fermentadas, vertiendo el líquido en la palma de su mano, dando una cachetada seca en la mejilla, frotando sin delicadeza alguna, y continúo frotando el antebrazo herido.
-Te dije que no hicieras eso-
El intento del príncipe por poner resistirse fue detenido al momento con un simple -Callate- de Vasper, continuado con un canto en voz de susurro, el líquido impregnado en la piel de Lyaus se movió y se introdujo en cada herida que tocaba, sin quedar rastro del líquido, dejando una costra negra verdecía.
-Listo, mañana no habrá cicatrices. Que bueno que estoy aquí para cuidar de mi hermano- Listo y presto se sentó en el lugar de su hermano, subiendo los pies a la mesa, con un aire de haber salvado el día.
Solo el príncipe lo toleraba, ni Axel, ni los dos generales soportaban su comportamiento de niño mimado, Vasper lo sabia y mas intolerante era enfrente de ellos, él sabía que es intocable, no por ser el príncipe más joven, era porque él tenía un poco del amor de la luna que todos buscaban fervientemente, por su poder de curación.
-Antes que nos interrumpieras querido hermano, informaba a los generales que tuvimos un encuentro con súbditos mágicos de las brujas-
-IMPOSIBLE- Escudriño en los rostros de todos los presentes, esperando una sonrisa, una broma de mal gusto, solo para toparse con caras serias, cargadas de preocupación.
-Desde la batalla de las ciénagas, liderada por el rey, no se habían visto esos espectros en este lado del Reyno- Aclaro Durin.
-Eso fue ya hace… 10 años-
-12 años- Durin corrigió Vasper, este no perdía la oportunidad de demostrar su gran conocimiento sobre la historia y tácticas militares, que estudio hasta el hartazgo para sobresalir.
-¿Que podría significar eso?- Si solo escuchara la voz de Miriar, pensarías que es una mujer de alta sociedad con un acento peculiar, pero su mirada curtida en peleas y su cuerpo marcado y alto, no combinaban, como el agua y el aceite.
-No lo sé, pero llevaban una rehén- Termino de decir Lyaus.
-Interesante, esos seres nunca toman rehenes, apenas que una bruja se los ordene- Volvió a comentar Durin.
-Un Sacrificio!!!- Grito en un tono agudo, Vasper.
Todos voltearon a ver a Durin, confiados de que él conocería la respuesta entre todo su conocimiento, el solo alzo los hombros, el también ignoraba la respuesta.
-Muy probable que estemos cerca de la ultima bruja, y el fin de nuestra campaña- Mirair golpeo la esa con su puño, por el brote de adrenalina al pensar en tal acontecimiento.
-No quiero tomar medidas apresuradas- Lyaus volteo a ver a su mejor amigo Axel y espero que asintiera con la cabeza – Interrogare a la chica, para saber porque era su rehen- Coloco sus puños en la mesa, esperando la aprobación de sus generales, él no la ocupaba, pero siempre recordó las palabras de su padre “Toma en cuenta la opinión de los que estén cerca de ti, porque ellos te ayudaran a ver más lejos”.
Todos ratificaron la decisión del príncipe, y como si el destino estuviera bien sincronizado, un soldado entro a la carpa con solo una frase -Ella se está despertando-
Lyaus, la observa como ella luchaba en sus sueños por despertar, pareciera que le incomodaba dormir en una cama, solo estaban el y ella, alumbrados por las luces de unas velas, adentro de una carpa mas chica que donde fue la reunión con los generales, su pelo brillaba, su piel blanca no dejaba de sorprenderlo, su mirada se perdía en ella.
Un solo un pestañeo, donde su mente se perdió en imágenes de ella y el en esa misma cama, fue lo suficiente para que ella se irguiera y lo mirara, con sus ojos de diferentes colores, de dormida a la rabia pura y ataco al príncipe.
El príncipe al despertar de sus fantasías, la vio venir hacia el con toda la agresividad que puede tener un cuerpo tan pequeño y dejado, la sorpresa fue tal que el príncipe se calló hacia atrás junto con la silla donde estaba sentado.
Ella no llego a salir de la cama, estaba amarrada de pies y manos, lo suficiente para sentarse, pero no para salir de la cama o liberarse.
-¡Calma!- Dijo poniéndose de pie y sobado se la nuca por el golpe que se dio.-No te quiero hacer daño, solo te quiero hacer unas preguntas-
Su mirada no perdía intensidad.
-¿Porque me tienes amarrada? si no me quieres hacer daño-
-Para que no me hagas daño a mi- El príncipe sonrió, con esa sonrisa tan practicada que tenía, para ganarse el corazón de las chicas y el apoyo de los hombres, también señalo las costras negras/verdes que tenia donde ella lo había rasguñado en la mejilla y antebrazo.-Desátame si tus palabras son ciertas-El príncipe dudo y cavilo sus opciones, una era la posibilidad de que ella se escapaba, perdería información muy importante, otra es que ella lo ataque y él se tendría que defender de nuevo, perdiendo así la oportunidad de ganar su confianza y la información que le diera no podría ser cierta, solo una opción fue la viable.-Esta bien, pero por favor no me ataques, ni escapes--Esas son muchas condiciones- Refunfuño ella.El desamarro una de sus muñecas, dejándola libre para que ella pudiera desamarrarse las demás, el príncipe le dio su espacio, el poco espacio que permitía la carpa, y se volvió a sentar en la silla.-¿Un poco de comida?- Él se apuró en señalar un plato con fruta y ja
-Lo prometo- Dijo el príncipe, pero una siempre promesa no la convencería, él lo noto, supo que eso no sería suficiente, toda ella gritaba venganza, él lo sabía, pero no lo lograba comprender, porque nunca había sentido un dolor como el que ella carga ahora. – Lo prometo, yo príncipe Lyaus Kaelos, contendiente al trono, por mi honor de lobo y por el amor de la luna – golpeo su pecho con el puño, para sellar su promesa.-Hace mas o menos una semana, una voz resonó en el cielo en todo el pueblo… que está ubicado más allá de la piedra del aullido, era un pueblo chico sin nombre…- Una pequeña sonrisa se dibujó en sus labios, el apenas fue capaz verla - …esa voz, pidió una ofrenda, me pidió a mí, el pueblo y mi familia se negaron a entregarme, y la voz no dudo en enviar a esos fantasmas negros, en una sola noche, destruyeron y mataron a todos, solo a mi me capturaron, la voz exigió que me llevaran al reino del castillo negro-El príncipe se levanto de la silla, acercándose a ella con un p
El ruido de afuera despertó a Selini, su dormir en una cama fue algo reparador, aun siendo pocas horas, apenas se aprecian los rayos teñidos de naranja entre los pliegues de la tela de su tienda, no es normal para ella escuchar golpes y voces ásperas, voces de soldados, sonidos de espadas y lanzas al chocar.Se levanta y observa, hombres vestidos con pieles gruesas, levantando apresuradamente mochilas y bolsas llenas de telas y víveres, otros más cargando varias armas y el estandarte de un lobo negro.Podría parecer que todo es un caos, pero la organización es perfecta, todos saben qué hacer y cuando, donde moverse, para colocarse en una columna de soldados perfectamente alineados.En sentimiento más parecido a un escalofrió recorrió su cuerpo al ver que todos estaban preparados para la guerra, todos y cada uno de ellos era un instrumento para su venganza.La incertidumbre de su futuro enmarca la sensación de vulnerabilidad.-Buenos días Selini--Buenos días…. príncipe- Intento oculta
-¿Qué edad tienes? - Era una simple pregunta, Selini pensó que era una pregunta inocente, pero a la vez se ruborizo.-17 ¿y tú? - El noto el rubor en las mejillas blancas, era demasiado evidente, eso la hacía más hermosa aun ante los ojos de Lyaus.-21… –- Tienes 22 hermanito- Interrumpió Vasper, saliendo de atrás y poniéndose en medio de los dos.Como era bajito y llenito, su manera de correr parecía algo chusca, como si rebotara con pasos largos, a diferencia del trote perfecto de todos los soldados.Una sola mirada de Vasper a Lyaus le explico todo esto “No voy a dejar que te lleves a esta niña a la cama y la hagas otra de tus victorias amorosas, ya estas suficientemente mayor para aceptar la responsabilidad de tu compromiso con Lady Dore y punto.” Lyaus solo pudo hacer voltear sus ojos, ante tal discurso.-Un gusto Señorita Selini, sé que ya fuimos presentados ayer, pero me gustaría repetirlo de una manera más elegante, Soy Vasper Kaelos el príncipe más joven y hermoso entre tod
La noche llego, sin luna de nuevo, en su punto más oscuro, donde Selini sentía ya no poder más, rendirse y descansar, voltio a ver a príncipe que no se le notaba cansancio alguno, pero si se percibía una preocupación en su rostro, por el evidente cansancio y trote inconexo de ella.-Ella es Mia-Grito la noche, grito que retumbo en la cabeza de todos, sorpresa tal que los hizo detener la marcha.No paso ni un segundo, cuando Axel llego al lado del príncipe, ya con su espada desenvainada y en guardia.Al detenerse las piernas de Selini no le respondieron más y callo en al pasto agotada y jadeando – Es ella – balbuceo entre una inalada de aire y otra – Es la misma voz, que escuche en mi pueblo- Concluyo.Lyaus y Axel, entendieron el peligro que los acechaba en ese momento -En formación de guardia- Grito Axel a todo pulmón, todos y cada uno de los soldados formaron una barricada en todas direcciones, cubriendo todos los ángulos, para evitar un ataque sorpresa.-Cuantos espectros crees qu
El miedo ilógico de perderla, sabiendo que hace un día eran desconocidos, el sentía que debía profundizar más en su conexión, en conocerla, en compartir sus mundos, de amarla más allá de la fugacidad de un sueño.Recordó que ya la había soñado antes, que ya la amaba antes de conocerla, “Debo de estar loco” se repitió varias veces, porque él ya estaba comprometido, sus destinos estarían separados, no podían cruzarse de esa manera, se dio cuenta que cualquier elección que tomara desencadenaría una serie de eventos que pondrían a prueba la fuerza de su voluntad y el destino de su reino.La noche paso, sin novedades, la primera luz del amanecer se asomó y fue la señal de que todos se prepararan para continuar su marcha hacia el pequeño pueblo Pelo de Plata.-Buenos días, Seleni- Un toque suave en su mejilla, le hicieron abrir los ojos, el príncipe acostado a su lado, con la cabeza apoyada en su mano, y con la otra sobando su mejilla, tal vez “todavía estoy soñando y este es el momento don
Los soldados retrocedieron al darse cuenta de que el Demonio regeneraba su pierna, a coste de su tamaño, ya no era tan alto, y el muñón cortado se podría rápidamente como madera húmeda y enmohecida.-Tenemos que destruir el núcleo- Carraspeo la voz de Miriar-Pero ¿Dónde está? - Contesto Durin que golpeaba y esquiva a la vez.Solo los espadazos de Axel hacían que el Demonio se cubriera y retrocediera, reforzando el área donde se dirigía su espada, el peleaba como un animal rabioso, solo lleno de ira, con intención de destrozar, perdiendo toda gallardía y técnica que dominaba a la perfección, solo pura fuerza bruta y odio dirigían sus ataques.Todos se alejaban de Axel, con miedo a no ser partidos por su espada.Pero fue el ingenio de Miriar que prendió con fuego una las carpas y la envolvió en la punta de su lanza, que clavo en la espalda del demonio – ARRGG- grito el demonio, en lo que parecía un lamento de dolor.Ese grito no pasó desapercibido para Axel, que entendió que esa era su
-Déjame, ella me sigue a mi- Le dijo Selini, aun con el rostro escondido en el pecho de él.-No, la bruja va a morir en mis manos por esto y tú le arrancaras su corazón- Él estaba decidido, ya no era solo por la avaricia de la corona, era algo personal, algo que se lo debía a su hermano, generales y soldados, algo que se lo debía a su honor por perder tan miserablemente esta batalla y ser forzado a huir.El abrazo entre ellos se hizo más fuerte, buscaban consuelo uno con el otro.-Ella sabe donde estoy, por eso nos encontrara y te matara--No estamos seguros de eso--Yo sí, por eso encontró mi aldea, por eso nos encontró en el camino--No- Dijo el alzando la voz, no tenía cabeza para explicarle que fue su error por seguir el camino entre pueblos, donde sería lógico que buscaría primero la bruja, estaba seguro de que era así, por qué él hubiera hecho lo mismo si estuviera dando caza a alguien.Ella lloro en su pecho.Lyaus la abrazo más fuerte y se culpó por alzarle la voz. Así estuvie