ANNA
¿Quién me manda a mi ser tan despistada?Quiero llorar de ver todo lo que tengo que hacer.Son muchísimos libros, el espacio es grandísimo y parece que nadie ha limpiado por aquí en años.Literalmente estoy llorando de frustración.No es que sea floja, sino que ¿cuando voy a acabar esto? Es más que una condena.Miro el trapo, la escoba y la cubeta que tengo. No me va a alcanzar ni para la cuarta parte.Y justo cuando quiero empezar a trabajar, alguien silva detrás de mí haciendo que giré .—Debiste hacer enojar mucho a mi hermano—me regala una sonrisa de disculpa.—Esto es orden de la Luna—digo apenada.—¿Abigail? Pero si Abi es un cielo—menciona pensativa.Hago una mueca de tristeza, ambos están molestos conmigo entonces.—Pero ya se le pasara, soy Millie, hermana del Alpha—me extiende la manoSonrío y la tomo.—Anna, dime Anni —la animo.Ella asiente efusiva quitando la escoba de mi mano.—Te ayudaré.—No, no, no, no es necesario…—Sola no acabarás y yo no tengo mucho que hacer así que… —se encoge de hombros—Bien —acepto al ver que no la haré cambiar de opinión —¿ Por dónde se empieza esto? .—Creo que mejor empecemos desde el fondo hacia afuera ¿Te parece?—Justo ahora, me parece estupendo.porque yo no tengo nada en mente.Ella sonríe alegre y comenzamos a limpiar.Ambas empezamos a limpiar los estantes desde diferentes lados y así después barrer y trapear todo, estoy consciente de que todo esto no lo vamos a lograr en un día.Son dos jodidos pisos y casi todo está lleno de polvo y telaraña.Quise llamar a Meghan o Dara pero no me dieron permiso, de hecho, tengo prohibido cualquier contacto con el exterior de esta mansión. Odio mi nueva realidad.—Así que prácticamente te tendrán como esclava —Exclama Millie horrorizada.Me encontraba explicando el porqué estoy aquí y limpiando la biblioteca.—Sí, yo creo que se tomaron muy agresivamente un simple descuido. No era para tanto.Millie asiente.—Mi hermano es muy explosivo. —comenta con un poco de desagrado —Después de que perdió a su última Luna fue…—¿Perder? ¿Última Luna? —pregunto incomoda.Ella sonrie triste.—Es historia universal nena ¿No la sabes?Niego.—Tengo apenas veinte años —frunzo el ceño —Nunca había escuchado de eso.—Con razón —se lleva una palma a su frente— Duncan prohibió que hablan del tema hace veinte años, justo cuando la antigua Luna murió.—Pero ¿Cuántas Lunas ha tenido? No entiendo.—Dos, bueno tres con Abigail ahora. Lo malo es que las dos primeras murieron, en batalla y por enfermedad, mi hermano ha quedado con una gran huella en su corazón y creo…—Millie —ambas nos tensamos.La Luna está detrás de nosotros.—Abi—ella sonrie bajando de la escalera ennla que estaba.—¿Qué haces aquí?—Estaba ayudando a Anni.—Vamos, no puedes ayudarla y tampoco acercarte. —espetó lanzando una mirada envenenada hacia mí—Tú hermano te espera en su despacho.Millie baja en silencio y cuando se están de ida se voltea a guiñarme un ojo.Vuelvo a quedarme sola, limpio y limpio hasta que empieza a picarme el cuerpo de tanto polvo que hay.Decido tomar un baño por lo que voy a mi habitación, está en una de las alas más solitarias, todo está oscuro por lo que paso corriendo.Nunca me ha gustado la oscuridad, me genera un miedo horrible, pero casi siempre la soporto cuando estoy en compañía. Solo que aquí no hay nadie y temo que me dé un ataque cardíaco.Me despojode todo y me meto directo a la ducha sintiendo el agua correr por mi cuerpo.Algo aquí no se siente bien, y no hablo de él momento. Hablo del lugar, siento como si estuviera… en un lugar equivocado.Salgo del baño con el mismo sentimiento de incomodidad. Incluso cuando me acuesto a dormir.Estaba tan cansada que mi mente me juega conmigo mientras duermo. Siento a alguien acostarse a mi lado y acariciar mi mejilla, el tacto es tan agradable que termino apoyándome más en el mismo.—Mi Luna —susurra.No distingo la voz, pero tampoco quiero despertar, si es un sueño se siente perfectamente bien. Esa presencia me hace sentir tan a gusto que por poco olvido que de los sueños en algún momento se despierta.—Anna, cariño—abro los ojos asustada.—Tara —frunzo el ceño porque aún siento esta caricia.—Tienes que bajar a cenar, no has comido nada después del almuerzo—murmura preocupada.—Cierto—tallo mis ojos volviendo a levantarme. —¿Qué hora es?—Diez para las ocho —menciona.¡Diosa!—Si que estaba cansada —murmuro. Llevo casi dos horas durmiendo— Vamos, Tara, ya me dió hambre —digo causando que ría.Vamos directo a la cocina donde me sirve mi plato y empiezo a comer.—¿Qué tal estuvo tu día Tara? —Pregunto luego de masticar.Yo necesito conversar con alguien y hablar o puedo terminar mal.—Como todos, Anni —responde secando unos platos. —Ya llevo tantos años haciendo una misma rutina que ni siquiera me doy cuenta ahora.Hago una mueca.—No malinterpretes lo que diré—empiezo —pero no creo que yo alguna vez me acostumbre a la monotonía, para empezar porque me gusta estar haciendo muchas cosas, las que sean con tal de experimentar y estar ocupada.Ella sonríe con nostalgia.—Yo era así de joven—suspira con nostalgia—, pero la edad no pasa en vano, linda. Te darás cuenta cuando empieces a acostumbrarte a tu rutina —guiña un ojo.Yo me río.—No te ves tan mayor —ladeo la cabeza.—Tengo 620 años —responde haciendo que me atragante con el jugo.—Pues no lo pareces, Tara —digo la verdad. —¿Tienes hijos?—La diosa luna no me permitió tener hijos propios, pero me dió la dicha de criar y cuidar del Alpha y su hermana —sonríe con añoranza.—¿Enserio? —siento como se me ilumina el rostro al oír aquello.—Sí, yo los cuido desde que ambos tenían unos cuatro años, son gemelos—me sonríe orgullosa.—Wooo —yo no sabía nada de eso —Eso es genial. ¿Qué pasó con sus padres —me intrigo.—Al inicio de la nueva era, luego de la devastación, fue muy difícil que las criaturas mágicas, por así decirlo, se decidieran—dice como si recordara cada cosa — quién iba a reinar todo. Los padres del Alpha hicieron hasta lo último para que no cayera en manos equivocadas pero… —traga saliva. —eso los llevó a la muerte justo cuando todos creían que ya había acabado la guerra. Todo fue un caos y al final dejaron a Duncan como el Alpha Rey, después de todo está en su sangre.Asiento.—Había cosas en esa historia que no sabía—menciono al recordar mis clases de historia en el instituto.—La historia real es aún más sanguinaria, esto es solo el resumen —se acerca y se lleva lo que ensucié —. Pero eso es parte del pasado, dime¿A tí qué tal te fue?—Odio el polvo—mascullo arrugando la cara—y creo que nunca voy a terminar de limpiar —suspiro derrotada.—Ya se les pasara y te dejaran libre —palmea mi hombro.—Eso quiero creer Tara —me levanto —. Ya tenía planes para mi vida.—¿Cómo cuáles?—Quería bajar a una de las ciudades y experimentar —ella sonrie.—Ya no hay tantas cosas bonitas como antes pero siempre hay algo que te impresiona. ¿Qué si encuentras a tu mate ? —sugiere soñadora.—Ojalá llegue un poco más tarde, Tara, no quiero encontrarlo todavía—me rio nerviosa, como si lo que dijera estuviera mal —. De hecho—susurró—, creo que ya lo encontré.Ella abre los ojos tensa y nerviosa a la vez.—¿Qué?—Faltan algunos días para mi transformación pero te aseguro que ya lo encontré y está aquí. Desde que llegué me he sentido rara.—Lo descubrirás, linda, ahora ve a la cama.Asiento como una niña pequeña, paso por el lado oscuro con prisa y me meto a mi habitación.Ojalá que mañana sea un buen día suspiro antes de volver a tirar mi cuerpo sobre la cama.ANNALlevo una semana aquí. Aún no me acostumbro y lo único que quiero es largarme pero no puedo. En todo este tiempo no me he topado con el alpha o la Luna, mi incomodidad se ha ido disipando y ahora me siento más a gusto.Millie y Tara han estado conmigo haciéndome compañía y de vez en cuando me ayudan a limpiar la biblioteca que orgullosamente ya estoy por la mitad, ambas mujeres dicen que prácticamente los reyes, por así decirlo, le prohibieron hablar conmigo y ahora tienen que esconderse para hacer de mi compañía en una biblioteca que más parece uno de esos lugares de miedo, de las películas de terror.No voy a negar que me he echado unas leídas y he encontrado cosas interesantes en algunos libros. Tara me dijo que todo eso es prácticamente una reseña de los Alphas anteriores, incluso antes de la devastación. Yo estoy super interesada en una historia en particular, no dice la fecha o el nombre exacto, solo la historia de un Alpha rey con una humana, ahora mismo está en donde
DUNCAN El desayuno está servido, Abigail está a mi lado comiendo con tranquilidad.Como siempre.A veces hasta olvido de su existencia en mi mesa, es tan callada y correcta que a veces pienso que no es real. Encajamos bien al inicio, me gustaba su compañía y todo, pero ahora, ahora solo siento que ella usurpa un lugar que no es suyo y que estoy equivocado en las decisiones que estoy tomando.Ella es mi mejor amiga, daría todo por ella, sería capaz de todo por lo muchos años que me ayudó y que estuvo a mi lado sin que yo lo pidiera. Es como una hermana.Por eso la convertí en mi Luna, ella tampoco pudo encontrar a su mate nunca. Siento el característico olor a melon y naranja por ahí que me hace remover inquieto. Ya está en la cocina.Cuando la descubrí, cuando supe quién era y qué iba a llegar a mi vida para cambiarla solo con oler ese delicioso olor supe que nada iba a ser igual y que el mismo dolor de años atrás iba a volver.Ella es hermosa.Tan
ANNATermine de limpiar el estante más alto y al fin pude bajar de las escaleras.Me daba ligero vértigo mirar hacia abajo y pensar que me podría caer.Fui hacia mi cubeta y enjuague el trapo con el que limpiaba, lo sacudí y fui a por el otro estante.Esperaba terminar pronto con esa biblioteca. Lo deseaba y a la vez no. Si lo termino ¿Qué otra tarea me pondrá la Luna?Estaba tan concentrada en mi trabajo que no me dí cuenta de las personas que estaban a mis espaldas.Sentí mi mirada iluminarse en cuanto noté a mis amigas que me sonrieron contentas. No tardaron en rodearme en sus brazos mientras suspiraba con alivio.—¡Diosa! Estás bien —me detalló Dara. Asentí. —Me alegro de que no te haya decapitado —me volvió a abrazar Meghan.—No puede conmigo—bromeé, sin embargo ellas no rieron. —¿Qué pasa? —pregunté asustada por sus caras serias.—Meghan vió algo— dijo Dara.Las miré sin entender.—¿Qué vió? Meghan suspiró y todo rastro de locura y ju
ANNA Nadie mueve un solo músculo y el que yo esté en mi forma lobuna deja claro que las cosas no andan bien, por como Meghan aparta el rostro y mira el suelo, la Luna parece incómoda, Dara no sabe que hacer y el Alpha simplemente se me queda mirando sin inmutarse .Estoy a punto de transformarme cuando el Alpha gruñe y niega.—En tu habitación y luego ve a mi despacho—ordena saliendo del lugar a toda prisa .Yo quedo desconcertada y con un leve malestar en mi pecho que no me deja reaccionar hasta que escucho la voz de Dara. —Anni, cariño, tienes que ir —avisa.No volteo a ver a nadie y simplemente subo, me coloco algo de ropa. —El tiene Luna —le digo a Zoe que no deja de decirme porqué reacciono así.—Eso no puede ser—susurra con pena. Su voz es tan suave y dulce que me siento mal incluso por decirle eso a mi loba que parece ser una tierna lobita.—Lo arreglaremos ¿Sí? Seguro hay una explicación para todo —trato de ser razonable y dejar de conje
ANNAMiro aburrida a los hombres frente a mí. Si pudiera escapar lo haría .Zoe solo se ríe de mí, al igual que Abigail —insistió en que la llamara así—.Bufo cuando veo al idiota que ahora tengo como alpha, presumir de derribar a unos cuantos guerreros. Demasiado egocéntrico y presumido. —Parece que te molesta—dice Abigail con una sonrisa.—¿Por qué tengo que estar aquí? —refunfuño otra vez— Me aburro— vuelvo a jugar con el pasto entre mis manos.Está más interesante que ver al Alpha idiota.—Tienen que reforzar su vínculo para que no mueran —frunzo el ceño. ¿Cómo sabes eso? —. Duncan me lo dijo. —se encoge de hombros.Y solo con mencionar eso no sé lo más me molesta, si él que se lo haya dicho o el que sepa de algo que considero solo debemos saber nosotros. Se ve que tienen confianza. —¿Crees que si le pedimos que se aleje lo hará? —La voz tímida de Zoe me hace arrugar el rostro.—¿Para qué o qué? —No la quiero cerca de mi mate —refunfuña con voz pequeña. Dulce.Definitivamente
DUNCAN Su vestido se balancea gracias al viento, su cabello amarrado en una pequeña coleta que me deja al descubierto su cuello.Me hace sonreír al ver la pequeña maraca dorada justo donde debería ir mi marca, porque es mía. El pecho se me llena de posesividad llevando mi razonamiento por el caño.MierdaCaminamos despacio para disfrutar de la compañía, noto como su corazón late ligeramente más rápido y el que trate de erguirse lo mejor que puede me dice que esta nerviosa.Llegamos justo donde quería, nos detenemos y yo me siento en una de las piedras que están cerca del agua. Ella me sigue pero se queda de pie esperando a que diga algo.—Lo que sucedió hace unas horas es algo que no podremos evitar —empiezo.—Qué directo—murmura por lo bajo, pero logro escucharla a la perfección al tener mis sentidos activados.—Hay que hablar las cosas como son —me encojo de hombros.—¿Y por qué aquí? —Quería mantener un poco de armonía en el ambiente, en la ma
DUNCAN Me levanto con cuidado de no despertarla. No quiero alejarme de ella después de lo que pasó, su respiración y pulso están mejor que cuando la encontré en el suelo de la cocina hace unos minutos.Voy a abrir la puerta que estaban tocando.Es Tara, mi nana.—¿Sucede algo, nana? —le pregunto .—Es la señorita Meghan, pequeño. Quiere hablar contigo— asiento y miro sobre mi hombro a la mujer de cabellos oscuros en mi cama.—¿Podrias cuidarla en lo que regreso? —Claro, vé —salgo para averiguar lo que quiere la bruja.Cuando bajo ya no hay nadie en el salón, todo está en silencio y voy directo a mi despacho encontrando a cuatro mujeres con rostros preocupados .—¿Qué pasa? —pregunto directo.—¿Cómo está ? —se apresura a preguntar mi hermana.—Mejor, ¿Qué sucede? —le pregunto a la bruja sentandome en la silla. El
ABIGAIL Nuestras risas llamaron la atención de los que estaban en la tienda, a nuestro lado la señorita que nos atendía también ríe por lo que dice Millie y Dara. Todas se ven más relajadas.—En fin—termina de reír Millie— ¿No les dió hambre? —averigua arrugando la cara.Yo me río. —Acabamos de comer —le recuerdo.—¡Eso fue hace una hora! —dramatiza. —Bien, bien —la calmo —. Esperemos a que salga Anni —todas asienten.Estamos en una tienda tratando de comprar nuevos atuendo, para Millie tener algo nuevo en el armario cada semana, es necesario. Seguimos esperando a nuestra Luna que salga del probador, se fue a probar un vestido de gala largo, todas coincidimos que en ella se vería genial. Segundo después la puerta se abre podemos apreciar la pequeña silueta de Anni con vestido color cielo ciñendo su cintura y sus pechos en un escote no tan