Salimos de la corte, todos con una sonrisa en el rostro.No sé de donde Alan sacó una piruleta de colores y se la dio a Mateo, que ahora se la comía muy concentrado en sus brazos.Pues sí, en los brazos de Alan, que lo llevaba cargado con mucha naturalidad y confianza. Era una hermosa imagen, al menos para mí.- Bueno Sr. Kingsley, aquí concluyen mis servicios, así que le aconsejo que sigan todas las indicaciones de la corte durante estos meses que van a estar bajo supervisión para no tener que volvernos a ver las caras- nos dijo el abogado, cuando ya bajamos las escaleras del juzgado y estábamos listos, cada uno para tomar el auto e irnos a casa.- Pero, disculpe, no entendí muy bien ese asunto, ¿tenemos que vivir juntos?- le pregunto incrédula y recuerdo que esta cuestión se había quedado pendiente.- Por supuesto, Srta. Monroe- responde mirándome – Ustedes declararon que vivían juntos, como una pareja de amantes comprometidos para el matrimonio y la jueza quiere evaluar como su fut
- Espera, creo que la puerta de la habitación de mi abuela está abierta- me dice de repente Alan casi susurrando.No acercamos sin hacer mucho ruido al cuarto y el alma me regresó al cuerpo cuando veo a Mateo frente a la cama de la Sra. Kingsley. Increíblemente, está sosteniendo con sus dos manitos la mano más grande y arrugada de la abuela de Alan.- Tía, la abuelita se despertó y estaba tratando de llamarlos- me dice Mateo girando su cabecita para mirarme.- ¡Abuela!- escucho a Alan a mi lado que se precipita hacia la cama donde la Sra. Elba está mirándolo, como media desorientada y sin poder hablar por la máscara de oxígeno, que tiene colocada.Alan toca el botón de emergencia que está en el respaldar de la cama de hospital y comienza a hablar suavemente con la señora mayor, tomando la mano, que mi pequeño sobrino sostenía hace un momento.Le hago señas a Mateo para que salgamos y le demos su espacio.Además, no quiero que lo primero que vea esta señora al despertarse sea mi cara,
Punto de vista de la Secretaria Monroe:- Bien, aquí estamos- dije bajándome del auto y viendo la enorme, clásica y lujosa mansión de los Kingsley. No podía creer que al final cedí en esta locura.Creo que ese día Alan se veía demasiado deprimente como un perro apaleado y terminé de tomarle lástima.Y sí, como todos se imaginan, Mateo y yo nos mudaremos estos meses de convivencia a la mansión de la bruj… digo de la abuela de Alan.Al otro día del incidente del hospital, quedamos como era el plan en la empresa y luego de poner más o menos las cosas del negocio en su sitio, decidimos ir a un reservado restaurante a tener la importante conversación, sobre nuestros pasos futuros.Había un gran problema y era que la abuela de Alan a penas y se estaba recuperando, no sé como le iba a hacer para decirle de nuestro compromiso, pero eso, ya era una difícil tarea para él.Así que como la lógica indicaba, era imposible que se dividiera en dos, teníamos que estar todos juntos, no podía tenerlo de
Punto de vista de Alan:Me da mucha risa la cara de terror de Estefanía, cuando casi se vio descubierta por Mateo, parecía una adolescente que estaba escondida con su novio en el baño del colegio y el director la había pillado, tal linda, mi secretaria.No voy a negar que a pesar de que me gusta mucho Mateo, en esta ocasión fue totalmente inoportuno, pero ni siquiera estoy molesto porque sé que tendré muchas más oportunidades como estas y porque pude comprobar ahora sí, con seguridad, que Estefanía aún me tiene en su corazón, que ella no me ha olvidado completamente y que solo tengo que tener paciencia y dar mucho amor, para que esta familia aparentemente falsa, se convierta en una real.Mi abuela es otro asunto que tengo manejar como mucha delicadeza, porque aunque pude traer a vivir a Estefanía aquí conmigo, me costó mucha saliva y concesiones el lograrlo.Era sabido que Sra. Elba Kingsley se opondría férreamente a mi relación con mi secretaria, sumando una palabra tan seria como co
Punto de vista de Alan:No sé ni a que hora, pero de tanto pensar y pensar, termine quedándome dormido de una manera muy incómoda en la sala, soy un estúpido total.Al parecer Estefanía se levantó y me puso una manta por encima.“Mala mujer, tenías que haberme despertado e invitarme a tu cama, todo esto es tu culpa”, resoplé con falsa indignación, me estiré y todos los huesos me traquearon.Entre los ejercicios y la mala postura, hoy mis músculos me iban a dar un día fantástico. Decidí que yo mismo me lo había buscado y que era hora de dejarme de tonterías e ir a trabajar.Nos encontramos en el desayuno, porque ellos se habían levantado temprano, para ir a la consulta que tenían de Mateo.Me hubiese gustado acompañarlos, pero tenía que ver a mi abuela y asuntos urgentes en la empresa, de hecho, decidí hacer algunos cambios y pasar primero por la empresa y en la tarde iría al hospital.Lo más probable es que me quedara a cuidarla, no porque estuviese huyendo de la posibilidad de violar
- Toma un poco de agua y cálmate- le digo pasándole una de las servilletas de papel y ella se sirve un poco de agua y se lo toma con manos temblorosas.- Lo siento, que vergüenza que hayas tenido que presenciar algo tan desagradable- me dice limpiándose las grandes lágrimas que caen de sus ojos y trata de reprimir.Hoy, como siempre, está impecablemente vestida y estoy más que seguro de la calidad de su maquillaje, porque no se ha movido ni un poco del lugar.- No pasa nada, en realidad, era bastante injusto que tres personas se enfrentaran a una sola- le digo y tomo de mi copa de vino blanco, voy caminando hasta el hospital, así que no hay problemas con tomar un poco.A través de su relato me entero del meollo del asunto y es que resulta que todas estudian en la misma universidad.Sofía está estudiando administración de empresas en la universidad, para apoyar en el negocio de su familia de moda y cosméticos, pero a la vez estudia química y perfumería con un famoso experto.Todas esta
En esos momentos me podían comparar fácilmente con un perro mojado y triste bajo la lluvia, por decirlo metafóricamente.Le intenté explicar todo lo más claramente posible a Estefanía, yo parado jurando y perjurando ser inocente de los cargos que se me imputaban y ella sentada con los brazos cruzados sobre el pecho, sin decir palabra y solo mirándome.- ¿No me crees, verdad?- resumí finalmente derrotado- Por favor dime algo, estoy listo para tu desprecio- agregué con dramatismo sentándome en el mueble al frente de ella y ya listo para mi sentencia, a pesar de tener la boca seca de tanto explicarme.- Si te creo, ya sé que ella está enamorada de ti hace mucho tiempo y es la persona que ha estado jugando a nuestras espaldas todo este tiempo- me dice de repente y levanto de golpe la cabeza para mirarla incrédulo.- ¿En serio, no me estás tomando el pelo?- le pregunto como un niño porque me parece tan fácil que esto se resuelva así, sin una discusión tormentosa o peor, Estefanía, ya cansa
Punto de vista de Estefanía:Mi reloj biológico siempre me despierta a la misma hora temprano, todos los días y al igual que siempre, pretendo levantarme para ir a organizar las cosas de la empresa, ya que Alan hoy trae a su abuela de vuelta a la casa.Abro los ojos y ya me voy acostumbrando al nuevo entorno del cuarto, a lo que no estoy acostumbrada es a dormir con Alan en la misma cama y mucho menos, con el estilo de cucharita que tenemos ahora mismo.Alan me está agarrando posesivamente por la cintura y tiene una pierna metida entre las mías. Llevamos unos días durmiendo juntos y hasta ahora se ha estado comportando, pero creo que hoy rompió todas las normas.Intento salir poco a poco de sus brazos sin que se despierte, pero me sorprendo cuando mi trasero roza con algo duro y muy despierto, entre las piernas de Alan.Claro, es normal en los hombres por la mañana, pero no es nada normal que al parecer se sintió estimulado por mi pequeño movimiento y ahora haya apretado más su agarre