¡Qué maravillosa noticia! La llegada de gemelos es motivo de gran celebración y alegría. Abril se halla radiante de felicidad y sus familiares seguramente están disfrutando de este momento tan especial. Los gemelos traen una doble dosis de amor y alegría, y la clínica se llena de risas y buenos deseos.—No puedo creer que ya estén aquí... ¡Gemelos! Esto es un sueño hecho realidad. —Asiente Alex con voz temblorosa.—Sí, señor Lutter. —Abril ha hecho un trabajo increíble. Ahora es el momento de verlos y de compartir este momento tan especial con ella —señala el doctor.—Estoy muy emocionado. ¿Cómo está ella? ¿Y los bebés?—Abril está bien, un poco cansada pero feliz. Los bebés también están sanos y fuertes. Ella está ansiosa por verlo.Álex entra en la habitación y ve a Abril, quien sonríe a pesar del cansancio.—¡Alex! ¡Mira lo que hemos traído al mundo!—¡Son perfectos! —exclama al mirar a los bebés— ¿Cómo se llamarán?—La niña se llamará Luna y el niño, Leo.—Luna y Leo... son nombre
Llegaron a su nueva casa, muy cerca del bosque, en las afueras de la ciudad. Al entrar, Abril sostuvo a Luna entre sus brazos e intuyó que la bebé había emitido un ruido muy extraño. Rápidamente, llamó a Álex para contárselo.—¡Álex! —exclamó Abril con un tono de preocupación en su voz. —Creo que Luna ha hecho un ruido raro. No estoy segura de qué fue, pero me asustó un poco.—¿Un ruido raro? —preguntó Álex mientras se acercaba. —¿Te refieres a un llanto o algo más?—No, no era un llanto. Era como un gorgoteo, algo que nunca había escuchado antes —respondió Abril, mirando a Luna con inquietud. —¿Crees que deberíamos preocuparnos?—Tal vez solo esté explorando su voz. A veces los bebés hacen sonidos extraños mientras se adaptan a su entorno —dijo Álex, tratando de tranquilizarla. —Pero, si te preocupa, podemos consultar con el pediatra.—Tienes razón. Vamos a observarla un poco más. Espero que solo sea eso —dijo Abril, sintiéndose un poco más aliviada.*****Días después…Alex, tras ob
Un año después...Lo inevitable se revela evidente. Abril se levanta de la cama y, al no ver a su marido por ningún lado, bosteza y se dirige al dormitorio de los niños. Es una dulce noche de luna llena. Alex se halla en el ático que había preparado para las noches de sus transformaciones, mientras Clara, la niñera, intenta contener sus aullidos y los de la pequeña Luna. Viven alejados de la ciudad para evitar que Abril note algo extraño.Al abrir la puerta, Abril se encuentra con la adorable Luna, convertida en una dulce cachorrita. La incredulidad la invade y, en un instante, cae lánguidamente al suelo. Clara, al escuchar el ruido, se acerca sigilosamente para ver qué ha sucedido. Nerviosa, baja rápidamente al ático donde se encuentra Alexander.—¡Alex! —susurra Clara, con voz temblorosa. —¡Abril se desmayó al ver a Luna convertida en cachorrita!Alex se estremece al escuchar esto. Sin pensar en su apariencia, que aún refleja su transformación en lobo, corre hacia el dormitorio.—¡A
Esa noche, cuando los niños descansaban plácidamente en sus cunas, Abril y Alex se encontraron en su habitación, un refugio de amor y complicidad. El ambiente estaba cargado de una energía palpable, un deseo que había estado latente y que ahora brotaba con fuerza.Abril miró a Alex, su apuesto CEO, y sintió cómo su corazón latía con más fuerza. La tenue luz de la lámpara iluminaba su figura, revelando su cuerpo musculoso, cubierto de un pelaje suave que brillaba a la luz. Las cicatrices que adornaban su piel contaban historias de batallas pasadas, de luchas y sacrificios, pero en ese momento eran solo un recuerdo de su fortaleza.Sin pensarlo dos veces, Abril se acercó a él, sintiendo el calor que emanaba de su cuerpo. Alex la miró con una intensidad que la hizo estremecerse y, en un instante, la distancia entre ellos desapareció. Se entregaron el uno al otro con una pasión desbordante, como si el mundo exterior se desvaneciera y solo existieran ellos dos.Las manos de Alex exploraban
A medida que los días transcurrían bajo el resplandor del cenit de luna llena, Abril se encontraba en un estado de reflexión profunda al llegar a la oficina de Álex. Cada rincón del bufete Lutter evocaba recuerdos de su trayectoria, momentos llenos de esfuerzo y dedicación que la habían llevado hasta ese punto culminante de su vida: su graduación estaba a la vuelta de la esquina y, con ella, la realización de un sueño largamente acariciado. Mientras caminaba por los pasillos que una vez recorrió con entusiasmo y nerviosismo, una oleada de nostalgia la envolvía, recordándole los días en que se sentía llena de aspiraciones y esperanzas.Abril sabía que este encuentro con Álex sería especial, un instante para compartir no solo sus logros, sino también sus sueños y preocupaciones, especialmente en lo referente a sus hijos. La mezcla de emociones la acompañó mientras se acercaba a su esposo, lista para compartir un pedazo de su mundo con él, en un día que prometía ser significativo en más
Por lo visto, Madison no se iba a quedar tranquila ni iba a cruzarse de brazos mientras veía cómo Abril y Alex continuaban con su matrimonio feliz y sin novedades. Estaba en su apartamento con su amiga Daphne, quien, a pesar de lo majadera que era Madison, la apreciaba y siempre estaba allí para ella. Daphne, como siempre, intentaba persuadirla para que dejara en paz a la pareja y le advertía de que lo que sentía por Alex ya sobrepasaba la línea de la obsesión.—Madison, tienes que dejar esto —dijo Daphne, cruzándose de brazos con una expresión de preocupación. —No puedes seguir así.—¿Así cómo? —replicó Madison, desafiando a su amiga. —Solo estoy tratando de ayudar a Alex.—Ayudarlo o acosarlo, no estoy segura de cuál es la diferencia en tu caso —respondió Daphne, frunciendo el ceño. —Esto ya no es normal.—No es acoso, es amor —insistió Madison, aunque su voz sonaba un poco insegura. —Solo quiero que se dé cuenta de lo que realmente necesita.—¿Y qué es lo que necesita? ¿A ti? —preg
Alex se sienta en su antigua cama y mira a su hermano Harry con una mezcla de preocupación y nostalgia.—¿Sabes, Harry? —empieza Alex, con un tono un poco tenso. —A pesar de que Abril intenta mostrarse fuerte y dice que entiende la situación, yo siento que todo esto la supera. A veces me da miedo que se asuste y decida irse de nuevo, como antes.Harry lo mira con seriedad, comprendiendo la angustia de su hermano.—Alex, entiendo por lo que estás pasando —responde Harry. —Pero piensa en lo que ya ha ocurrido. Abril ya sabe toda la verdad sobre tu origen. Eso es un gran paso.Alex asiente, pero su preocupación no desaparece.—Sí, pero ahora Luna está en la misma situación que yo. Es una lobita y no sé si Abril podrá manejar la situación. A veces me preocupa que su carácter volátil la lleve a tomar decisiones impulsivas.Harry se inclina hacia delante para tratar de calmar a su hermano.—Lo más importante es que ya están juntos como familia. Abril tiene la oportunidad de aprender y crece
Después de entregarse a una apasionada noche de amor, Alex y Abril yacían acurrucados en la cama, disfrutando de la calidez del momento. Sin embargo, la preocupación de Abril no desaparecía. Mirando al techo, comenzó a hablar sobre su día a día.—Alex —dijo con un tono de inquietud. —No puedo dejar de pensar en el futuro de nuestra pequeña. Es una niña loba, y no sé cómo abordar la situación más adelante.Alex sintió la tensión en la voz de Abril y la miró con ternura.—Lo sé, Abril. Pero tenemos que confiar en que encontraremos la manera de guiarla.Abril suspiró, recordando un libro que había leído.—Leí Las sombras del lobo y no quiero que nuestra hija pase por lo que describe. No quiero que se sienta sola o diferente.Alex la abrazó con más fuerza, intentando transmitirle calma.—Entiendo tus preocupaciones, pero podemos enseñarle a aceptar quién es. No está sola, siempre estaremos a su lado.Abril sonrió débilmente, agradecida por su apoyo, aunque la incertidumbre seguía presente