BlossomEl día en que volví a encontrarme con mi madre biológica fue uno de esos que no se olvidan fácilmente, no por su belleza o por algún momento especial, sino por el peso de las emociones que trajo consigo. Me encontraba en la firma revisando unos documentos cuando recibí la llamada de recepción: Ciara Wright estaba allí, solicitando verme.El simple hecho de escuchar su nombre hizo que mi cuerpo se tensara. La última vez que la vi había sido tan incómodo como siempre, con sus súplicas veladas y su ambición descarada. Pero esta vez, algo en el tono de la recepcionista me hizo sentir que no podía ignorarla.Accedí a recibirla en una pequeña sala de reuniones, lejos de las miradas curiosas de mis compañeros. Cuando entró, noté que había algo diferente en ella. Su usual porte altivo estaba ausente, reemplazado por una expresión cansada y demacrada. Sus ojos, que siempre habían reflejado cierta astucia, ahora lucían apagados.-Blossom -dijo, casi en un susurro, mientras se sentaba fr
BlossomEl día en que volví a encontrarme con mi madre biológica fue uno de esos que no se olvidan fácilmente, no por su belleza o por algún momento especial, sino por el peso de las emociones que trajo consigo. Me encontraba en la firma revisando unos documentos cuando recibí la llamada de recepción: Ciara Wright estaba allí, solicitando verme.El simple hecho de escuchar su nombre hizo que mi cuerpo se tensara. La última vez que la vi había sido tan incómodo como siempre, con sus súplicas veladas y su ambición descarada. Pero esta vez, algo en el tono de la recepcionista me hizo sentir que no podía ignorarla.Accedí a recibirla en una pequeña sala de reuniones, lejos de las miradas curiosas de mis compañeros. Cuando entró, noté que había algo diferente en ella. Su usual porte altivo estaba ausente, reemplazado por una expresión cansada y demacrada. Sus ojos, que siempre habían reflejado cierta astucia, ahora lucían apagados.-Blossom -dijo, casi en un susurro, mientras se sentaba fr
Blossom.La nueva jefa, y una mujer extremadamente impuntual.Sí, esa soy yo.Blossom Vaughan, la hija adoptiva de Grayson Vaughan y Hazel Gray, y quien solía trabajar en el área de Instituciones financieras, Insolvencia y Seguros en la firma antes que a mi querido padre se le ocurriera que era la persona idónea para hacerme cargo de todo mientras él tomaba unas largas vacaciones con mamá.Ahora me arrepiento fervientemente de aceptar dicho cargo.Aunque si lo pienso...¿Acaso alguien me preguntó si quería aceptarlo? Bueno, la respuesta es no. Mi padre me obligó a ejercer su cargo durante su ausencia.Debería haber llegado a esa reunión hace más de veinte minutos, pero, a mi gran padre se le ocurrió decirme que había algo más importante de lo cual necesitábamos hablar; el hombre que iba a formar parte de nuestra firma de abogados. Y vaya que eso era lo que menos me importaba en este momento, puesto que ha dejado el futuro de esta firma en mis manos después que la mayoría de nuestro per
Blossom.Siento como si todos estos años no hubieran pasado, el volver a ver a Edrik Maxwell me ha revuelto miles de emociones que creí que ni existían ya. Su regreso me está consumiendo.—Gracias por invitarme a cenar, Karina. Hoy no tengo cabeza para nada —suspiré mientras le daba un abrazo. Karina es la esposa de mi hermano Kasper, y fue su novia desde una edad muy temprana. Ella siempre lucía una brillante sonrisa en el rostro, aunque la vida jamás la haya tratado como se merece. Luego de lavarme las manos, nos sentamos en el comedor para cenar.—¿Culpa de los asuntos de la firma? —Cuestionó, sirviendo la cena solo para las dos. Kasper tuvo que quedarse en la firma para presentar su trabajo y la hija de ambos, Hyacinth, una pequeña de cinco años, ya se encontraba durmiendo puesto que era más de las diez de la noche.—Mi padre y sus locuras, no comprendo la razón por la que se atrevió a dejar la empresa a mí cargo. Todos dicen que soy una muy buena abogada y que confían en mis capa
KarinaSostuve en mis manos aquella fotografía que podía llenar mi corazón de esperanza y que, al mismo tiempo, podía destruirme por completo. Las lágrimas se acumularon en mis ojos y comencé a llorar desconsoladamente. De inmediato traté de tragarme mis lágrimas y limpiar mi rostro con delicadeza en cuanto escuché pasos en el pasillo. A Kasper no le gustaba verme llorar porque eso le destrozaba el alma entera, más aún cuando lloraba por mi familia a la cual no veo desde hace mucho tiempo atrás.No pude evitarlo, y como lo esperaba, mi esposo apareció en la pequeña habitación, o mi preciosa galería como me gustaba llamarle, y se cruzó de brazos con una expresión molesta en el rostro. A él no le gusta verme llorar. —Lamento llorar por esto una vez más...—sollocé. Él no respondió nada y solo se acercó a estrujarme entre sus brazos.—No lo hago conscientemente, es solo que, a pesar de todo este tiempo, eso continúa haciéndome daño cada vez que entro a este lugar. Soy una masoquista, y es
Edrik—Blossom, creí que estabas ocupada...—aquel hombre de anchos hombros y sonrisa llena de picardía entraba a la oficina con aires de superioridad. Y quién no se sentiría de tal manera, si es él quien tiene a la mujer más maravillosa del mundo a su lado. —Sí estoy ocupada, Harding...Como ya habrás notado —el tono de su voz cambió de inmediato, parece que ella juega a ser otra persona cuando está con él. No perdí mi tiempo en ponerme de pie y acercarme a él.—Siento no poder atenderte en este momento, pero si gustas voy a hacerlo en un momento.—Soy Edrik Maxwell. El nuevo director del departamento de Privacidad y seguridad de datos, Capital Privada y Bienes raíces. Es un gusto conocerte. —Harding Gibson...Un placer —extendió su mano y no pude hacer otra cosa que aceptarlo.—Sí me disculpas, Harding, hay un par de cosas que necesito terminar de explicarle a Edrik acerca del trabajo que debe desempeñar en la empresa...Si me permites diez minutos, estaré allí contigo —le indicó con u
BlossomHice todo lo posible para limpiarme el rostro con pañitos húmedos que tenía en mi cartera y volver a retocar el mismo maquillaje que estaba usando hace un momento.Edrik tenía la razón en absolutamente todo, me he equivocado muchas veces a lo largo de estos últimos años y al final, me he encerrado a mi misma en un abismo del que no voy a poder a salir por más que lo he intente. La vida me trajo a Edrik una vez más, y de nuevo, lo estoy volviendo a perder.Sentía que tenía el alma hecha pedazos, pero, no podía quedarme en mi oficina llorando por el resto del día debido a que eso no iba a cambiar nada de lo que estoy viviendo, nada ni nadie más que yo podría solucionar mis problemas. Me puse de pie y volví a observar mi reflejo en el espejo, al notar que ya no se notaba tanto que había estado llorando y decidí dirigirme hacia la oficina de mi padre para volver a encontrarme con Harding.—Harding, ya estoy aquí...¿Qué necesitabas? —Intenté sonreírle para que no sospechara de nada
BlossomTodo lo que he hecho mal a lo largo de mi vida está cobrándome factura, y solo soy capaz de bajar la cabeza y aceptarlo todo porque es todo esto lo que me merezco por ser una maldita cobarde que no puede seguir los deseos de su corazón.Todo eso me ha llevado a perder a la persona que amo, y no hay nada que pueda hacer para detener esta colisión. Le he fallado a las leyes del amor.—Siento no haber podido darte todo lo que merecías, siento no haber sido merecedora de tu amor. Siento que me haya convertido en una cobarde que no puede dejar de decepcionarte, créeme que también me he decepcionado a mí misma con mis propias acciones. Y ni siquiera sé qué más puedo decirte porque sé que te he roto el corazón, aun así, solo espero que puedas saber al menos que mi amor por ti nunca ha sido un juego, te amo como nunca he podido amar a alguien y nadie va a ser capaz de cambiar eso. Ningún otro hombre podrá nunca ganarse mi amor como tú pudiste, y nunca voy a dejar de amarte gasta el úl