El cuervo:— Me preparas todo, quiero que envíes a los mejores pa' Argentina, aquí mi amigo dice que su hermana Diana le dijo que mi Flor está por aquellos lugares.— Enseguida patrón.Mi Florcita hermosa, muero por tenerte en mi cama una vez más y pa'siempre.Florencia:Mi pantalla se ilumina con el número de mi amiga.— Hola, Diana, ¡¿cómo están?!— Malvada, me tienes preocupada, tú y Esteban me matarán de la preocupación un día de estos. —la queja de la colombiana no se hace esperar.— Lo siento, han pasado tantas cosas que no sé cómo no eh perdido la cabeza aún, ¿me perdonas? —le respondo con mi voz más lastimera.— Sí, obvio que sí, ahora dime ¿qué has hecho estos meses? debe ser importante para olvidarte de nosotros. —bien sigue enojada, tan de ella, aun así, la amo.— Con Leonardo compramos un restaurante, era en el que trabajaba antes de conocerlo, ahora somos los propietarios. —respondo llena de emoción.— ¡Que maravilloso! ¿Entonces cantas? Te has de a ver convertido en toda
Leonardo:No, no estaba dispuesto a quedarme con ella y que solo se conformara con ver los lujos que los demás tenían, yo podía darle todo eso y más, salir de la mansión de Alexander, escuchando como me llamaba a gritos fue lo más doloroso que he hecho, pero debo mostrarle a Florencia de que puedo protegerla de su pasado y para eso necesito dinero.Pero al final del día, nada cambio, todo un día perdido, golpeando puerta tras puerta de los que una vez considere mis amigos, todos y cada uno me dieron la espalda.Dicen que una persona que deja a su familia y rompe un compromiso de tantos años por una mujer insignificante, no es nada confiable, y es ahí cuando me doy cuenta de que ellos no saben una m****a del amor.Nadie podría entenderme y me sentía tocando fondo.— Ahogar los problemas en una copa no es buena idea.— Alexander, ¿qué haces aquí? — Hace media hora que decidí entrar en este bar, y tomarme un tiempo para pensar... y beber solo, pero para mi sorpresa Alexander Scott está p
Leonardo:Me estoy volviendo loco, a Florencia la está revisando el doctor de Alexander, mientras volvía a la mansión la familia de Camila se comunicó conmigo, para informarme que alguien la había atacado por no querer dar el paradero de Flor, estoy seguro de que es el narcotraficante que está obsesionado con mi hada.— No debe preocuparse por nada, fue algo emocional, lo que provocó el desmayo de su esposa, solo necesita descansar un poco.— Bien, gracias doctor.— Permítame acompañarlo doctor.— Gracias, Amara, hasta luego señor Leonardo, señor Alexander. — Con un estrechamiento de mano el doctor se retiró de la habitación, mientras yo veía a mi esposa en la cama aún dormida.— Tranquilo Leonardo, ellas están bien, lo dijo el doctor. — trata de tranquilizarme Alex, pero es imposible, no hasta que vea sus hermosos ojos abierto una vez más.— Sí, lo sé, pero no entiendo ¿qué fue lo que pasó? ¿por qué estaba empacando?— Deberás esperar a que despierte para saber.— Mi padre, ¿a que fu
Florencia:Termino de cantar y escucho los aplausos y acto seguido Bill y Amara me abrazan, pero la alegría del momento se opaca cuando veo a Leonardo salir del salón y detrás de él ella, la bruja de Charlotte, su ex.No puedo solo quedarme aquí, ¿verdad? ¡¿Que hacía esa mujer persiguiendo a mi novio?!— Flor. — Alexander trata de interponerse en mi camino, pero lo evito con facilidad y es que me está llevando el mismo diablo.— Ahora no Alex. — Paso de largo, casi sin mirarlo para encontrarme a mi novio y su ex demasiado cerca, entonces me detengo al escucharla.— Cariño, no seas tan pervertido, claro que podrás hacerme eso y más.No doy crédito a mis ojos, ¡ellos no pueden estar besándose!— Leonardo. — fue lo único que pude decir antes de que él comenzara a balbucear idioteces.Salí de ese lugar, casi corriendo, mi intención era irme a casa de Amara, pero una mano sostuvo mi brazo y me llevo de regreso al salón y de allí hacia uno de los pequeños balcones del lugar.— ¿Qué haces Al
LEONARDO:Con el paso de los días comprendí que la amistad de Alexander era verdadera y desinteresada, podía ver el conflicto en sus ojos cada vez que Florencia entraba en la habitación, sin embargo, él mantenía sus emociones a raya, bajo un manto de dureza y aburrimiento, todo esto pasaba desapercibido a los dulces ojos de mi amada, ella solo se preocupaba por mí, ella solo me amaba a mí. No tenía nada de qué preocuparme. O eso creía.— Bien doctor, ahora que estamos solos, puede decirme ¿qué rayos tengo? – pregunte exasperado y cansado de tantos estudios.— Señor Roth los estudios revelaron que tiene un tumor cerebral, para ser más precisos neoplanza cancerosa, lamentablemente está en una etapa 4, no hay mucho que podamos hacer. — el doctor me observa con pena. Lo entendí, en el segundo que lo dijo, el tiempo se me estaba terminando.— ¿Cuánto tiempo? Necesito dejar todo en orden. — solo podía pensar en mi amor y mi hija.— Pueden ser 6 meses a dos años, no más de eso. — respondió al
Florencia:Por fin mi amiga da por terminada su Luna de miel y regresa a California, la necesite tanto este tiempo, Amara era lo único que tenía además de Leo, aunque debo reconocer que durante el tiempo que Leonardo estuvo en el hospital, Alexander fue una buena compañía, si no tomara en cuenta su forma de ser tan fría, sería una persona agradable como su hermana.— Amara, te extrañé demasiado, pero en verdad, estoy muy cansada como para salir. Mi pequeña está ansiosa por nacer y no me ha dejado dormir en las noches.— Por favor, Florencia, necesito comprar un regalo para mi hermano.— ¿Para tu hermano? Creí que era para Bill.— Dije que debía comprar un regalo de cumpleaños para mi héroe, no el amor de mi vida. Este año le haré una fiesta sorpresa, necesitamos regalos, ustedes vendrán obviamente.— De acuerdo vamos.No sabía que el cumpleaños de Alexander era el fin de semana, estaba tan agotada que no tenía ganas de nada, pero necesitaba agradecerle por a ver cuidado de mí cuando Le
FLORENCIA:Estaba segura de que era eso, Leonardo se arrepentía de estar conmigo, perdió todo por mí, su familia, sus amigos.— ¡Están aquí! Vamos es tiempo de que abras tus regalos. — La voz de Amara tranquilizó a Leo y me sacó del camino de mis pensamientos.— ¡De que hablas! No lo haré. — la cara de horror de Alexander es algo digno de ver.— Por favor, en realidad debes abrir uno, el que Florencia eligió para ti, o tú serás el responsable de lo que le pasé. — Dios, nunca había pensado en eso, el pobre cachorro hace 2 horas que está en esa caja, aunque tenga agua y agujeros, no es nada lindo estar encerrado.Leonardo comenzó a caminar con Amara, mientras Alex y yo los seguíamos.— Tú elegiste un regalo… ¿para mí? — la voz de Alexander suena extraña, pero no me permito quitar mis ojos de Leonardo.— Sí, es para agradecerte por cuidar de mi mientras Leo estaba en el hospital y por tu cumpleaños obviamente.— Gracias. — Lo dijo tan despacio, que casi no lo logró escuchar.Al llega
Florencia:Miro a mi pequeña que ya tiene un mes y no puedo creer lo parecida a su papá que es.Su cabello negro, su piel un poco bronceada, salvo el color de sus ojos que son como los míos, celestes con motas de verde, tienen el mismo color del lago donde me entregue a su padre la primera vez.— Nuestra hija será la más hermosa de esta ciudad. — dijo llena de orgullo.— Ella es la más hermosa, del mundo y si aprende a cantar como la madre ... grr tendrá a demasiados pretendientes detrás de ella. — La cara de sufrimiento de Leonardo me daba mucha risa.— Sabes, ella es tan hermosa... que nadie se puede resistir cuando la ve, mira incluso Alexander que juro que jamás la tomaría en brazos hasta que no sea más grande y " resistente" anoche no había forma de que la dejara en su cuna, alegaba que se despertaría, como si no notáramos que estaba embobado mirándola.— ¡Eso es! Ponle el vestido más hermoso que tenga, iremos a ver a mis padres.— ¿Que? ¿Estás seguro de que sea una buena idea?