Amanda estaba a punto de llorar. Jorge se había ido y cuando volvió en la noche, el abuelo ya había preparado la cena. Jorge miró asombrado los platos y luego a Amanda con una expresión poco amigable. Amanda bajó al instante la cabeza al plato, sin atreverse a mirarlo a los ojos. Brócoli, cebollín, espinacas, carne... Hay de todo. Todo tenía efectos tonificantes y muy revitalizantes. —Come más.El abuelo llenaba una y otra vez el plato de Jorge sin disimulo alguno, prácticamente anunciando a todos los sirvientes de la casa que Jorge tenía problemas. Amanda quería morirse. —Vale, pues comeré.—Bueno, abuelo, ya terminé de comer. Subiré a mi habitación.—Ve. Jorge terminó muy juicioso de comer y subió, con el rostro ensombrecido. Amanda quería fingir que dormía, pero tenía que cambiarle el vendaje a Jorge. Con su estatus, no era conveniente que se quedara en el hospital, ya que podría atraer la atención de personas realmente malintencionadas. Así que, ella era responsable por
—Sí, pensé que como llevaban poco tiempo juntos, no se querían mucho, pero parece que este chico está bien apurado. Al ver que se llevan tan bien, me quedo tranquilo.El abuelo tenía una expresión de gran satisfacción.Amanda reprimió al instante la amargura en su corazón, sin imaginar que Jorge sería el primero en hablar.Está bien, así ella se ahorraba el problema.Después de que el abuelo se fue, Jorge ordenó de inmediato que llevaran todas sus cosas de regreso a la habitación de invitados.Cuando los sirvientes estaban moviendo las cosas, la miraban de manera algo extraña.Una pareja recién casada durmiendo en habitaciones separadas seguramente significaba que no se llevaban bien.—Si la señorita es tan guapa, ¿por qué el señor quiere dormir separado?—Quién sabe, quizá no le guste. Si yo me casara y tuviera que vivir como una simple viuda desde el principio, me divorciaría sin dudar dos veces.—Ella no se va a divorciar, es la dueña de la familia, ¿crees en verdad lo dejaría?—Es
—Basta con esto. — Jorge dijo con autoridad, y Tony no tuvo más que cerrar la boca.Tony murmuró en voz baja: —Esas mujeres estaban hablando pendejadas, cuando ella lo escuchó, debió haberse sentido realmente muy mal.Jorge seguía concentrado revisando unos documentos, como si no hubiera oído nada, pero la mano con la que sostenía la pluma se apretaba cada vez más. Después de que Tony se fue, Jorge tomó su celular, queriendo contactar de inmediato a Amanda, pero al final no le explicó nada. En verdad, hay cosas que ella no necesitaba saber.…Amanda resolvió los asuntos de la mansión y se dirigió al estudio de diseño. Ya habían pasado dos días y todavía no habían contratado a nadie, realmente era algo desalentador. Luna estaba desesperada. —No te preocupes por eso, si no conseguimos a nadie, haremos trabajos a medida, nosotras dos nos encargaremos de hacer todo. ¡Cada pedido cuenta!—¿Crees que me preocupa no contratar a nadie? Me preocupa tu apuesta con Vivian. ¿Qué te pasa? ¿De
Amanda estaba encantada; si Pablo estaba dispuesto a ayudarla, sería realmente maravilloso.—Estos años, ¿de verdad no has tenido ningún progreso? Vi los bocetos del concurso de moda, había uno que se parecía demasiado a tu estilo. Quería conocer a esa persona, pero los organizadores dijeron que el diseñador no gusta de llamar la atención, y por lo tanto no pude contactarlo... —dijo Pablo, mientras miraba fijamente a Amanda.Amanda se sintió un poco nerviosa.—Eres tú, ¿verdad?—No esperaba que el mentor todavía recordara mi estilo.—Audaz y detallado, sin preocuparse por los pequeños detalles, con ideas originales. Al ver ese diseño, pensé de inmediato en ti. Siempre estuve preocupado de que, después de graduarte, desaparecieras. Pensé que ya no trabajabas en esto.—Si el mentor hubiera participado, seguro lo habría hecho mejor que yo.—¿Por qué no te das a conocer, te haces un nombre? Así no tendrías problemas para encontrar gente.No podía creer que Amanda todavía estuviera preocupa
—¿Esta es tu novia? preguntó con malicia Jorge.—No…Amanda rápidamente respondió nerviosa, y Pablo sonrió mientras le explicaba: —Ella es mi compañera de la universidad, se llama Amanda. Amanda, te presento al presidente del grupo Toledano, Jorge Toledano. Mi abuela vive justo al lado de su casa, solía ir a jugar allí cuando era muchacho.—Ella tiene un estudio de diseño en la capital y yo también me uniré a el. Así que, cuando necesites algún trabajo, no dudes en contactarnos. Ropa para equipos, trajes personalizados, todo lo que necesites.—¿Van a ser socios?—Sí.—Eso suena super genial, definitivamente los apoyaré. ¿Les importa si me uno a ustedes? Es raro que nos veamos.—Claro, cuantos más, mejor.Jorge se sentó sin dudarlo dos veces, pero Amanda se sintió como si hubiera hecho algo malo y quisiera en ese instante desaparecer.En ese momento, el celular de Amanda sonó; era un mensaje de Pablo.—No estabas preocupada por no tener clientes? Haz buenas migas con Jorge y no te falta
Si una mujer caía en manos de secuestradores, ¿qué destino le esperaría?Amanda Melero estaba experimentando como ese grupo de personas quería convertirla en una puta.Le cubrieron los ojos con una venda negra y le taparon la boca con cinta adhesiva, atándola en una esquina como si fuera un animal.Su cuerpo estaba lleno de heridas, sin una sola parte de piel sana. La cuerda no medía más de un metro, por lo que, si trataba de huir, se estrangularía. De hecho, había intentado resistirse en varias ocasiones y lo único que había logrado era asfixiarse. Su rostro se había tornado morado y su voz se quebró al instante. ¡No tenía escapatoria!Al otro lado de la puerta, escuchó como los secuestradores maldecían furiosos, después de que hubieran intentado violarla y ella les hubiera mordido la garganta con furia.Con un poco más de fuerza, le hubiera roto la tráquea, y hubiese matado al secuestrador. Por eso la habían golpeado y la habían atado ahí, incluso la drogaron.No sabía qué era lo q
Aquel era un club que Lucas frecuentaba, donde solía beber y divertirse con sus amigos.Amanda no podía creer que las palabras del líder del grupo que la había secuestrado fueran ciertas, por lo que, sin poder controlarse fue a buscar a Lucas. Había estado con Lucas durante tres años, gracias a lo cual sabía el número del reservado que él frecuentaba por lo que directamente se dirigió hacia allí, donde lo encontró jugando a «verdad o reto». —Lucas, perdiste, ¿verdad o reto?—Verdad.—Bueno, ¿quién es la mujer que más quieres?—Venga, todos saben la respuesta. Claro que es Viviana.—¡Uy, uy…!Las voces de todos los que jugaban eran sumamente animadas.El rostro de Amanda, quien se encontraba al otro lado de la puerta, perdió todo su color. Ya no tenía más fuerzas y su mano se quedó suspendida en el aire, sin tener el valor suficiente para tocar el pomo, por lo que se limitó a escuchar. Parecía que había comenzado una nueva ronda y esta vez quien perdió no fue otra que Viviana. —Viv
Jorge extendió las manos lentamente hacia ella; sus dedos eran delgados y sus palmas eran cálidas y anchas.Al escuchar esa voz tan familiar, Amanda se quedó inmóvil, como si una cuerda invisible la hubiera atado.En ese momento, el pandillero borracho se acercó rápidamente, diciendo groserías: —Oye , te estoy hablando. ¿Por qué me ignoras? Ven aquí, parece que me necesitas… Sin embargo, antes de que terminara, Jorge, sin pronunciar palabra ni una sola palabra, usó el pequeño paraguas para someterlo fácilmente, antes de llamar a la policía, la cual acudió de inmediato. —Este hombre está acosando a una mujer y podría ser un reincidente. Llévenselo y denle una buena lección —dijo Jorge con firmeza.—Entendido, nos encargaremos de ello —respondió el policía, de manera respetuosa, antes de llevarse al borracho.Amanda debería haber aprovechado esta oportunidad para huir, pero, después de todo lo que había sucedido, se encontraba exhausta.—¿Necesitas que te lleve a casa? —La voz de Jorg