—¿Te has vuelto loco papá?
—En lo absoluto mi princesa, lo pensé mucho y finalmente tome la decisión. Trabajarás en la hacienda Solís .Se había vuelto loco si creía que aceptaría tal locura. En mis cortos años de vida jamás había pisado una hacienda y mucho menos sabía lo que era trabajar.—Me niego rotundamente, Mamá, ¿No dirás nada?—Lo siento nena, tu padre ha tomado la mejor decisión y yo lo apoyo —Acaricia mi mejilla —. Te hará bien un poco de aire fresco, ahora si me disculpan debo irme.Sale de la habitación dejándome con tremendo embrollo sola y completamente sin salida.—Papito, no pueden mandarme con un desconocido tan lejos.—No es un desconocido, Damian es un buen amigo en el cual confío y se que estarás en buenas manos.—¿Todo esto es por es una venganza por lo sucedido esa noche?—Eso y tu expulsión de la universidad.No es una venganza, es para que valores lo que hacemos por ti.—Pero, papá...—No está en discusión Lucia —Me interrumpe —. Mañana a primera hora salimos hacía el que será tu nuevo hogar por una temporada.Se marcha y suelto un grito ante la rabia que siento en estos momentos por hacerme tal cosa.***—Te voy a extrañar mucho cariño.—Si interfirieras en la decisión que ha tomado papá no me extrañarías.—Lo siento hija, esta vez no pienso contradecir a tu padre —Deja un beso en mi frente —. Prometo visitarte lo más pronto pequeña.Se da la media vuelta y se marcha en su camioneta junto a Nando que se despide con un movimiento de mano.—Hora de irnos Lulú, nos espera un viaje largo.—Gracias a ti y a tú idea de castigo papito lindo.Ruedo los ojos y abordó la camioneta junto a él con dirección al aeropuerto. Al llegar hacemos los trámites pertinentes y abordamos.Me mantengo alejada de mi padre y aplicándole la ley del hielo. Esta loco si cree que le voy a perdonar tan fácilmente esto que me esta haciendo.Luego de varias horas de vuelo, finalmente aterrizamos y al bajar lo primero que me recibe es una ola de calor.—¿Dónde estamos papá? —Recojo mi cabello —. Hace una humedad y una calor de lo peor.—Pronto lo sabrás.Me toma del brazo llevándome con él abordar una de las camionetas; durante el camino lo único que veo son árboles y pasto.Luego de veinte minutos llegamos a una gran hacienda en la cuál se ve varios trabajadores con caballos y otros animales que no son de mi total agrado.—¿Me puedes decir al menos en dónde estamos? —Preguntó cuando finalmente se detiene la camioneta.—Está es la hacienda Solís —Responde bajando a mi lado —. Aquí pasarás una temporada.Un hombre se acerca extendiéndole su mano a mi padre y saludándolo; observo todo a nuestro alrededor y una corriente de aire fresco me golpea.—Lulú, vamos hija.Ruedo los ojos acercándome a él y al hombre a su lado, este me mira de arriba abajo y su mirada no me gusta para nada.—Él es Jose, el capataz de la hacienda , José ella es Lucia mi hija.Le doy una sonrisa de boca carrada y le extiendo mi mano en forma de saludo, hace lo mismo y me responde con un bienvenida.—Damian se encuentra recorriendo los alrededores con algunos de los trabajadores, mientras les doy un paseo por la hacienda.—Bueno —Mi padre palmea su hombro —. Quiero ver que tiene tan fascinado a Damian.Mi padre camina junto a él mientras le va conversando, saco mi móvil respondiendo los mensajes de Paula.Observo los trabajadores a mi alrededor, algunos jóvenes otros ya con más edad.Seguía negándome a la idea de trabajar aquí, ni siquiera había trabajado nunca en las empresas de mi padre como para ahora trabajar en el campo libre.—Se ha vuelto loco si cree que voy a quedarme aquí —Susurro a mi misma —. En los próximos días pretendo regresar a mi casa.Observo a la lejanía una mujer sobre un caballo acercarse. Su mirada sobre mí cae y veo que me mira con mucho recelo.—¿Tú quién eres y qué haces aquí? —Pregunta deteniéndose frente a mi.¿Y esta estúpida quién se cree?—¿Disculpa? —Respondo riéndome —. ¿Y tú quien eres para hablarme así?—Sandra... —El hombre se acerca a nosotras dejando a mi padre atrás quien habla con un hombre —. Ella es Lucia y es invitada dé Damian.—¿Damian ha traído una chiquilla a la hacienda?—Sandra, ¡Basta! —Espeta serio —. No puedes faltarle el respeto a una invitada de Damian.—¿Acaso aquí no le han enseñado a sus empleadas a tratar a sus invitados?—¿Y tú cómo sabes que soy una empleada?—Tu mal vestir y tú manera de hablar me lo dicen todo —Respondo con insuficiencia —. De ahora en adelante cuando te dirijas a mi, hazlo con respeto porque tú y yo no somos iguales y nunca estarás a mi altura o posición.Paso a su lado acercándome a papá ignorando lo que musita a mis espaldas, al acercarme papá me abraza y exaspero fastidiada.—Papá, prometo portarme bien pero por favor déjame regresar contigo a casa.—No pienso cambiar de posición Lulú, solo será una temporada.—Señor Oliveira, —El hombre se acerca a nosotros —. Damian ha llegado a la casa.—Vamos hija, es hora de que conozcas a Damian.Caminamos de regreso a casa , al entrar observo que no es nada sofisticada o moderna como imagine .Se siente cálida, pero no me deja de parecer aburrida y sin gracia.Observo sobre la chimenea las fotos qué hay en ella, lucen antigua y en ella hay una pareja junto a un niño y una niña muy majos.¿Este será el amigo de papá?—Buenas tardes, lamento la tardanza."Esa voz"¿Porque me suena familiar?—Nada que lamentar —Escuchó decir a mi padre —.Lucía ven, quiero que conozcas a mi gran amigo Damian.Me giro abrumada y cuando finalmente lo veo siento como mis piernas flaquean, mi cuerpo se estremece y siento como mi alma abandona mi cuerpo al verlo.¿Qué m****a significa esto?Su mirada recorre todo mi cuerpo y recuerdos de esa noche llegan a mi mente como flashbacks.—Damian, ella es Lucia mi hija , Lucia él es mi gran amigo Damian Solís.—Esto debe ser una m*****a broma...—Lucía, ¿cariño estás bien? Las palabras de mi padre terminan por sacarme de mi shock, trato de retomar compostura antes de que se dé cuenta que la presencia de su amigo me ha afectado. Este me mira con cautela, pero aunque trate de ocultarlo es evidente que está igual de sorprendido que yo. Garraspea, me extiende su mano en forma de saludo y mi padre me observa serio. —Me quiero largar de aquí. Espeto seria ignorando su mano y pasando a su lado saliendo de la casa ignorando los llamados de mi padre. Al salir y sentir el aire en mi rostro, me permito finalmente respirar sin dificultad. —¿Qué mierda es esto? —Musitó exasperada —. Esto no puede estar pasándome. —Lucia Oliveira —Escuchó la voz de mi padre detrás de mi —. ¿Hasta cuando debo soportar tu actitud infantil? —Papá, trabajo donde quieras, incluso en tus empresas pero no quiero estar aquí —Uno mis manos en son de súplica —. Por favor papito.—Lo que acabas de hacer refuerza mi decisión en que te quedes aquí —Espera se
"Era una maldita niña"Al verla parada allí a mitad de mi sala pude reconocer esa carita perfectamente. Su cabello estaba esta vez ondulado y llevaba menos maquillaje, pero sin duda se veía igual de atractiva que esa noche. No tenía ni un día aquí y y me estaba colmando la paciencia.—Damian —La voz de José me saca de mis pensamientos —. Desde que llegó esa jovencita luces bastante pensativo , ¿me dirás que sucede?—No me sucede nada, solo que esta empezando a colmar mi poca paciencia. —¿Seguro? —Inquiere y le doy una mirada seria —. Entiendo, me retiro amigo. Buenas noches. —Buenas noches. Sale del despacho dejándome a solas, suspiro y inclino mi cabeza cerrando los ojos y suspirando tratando de controlar mis pensamientos. La puerta se abre y al levantar la cabeza me encuentro con Sandra. —¿Quién es esa chiquilla engreída y por qué la has traído aquí? —Sandra, te he dicho infinidades de veces que no me agrada que entren a mi despacho sin antes yo autorizarlo. —Lo siento Dami
"Era un maldito" ¿Cómo se atrevía a levantarme de esa forma? Sabía que era una venganza por lo sucedido la noche anterior. Si Rosario no hubiera entrado a la cocina seguro hubiera terminado regalada y follada en la isla de la cocina . Por un momento me deje llevar por mis instintos al verlo allí sin camisa dejándome ver su tonificado y trabajado cuerpo. Su sola cercanía y su mirada hacían palpitar mi entre pierna y sentir como se humedecía era lo más excitante que había podido sentir . Odiaba admitirlo pero ese hombre tenía todo lo que hacía perder la cabeza con solo tocarme.Al salir de la ducha observo mi ropa y veo que no tengo nada adecuado para salir a ensuciar en esta hacienda. Me coloco una falta deportiva junto a un top y zapatillas, amarró mi cabello en una coleta de caballo algo; me maquillo y bajo yendo al desayunador. Al entrar allí lo veo sentado en el cabezal de la mesa sujetando un periódico y una taza de café mientras lo lee atentamente.—Buenos días niña Lulú —
La sangre me hervía de coraje y es que esa pequeña incrédula estaba acabando con mi paciencia. —Cariño, vayamos a comer.—Es mejor que vayas a cenar tú, tengo pendientes por resolver. Camino hacia mi despacho, al entrar tomo mi teléfono llamando a José y pidiéndole venga a mi despacho. Son cuestiones de minutos para que llegue y al entrar me observa fijamente. —¿Qué hacia ese infeliz aquí y donde carajos conoció a Lucia? —Está tarde que fuimos al pueblo, al parecer coincidieron y el la invito a su hacienda. —¿Por qué no me lo dijiste? —Golpeó furioso el escritorio . —No creí que fuera importante, te recuerdo que esa chiquilla es mayor de edad. —!Pero está bajo mi responsabilidad! —Pero no está secuestrada, ella puede salir —Se cruza de brazos —. Aquí hay algo más, ¿O me equivoco? —No lo hay. —No soy tonto Damian, te conozco desde niños y soy tu amigo. ¿Porque te comportas de esa forma con ella? —Me mira fijamente —. ¿Qué ha pasado entre ella y tú?—Ella fue la jovencita con
Estaba tratando de procesar todo lo sucedido la noche anterior . La cena con Aban en su hacienda y sus padre fue la primera vez que tenía un momento de felicidad y tranquilidad desde que llegue a este lugar. Pensé que mi noche había terminado bien, pero luego encontrarme con Damian en mi habitación y que termináramos follando hizo que la noche terminara aún mejor. No sentía ningún remordimiento por aquella tipa que se encontraba en la misma casa que nosotros en ese momento. Me doy una ducha, me visto con los vaqueros que compré ayer, me coloco una blusa de tira fresca, me coloco unos tenis cómodos y peino mi cabello en dos trenzas largas para mantener mi cabello recogido. Tomo una de las caminas llevándola en mi mano y bajo para desayunar. Antes de llegar al comedor me detengo ante los gritos histéricos de aquella tipa.—Niña Lucia —Rosario aparece —. Te recomiendo no entres allí, el ambiente está algo tenso.—¿Me estás terminando? —Se vuelve a escuchar sus gritos.—Te estoy dicie
La chica me observaba con una gran sonrisa en su rostro. Mirándola detenidamente si tiene algunos rasgos iguales a los de Damian aunque su rostro es las refinado. Le sonrió y me doy la media vuelta para huir de allí lo más pronto. —Aguarda —Me detengo y me giro mirándola —. No me he presentado, soy Fara. Me extiende su mano, se la acepto y me sonríe de manera amable.—Lucia, pero mis amigos me dicen Lulú. —¿Y qué haces aquí en la hacienda? —Ella pasará una temporada aquí. —¿Vienes de paseo? —No, mi padre me ha enviado aquí a trabajar . —¿Qué? —Mira a su hermano incrédula —. ¿Por qué? —Larga historia —Sonrió apenada —. Debo ir a ducharme, lo necesito urgente. —Está bien, te veo en la cena Lulú, fue un placer. —Lo mismo digo Fara. Le sonrió y subo las escaleras rápidamente en búsqueda de mi habitación. Al llegar voy directamente al cuarto de baño deshaciéndome de mi ropa y entrando a la ducha. Allí pasó un largo rato, al salir enrollo la toalla sobre mi cuerpo y uso otra pa
Había pasado toda la mañana junto a Magda y Fara en los maizales trabajando y riéndonos de cada ocurrencia de Fara. Ella había decidido venir a trabajar ya que no quería quedarse en casa sola y completamente aburrida. Que había pasado anoche con Damian y su problema, no lo sabía. Pero esta mañana José nos contó que se había ido de la hacienda por completo. Finalmente terminamos nuestra jornada de trabajo, José viene por nosotras llevándonos de regreso a la hacienda. Al llegar Fara sube rápidamente a su habitación y me encuentro con Damian en las escaleras. —¿Qué tal todo hoy? —Bien, menos las picadas de mosquitos —Le enseñó mis brazos —. Esas ronchas pican mucho y se me están hinchando horrible. —Mamá Rosario tiene una crema que te servirá para alivianar la picazón —Sujeta mis brazos y rápidamente una ola de calor llega a mi —. Te conseguiré un repelente para insectos, mañana no irás a los maizales. —¿Por qué? —Rechistó asombrada. —Quiero que me acompañes a otro lugar —Me mir
Había amanecido desnuda enredada en mis sábanas mientras la claridad se colaba en por el ventanal frente a la cama. Observo a un costado y me encuentro completamente sola, no era la primera vez que sucedía y es que llevaba semanas amaneciendo con Damian a mi lado. Se había vuelto una costumbre que se colara en las noches a mi habitación y se marchara en la madrugada antes que todos despertarán.Me voy al cuarto de baño tomando una ducha, me visto y arreglo un poco. Hoy es mi día libre así que decido revolotear por toda la hacienda hoy o quizás ir a las cascadas. Al bajar las escaleras me encuentro a José quien está acompañado de Fara. —Pensé dormirías hasta tarde hoy —Musita José —. Es tu día libre, deberías descansar para retomar fuerzas. —Ya me he acostumbrado a levantarme temprano —Le sonrió —. ¿Van alguna parte? —Iremos a dar un paseo por los alrededores y ver las demás extensiones de la hacienda , ¿Quieres venir? Pregunta Fara y rápidamente niego con un poco de pena.—Aún n