-Agrúpense- Grito Axel poniéndose entre los esbirros y algunos soldados, eliminando a un esbirro de un solo golpe, tratando llamar la atención de los otros.
“En que momento, perdieron el control de la batalla, aun teniendo la ventaja de atacar por sorpresa, no pensé que fueran tan poderosos” Se lamenta Lyaus, que se coloca al lado de Axel, para ayudarlo.
-Mi príncipe, déjeme esto a mi- El deber de Axel es mantener con vida al príncipe, pero sabe que ellos dos son los mas fuertes de la manada, los demás se enfrentan a una muerte segura.
-Solo quedan 5 Axel, llevo 1 eliminado y tu solo uno, si mato a 3 más, ¡te ganare! -
-Seguro- Dice Axel mientras se abalanza sobre un esbirro sin duda ni miedo alguno, con su espada larga y pesada en lo alto.
-Si, son matemática- El príncipe corre en diagonal, zigzagueando impulsado por su fuerza sobre humana de lobo, con sus dos dagas una en cada mano “todo hubiera acabado ya, si fuera luna llena y estuviéramos transformados”
Ni los soldados con sus ojos agudizados por su lobo interior, pudieron seguir la velocidad del príncipe, de un paso en diagonal sin ni siquiera tocarlo, un esbirro desaparece como niebla gritando, al momento da un salto en dirección al otro esbirro, que al igual que el primero no logro ver la daga que infringió su desaparición.
El príncipe dejando ser seducido por su vanidad, quería ver la expresión la muchacha de piel blanca, al ver su habilidad en batalla, busco entre todos los ángulos a esa chica.
-¡Cuidado príncipe!- Dijo Axel que giraba su gigantesca espada de un solo movimiento arrasó con dos núcleos.
El príncipe vio a la joven encorvada, con lo ojos fijos en él, una mirada que solo se la darías a tu peor y más despreciable enemigo, la voz de Axel lo golpeo como una piedra en la cien, volteando solo para ver al ultimo esbirro alzando sus manos para golpearlo.
Axel continuo el impulso que le dio anteriormente el golpe que elimino a los dos esbirros y salto, girando, acercándose a Lyaus, midiendo perfectamente lo largo de su espada, sabía que podría eliminarlo a esa distancia, termino el giro en el aire y golpeo con todas sus fuerzas, corto un tronco por la mitad con su impulso, pero no fue suficiente fuerza para cortar un segundo, su espada se detuvo, pero su cuerpo no, el impulso hizo soltar la espada y caer estrepitosamente al piso, rebotando y girando.
El príncipe vio caer a Axel y confió en su velocidad, intento escapar, pero su pie se patinó en el fango, deteniéndolo lo suficiente para saber que ya no podría esquivarlo “Un golpe directo así, me sacara las tripas” el príncipe pensó que esas serian sus últimas palabras.
Un hacha voló, directo al núcleo del esbirro, haciéndolo desaparecer.
Todos voltearon buscando la dirección de donde venia el hacha, solo par toparse con la chica de pelo blanco, aun en posición de haber terminado el lanzamiento, se irguió orgullosa, de mirada desafiante y lista para atacar, salvaje como un animal ante sus liberadores.
Aprovechado la fuerza sobrenatural, Lyaus se acera a ella con unos pasos largos que acortan la distancia entre ellos rápidamente, se detiene a pocos centímetros de ella, “Es muy pequeña y delgada” es lo primero que piensa, le llega a la altura de la boca de su estómago, la mirada negra y profunda de sus ojos contrastan con los de ella, al igual que su pelo negro.
EL cómo la noche que adorna a ella como la luna.
-¡Careces de honor!, Que clase de lobo ataca a distancia-
Los dientes de ella se asoman, dejando ver sus colmillos y caninos filosos, listos para desgarrar.
-¡De la clase de lobo que te salva la vida!- Escupe las palabras, como lo haría un marinero humano, con un acento muy difícil de identificar.
El príncipe no puede permitir esa respuesta, no cuando busca ser el siguiente rey, no ante sus soldados, no se puede quedar callado, tiene que responder, tiene que dejar claro quién es el alfa.
Los dientes del príncipe relucen en la noche junto con un gruñido profundo, estira la mano par sujetar el brazo de ella, muy lento, muy proyectado, el quiso frenar su fuerza para no lastimarla, eso fue un error, ella ataco con todo, un golpe de sus garras le rasgaron la mejilla derecha, cuatro líneas rojas aparecieron y escurrieron su sangre.
Ella aprovecho el error, y tomo distancia lista para huir, no piensa ser prisionera de nadie, de nuevo, es un error que le puede costar la vida, lo observa aun parado, preguntándose que acaba de pasar, y ella corre en dirección contraria.
Los días que paso de mal comer, exigen el cobro a su cuerpo, sus pasos fueron pesados, rápidamente fue rodeada por los soldados, pero solo uno fue el que fijo
toda su atención, su cuerpo musculoso cargando una espada más grande que había visto, sabía que si quería escapar de esto tenia que derrotarlo a él.-No, ella es mía- El grito del príncipe fue una orden, que detuvo a todos como estatuas al momento, ella solo alcanzo a voltear al cabeza para ver de nuevo al príncipe y esperar su ataque, pero solo vio una sombra que desapareció, ella aun con la boca abierta jadeando y su corazón latiendo con fuerza.Antes de que pudiera mover uno solo de sus músculos, la figura de el emergió enfrente de ella, la mano de el abrazo su cuello casi en su totalidad y la alzo como si no pesara nada, el tiempo se detuvo, la realidad se distorsionaba, la falta de aire le hizo entender que estaba siendo ahorcada, rasguño sus brazos con la poca fuerza que tenía, pero él no se movió, inmune al dolor, tenia que llegar a un punto vital, “Ataca a un ojo” pensó, y estiro el hombro, estiro la mano, estiro los dedos, sin llegar cerca de su cometido, sus brazos eran muy
fermentadas, vertiendo el líquido en la palma de su mano, dando una cachetada seca en la mejilla, frotando sin delicadeza alguna, y continúo frotando el antebrazo herido.-Te dije que no hicieras eso-El intento del príncipe por poner resistirse fue detenido al momento con un simple -Callate- de Vasper, continuado con un canto en voz de susurro, el líquido impregnado en la piel de Lyaus se movió y se introdujo en cada herida que tocaba, sin quedar rastro del líquido, dejando una costra negra verdecía.-Listo, mañana no habrá cicatrices. Que bueno que estoy aquí para cuidar de mi hermano- Listo y presto se sentó en el lugar de su hermano, subiendo los pies a la mesa, con un aire de haber salvado el día.Solo el príncipe lo toleraba, ni Axel, ni los dos generales soportaban su comportamiento de niño mimado, Vasper lo sabia y mas intolerante era enfrente de ellos, él sabía que es intocable, no por ser el príncipe más joven, era porque él tenía un poco del amor de la luna que todos buscab
-Para que no me hagas daño a mi- El príncipe sonrió, con esa sonrisa tan practicada que tenía, para ganarse el corazón de las chicas y el apoyo de los hombres, también señalo las costras negras/verdes que tenia donde ella lo había rasguñado en la mejilla y antebrazo.-Desátame si tus palabras son ciertas-El príncipe dudo y cavilo sus opciones, una era la posibilidad de que ella se escapaba, perdería información muy importante, otra es que ella lo ataque y él se tendría que defender de nuevo, perdiendo así la oportunidad de ganar su confianza y la información que le diera no podría ser cierta, solo una opción fue la viable.-Esta bien, pero por favor no me ataques, ni escapes--Esas son muchas condiciones- Refunfuño ella.El desamarro una de sus muñecas, dejándola libre para que ella pudiera desamarrarse las demás, el príncipe le dio su espacio, el poco espacio que permitía la carpa, y se volvió a sentar en la silla.-¿Un poco de comida?- Él se apuró en señalar un plato con fruta y ja
-Lo prometo- Dijo el príncipe, pero una siempre promesa no la convencería, él lo noto, supo que eso no sería suficiente, toda ella gritaba venganza, él lo sabía, pero no lo lograba comprender, porque nunca había sentido un dolor como el que ella carga ahora. – Lo prometo, yo príncipe Lyaus Kaelos, contendiente al trono, por mi honor de lobo y por el amor de la luna – golpeo su pecho con el puño, para sellar su promesa.-Hace mas o menos una semana, una voz resonó en el cielo en todo el pueblo… que está ubicado más allá de la piedra del aullido, era un pueblo chico sin nombre…- Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, el apenas fue capaz verla - …esa voz, pidió una ofrenda, me pidió a mí, el pueblo y mi familia se negaron a entregarme, y la voz no dudo en enviar a esos fantasmas negros, en una sola noche, destruyeron y mataron a todos, solo a mi me capturaron, la voz exigió que me llevaran al reino del castillo negro-El príncipe se levanto de la silla, acercándose a ella con un p
El ruido de afuera despertó a Selini, su dormir en una cama fue algo reparador, aun siendo pocas horas, apenas se aprecian los rayos teñidos de naranja entre los pliegues de la tela de su tienda, no es normal para ella escuchar golpes y voces ásperas, voces de soldados, sonidos de espadas y lanzas al chocar.Se levanta y observa, hombres vestidos con pieles gruesas, levantando apresuradamente mochilas y bolsas llenas de telas y víveres, otros más cargando varias armas y el estandarte de un lobo negro.Podría parecer que todo es un caos, pero la organización es perfecta, todos saben qué hacer y cuando, donde moverse, para colocarse en una columna de soldados perfectamente alineados.En sentimiento más parecido a un escalofrió recorrió su cuerpo al ver que todos estaban preparados para la guerra, todos y cada uno de ellos era un instrumento para su venganza.La incertidumbre de su futuro enmarca la sensación de vulnerabilidad.-Buenos días Selini--Buenos días…. príncipe- Intento oculta
-¿Qué edad tienes? - Era una simple pregunta, Selini pensó que era una pregunta inocente, pero a la vez se ruborizo.-17 ¿y tú? - El noto el rubor en las mejillas blancas, era demasiado evidente, eso la hacía más hermosa aun ante los ojos de Lyaus.-21… –- Tienes 22 hermanito- Interrumpió Vasper, saliendo de atrás y poniéndose en medio de los dos.Como era bajito y llenito, su manera de correr parecía algo chusca, como si rebotara con pasos largos, a diferencia del trote perfecto de todos los soldados.Una sola mirada de Vasper a Lyaus le explico todo esto “No voy a dejar que te lleves a esta niña a la cama y la hagas otra de tus victorias amorosas, ya estas suficientemente mayor para aceptar la responsabilidad de tu compromiso con Lady Dore y punto.” Lyaus solo pudo hacer voltear sus ojos, ante tal discurso.-Un gusto Señorita Selini, sé que ya fuimos presentados ayer, pero me gustaría repetirlo de una manera más elegante, Soy Vasper Kaelos el príncipe más joven y hermoso entre tod
La noche llego, sin luna de nuevo, en su punto más oscuro, donde Selini sentía ya no poder más, rendirse y descansar, voltio a ver a príncipe que no se le notaba cansancio alguno, pero si se percibía una preocupación en su rostro, por el evidente cansancio y trote inconexo de ella.-Ella es Mia-Grito la noche, grito que retumbo en la cabeza de todos, sorpresa tal que los hizo detener la marcha.No paso ni un segundo, cuando Axel llego al lado del príncipe, ya con su espada desenvainada y en guardia.Al detenerse las piernas de Selini no le respondieron más y callo en al pasto agotada y jadeando – Es ella – balbuceo entre una inalada de aire y otra – Es la misma voz, que escuche en mi pueblo- Concluyo.Lyaus y Axel, entendieron el peligro que los acechaba en ese momento -En formación de guardia- Grito Axel a todo pulmón, todos y cada uno de los soldados formaron una barricada en todas direcciones, cubriendo todos los ángulos, para evitar un ataque sorpresa.-Cuantos espectros crees qu
El miedo ilógico de perderla, sabiendo que hace un día eran desconocidos, el sentía que debía profundizar más en su conexión, en conocerla, en compartir sus mundos, de amarla más allá de la fugacidad de un sueño.Recordó que ya la había soñado antes, que ya la amaba antes de conocerla, “Debo de estar loco” se repitió varias veces, porque él ya estaba comprometido, sus destinos estarían separados, no podían cruzarse de esa manera, se dio cuenta que cualquier elección que tomara desencadenaría una serie de eventos que pondrían a prueba la fuerza de su voluntad y el destino de su reino.La noche paso, sin novedades, la primera luz del amanecer se asomó y fue la señal de que todos se prepararan para continuar su marcha hacia el pequeño pueblo Pelo de Plata.-Buenos días, Seleni- Un toque suave en su mejilla, le hicieron abrir los ojos, el príncipe acostado a su lado, con la cabeza apoyada en su mano, y con la otra sobando su mejilla, tal vez “todavía estoy soñando y este es el momento don