Alessio se puso la corbata después de haber dejado unos buenos billetes sobre la mesita de noche del hotel en donde había pasado la noche anterior con alguien que ni siquiera se había molestado en saber su nombre o en recordarlo.
Salió de ese lugar hacia el estacionamiento en donde debía de estar su chofer a su espera para buscarlo y poder resolver algunas cosas antes de irse hacia su destino.
Era dueño de una de las mejores empresas de tecnología que se podía conocer y que le gustaba innovar siempre que podía y si era posible ayudaba muchas personas, tal y como haría ese día en alguna parte del mundo.
Iría a un pueblo pobre con algunas personas que necesitaban ayuda, eso sería algo bueno para su empresa, ya que él quería subir un poco más las acciones y de esa manera darse a conocer como el gigante de las tecnologías avanzadas que se había propuesto a darse a conocer.
Su asistente le dio los documentos que necesitaba firmar ese día y por supuesto un traje para cambiarse en cuanto llegara a la empresa. Ni siquiera se molestó en volver a saber de la persona con la cual pasó la noche, no era de su incumbencia. Los trataba bien, le daba todo lo que ellos pedían siempre y cuando siempre y cuando estos supieran su lugar en el momento de pasar la noche con él.
No era un ser despiadado, sólo un poco con las personas que en verdad se lo merecían. En unas horas debía de tomar un vuelo y no quería perder tiempo innecesario en ese lugar sino podía hacer donaciones, por lo que sólo serian unos pocos días y luego regresaría a su casa país.
Entró en el elevador privado, quitándose el saco en el proceso al igual que la corbata y la camisa. Debía de darse un baño rápido y ya antes de irse.
— ¿A qué hora es que sale mi vuelo hacia china? — Preguntó, entrando a su oficina después de haberse quitado parte de su ropa — Quiero que todo salga perfecto.
— Lo será, señor — dijo, seguro — Ya tiene hospedaje cerca de la costa, tal y como lo pidió.
— Perfecto — tomó su traje de las manos de su asistente — Quiero que todo sea como lo planeé y que mis socios estén satisfechos con todo.
— Ya lo están — le pasó un folder lleno de documentos — Algunos ya dejaron su firma y están esperando no arrepentirse después de su viaje.
— Más dinero para mis bolsillos — exhaló — Me daré un baño, deseo la sala de reuniones lista para cuando salga.
— Está bien, señor — sin más que decir, salió de la oficina.
Las cosas que estaban saliéndole bien en su vida y no podía quejarse en lo absoluto. Pero como todo el mundo se sentía sólo sin su pareja o alma gemela. Quería tener a alguien con la cual podía explorar nuevas cosas y que siempre estuviese en su dándole algo de luz.
Perdió las esperanzas hace mucho tiempo, cuando sus compañeros de la universidad encontraron a sus parejas antes, durante y después de salir de esta.
Siempre había sido un cerebrito en muchas cosas y no se avergonzaba en lo más mínimo de eso, porque gracias a su inteligencia tenia de una de las mejores compañías en todo.
Una vez que estuvo listo, se puso la ropa que su secretario dejó para él, seguido de eso revisó todo lo relacionado con las sucursales cercanas y las que abriría dentro de para seguir avanzando, pero todo parecía tener un buen rumbo por lo que dejó eso y se concentró en otras cosas que su mente tenia y que no podía esperar a resolver.
Parecía todo un jodido adolescente virgen en busca de algo diversión de una sola noche.
Su día pasó de esa manera, nada que no pudiese manejar con ayuda de su asistente que siempre ha estado con él desde que comenzó hace unos años.
— Buenas noches, caballeros — asintió, con la cabeza hacia el grupo de hombres que estaba ahí — Espero que los hayan atendió muy bien.
— Si, Alessio — sonrió, un hombre algo mayor — Sólo faltabas tú por llegar y poder irnos.
— Lamento la tardanza, pero debía de dejar todo en orden por si teníamos que tardar más en ese lugar — estuvo a nada de rodar los ojos — Guizhou nos está esperando.
— Es un pueblo realmente pobre que no tiene muchos ingresos — dijo el otro sujeto, mirando los documentos que le había pasado el asistente de Alessio — ¿Por qué elegiste el sitio más pobre de china para esto?
— Ya tienes tu respuesta en la pregunta que acabas de hacerme — se abrochó el cinturón de seguridad — Es un lugar pobre y obviamente está lejos de ser algún sitio el cual las personas decidan ir a pasar sus vacaciones por la pobreza, delincuencia y siento de cosas más — se encogió de hombros — Está en sus manos el también invertir ahí o bajarse de mi avión antes de que despegue.
— Iré para ver lo que ese sitio puede ofrecerle a mi empresa, de lo contrario mis acciones las venderé — dijo, soez.
— Como si eso fuera a detenerme en lo más mínimo para seguir haciendo dinero como lo he estado haciendo como hasta ahora — rodó los ojos — No obligo a nadie a tener tratos conmigo, tampoco me interesa el tenerte bebiendo de mis vinos, comiendo de mi vida y menos el que estés tan cómodo.
— Nunca te he pedido...
— Dormiré todo el camino, no quiero que me despierten a menos que sea para algo importante — suspiró, cerrando los ojos.
Odiaba a Asher por el simple hecho de que no le gustaba como llevaba la empresa que se había animado a construir todo gracias al dinero que nadie le dio y que tuvo que hacer por sí solo.
Sus padres no le dieron lo que necesitaban por el simple hecho de que querían que un médico o un doctor como sus demás hermanos. Siguió sus sueños y logró cien veces más dinero del que podían ganar sus hermanos a lo largo de un año con sus sueldos juntos.
Su primo Asher era alguien que quería ser él o superarlo para demostrarles a sus padres que podía tener más dinero que su propio primo. Si tan sólo fuera tan fácil el poder llevarle la contraria o superarlo en cualquier ámbito que podía lograr.
Su asistente lo conoció en una cafetería, cuando apenas estaba comenzando con su pequeña empresa de reparaciones de dispositivos. Su asistente quería un trabajo y él quería a alguien que lo ayudara en el lugar. Éste nunca quiso ser su socio, por lo que le pidió que sea su mano derecha en todo lo que hacía, por toda la confianza que se tenían.
¿Se había enamorado antes? Sí, con tanta fuerza que le rompieron el corazón.
En unas horas ya estaban en el aeropuerto internacional de china y in auto los esperaba para tomar unas largas horas de viaje hasta llegar a su destino. Alessio tomó su iPad para seguir trabajando de camino. No podía darse el lujo de faltar un solo día, debía de seguir subiendo sus ingresos desde la distancia.
Llegaron al mejor hotel que podía tener ese lugar y todos fueron hacia las habitaciones asignadas. Su asistente estaba en la habitación cercana, por lo que sólo tenía que llamarlo si necesitaba algo de él.
Arrugó la nariz viendo la jodida habitación que no era du jodido agrado. Todo parecía estar fuera de su lugar y sucio. Caminó hacia la ventana más cercana, deteniéndose un momento para ver todo desde donde estaba, no se veía tan mal después de todo. Era una excelente vista hacia el canal que parecía limpio.
— Un bonito paisaje para un lugar tan asqueroso — dijo, para sí mismo — Lo malo es que no puedo tardar tanto tiempo en éste sitio para explorar todo lo que pueda ofrecerme.
— ¿Hablando solo, señor?
— Puedes hablarme como si fuéramos iguales, Malakil — se quitó la camisa — Somos amigos cuando no hay nadie en la misma habitación.
— Esta mañana no parecías hablarme de manera que no fuera estrictamente de trabajo — negó, con la cabeza — Estoy seguro de que tenías las mismas sospechas que yo.
— Me estaban espiando y sé que fue Asher — rascó su nunca — Ya me tiene las bolas hinchadas con sus cosas hacia mi persona y estoy seguro de que buscará la manera de hacerme firmar esos documentos para que le dé todas mis acciones.
— No le darás nada a ese sujeto, nos hemos matado durante estos diez años como para que venga un niño de papi a tener todo tan fácil — se sentó en la cama — Mañana temprano saldrán a la construcción, si deseas puedes salir a la feria esta noche y socializar un poco con las personas que están ahí.
— ¿Esas personas se bañan?
— ¿Desde cuándo un perro con pulgas anda preguntando si los humanos se bañan? — Se estaba burlando de él — Sal un momento y despeja tu mente un poco y lejos del trabajo. Ya pareces un anciano y apenas tienes la edad suficiente para tener una pareja.
— Tendré mi pareja cuando sea el momento adecuado — fue hacia donde estaba su ropa — Te tomaré la palabra y saldré un momento para ver todo, necesito un poco de paz.
— Te cubriré en dado caso de que lo necesites.
— Eres el mejor.
Media horas después, tenía ropa más casual para salir a ver todo lo que podía ofrecerle ese lugar tan pobre, pero tan lleno de vida por parte de los ciudadanos de ese lugar. Guardó bien su teléfono, al igual que su dinero ya que ese lugar tampoco era tan santo como se podía apreciar.
Metió las manos en sus bolsillos, caminando con un poco más de confianza por el lugar. No entendía mucho de ese pueblo, sólo que estaba rodeado de un bosque bastante grande como para que las personas se puedan perder.
La feria estaba en su mejor apogeo, las personas se movían de un lado a otro con dulces en las manos y comida chatarra, algo que no era de su agrado.
Alguien chocó con él, y su malhumor no se hizo esperar. Algo cayó sobre sus pies, ensuciando parte de su pantalón.
— Puedes fijarte un poco por dónde vas — lo ayudó a recoger lo que se le había caído — ¿No te vas a disculpar? — La otra persona siguió en silencio — Personas sin costumbres hay en éste pueblo de m****a.
La otra persona levantó la mirada, y la respiración de Alessio se detuvo.
¡Era la mujer más hermosa que había visto en toda su vida!
Alessio se quedó mirando a la pequeña persona que estaba frente a él y que parecía buscar las palabras para hablarle, pero que no podía hacerlo por algún motivo. Sus ojos verdes, como el pasto por la oscuridad, tenía pecas en sus mejillas, las cuales no se notaban mucho por la oscuridad y esas luces que estaban en la feria no eran de gran ayuda.Su olor, era mucho más atrayente que cualquiera que haya olido antes, sin duda era toda una princesa viviendo entre los esclavos.Le tomó sólo unos pocos minutos más el terminar de recoger todo lo que estaba en el suelo antes.— ¿Por qué no hablas? — Le quitó la caja y los platillos que poseía — ¿A caso eres muda? — La otra persona asinti&oa
Yoshio guardó bien lo que ese sujeto le había dado, su familia estaría feliz al ver como tenía lo que ellos querían conseguir a las malas. Aunque no le gustara el verse involucrado en las estafas de sus hermanos, era divertido hasta cierto punto…Dejó la comida en la mesa de la cocina y fue hacia donde estaba su madre lavando la ropa de los vecinos en el patio trasero de la casa.— ¿Por qué tardaste tanto? — Le preguntó su madre, con las manos dentro del cubo lleno de agua — ¿Qué es eso?— Volví a ver al señor de anoche — le mostró una invitación — — ¿A caso querías verme la cara de estúpido? — Preguntó Alessio, apretando los puños —Respóndeme, ¿Esto es algo que tus padres y tus hermanos querían hacerme?— No… juro que no…— No entiendo ni una mierda de lo que estás diciendo — gruñó — Colócate esa ropa, te llevaré de regreso a tu casa. No perderé mi tiempo con un travesti.Yoshio entró en alerta al escucharlo, no quería que lo llevara de regreso a su casa, temía que sus padres se enojaran con él o que sus hermanos lo sacaran de la habitación mientras todos dormían para que Capítulo 4
Cerró la puerta detrás de él de manera lenta, pestañeando varias veces para enfocar mejor su vista en la persona que estaba amarrada de brazos y piernas. Era ese jodido humano que se había prometido buscar cuando sea el momento justo, no ahora que tenía todas las miradas sobre él.Aseguró la puerta bien, prosiguió a ir hacia donde estaba Yoshio con la venda y moviendo su cabeza de un lado a otro desde que abrió la puerta de esa habitación. La mirada que éste tenía era de miedo que sólo se calmó un poco al verlo.— ¿Qué estás haciendo aquí, pequeño? — Preguntó, colocando sus manos en sus mejillas — ¿No se suponía que debías de estar en china con tu familia? — El menor
Había personas mirándolos raros, debido a que el chico parecía una mujer con ropa de hombre extremadamente grande y Alessio parecía su padre por la seriedad que tenía en su rostro. Dejaron muchas bolsas en el asiento trasero del auto, ya que no cabían en el maletero.— ¿Quieres algo de comer? — Preguntó, y el menor negó con la cabeza — Iremos a comprar lo que nos falta para tus útiles.— ¿No irás a trabajar?— No — el menor lo miró sorprendido — No tengo nada mejor que hacer, así que me quedaré contigo durante el día. Debo de enseñarte muchas cosas y no puedo irme a trabajar de esa manera.
Días más tarde, Alessio salió de la casa más temprano que de costumbre, el día anterior se había mantenido sereno por las cosas que el chico le comentó. Cada día que pasaba, era algo nuevo que no estaba seguro si podía controlarse.Miró su entrepierna, rodando los ojos al ver su pene levantarse sin darle el permiso que debía. No había tenido sexo en un mes completo, desde que conoció a Yoshio. El chico aun seguía usando esas ropas de mujer y no podía detenerlo sólo porque ya lo conoció vistiendo de esa manera.— Tus erecciones no te dejaran concentrarte — dijo Malakil, después de ver que no había nadie cerca en estacionamiento — ¿No has usado mi regalo?—
Alessio se bajó el pantalón hasta las rodillas, tomando su erección entre una de sus manos, mientras lo miraba tocarse. Ese chico parecía estar lejos, como sus pies se torcían cuando el vibrador encontraba ese punto en él, como sus tetillas se tornaban rojas y como su abdomen se contrae como si buscara una liberación pronta.Puso su dedo en la punta para evitar correrse y parecer un adolescente con las hormonas regadas por correrse tan rápido.Se puso de pie, quitando el pantalón de su camino fue hacia la cama con las manos picándole para poder tocarlo y así lo hizo, separando sus piernas lo más posible para poder ver mejor todo el espectáculo.— Sólo quiero ver algo — pasó su dedo por encima de la er
Pasaron meses en los cuales Yoshio trató lo más que podía de seguirle el ritmo a Alessio cuando tenían intimidad. Se sentía cansado por todo lo que habían hecho e incluso quiso dejarle saber que quería algo de calma, pero no podía quejarse. Era algo que ya estaba acostumbrado.Después de colocarse algo para dormir, se sentó frente al espejo para desenredarlo, su cuerpo tenía algunas marcas de esas cosas que el mayor usaba para tenerlo bajo su control cuando tenían sexo.Al menos había subido bastante de peso y esos se notaban en los gorditos que estaban adornando su abdomen. Alessio parecía ser una persona con mucho dinero por como las personas lo trataban en ese lugar y también porque inclinaban sus cabezas en señal de respeto cuando pasaba por su la