- Fefa, las cosas no son como tú crees, amiga, discúlpame, pero no podía quedarme de brazos cruzados mientras te hundes por ese carácter tan inflexible que tienes, él te quiere ayudar, no te pido que le abras de nuevo tu corazón, pero al menos dale el beneficio de la duda, Estefanía…- me responde Alicia apretando su agarre con nerviosismo en mis manos con miedo de que continúe negándome.- ¿Dónde está ahora?- le pregunto abriendo mis ojos con más tranquilidad.- Está parado afuera, en el pasillo- me dice con un poco de culpabilidad, entiendo sus razones y no pienso enojarme con ella, ni culparla.Una de las mejores cosas con que me ha premiado la vida, es tener a una amiga tan leal como ella.- Dile que entre- le pido soltando mis manos y dándole palmaditas en el brazo, para que entienda que no estoy molesta y que estoy totalmente receptiva.- Bien…- dice y se levanta, veo como sale de la habitación y a los pocos segundos, entra el hombre que ha hecho latir siempre mi corazón.Actualm
Y como son las cosas increíbles de la vida, en realidad al parecer todo lo que salía de la boca de mi nuevo abogado, estaba tan superbién fundamentado y explicado, que hasta yo, que sabía, que todo no era cierto, me lo creía.Supongo que es por eso que debería estarle cobrando una pequeña fortuna a Alan, al final con tantas deudas monetarias que tenía con él, iba a tener que acceder a otra noche de pagos, en la habitación 406 del Hotel Emperatriz.Cuando entrevistaron a Alan, dijo con mucho descaro que nosotros dos nos habíamos comprometido, pero por motivos de mantener la relación profesional en la empresa, muy pocas personas sabían de nuestra relación.No porque estuviese prohibido en la empresa las relaciones entre los empleados, sino porque siendo él el dueño y presidente no quería que las personas me vieran de una manera negativa, pero que al final, tomamos una mala decisión al no hablar totalmente claro y eso llevo a malinterpretaciones.Como la de ese modelo que claramente mint
Al otro día, como Alan prometió, nos vino a buscar temprano.Mateo lo saludó con mucho entusiasmo y siento que en eso, el Sr. Kingsley ha sido muy inteligente, ganándose a la personita que puede ablandar mi corazón inmediatamente.No culpo a Mateo, Alan es muy carismático y siempre le agrada a todos, los niños pueden sentir cuando alguien los trata con sinceridad y además sabe que ese hombre que juega a Super Mario Bros con él, fue quien ayudó a salvar su vida, porque yo se lo dije en una ocasión.Mateo también está muy falta de una figura masculina en su vida, aunque yo intente suplir muchas cosas, no es igual y a medida que vaya creciendo hay temas que va a preferir conversar con un hombre.Alan ha logrado ganarse su corazón y si lo que buscaba era anotar un punto positivo en mi evaluación hacia él, ciertamente lo ha logrado.Le pregunto como sigue su abuela, porque ayer supe de su infarto, mientras vamos los tres en el asiento trasero del auto.Mateo está entre los dos, como si fué
Salimos de la corte, todos con una sonrisa en el rostro.No sé de donde Alan sacó una piruleta de colores y se la dio a Mateo, que ahora se la comía muy concentrado en sus brazos.Pues sí, en los brazos de Alan, que lo llevaba cargado con mucha naturalidad y confianza. Era una hermosa imagen, al menos para mí.- Bueno Sr. Kingsley, aquí concluyen mis servicios, así que le aconsejo que sigan todas las indicaciones de la corte durante estos meses que van a estar bajo supervisión para no tener que volvernos a ver las caras- nos dijo el abogado, cuando ya bajamos las escaleras del juzgado y estábamos listos, cada uno para tomar el auto e irnos a casa.- Pero, disculpe, no entendí muy bien ese asunto, ¿tenemos que vivir juntos?- le pregunto incrédula y recuerdo que esta cuestión se había quedado pendiente.- Por supuesto, Srta. Monroe- responde mirándome – Ustedes declararon que vivían juntos, como una pareja de amantes comprometidos para el matrimonio y la jueza quiere evaluar como su fut
- Espera, creo que la puerta de la habitación de mi abuela está abierta- me dice de repente Alan casi susurrando.No acercamos sin hacer mucho ruido al cuarto y el alma me regresó al cuerpo cuando veo a Mateo frente a la cama de la Sra. Kingsley. Increíblemente, está sosteniendo con sus dos manitos la mano más grande y arrugada de la abuela de Alan.- Tía, la abuelita se despertó y estaba tratando de llamarlos- me dice Mateo girando su cabecita para mirarme.- ¡Abuela!- escucho a Alan a mi lado que se precipita hacia la cama donde la Sra. Elba está mirándolo, como media desorientada y sin poder hablar por la máscara de oxígeno, que tiene colocada.Alan toca el botón de emergencia que está en el respaldar de la cama de hospital y comienza a hablar suavemente con la señora mayor, tomando la mano, que mi pequeño sobrino sostenía hace un momento.Le hago señas a Mateo para que salgamos y le demos su espacio.Además, no quiero que lo primero que vea esta señora al despertarse sea mi cara,
Punto de vista de la Secretaria Monroe:- Bien, aquí estamos- dije bajándome del auto y viendo la enorme, clásica y lujosa mansión de los Kingsley. No podía creer que al final cedí en esta locura.Creo que ese día Alan se veía demasiado deprimente como un perro apaleado y terminé de tomarle lástima.Y sí, como todos se imaginan, Mateo y yo nos mudaremos estos meses de convivencia a la mansión de la bruj… digo de la abuela de Alan.Al otro día del incidente del hospital, quedamos como era el plan en la empresa y luego de poner más o menos las cosas del negocio en su sitio, decidimos ir a un reservado restaurante a tener la importante conversación, sobre nuestros pasos futuros.Había un gran problema y era que la abuela de Alan a penas y se estaba recuperando, no sé como le iba a hacer para decirle de nuestro compromiso, pero eso, ya era una difícil tarea para él.Así que como la lógica indicaba, era imposible que se dividiera en dos, teníamos que estar todos juntos, no podía tenerlo de
Punto de vista de Alan:Me da mucha risa la cara de terror de Estefanía, cuando casi se vio descubierta por Mateo, parecía una adolescente que estaba escondida con su novio en el baño del colegio y el director la había pillado, tal linda, mi secretaria.No voy a negar que a pesar de que me gusta mucho Mateo, en esta ocasión fue totalmente inoportuno, pero ni siquiera estoy molesto porque sé que tendré muchas más oportunidades como estas y porque pude comprobar ahora sí, con seguridad, que Estefanía aún me tiene en su corazón, que ella no me ha olvidado completamente y que solo tengo que tener paciencia y dar mucho amor, para que esta familia aparentemente falsa, se convierta en una real.Mi abuela es otro asunto que tengo manejar como mucha delicadeza, porque aunque pude traer a vivir a Estefanía aquí conmigo, me costó mucha saliva y concesiones el lograrlo.Era sabido que Sra. Elba Kingsley se opondría férreamente a mi relación con mi secretaria, sumando una palabra tan seria como co
Punto de vista de Alan:No sé ni a que hora, pero de tanto pensar y pensar, termine quedándome dormido de una manera muy incómoda en la sala, soy un estúpido total.Al parecer Estefanía se levantó y me puso una manta por encima.“Mala mujer, tenías que haberme despertado e invitarme a tu cama, todo esto es tu culpa”, resoplé con falsa indignación, me estiré y todos los huesos me traquearon.Entre los ejercicios y la mala postura, hoy mis músculos me iban a dar un día fantástico. Decidí que yo mismo me lo había buscado y que era hora de dejarme de tonterías e ir a trabajar.Nos encontramos en el desayuno, porque ellos se habían levantado temprano, para ir a la consulta que tenían de Mateo.Me hubiese gustado acompañarlos, pero tenía que ver a mi abuela y asuntos urgentes en la empresa, de hecho, decidí hacer algunos cambios y pasar primero por la empresa y en la tarde iría al hospital.Lo más probable es que me quedara a cuidarla, no porque estuviese huyendo de la posibilidad de violar