Lo peor que le puede ocurrir a un alfa es que su mate lo rechace, se forma una herida difícil de sanar porque la localización de ella no es física sino más bien en el alma del rechazado. Su piel se torna pálida, sus ojos pierden brillo y su fuerza disminuye durante mucho tiempo.

Aarón se oculta en la oscuridad de su habitación, no quiere ser visto de ese modo y se inunda de alcohol para intentar reemplazar su dolor interno por otro, no se emborracha, sin embargo, el ardor que recorre su garganta con cada trago lo hace olvidarse del que lleva en el pecho.

—Señor —tocan su puerta.

—¿Qué quieres Augus? —interrogó.

—Encontramos una pista sobre la loba blanca —no escucha respuesta por parte de Aarón, sin embargo, la puerta se abre mostrando la apariencia de este.

—¿Qué encontraste? —cuestionó.

—Uno de los rastreadores logró captar la esencia de la loba blanca cerca del instituto que va su hermano —responde.

—Ahora mi medio hermano me saca ventaja en todo —dice con molestia.

—No, señor, le