toda su atención, su cuerpo musculoso cargando una espada más grande que había visto, sabía que si quería escapar de esto tenia que derrotarlo a él.
-No, ella es mía-
El grito del príncipe fue una orden, que detuvo a todos como estatuas al momento, ella solo alcanzo a voltear al cabeza para ver de nuevo al príncipe y esperar su ataque, pero solo vio una sombra que desapareció, ella aun con la boca abierta jadeando y su corazón latiendo con fuerza.
Antes de que pudiera mover uno solo de sus músculos, la figura de el emergió enfrente de ella, la mano de el abrazo su cuello casi en su totalidad y la alzo como si no pesara nada, el tiempo se detuvo, la realidad se distorsionaba, la falta de aire le hizo entender que estaba siendo ahorcada, rasguño sus brazos con la poca fuerza que tenía, pero él no se movió, inmune al dolor, tenia que llegar a un punto vital, “Ataca a un ojo” pensó, y estiro el hombro, estiro la mano, estiro los dedos, sin llegar cerca de su cometido, sus brazos eran muy cortos, el la dominaba totalmente, pero su espíritu nunca será dominado, la mirada llena de rabia lo atravesó a él, más filosa que una lanza, fue viéndose a los ojos cuando el abismo la envolvió y quedo inconsciente.
El dejo de apretar, y la cargo como si fuera un costal de papas, pero los costales de papa pesaban más.
-Creo que tendrás que pedirle un favor al sanador- Axel se coloco a un lado del príncipe y señalando todas las heridas que tenía en el brazo.
-No son nada, ni una es profunda-
-Y esa, que arruina tu hermoso rostro-
El toco su mejilla un pequeño dolor punzante donde estaban las líneas de sangre.
-Creo que por, este si, no quiero que mi prometida se enoje por dañar este bello rostro-
-¿Ella o tu?-
Los dos dejan escapar una pequeña risa forzada, como un requisito que intenta aminorar el hecho de mencionarla.
-¿Que harás con esa niña?-
-Esperar a que despierte para interrogarla-
-Muy buena idea, por eso eres el jefe-
Todos los soldados terminaron de agruparse y ayudar a los heridos.
-¡Que queden como monumentos de nuestra determinación, recordatorios a nuestros enemigos que estamos dispuestos a llegar hasta el limite en nuestras batallas, que no tememos a la muerte y que lucharemos aun sin aliento para defender lo que nos pertenece, La luna!-
Fue la plegaria que resonó como gravedad, palabras cargadas de peso, por parte del príncipe a los soldados caídos en esta batalla.
-Regresemos al puesto de vigilancia-
Todos asintieron y corrieron de regreso.
Llegando al campamento, los heridos fueron rápidamente atendidos por los sanadores, que son los que conocen la anatomía del cuerpo humano y algunas pociones que fueron robadas por los lobos cuando convivían con las brujas, pero la historia de los lobos fue cambiada para resaltar su derecho a gobernar sobre todos y todas las razas.
La reunión no se hizo esperar entre los 3 generales, Axel el gran colmillo; que no procedía de ninguna casa o casta de nobles, Durin Mcilfort; Descendiente de una noble familia y con mucho conocimiento militar, Miriar La única; Hija bastarda de la familia Golden, se sabe que cada uno de los hijos del los Golden esta con uno los hijos del rey, asegurando así el favor de cualquiera de los príncipes.
El que tardo en llegar fue el hermano menor de Lyaus, el príncipe mas joven Vasper Kaelos, pequeño de complexión y rechoncho, de pelo gris, sonrisa tierna, ojos inocentes de tono gris que hace juego con su cabello, corto y desalineado, podría pasar por un escriba humano, pero es el único de los hermanos que heredo la bendición de la luna, con el poder de la curación.
El príncipe Vasper renuncio a la corona, para ayudar a su hermano Lyaus a conseguir la corona, en el momento que entro a la tienda donde estaban los generales y Lyaus, el asombro que expreso su rostro, exagerado como en una obra de teatro.
-¡¡HERMANO!!, que te sucedió en la mano y el rostro-
Sin importarle que llego tarde o si interrumpo la conversación o pisaba alguna capa, aplastaba un mapa, el camino directo hacia Lyaus, buscando torpemente en sus bolsillos de su chaleco desabrochado, sacando y destapando una pequeña cantimplora de metal, como una explosión la carpa se llenó de un aroma a hojas
fermentadas, vertiendo el líquido en la palma de su mano, dando una cachetada seca en la mejilla, frotando sin delicadeza alguna, y continúo frotando el antebrazo herido.-Te dije que no hicieras eso-El intento del príncipe por poner resistirse fue detenido al momento con un simple -Callate- de Vasper, continuado con un canto en voz de susurro, el líquido impregnado en la piel de Lyaus se movió y se introdujo en cada herida que tocaba, sin quedar rastro del líquido, dejando una costra negra verdecía.-Listo, mañana no habrá cicatrices. Que bueno que estoy aquí para cuidar de mi hermano- Listo y presto se sentó en el lugar de su hermano, subiendo los pies a la mesa, con un aire de haber salvado el día.Solo el príncipe lo toleraba, ni Axel, ni los dos generales soportaban su comportamiento de niño mimado, Vasper lo sabia y mas intolerante era enfrente de ellos, él sabía que es intocable, no por ser el príncipe más joven, era porque él tenía un poco del amor de la luna que todos buscab
-Para que no me hagas daño a mi- El príncipe sonrió, con esa sonrisa tan practicada que tenía, para ganarse el corazón de las chicas y el apoyo de los hombres, también señalo las costras negras/verdes que tenia donde ella lo había rasguñado en la mejilla y antebrazo.-Desátame si tus palabras son ciertas-El príncipe dudo y cavilo sus opciones, una era la posibilidad de que ella se escapaba, perdería información muy importante, otra es que ella lo ataque y él se tendría que defender de nuevo, perdiendo así la oportunidad de ganar su confianza y la información que le diera no podría ser cierta, solo una opción fue la viable.-Esta bien, pero por favor no me ataques, ni escapes--Esas son muchas condiciones- Refunfuño ella.El desamarro una de sus muñecas, dejándola libre para que ella pudiera desamarrarse las demás, el príncipe le dio su espacio, el poco espacio que permitía la carpa, y se volvió a sentar en la silla.-¿Un poco de comida?- Él se apuró en señalar un plato con fruta y ja
-Lo prometo- Dijo el príncipe, pero una siempre promesa no la convencería, él lo noto, supo que eso no sería suficiente, toda ella gritaba venganza, él lo sabía, pero no lo lograba comprender, porque nunca había sentido un dolor como el que ella carga ahora. – Lo prometo, yo príncipe Lyaus Kaelos, contendiente al trono, por mi honor de lobo y por el amor de la luna – golpeo su pecho con el puño, para sellar su promesa.-Hace mas o menos una semana, una voz resonó en el cielo en todo el pueblo… que está ubicado más allá de la piedra del aullido, era un pueblo chico sin nombre…- Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, el apenas fue capaz verla - …esa voz, pidió una ofrenda, me pidió a mí, el pueblo y mi familia se negaron a entregarme, y la voz no dudo en enviar a esos fantasmas negros, en una sola noche, destruyeron y mataron a todos, solo a mi me capturaron, la voz exigió que me llevaran al reino del castillo negro-El príncipe se levanto de la silla, acercándose a ella con un p
El ruido de afuera despertó a Selini, su dormir en una cama fue algo reparador, aun siendo pocas horas, apenas se aprecian los rayos teñidos de naranja entre los pliegues de la tela de su tienda, no es normal para ella escuchar golpes y voces ásperas, voces de soldados, sonidos de espadas y lanzas al chocar.Se levanta y observa, hombres vestidos con pieles gruesas, levantando apresuradamente mochilas y bolsas llenas de telas y víveres, otros más cargando varias armas y el estandarte de un lobo negro.Podría parecer que todo es un caos, pero la organización es perfecta, todos saben qué hacer y cuando, donde moverse, para colocarse en una columna de soldados perfectamente alineados.En sentimiento más parecido a un escalofrió recorrió su cuerpo al ver que todos estaban preparados para la guerra, todos y cada uno de ellos era un instrumento para su venganza.La incertidumbre de su futuro enmarca la sensación de vulnerabilidad.-Buenos días Selini--Buenos días…. príncipe- Intento oculta
-¿Qué edad tienes? - Era una simple pregunta, Selini pensó que era una pregunta inocente, pero a la vez se ruborizo.-17 ¿y tú? - El noto el rubor en las mejillas blancas, era demasiado evidente, eso la hacía más hermosa aun ante los ojos de Lyaus.-21… –- Tienes 22 hermanito- Interrumpió Vasper, saliendo de atrás y poniéndose en medio de los dos.Como era bajito y llenito, su manera de correr parecía algo chusca, como si rebotara con pasos largos, a diferencia del trote perfecto de todos los soldados.Una sola mirada de Vasper a Lyaus le explico todo esto “No voy a dejar que te lleves a esta niña a la cama y la hagas otra de tus victorias amorosas, ya estas suficientemente mayor para aceptar la responsabilidad de tu compromiso con Lady Dore y punto.” Lyaus solo pudo hacer voltear sus ojos, ante tal discurso.-Un gusto Señorita Selini, sé que ya fuimos presentados ayer, pero me gustaría repetirlo de una manera más elegante, Soy Vasper Kaelos el príncipe más joven y hermoso entre tod
La noche llego, sin luna de nuevo, en su punto más oscuro, donde Selini sentía ya no poder más, rendirse y descansar, voltio a ver a príncipe que no se le notaba cansancio alguno, pero si se percibía una preocupación en su rostro, por el evidente cansancio y trote inconexo de ella.-Ella es Mia-Grito la noche, grito que retumbo en la cabeza de todos, sorpresa tal que los hizo detener la marcha.No paso ni un segundo, cuando Axel llego al lado del príncipe, ya con su espada desenvainada y en guardia.Al detenerse las piernas de Selini no le respondieron más y callo en al pasto agotada y jadeando – Es ella – balbuceo entre una inalada de aire y otra – Es la misma voz, que escuche en mi pueblo- Concluyo.Lyaus y Axel, entendieron el peligro que los acechaba en ese momento -En formación de guardia- Grito Axel a todo pulmón, todos y cada uno de los soldados formaron una barricada en todas direcciones, cubriendo todos los ángulos, para evitar un ataque sorpresa.-Cuantos espectros crees qu
El miedo ilógico de perderla, sabiendo que hace un día eran desconocidos, el sentía que debía profundizar más en su conexión, en conocerla, en compartir sus mundos, de amarla más allá de la fugacidad de un sueño.Recordó que ya la había soñado antes, que ya la amaba antes de conocerla, “Debo de estar loco” se repitió varias veces, porque él ya estaba comprometido, sus destinos estarían separados, no podían cruzarse de esa manera, se dio cuenta que cualquier elección que tomara desencadenaría una serie de eventos que pondrían a prueba la fuerza de su voluntad y el destino de su reino.La noche paso, sin novedades, la primera luz del amanecer se asomó y fue la señal de que todos se prepararan para continuar su marcha hacia el pequeño pueblo Pelo de Plata.-Buenos días, Seleni- Un toque suave en su mejilla, le hicieron abrir los ojos, el príncipe acostado a su lado, con la cabeza apoyada en su mano, y con la otra sobando su mejilla, tal vez “todavía estoy soñando y este es el momento don
Los soldados retrocedieron al darse cuenta de que el Demonio regeneraba su pierna, a coste de su tamaño, ya no era tan alto, y el muñón cortado se podría rápidamente como madera húmeda y enmohecida.-Tenemos que destruir el núcleo- Carraspeo la voz de Miriar-Pero ¿Dónde está? - Contesto Durin que golpeaba y esquiva a la vez.Solo los espadazos de Axel hacían que el Demonio se cubriera y retrocediera, reforzando el área donde se dirigía su espada, el peleaba como un animal rabioso, solo lleno de ira, con intención de destrozar, perdiendo toda gallardía y técnica que dominaba a la perfección, solo pura fuerza bruta y odio dirigían sus ataques.Todos se alejaban de Axel, con miedo a no ser partidos por su espada.Pero fue el ingenio de Miriar que prendió con fuego una las carpas y la envolvió en la punta de su lanza, que clavo en la espalda del demonio – ARRGG- grito el demonio, en lo que parecía un lamento de dolor.Ese grito no pasó desapercibido para Axel, que entendió que esa era su