Alessio se bajó el pantalón hasta las rodillas, tomando su erección entre una de sus manos, mientras lo miraba tocarse. Ese chico parecía estar lejos, como sus pies se torcían cuando el vibrador encontraba ese punto en él, como sus tetillas se tornaban rojas y como su abdomen se contrae como si buscara una liberación pronta.
Puso su dedo en la punta para evitar correrse y parecer un adolescente con las hormonas regadas por correrse tan rápido.
Se puso de pie, quitando el pantalón de su camino fue hacia la cama con las manos picándole para poder tocarlo y así lo hizo, separando sus piernas lo más posible para poder ver mejor todo el espectáculo.
— Sólo quiero ver algo — pasó su dedo por encima de la er
Pasaron meses en los cuales Yoshio trató lo más que podía de seguirle el ritmo a Alessio cuando tenían intimidad. Se sentía cansado por todo lo que habían hecho e incluso quiso dejarle saber que quería algo de calma, pero no podía quejarse. Era algo que ya estaba acostumbrado.Después de colocarse algo para dormir, se sentó frente al espejo para desenredarlo, su cuerpo tenía algunas marcas de esas cosas que el mayor usaba para tenerlo bajo su control cuando tenían sexo.Al menos había subido bastante de peso y esos se notaban en los gorditos que estaban adornando su abdomen. Alessio parecía ser una persona con mucho dinero por como las personas lo trataban en ese lugar y también porque inclinaban sus cabezas en señal de respeto cuando pasaba por su la
La fiesta estaba de lo más tranquila, las personas estaban comprando muchas cosas para poder ayudar a la causa. Alessio compró varias pinturas que serian hermosas como adorno. La cena no le gustó, no era del tipo de chico que se quedaba comiendo sólo verduras, por esa razón sólo comió un poco y luego devoró la carne.Alessio notó que ninguna de las veces que éste le cocinó sólo le hizo algunos aperitivos con verdura si el sólo se quedaba comiéndose la carne. Anotó todo lo que necesitaba saber de él al momento de comer algo que le gustara.Asher no volvió a acercarse a ellos en toda la noche, tenía una orden de alejamiento para que no pudiese estar a más de quinientos metros de él o de Yoshio. Se habí
Alessio llegó a la casa pasadas las diez de la noche y todo estaba a oscuras. El trabajo se le seguía acumulando cada día por estar distraído y su distracción tenia nombre. Le echó un ojo a la cocina, viendo todo en orden y limpio. Ni siquiera vio su cena como cada noche. Al parecer no se habían molestado en hacerle algo de cenar ninguno de sus empleados y el mismo Yoshio.Subió las escaleras, quitándose la corbata y el saco, deteniéndose en la habitación del humano, la cual estaba entreabierta. El olor que tenía la habitación fue suficiente para que todo el estrés que tenía se fuera en cuestión de segundos. Era todo lo que necesitaba ese día.Dejó sus cosas en el piso, caminando hacia la cama y sentándose al lado del hermos
Yoshio abrió los ojos por el olor a comida que estaba en la oficina, olía delicioso, pero no fue lo primero que vio, sino a Alessio mirándolo preocupado. El sueño que estaba teniendo en esos días era demasiado para él. Ni siquiera podía sentir la presencia de más personas cerca por más que quisiera.Se sentó de golpe, secándose las mejillas para eliminar cualquier rastro de lágrima de estas. Ya era bastante estúpido por estar llorando como para dejarse ver de una manera vulnerable ante el hibrido.— Lo que leíste en ese artículo sólo son chismes amarillistas que siempre buscan la manera de perjudicar a mis parejas o a mis acompañantes — se puso de rodillas, delante de él — No creas todo lo que leas de ti de ahora
Yoshio despertó cuando estuvieron en el auto. Ni cuenta se había dado cuando Alessio se tomó la molestia de vestirlo y sacarlo del edificio a través de su elevador privado. Aun sentía sus ojos pesados, ni siquiera podía mantenerse con los ojos abiertos por mucho tiempo.Volvió a cerrar los ojos, acomodándose en las piernas de éste y sintiendo sus dedos en su cabello, quitando los nudos que se habían formado sin querer. Ya se estaba preocupando el que siempre se la pasara durmiendo, le diría a Malakil que lo llevara a una clínica después del viaje que tenían que hacer mañana temprano.Se llevaría a Yoshio con él, para que se entretuviera y que pudiese estar con su madre. Porque sus hermanos y su padre no le interesaban más que el dinero q
Yoshio estaba en las piernas de Alessio mirando el cielo anaranjado. Alessio le había dicho que llegarían en unas horas porque era un vuelo directo y no había contratiempos en el cielo como para durar tantas horas sentados en el avión.El sueño que había sentido ese día, se marchó después de tantas horas de sueño y en ese momento sólo estaban ellos dos en el avión. Las personas que habían ido la vez pasada se quedaron porque Alessio podía resolver cualquier cosa que estuviese sucediendo por sí solo. No le había contado nada de lo que pasó en la mañana al mayor, el que se sintió bien que lo tocara de esa manera tan intima en la habitación.Alessio parecía estar hablando por teléfono de algo que no le conc
Yoshio se alejó lo más que pudo de esa persona. Se veía muy diferente a como estaba hace tres años, el estar en ese hotel fue una mala idea después de todo. Debió de haberse quedado en casa a la espera de Alessio si hubiese sabido que algo como eso podría pasar.— No hay razón por la que debas de mantener distancia de mí después de tantos años, Dragulj — se acercó a Yoshio, tomando su mano — Tu madre me dijo que estabas que yo no pude evitar venir a verte.— ¿En dónde está mi madre? — Con una sola mano, pudo decirle esas palabras — No me toque.
Años atrás.Yoshio estaba saliendo del mercado con una canasta llena de comida. Ese día, le había ido muy bien ayudando a su madre con el lavando ropa. Ya tenían buenos clientes y su padre había dejado de molestar con que debía de hacer algo más algo más que un simple estorbo en la casa. Todos en la calle se estaban preparando para la feria anual que se llevaba a cabo en esa parte de china.Irían muchos turistas por ser una época del año en la cual todos podían disfrutar del hermoso canal y sobre todo de todo lo bueno que podía ofrecerle el pueblo. Algunas personas lo saludaban con mucho entusiasmo, sin importarle lo que en verdad había debajo de toda esa ropa que ese chico tenia. En ese pueblo, nadie se atrevía a juzgar a nadie por cómo era,