Punto de vista de Alan:No sé ni a que hora, pero de tanto pensar y pensar, termine quedándome dormido de una manera muy incómoda en la sala, soy un estúpido total.Al parecer Estefanía se levantó y me puso una manta por encima.“Mala mujer, tenías que haberme despertado e invitarme a tu cama, todo esto es tu culpa”, resoplé con falsa indignación, me estiré y todos los huesos me traquearon.Entre los ejercicios y la mala postura, hoy mis músculos me iban a dar un día fantástico. Decidí que yo mismo me lo había buscado y que era hora de dejarme de tonterías e ir a trabajar.Nos encontramos en el desayuno, porque ellos se habían levantado temprano, para ir a la consulta que tenían de Mateo.Me hubiese gustado acompañarlos, pero tenía que ver a mi abuela y asuntos urgentes en la empresa, de hecho, decidí hacer algunos cambios y pasar primero por la empresa y en la tarde iría al hospital.Lo más probable es que me quedara a cuidarla, no porque estuviese huyendo de la posibilidad de violar
- Toma un poco de agua y cálmate- le digo pasándole una de las servilletas de papel y ella se sirve un poco de agua y se lo toma con manos temblorosas.- Lo siento, que vergüenza que hayas tenido que presenciar algo tan desagradable- me dice limpiándose las grandes lágrimas que caen de sus ojos y trata de reprimir.Hoy, como siempre, está impecablemente vestida y estoy más que seguro de la calidad de su maquillaje, porque no se ha movido ni un poco del lugar.- No pasa nada, en realidad, era bastante injusto que tres personas se enfrentaran a una sola- le digo y tomo de mi copa de vino blanco, voy caminando hasta el hospital, así que no hay problemas con tomar un poco.A través de su relato me entero del meollo del asunto y es que resulta que todas estudian en la misma universidad.Sofía está estudiando administración de empresas en la universidad, para apoyar en el negocio de su familia de moda y cosméticos, pero a la vez estudia química y perfumería con un famoso experto.Todas esta
En esos momentos me podían comparar fácilmente con un perro mojado y triste bajo la lluvia, por decirlo metafóricamente.Le intenté explicar todo lo más claramente posible a Estefanía, yo parado jurando y perjurando ser inocente de los cargos que se me imputaban y ella sentada con los brazos cruzados sobre el pecho, sin decir palabra y solo mirándome.- ¿No me crees, verdad?- resumí finalmente derrotado- Por favor dime algo, estoy listo para tu desprecio- agregué con dramatismo sentándome en el mueble al frente de ella y ya listo para mi sentencia, a pesar de tener la boca seca de tanto explicarme.- Si te creo, ya sé que ella está enamorada de ti hace mucho tiempo y es la persona que ha estado jugando a nuestras espaldas todo este tiempo- me dice de repente y levanto de golpe la cabeza para mirarla incrédulo.- ¿En serio, no me estás tomando el pelo?- le pregunto como un niño porque me parece tan fácil que esto se resuelva así, sin una discusión tormentosa o peor, Estefanía, ya cansa
Punto de vista de Estefanía:Mi reloj biológico siempre me despierta a la misma hora temprano, todos los días y al igual que siempre, pretendo levantarme para ir a organizar las cosas de la empresa, ya que Alan hoy trae a su abuela de vuelta a la casa.Abro los ojos y ya me voy acostumbrando al nuevo entorno del cuarto, a lo que no estoy acostumbrada es a dormir con Alan en la misma cama y mucho menos, con el estilo de cucharita que tenemos ahora mismo.Alan me está agarrando posesivamente por la cintura y tiene una pierna metida entre las mías. Llevamos unos días durmiendo juntos y hasta ahora se ha estado comportando, pero creo que hoy rompió todas las normas.Intento salir poco a poco de sus brazos sin que se despierte, pero me sorprendo cuando mi trasero roza con algo duro y muy despierto, entre las piernas de Alan.Claro, es normal en los hombres por la mañana, pero no es nada normal que al parecer se sintió estimulado por mi pequeño movimiento y ahora haya apretado más su agarre
Punto de vista de la Secretaria Monroe:Finalmente, está la abuela de Alan aquí en la casa. Como habíamos quedado con anterioridad, ella ocupaba la parte de abajo y nosotros estábamos arriba.Pero era imposible estar siempre encerrados en el cuarto y más cuando el comedor, la cocina y otras instalaciones estaban en la planta baja. Me sentía un poco incómoda cada vez que la veía, pero al final esta era su casa y nosotros somos los intrusos.Todo lo hacía por Mateo, por mantenerlo a como diera lugar a mi lado, porque como estaba previsto, al otro día de estar en la casa la abuela de Alan, llegó el trabajador social y efectivamente, era el señor muy observador y al parecer bien perspicaz.Estábamos sentados en la sala y las manos me sudaban del nerviosismo por todas las preguntas capciosas y con trampas ocultas que nos hacía. Incluso pidió entrevistarse solo con Mateo y luego el niño me dijo que le había preguntado como nos llevábamos Alan y yo, que si dormíamos en el mismo cuarto, como s
Punto de vista de la Secretaria Monroe: Me siento totalmente fuera de lugar en esta fiesta de alta alcurnia, acompañando a la Sra. Elba Kingsley y a Alan. Todos me miran un poco raro y algunos, sé que susurran a mi espalda, pero lo que me consuela es que Alan nunca ha soltado su agarre de mi cintura y a todos me presenta como su prometida, hecho que ha dejado a más de una con la boca completamente abierta. ¡Atrás resbalosas, que este hombre ya tiene dueña! La Sra. Kingsley también ha confirmado cuando le preguntaron que nosotros estamos comprometidos, solo que hicimos una reunión familiar y no habíamos tenido oportunidad de anunciarlo al mundo, debido a su enfermedad, de la cual aún se estaba recuperando. Nuestra relación de convivencia en este tiempo ha sido estable, no nos llevamos bien, pero tampoco hemos tenido ninguna diferencia. Sobre todo el hecho de que ahora Mateo está haciendo la rehabilitación en la casa y ella está muy involucrada en todo lo referente al niño, esa pre
Punto de vista de Alan: Cuando Estefanía entró en esa habitación donde llevaba uno tiempo esperándola, la quise abrazar para sorprenderla en la oscuridad, pero lo que me encontré fue un susurro de ella diciéndome que tenía mucho mareo y ganas de vomitar. Enseguida pensé, que a pesar de nuestros esfuerzos y de todas las personas que teníamos vigilándola, había sido drogada finalmente. "¿Cómo lo hizo esa m@ldita?", me pregunté, pero ahora no era el momento de las especulaciones. La senté en el mueble de la habitación, le di un poco de agua de la que dejaban preparada sobre la mesita auxiliar y la acompañé al baño donde, realmente, terminó vomitando. Escuchaba en la habitación de al lado, los pasos de la multitud, el estruendo de la puerta y luego el escándalo asombrado de las personas. Imaginaba todo lo que estaba ocurriendo, pero no me importaba, porque mi persona más preciada, estaba entre mis brazos, pálida y débil. Decidí dejarla por unos segundo y salir a buscar a mi abuela,
Resulta que al igual que la Srta. Evans me vigilaba, mi abuela también tenía a alguien monitoreando todos sus pasos. Sospechábamos que en la celebración ella haría su movimiento, porque era el momento oportuno de acercarse a mí y además, con lo desesperada que estaba porque sus padres ya la habían comprometido con el viudo y ella no quería casarse, era su último chance para tramar algo en nuestra contra. Días antes de la fiesta, se reunió con mucha cautela en un bar apartado, con un tipo super sospechoso, hablaron largo tiempo, ella le pasó un sobre blanco y cada cual se fue por su lado. No sabíamos que trato habían hecho, pero estábamos muy alertas. - ¿Esos fueron los días que no me dejabas salir sola y hasta andábamos con más guardaespaldas?- me pregunta Estefanía y asiento. No sabíamos bien que tramaban y al investigar al tipo, resulta que estaba involucrado en la venta clandestina de algunas drogas en clubs nocturnos, donde iban chicos de la alta sociedad. Así que lo mandamos