbo que quedaba de su trago y colocó la copa en la mesa.

Se percató que desde la primera vez que se conocieron se sentía un tanto extraño cuando estaba alrededor del Alfa. No tenía forma de explicar lo que sentía, pero no paraba de estar nervioso y sentir escalofríos cada vez que lo miraba con esos ojos dorados.

Es extraño.

"Noah no pudo asistir hoy, así que serás mi acompañante por esta noche," Dijo dándose la vuelta para retirarse. "Sería un desperdicio que te quedes aquí sentado, cuando estás llamado tanto la atención."

Diciendo esto, el Alfa se dirigió a la multitud mirando brevemente a su derecha cuando sintió que no lo estaba siguiendo. Al darse cuenta de esto, Jun tomó la tarjeta que Ivan le había pasado y empezó a caminar al lado del Alfa, mientras este se movía con elegancia saludando y conversando con los invitados.

La noche pasó tranquilamente mientras recibía proposiciones de negocios y otras no tan de negocios de parte algunos. A pesar de que muchos eran un poco agresivos con las insinuaciones, medían sus palabras. Recibió algunas miradas de desprecio de parte de muchos de los Omegas, y pensó que era un poco gracioso.

"Brendan, ha pasado un tiempo,"

Dijo un hombre de mediana edad, quien sostenía una copa de champán en su mano derecha y, un hermoso chico de cabello largo y negro se aferraba a su brazo izquierdo. Un Omega.

"Armin," Saludó el Alfa. "Así es. Pero veo que estás muy bien acompañado, como siempre." Continuó, con una sonrisa elegante mientras miraba al Omega, el cual se sonrojó hasta el cuello al escuchar el halago.

Armin se rio y lo miró por un momento.

"Es una belleza, ¿no es así?" Refiriéndose a su acompañante.

Se inclinó y le dio un beso breve en la mejilla, al cual el chico reaccionó tímidamente, pero nunca dejó de mirar a Brendan.

Estás siendo demasiado obvio.

Jus suspiró. Armin volvió a mirar en su dirección y este le sonrió levemente e inclinó un poco su cabeza, para saludarlo.

"Pero," Enunció al mirar descaradamente a Jun de arriba abajo. "No creo que se compare con el chico que está a tu lado."

El Alfa se rio suavemente y lo miró con una expresión cómica, como si estuviera disfrutando de la situación. Colocó su mano en su cintura baja y no pudo evitar exaltarse un poco al sentir el contacto. Sintió un cosquilleo, se movió un poco inconscientemente, y Brendan lo sostuvo con más fuerza.

"Este es Junne. Uno de los supervisores de la empresa que acabo de adquirir," Dijo mientras le pasaba una copa de champán que tomó de uno de los camareros. "Me está acompañando hoy en lugar de Noah."

"Ah ya, recuerdo a Noah." Dijo como si le llegara un recuerdo en ese momento. "Para ser un reemplazo debo decir que te tengo envidia. Sería un honor estar acompañado de alguien tan hermoso."

Se sentía súper incómodo con la situación porque el Omega no paraba de lanzarle miradas asesinas y el viejo seguía mirándolo como si quisiera comérselo.

Brendan sonrió y tomó un trago de su copa. "Realmente es hermoso, ¿um?" Por alguna razón Jun tenía la impresión de que el Alfa estaba tratando de suprimir una risa.

"Armin, fue un placer verte. Debo ir a saludar al primer ministro," Se inclinó un poco para susurrarle al oido. "Ya sabes cómo se pone cuando siente que no le están prestando mucha atención."

Armin se echó a reír y se despidió del Alfa luego de hacerle un comentario rápido que tenía que ver con su negocio. Pasaron a saludar al primer ministro y se dio cuenta a que se refería el Alfa con su comentario de hace un momento. El hombre de mediana edad era muy egocéntrico, pero lo trataba como si fuera de la realeza.

Muchos de los invitados se despidieron luego de la fiesta llegar a su fin. Estaba agradecido porque ya podría irse a casa. Salieron al parqueo y el Alfa se dirigió a su auto donde había un chauffeur esperándolo. Jun se detuvo y sacó su celular para pedir un taxi.

"¿Qué estás haciendo?" Preguntó el hombre, un tanto irritado. "Súbete al auto."

Como si no hubiera la opción de rechazar su oferta, Brendan dejó la puerta abierta y Jun entró cerrándola cuando se sentó a su lado. Estaba muy nervioso porque honestamente no entendía nada de lo que estaba sucediendo. Se distrajo un momento y se percató de que le habían preguntado algo.

"¿Disculpe?" Preguntó un tanto despistado.

"Pregunté donde vives. Dale tu dirección al chofer,"

"¡Ah! Vivo en la calle Esmeralda al frente del Parque Central."

No se dirigieron la palabra hasta que llegaron a su vecindario. Le dio instrucciones al conductor para que lo dejara justo al frente de su apartamento. Luego se despidió de él al salir del carro, a lo que no recibió respuesta, pero no le sorprendió. Ya tenía una idea de la personalidad del Alfa.

Entró a su apartamento y encendió la luz de la sala. Se quitó los zapatos y fue directo a su habitación. Luego se dio un baño y se puso una pijama para irse a dormir, pero no pudo evitar pensar en lo extraño que fue el día.

Hubo un punto en la fiesta donde estuvo realmente cerca del Alfa y no pudo evitar tener la curiosidad de saber cómo olerían sus feromonas.

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