Ya era lunes, inicio de semana. No escuchó la alarma y salió apurado de casa. Para su buena suerte el tránsito no estaba tan pesado, así que llegó a tiempo. Se sentó en su escritorio y encendió su computador. Noah entró a la oficina y saludó a Jun asintiendo brevemente. Los dos pasaron las primeras horas trabajando sin decirse nada. Tenía un fuerte dolor de cabeza y se acarició suavemente la sien con los dedos, para ver si el dolor se aliviaba. "¿Te duele la cabeza?" Preguntó con preocupación. "Si, ayer me acosté un poco tarde y creo que no me hizo bien," Respondió un tanto sorprendido de que el Omega haya hablado primero. En realidad no podía dormir y solo descansé tres horas, pero eso solo son pequeños detalles. "Tengo una pastilla aquí que creo que te ayudaría." "Oh, gracias." Expresó, sonriendo. Noah buscó en su bolso y le pasó una diminuta pastilla azul, la cual no dudó en tomarse. Una hora más tarde ya se sentía mejor, la pastilla le ayudo a aliviar el dolor, el cual J
"Señor," Jun finalmente pudo hablar—visiblemente avergonzado, esperaba no haberse tomado mucho tiempo para responder. Se apresuró a pararse del asiento para saludarlo. "No tienes que hacer eso, solo continúa lo que estabas haciendo." Brendan sonrió y mientras tanto Noah solo seguía usando su celular. Sentándose frente a él, Brendan le hizo una seña al chef e inmediatamente fue a la mesa, y el Alpha ordenó su almuerzo. Se sentía intimidado por su presencia, honestamente estaba frente a un Alfa dominante, por lo que su reacción era entendible hasta cierto punto. Sin embargo, había algo que no conseguía entender, y era el hecho de que sentía un cosquilleo, es su estómago por alguna razón. ¿Nervios? Quizás. "No sabía que venías a esta sala," Comentó el Alfa, mientras miraba a Jun con sus brillantes ojos dorados como el sol, escaneando su cara. "Yo lo invité," Noah puso su celular en la mesa. "No quería comer solo así lo traje aquí. Pensé que tenía una cita con el representante de Er
El viernes pasó pacíficamente, apenas pudo terminar el trabajo que le dejó Charles, pero extrañamente le dijo que podría entregarlo la semana entrante. Él continuó almorzando en la sala dorada, pero Brendan no pudo asistir debido a que tenía una reunión. Gracias a Dios. Finalmente, era sábado y necesitaba materiales de pintura, así que decidió salir de casa. Como también quería salir a explorar, quizás encontrar un bonito lugar y dibujar un poco, pensó que podría matar dos pájaros de un tiro. Se cambió sencillo y salió hacia uno de los centros comerciales cerca de su apartamento. Eligió ese específicamente porque estaba a unas esquinas de un parque con muy bonita arquitectura europea y quería dibujarlos. Antes de llegar al centro comercial pudo notar una tienda que no había visto antes y se detuvo para hechar un vistazo. La tienda se veía sencilla, pero tenía a la venta muchos buenos materiales y a buen precio. Tomó uno de los cuadernos de los estantes y empezó a revisar sus ho
Al paso de dos horas Jun se encontraba frente al bar en el distrito rojo. Decidió arreglarse un poco más de lo habitual, la verdad era que al tener tanto tiempo sin salir no sabía qué ponerse. Estaba usando unos pantalones ajustados negros, con una playera gris sin diseños y encima una chaqueta negra, ya que hacía un poco de frío. Decidió ponerse unas botas para estar más cómodo. Su cabello estaba estilizado y se veía muy guapo. Pudo darse cuenta de que estaba llamando mucho la atención de las personas que estaban en la larga fila afuera del lugar, pero solo ignoró las miradas y continuó caminando hacia la entrada. Entró al bar después de proporcionarle su nombre al portero y pudo percatarse de que ya estaba un tanto lleno, a pesar de que solo eran las nueve de la noche. Eso dejaba en evidencia lo popular que era el sitio. Al parecer era un poco exclusivo porque no todo el mundo podía entrar, pero de alguna forma Mikhail pudo agregarlo a la lista de invitados. El Alfa no había ll
"Amor, ¿quieres que ordene algo para ti?" Un Omega de estatura pequeña y con pecas en su bonita cara le preguntó coquetamente al Alfa, mientras lo abrazaba. A pesar de que tenían unos meses teniendo encuentros sexuales, el chico se estaba tomando libertades que no le correspondían. Aún no le creía que se habían encontrado por coincidencia en el bar, pero lo estaba ignorando por ahora. "... No." Respondió cortante. "Brendan, ¿ya pensaste qué compañía escoger para tu siguiente campaña?" Preguntó abruptamente uno de los Alfas al otro lado de la mesa. Este tipo de situaciones no eran nuevas para él, siempre intentaban hablar de negocios, incluso cuando solo salía a divertirse. Creían que tendrían mayor oportunidad por creer que eran cercanos. "No vine aquí para hablar de negocios, Frank." Dijo mientras terminaba su trago. "Solo vine a divertirme un poco, dejemos ese tipo de conversaciones para horarios laborables." "S-sí, tienes razón." Respondió el hombre apenado. Alguien a su la
Llegaron al condominio, y el Alfa lo colocó en su cama. Caminó hacia su pequeño y acogedor bar y se preparó un trago de whisky, lo usual. Jun estaba respirando apresuradamente y soltando unos gemidos que cruzaban la línea entre dolor y necesidad. Brendan se acercó a un costado de la cama y el Beta se inclinó hacia donde él estaba, como si sintiera su presencia. El Beta tenía sus ojos cerrados y la boca un poco abierta. "Ahh... hace… mucho calor." Susurró. Su cuerpo temblaba, y gotas de sudor recorrían su frente. Intentó quitarse su chaqueta, pero se detuvo debido a que fue inútil. "¡Ugh!" Exclamó un tanto frustrado. No tenía fuerzas en sus extremidades. Brendan colocó su copa en la mesa más cercana y luego lo ayudó a quitarse la ropa. Primero removiendo su chaqueta, su playera—la cuál estaba empapada y por último el pantalón que estaba un tanto ajustado, pero que le quedaba increíblemente bien. Se quedó mirando sus piernas por unos momentos, eran demasiado bonitas, no muy mascul
Brendan miró su cara que se encontraba enrojecida y, sus ojos azules, intensos y brillantes—desbordados de lujuria. Sacó su miembro lentamente solo dejando la punta en su entrada y, observó las expresiones en su cara a medida que lo entraba completamente y se perdía dentro de él. "¡Hmm...!" El Alfa se retiró un poco, y posteriormente lo enterró de golpe otra vez, haciendo que gritara de placer. "AHH..." Sonrió maliciosamente y, empezó a moverse más rápido con cada estocada, sin darle tiempo a que procesara lo que estaba sucediendo. Sus gemidos se volvieron más y más escandalosos. Sentía dolor y placer al mismo tiempo cada vez que lo penetraba con tanta fuerza—esa sensación lo volvía loco. "Más—despacio, por favor...ah." "Dices eso, pero continúas moviéndote como una puta en celo." "Uhh no, Brendan…ahhh, espera." El Alfa metió tres de sus dedos en su boca y Jun no dudó en lamerlos gustosamente mientras gemía, líneas de saliva salían de las esquinas de su boca ante su ofuscaci
Semanas antes, Brendan estaba en la cocina preparándose unas tostadas como acompañamiento a su café. Escuchó cuando una puerta rechinó suavemente y supo que Jun ya se había despertado. El Beta pensó que estaba siendo muy sigiloso, pero estaba al tanto de todos sus movimientos. Se giró y pudo verlo tratando de escapar y le causó gracia. "Pensé haberte escuchado decir que me agradecerías por la ayuda." Jun se exaltó como un gatito asustado y el Alfa disfrutó ver su cara de sorpresa. Ya había visto muchas de sus expresiones y no podía esperar para descubrir más de ellas. "¿Señor? ¿Cómo es que—" Pudo ver sus pensamientos reflejados en su cara, era obvio que estaba recordando lo que había ocurrido anoche. Incluso para él fue algo increíble, ya que no pararon hasta casi el amanecer. No entendía que era lo que le atraía tanto del Beta, pero no podía quitarle los ojos de encima. Había pasado mucho tiempo desde que le había interesado tanto alguien. Si hubiese sabido que sería tan bueno