Despierto a la mañana con el peor dolor de cabeza de la vida y muerta de sueño, pero el sonido de mi móvil me impidió continuar durmiendo
– ¿Sí?
– Pitufina, ¿dónde estás?
– ¿Lis?
– Sí, soy yo, estoy en el hotel, ¿cuál es tu número de habitación?
– Emmmm –miré hacia todos lados tratando de buscar algo que me lo indicara hasta darme cuenta que justo en la mesa de noche había una tarjeta que decía “Habitación 27”- en la veintisiete, creo
– ¿Cómo que crees?
– Sí, no estoy segura
– Espera, estoy cerca, voy a tocar
Pasaron un par de minutos y la puerta estaba sonando. Abrí y efectivamente era Lis
– ¿Cómo no vas a saber el número de tu habitación?
– No lo sabía Lis, no fue como que anoche le presté mucha atención a esos detalles
– ¿Y Federico? –dijo buscando con su vista por todos lados
– ¿Quién?
– Pero pitufina ¿a ti qué te sucede hoy? No sabes nada. Federico, el chico con el que viniste aquí anoche
– ¿Se llama Federico?
– ¿No sabías su nombre?
– No, solo su apellido ¿Cómo lo sabes tú?
– Porque yo me quedé anoche con su amigo que, a diferencia de él, sí estaba en mi habitación cuando yo desperté
– No sé nada, me siento muy perdida, recuerdo cosas de anoche como flashes y acabo de despertar, ando más que desorientada
– Bueno, por lo que veo te la pasaste bomba anoche –dijo señalando hacia mí que estaba envuelta en una sábana y mi ropa tirada por todo el piso
– No empieces, que bastante vergüenza siento ya con solo ver esta escena
Lis comenzó a caminar y vio en la mesa un papel doblado que decía “Chica misteriosa”
– ¿Y esto? ¿Quién es chica misteriosa?
– Soy yo
– Uy, por lo que veo esto se puso más interesante de lo que esperaba
– ¡Lis, no empecemos! Puso eso porque no le dije mi nombre y me llamó así
– Bueno, vamos a abrirlo
“Tuve que marcharme temprano por cuestiones de trabajo. Tu desayuno está encima de esta mesa. Gracias por mostrarme tu tatuaje y por esta noche.
F.L”
Flashback
El trabajo me ha vuelto loca, de eso no me quedan dudas ya. Con solo 23 años me siento como si tuviese 40. con las horas extras casi me muero. necesito desconectarme un poco.
¿En dónde tengo la cabeza? Después me quejo de que no disfruto la vida. ¡Se acabó! Ya son las tres de la tarde, me marcho a mi casa. A partir de ahora inicia una nueva Cristel. Tengo que dedicarme tiempo para mí, quererme más. Eso hay que cambiarlo ya. Tengo que llamar a Lis, esta noche vamos a salir a una disco. Se va a extrañar muchísimo que sea yo la que se lo proponga, pero también se alegrará, así que manos a la obra. En cuanto estuve lista salimos hacia la disco la cual estaba repleta de personas pasándoselo bien. Primero era necesario pasar por la barra.Lis pidió tequila para las dos. No sé por qué siempre le termino haciendo caso a sus cosas, pero bebí el trago y lo seguí repitiendo a lo largo de la noche, los shots seguían llegando y llegando y yo me sentía como en otro planeta. Nunca antes me había sentido tan libre.Desde que llegamos me fijé en un chico que estaba sentado solo en la barra, me resultó hermoso desde el primer momento, pero no se me ocurriría nunca decirle nada. Sinceramente me llamó más la atención el hecho de que estuviese solo y no rodeado de mujeres que el hecho de que es guapísimo.¡Ay no! ¡Me atrapó mirándolo! De seguro ando con una cara de tonta enorme. Siempre pongo una cara así cuando me quedo mirando algo fijamente ¡Qué vergüenza! Él inmediatamente se sonríe y me levanta su copa con su trago ¿Me acaba de saludar o es idea mía? Sin poder controlarlo se me escapa una sonrisa a mí y justo en ese momento veo como el chico se levanta y comienza a caminar hacia nuestra dirección ¡No puedo permitirlo! Ni siquiera sabré qué decirle, así que, sin pensármelo, tomé a Lis por una mano y me dirigí hasta la pista de baile donde entre la multitud, me pude esconder de su vista.Exactamente en el momento en el que ya no pude verlo me arrepentí ¿Por qué soy así? ¿Por qué hago estas cosas?Los tragos no se detuvieron y efectivamente, tuvieron en mí el efecto que Lis quería, andaba desenfrenada. No paraba de bailar, de brincar, sentía el bajo de la música resonar en mi pecho y me encantaba, me sentía libre por primera vez en mi vida.Sentí la necesidad de ir al baño. Comencé a caminar entre las personas y fue en ese instante cuando me di cuenta de que había bebido de más. Todo me daba vueltas y creo que hasta caminaba en zigzag.Me dirigí al baño casi sin poder ¡Uou, esto de estar mareado es demasiado molesto! Me parece que ando de un lado para el otro, espero que no, de lo contrario todos se deben estar riendo de mí.La cola del baño es infinita y necesito entrar ya. Sin que me importase nada me vuelo la cola y cuando sale la chica que estaba dentro me cuelo diciendo sin que me importase nada – Lo siento chicas, es una emergencia –sentí de inmediato las protestas y el bullicio detrás de mí, definitivamente clara no hubiese hecho estoCuando salí las malas caras eran incontables, pero hice caso omiso y seguí mi camino. Justo cuando iba saliendo del pasillo hacia la pista, una mano se apoya en la pared de enfrente obstruyéndome el paso.
Levanto mi cabeza muy despacio para no agudizar mi mareo y lo veo. Es el mismo chico que me saludó con su copa, el chico del que hui me había encontrado…Lo miré asustada, después de que había escapado de él lo menos que quería era que me encontrara y menos en este estado de embriaguez extrema que tengo. Él, por su parte, no deja de mírame, me tiene los ojos puesto encima y creo que cada vez se acerca más a mí. – Pero si mira a quién tenemos aquí, la chica fugitiva – ¿Cómo? Yo no soy ninguna fugitiva – ¿Qué no? Si en cuanto fui a tu encuentro hace unas horas saliste literalmente corriendo con tu amiga – ¿Amiga? ¿Dónde está esa traidora? –ya me iba sintiendo un poco rara, además del mareo tenía una sensación rara en mi estómago – ¿Cuántas copas te has tomado? –me preguntó sin dejar de mostrarme su dentadura perfecta con una sonrisa – No han sido copas, han sido shots –dije sintiéndome orgullosa de mí – Ok fiera, ¿Cuántos shots han sido? – No lo sé, probablemente demasiados –sentía que la lengua se me enredaba de una forma mu
Los siguientes meses pasaron como agua, es increíble lo rápido que se va el tiempo cuando uno se divierte, salía casi todas las noches con Lis, a discos, a bares, a cenas. Mi círculo de conocidos aumentó considerablemente, ya no era Cristel, la desconocida, la solitaria, ahora las personas me buscaban porque afirman que soy divertida y que la pasan bien conmigo. Eso sí, me juré que todas las noches no iba a estar con un chico diferente, no me sentí muy bien después de esa noche con Federico, incluso ahora, cuatro meses después todavía me continuaba sintiendo mal. Mi objetivo era disfrutar, pasármelo bien, hacer mi vida más entretenida, no cambiar de chico como cambiar de cama. Suena mi teléfono, es Lis – Dime preciosa – Pitufina, ¿qué te falta? –estaba en el trabajo y ella ya ansiosa esperando mi salida, habíamos quedado en ir a cenar juntas – Lis, llevo to
¿Embarazada? Yo no puedo estar embarazada, no es posible. Estoy en shock, es como si mi cerebro se hubiese desconectado del resto de mi cuerpo. No tiendo a hacer nada, a decir algo mucho menos, solo estoy mirando fijamente los resultados que la doctora me entregó donde pone con letras rojas y mayúsculas “EMBARAZO”.No doy crédito, mientras más lo pienso, menos creíble lo siento. Hace cuatro meses que no tengo relaciones con ningún chico, me lo prometí seriamente y hasta ahora lo he cumplido al pie de la letra, después de mi noche con el tal Lombardi me juré que no iba a hacer esas cosas jamás y es imposible que esté embarazada de él. Han pasado cuatro meses en los que no he tenido síntomas de nada y mi período no ha faltado.Definitivamente tienen que repetirme los análisis una vez más, estoy segura de que se equivocaron en el laboratorio. Que me realicen más pruebas, que me den una prueba de embarazo, lo que sea, no estoy embarazada, no puedo estarlo.
Traté de dormir un poco, pero me fue imposible, la ansiedad me estaba consumiendo rápidamente. Fui a la cocina incontables veces, picoteé toda la comida que me encontré. Revisaba mi móvil, lo volvía a revisar. Puse la tele, cambié para cientos de canales. Intenté leer. Nada me calmó, solo podía pensar en marcar el número que Lis había dejado a mi lado.Sería muy egoísta de mi parte no contarle esto a Federico, tiene el derecho de saberlo, es su hijo, de la forma en que se lo tome ya es decisión de él, además, no quiero que este niño me reproche el día de mañana que no le di la oportunidad de tener un padre, una figura paterna que esté a su lado.Estos pensamientos hicieron que me decidiera de una vez por todas, tomé el móvil en mi mano y marqué su número. Dio tono varias veces y justo cuando pensé que no iba a responder escuché su voz–¿Hola? –el corazón comenzó a latirme a millón, su voz quebradiza me hizo volver a recordar todos los detalles de aquella noc
(…)Despierto aturdida, miro hacia la ventana solo para darme cuenta que todavía es de noche. El llanto del bebé me recuerda una vez más que ya soy madre y que esta es mi vida ahora. Muchas veces me resulta difícil pero cuando le veo su cara y sus pequeños ojitos, todo se me olvida, esa es mi recompensa.Luego de los restantes cinco meses del embarazo, tuve mucho tiempo para investigar sobre Federico Lombardi, quién era, a qué se dedicaba. Para mi sorpresa descubrí que es uno de los empresarios más reconocidos en el sector de energías renovables y sostenibles. Supuestamente es uno de los mayores líderes innovando métodos para proteger al medio ambiente y en la cantidad de acciones de caridad, todos los años dona el treinta por ciento de su salario a organizaciones benéficas.Todavía no me lo podía creer, su personalidad no concordaba para nada con las acciones que hacía, a no ser que todo fuera parte de una actuación más que bien organizada para venderle una
Conversamos un poco más sobre su amigo y Lis (si él supiera que se están viendo de nuevo) de lo que pasó luego de esa noche.Al parecer, en algún momento de todo aquel caos en el que yo me hallaba sumergida, le di mi número. Según él, intentó llamarme varias veces sin tener éxito en ninguno de los intentos, algo que tiene todo el sentido debido a que mi móvil se rompió luego de esa noche.Como no le dejé más ningún dato mío, no pudo hacer nada más y yo tampoco le pedí alguna forma para contactarlo ni vi el dorso de la nota que me dejó en la habitación del hotel la siguiente mañana, en la que me había dejado apuntado su número.Todas las cosas se dieron de una manera perfecta para que no pudiésemos reencontrarnos de nuevo y supongo que, si sucedió así, por alguna razón fue. Lo que todavía no me acabo de meter en la cabeza es como no es capaz de enlazar esta historia con la que la muchacha que lo contactó por el móvil, intentó contarle, es absurdo no darse cuenta de
Él se llevó una mano a la cabeza y comenzó a rascarse y a tocar su cabello jugueteando con él. Se notaba que estaba un poco incómodo con la pregunta que le estaba haciendo. Esto sí que no lo vi venir. Resulta que es modesto el señor. Supongo que algo bueno tiene que tener, no todo pueden ser defectos.–Sí, ese es mi apellido. Pensé que ya te habías dado cuenta desde ayer cuando nos reencontramos–No, es que, para serte sincera, no recordaba tu nombre. Me siento un poco como una cualquiera al confesarte esto, pero supongo que entre los tragos de más que tomé esa noche y el tiempo que ha pasado desde entonces me lo impidió–Bueno, siendo eso así, ahora tengo una duda - ¡Oh, quizás me pasé mucho con la actuación! A ver si ahora pierde el interés en mí por pensar que soy una zorra- ¿Cómo me anotaste en tus contactosComencé a reír genuinamente porque en verdad me pareció graciosa su reacción. Yo estaba pensado ya en que no iba a querer verme
Este chico me descoloca. Estamos teniendo nuestra primera cita ¿Cómo es capaz de soltarme frases como esas en la primera noche? Supongo que piensa que tiene potestad para hacerlo, en definitiva, esos comentarios no son nada comparados con los sucesos de aquella noche en su habitación.A veces me pregunto qué hubiese sucedido si aquella mañana al despertarme, él hubiese estado a mi lado todavía, o si mi móvil hubiera quedado intacto. Quizás nada de esto estuviera sucediendo, quizás fuéramos una pareja completamente formada y mi Theo tuviese un padre a su lado.Otras veces rectifico esos pensamientos míos recordándome que él no es más que un simple cretino que no me dio ni siquiera la oportunidad de explicarle, de darle las pruebas, simplemente decidió no cargar con su responsabilidad porque era más fácil para él decir que yo era una chica más tratando de aprovecharme de su dinero a hacerse responsable de un hijo y de las críticas de la prensa.Ya ninguno de esos pen