La tensión hace que fuera casi nulo respirar sin dificultad en esta habitación. Mi hermana llora desconsoladamente mientras que mi madre no articula ninguna palabra ante lo sucedido.Asfixiado y lleno de rabia abandonó la habitación con dirección a mi despacho encerrándome en el y tratando de entender todo lo sucedido. "Lo traicionaron" Carlos y mi madre traicionaron a mi padre sin escrúpulos. ¿Cómo pudieron hacerlo? Mi padre siempre fue un buen hombre y esposo. Le demostraba a mi madre de todas las maneras que la amaba y me inculcó a ser un hombre como él para que el día que tuviera una esposa la tratara igual; pero al parecer nada fue suficiente para ella y prefirió engañarlo. Unos toques en la puerta me hacen girarme y veo como José asoma su cabeza observándome. —¿Puedo pasar? —Asiento —. Fue inevitable escuchar toda la discusión y quería saber si te encontrabas bien hermano. —¿Cómo crees que estoy? Siento una repulsión grande al saber que mi madre le vio la cara a mi padre c
Pisar nuevamente la Ciudad de México me llenaba de muchas sensaciones pero la que mayor sentía era de desagrado. La principal razón de este viaje nos hacía sentir una sensación amarga a mi madre, a Damián y a mi. Fara no había querido acompañarnos y su madre había abandonado la hacienda sin dar explicaciones. Damián quería ir directamente a la oficina una vez llegamos; pero mi madre logró convérsenlo de ir a casa y solucionar toda duda allá. Al llegar Nando nos recibe en el aeropuerto para llevarnos a casa; durante el camino Damián permanece muy callado igual que mi madre mientras yo trato de entretener a Bri jugando y cantando con ella.Al llegar a casa mamá le pide a la nana que la lleve a su habitación para que pueda descansar algo y dormir su siesta. Damián luce estresado y bastante preocupado. Mi madre se disculpa un momento llenado hacia el despacho de mi padre dejándonos a solas. —Debes calmarte Damián —Sujetó sus manos —. Trata de mantener la calma o esto puede salir mal.
Al llegar a la casa, los gritos de mi madre se escuchan claramente, incluso desde afuera. Cada palabra cargada de desesperación resuena como un eco ensordecedor. En la entrada, Nando está de pie, con el rostro tenso y el cuerpo rígido, como si quisiera desaparecer del lugar.—¿Dónde está Bri? —pregunto con voz temblorosa, preocupada por lo que pueda estar presenciando.—La señorita Paula se la llevó al centro comercial junto con uno de los choferes —responde Nando con un susurro de alivio.En ese momento, agradecí más que nunca que Paula haya tenido la sensatez de sacar a Bri de la casa. Lo último que quería era que mi hermana escuchara la tormenta de reproches y dolor que estaba a punto de desatarse entre nuestros padres.Entonces, la voz de mi padre retumba en el interior de la casa, una voz cargada de rabia y control perdido, y Damián se lanza hacia adentro con pasos rápidos y decididos, como un guerrero dispuesto a entrar en batalla.Lo sigo de cerca, pero me detengo en seco al ll
Trataba de asimilar la noticia, pero al que más le costaba asimilarla era a Damián. Había pasado toda la noche en el balcón de mi habitación sentado simplemente mirando un punto fijo sin decir ninguna palabra. Era casi media noche y sin el a mi lado era difícil conciliar el sueño: me levanto de la cama y salgo de la habitación con dirección a la cocina en busca de agua para tomar. Al llegar a ella me encuentro a mi madre quien está sentada en la isla de la cocina con una botella de whisky a su lado y meneando en su mano un vaso con un poco de el. —¿Quieres un trago? —Menea el vaso y toma un trago —. Creo que también te hará bien ya que tampoco puedes dormir. "Primera vez que veo a mamá tomar"Me siento a su lado, tomo la botella y tomo directamente de ella un trago sintiendo como la sensación caliente baja por mi garganta. —¿Cómo está Damián? —Pregunta mirando su vaso —. Se que el está igual o peor que yo con esta revelación. —Lleva horas sentado en el balcón de mi habitación mi
La tarde había llegado y mientras Damian se encargaba de mostrarle la hacienda completa a mi mamá y a Brianna yo me encargaba de buscar a Fara. Desde que habíamos llegado no la había visto ya que se encontraba montando por los alrededores así que encontrarla sería un poco difícil. — Lucrecia — José aparece con una sonrisa —. Me alegra que hayan vuelto. ¿Qué tal el viaje? —Quisiera decir que bien pero te mentiría —Suspiró y asiente —. ¿Cómo estuvo todo por aquí? —Todo bajo control. Fara estuvo haciéndose cargo de algunas cosas para distraerse. —¿Cómo la ves? —Todavía algo afectada, pero estará bien —Me sonríe —. ¿Paula vino contigo? "Paula"Sabía que José se había sentido atraído por ella y ella de él. No podía negar que José era atractivo y muy caballeroso y carismático. —No vino conmigo —Rápidamente pude ver la decepción en su mirada —. Pero estará aquí en los próximos días. —¿De verdad? —Si, y por una temporada larga. —Sonrió ampliamente —. Seguiré buscando a Fara, te veo
—¡Mira nada más hasta donde has llegado Lulú por tu inmadurez!—Grita exasperado —. Terminar en la cárcel por alterar el orden público es lo ultimo y no te lo perdonó Lulú . —No exageres papá, solo fue un mal entendido —Ruedo los ojos restándole importancia —. Cero que fue nuestra culpa , esa bola de nacos fueron los que empezaron. —¿Qué no exagere? —La miraba su padre incrédulo por sus palabras y también molesto por su falta de madurez —. Estás en todas las páginas de chisme de la ciudad, ¡Por Dios Lulú! Eres mi hija , la hija de uno de los empresarios más importantes de la Ciudad de México, lo que haces me afecta en mis negocios, ¿Aún no lo terminas de entender? —Osea papá, stop con tus regaños a esta hora , estás heavy si piensas que con eso dejaré de salir con mis amigos .—Claro que lo harás niña ingrata —Espeta decidido —. Tus tarjetas de crédito quedan completamente canceladas , lo mismo los automóviles y colocaré un guardaespaldas que te vigilen día y noche si es necesario.
No sabía que mierda estaba haciendo, pero ya no tenía vuelta atrás. Me encontraba en la habitación de un penthouse con un desconocido el cuál acaba de conocer y besado en la discoteca sin siquiera saber su nombre. Sabía que Paula me mataría cuando se enterará de la locura que había cometido, si es que ya no esta como loca buscándome. Observo el vaso de whisky frente a mi y es cuando me obligo a salir de mis pensamientos y lo veo frente a mí ofreciéndome el trago. —Gracias...—Es lo único que puedo decir. Observo cómo retira su saco quedando solo en una camisa blanca la cual le luce bastante bien, al observarlo mejor me doy cuenta que es un hombre de unos treinta y algo. —¿Estarás así toda la noche? —Finalmente musita tomando un sorbo de su trago.Se acerca a mi, me observa de arriba abajo; me sujeta por la cintura haciendo que mi cuerpo vuelva a calentarse ante su tacto. Humedezco mis labios y se acerca tomándolos con total posesión. Dejo caer el trago que sostenía y enrollo mis
Hace mucho años que no pisaba La Ciudad de México, estaba de vuelta gracias a nuevos negocios e inversiones.—Tengo una cita con el señor Oliveira.—¿Es usted el señor Damián Solís? —Así es. —Bienvenido señor —Se levanta sonriéndome —. Por favor sígame.Le sigo el paso hasta detenernos frente a una gran puerta, cuando está apunto de tocar la puerta se abre abruptamente saliendo una chiquilla de cabellera negra, hecha una furia.—¡Te detesto papá! Pasa a nuestro lado sin ni siquiera mencionar una palabra o dejar ver su rostro. La mujer a mi lado parece avergonzada y entra a la oficina seguida de mi. —Señor Oliveira, él señor Solís.—Gracias Marta, te puedes retirar. La mujer así lo hace, Carlos se levanta, me extiende su mano acompañado de un abrazo y una gran sonrisa.—Que bueno verte de nuevo Damian, hace años que solo sabía de ti a través de llamadas. —Era momento de reunirme con un gran amigo como lo eres tú, aunque creo que llegué en mal momento.—¿Lo dices por el drama de