Leonardo:Me estoy volviendo loco, a Florencia la está revisando el doctor de Alexander, mientras volvía a la mansión la familia de Camila se comunicó conmigo, para informarme que alguien la había atacado por no querer dar el paradero de Flor, estoy seguro de que es el narcotraficante que está obsesionado con mi hada.— No debe preocuparse por nada, fue algo emocional, lo que provocó el desmayo de su esposa, solo necesita descansar un poco.— Bien, gracias doctor.— Permítame acompañarlo doctor.— Gracias, Amara, hasta luego señor Leonardo, señor Alexander. — Con un estrechamiento de mano el doctor se retiró de la habitación, mientras yo veía a mi esposa en la cama aún dormida.— Tranquilo Leonardo, ellas están bien, lo dijo el doctor. — trata de tranquilizarme Alex, pero es imposible, no hasta que vea sus hermosos ojos abierto una vez más.— Sí, lo sé, pero no entiendo ¿qué fue lo que pasó? ¿por qué estaba empacando?— Deberás esperar a que despierte para saber.— Mi padre, ¿a que fu
Florencia:Termino de cantar y escucho los aplausos y acto seguido Bill y Amara me abrazan, pero la alegría del momento se opaca cuando veo a Leonardo salir del salón y detrás de él ella, la bruja de Charlotte, su ex.No puedo solo quedarme aquí, ¿verdad? ¡¿Que hacía esa mujer persiguiendo a mi novio?!— Flor. — Alexander trata de interponerse en mi camino, pero lo evito con facilidad y es que me está llevando el mismo diablo.— Ahora no Alex. — Paso de largo, casi sin mirarlo para encontrarme a mi novio y su ex demasiado cerca, entonces me detengo al escucharla.— Cariño, no seas tan pervertido, claro que podrás hacerme eso y más.No doy crédito a mis ojos, ¡ellos no pueden estar besándose!— Leonardo. — fue lo único que pude decir antes de que él comenzara a balbucear idioteces.Salí de ese lugar, casi corriendo, mi intención era irme a casa de Amara, pero una mano sostuvo mi brazo y me llevo de regreso al salón y de allí hacia uno de los pequeños balcones del lugar.— ¿Qué haces Al
LEONARDO:Con el paso de los días comprendí que la amistad de Alexander era verdadera y desinteresada, podía ver el conflicto en sus ojos cada vez que Florencia entraba en la habitación, sin embargo, él mantenía sus emociones a raya, bajo un manto de dureza y aburrimiento, todo esto pasaba desapercibido a los dulces ojos de mi amada, ella solo se preocupaba por mí, ella solo me amaba a mí. No tenía nada de qué preocuparme. O eso creía.— Bien doctor, ahora que estamos solos, puede decirme ¿qué rayos tengo? – pregunte exasperado y cansado de tantos estudios.— Señor Roth los estudios revelaron que tiene un tumor cerebral, para ser más precisos neoplanza cancerosa, lamentablemente está en una etapa 4, no hay mucho que podamos hacer. — el doctor me observa con pena. Lo entendí, en el segundo que lo dijo, el tiempo se me estaba terminando.— ¿Cuánto tiempo? Necesito dejar todo en orden. — solo podía pensar en mi amor y mi hija.— Pueden ser 6 meses a dos años, no más de eso. — respondió al
Florencia:Por fin mi amiga da por terminada su Luna de miel y regresa a California, la necesite tanto este tiempo, Amara era lo único que tenía además de Leo, aunque debo reconocer que durante el tiempo que Leonardo estuvo en el hospital, Alexander fue una buena compañía, si no tomara en cuenta su forma de ser tan fría, sería una persona agradable como su hermana.— Amara, te extrañé demasiado, pero en verdad, estoy muy cansada como para salir. Mi pequeña está ansiosa por nacer y no me ha dejado dormir en las noches.— Por favor, Florencia, necesito comprar un regalo para mi hermano.— ¿Para tu hermano? Creí que era para Bill.— Dije que debía comprar un regalo de cumpleaños para mi héroe, no el amor de mi vida. Este año le haré una fiesta sorpresa, necesitamos regalos, ustedes vendrán obviamente.— De acuerdo vamos.No sabía que el cumpleaños de Alexander era el fin de semana, estaba tan agotada que no tenía ganas de nada, pero necesitaba agradecerle por a ver cuidado de mí cuando Le
FLORENCIA:Estaba segura de que era eso, Leonardo se arrepentía de estar conmigo, perdió todo por mí, su familia, sus amigos.— ¡Están aquí! Vamos es tiempo de que abras tus regalos. — La voz de Amara tranquilizó a Leo y me sacó del camino de mis pensamientos.— ¡De que hablas! No lo haré. — la cara de horror de Alexander es algo digno de ver.— Por favor, en realidad debes abrir uno, el que Florencia eligió para ti, o tú serás el responsable de lo que le pasé. — Dios, nunca había pensado en eso, el pobre cachorro hace 2 horas que está en esa caja, aunque tenga agua y agujeros, no es nada lindo estar encerrado.Leonardo comenzó a caminar con Amara, mientras Alex y yo los seguíamos.— Tú elegiste un regalo… ¿para mí? — la voz de Alexander suena extraña, pero no me permito quitar mis ojos de Leonardo.— Sí, es para agradecerte por cuidar de mi mientras Leo estaba en el hospital y por tu cumpleaños obviamente.— Gracias. — Lo dijo tan despacio, que casi no lo logró escuchar.Al llega
Florencia:Miro a mi pequeña que ya tiene un mes y no puedo creer lo parecida a su papá que es.Su cabello negro, su piel un poco bronceada, salvo el color de sus ojos que son como los míos, celestes con motas de verde, tienen el mismo color del lago donde me entregue a su padre la primera vez.— Nuestra hija será la más hermosa de esta ciudad. — dijo llena de orgullo.— Ella es la más hermosa, del mundo y si aprende a cantar como la madre ... grr tendrá a demasiados pretendientes detrás de ella. — La cara de sufrimiento de Leonardo me daba mucha risa.— Sabes, ella es tan hermosa... que nadie se puede resistir cuando la ve, mira incluso Alexander que juro que jamás la tomaría en brazos hasta que no sea más grande y " resistente" anoche no había forma de que la dejara en su cuna, alegaba que se despertaría, como si no notáramos que estaba embobado mirándola.— ¡Eso es! Ponle el vestido más hermoso que tenga, iremos a ver a mis padres.— ¿Que? ¿Estás seguro de que sea una buena idea?
Florencia: No sé cuánto tiempo pasó, Leonardo se fue y nuestra pequeña despertó en ese momento, me obligué a mantener la calma mientras la volvía a mecer, para que durmiera un poco más, y una vez que lo conseguí, volvía al comedor, mientras comencé a recoger todo, mis lágrimas comenzaron a salir y junto con ellas toda la frustración que había guardado con cada grito de Leonardo.Entonces exploté, comencé a arrojar la poca loza que no se había roto, y a gritar tan fuerte que mi garganta dolía, fue por eso por lo que no escuché la puerta abrirse.— ¡¿Por qué?! ¡MALDICION! ¡¿POR QUE?! ¡¿DONDE ESTA DIOS, POR QUE ME CASTIGAS ASI?!Estaba a punto de cometer la peor estupidez del mundo, porque es verdad, lo que estaba a punto de hacer solo era la salida del cobarde, terminar mi vida, para no afrontar la enfermedad del hombre que amaba, dejar a mi hija totalmente desamparada, solo... en ese segundo no pensaba, solo quería terminar todo, llevarme conmigo los dulces recuerdos y terminar con el
LEONARDO:Mi pequeña Agustina, comenzó a despertar, así que me levanté para atenderla, la alimente y cambié, luego la acosté y comencé a mecerla para que durmiera nuevamente, a cambio ella me regaló la más hermosa sonrisa que eh visto en este mundo, aún más linda que la de su madre.— ¿Leo?— Aquí estoy, solo me ocupaba de nuestra hija, ven, vuelve a dormir.Ya estaba amaneciendo, cuando ella cayó rendida en mis brazos y la acune, deseaba protegerla, pero ahora era una persona débil nuevamente, la adrenalina abandonó mi cuerpo y en su lugar llego el tan esperado dolor que me aquejaba, ¿era lógico pasar de estar en el cielo al mismo infierno?No dejaría que este momento se arruinará, Dios concédeme solo un poco de tranquilidad unos minutos más, por favor, déjame dormir a su lado una última vez.El sonido de su voz me sacó de mi plegaria.— Yo vivo por ti mi Leo. — La miré creyendo que estaba despierta, pero me di cuenta de que dormía, con una paz y calma que hacía mucho no veía.— Tú po