Emily se sentía mal después de aquella conversación con el señor Sergio Miller, debido a que recordó su infancia. Ella provenía de una familia de hombres lobos donde sus abuelos y su padre fueron descendencia teniendo una gran manada. Recordaba cuando le contaron que su abuelo paterno había sido el gran Alpha supremo donde tenía el poder especial sobre el elemento del fuego; era una leyenda completa al lado de su mate, es decir, su abuela paterna; de ese amor nació Hamilton su padre quien heredó y dirigió esa manada hasta que conoció a su madre; ya que ella era una simple humana y corriente. A pesar de ella no tener poderes, fue el mate de su padre donde se complementaron naciendo la pequeña Emily, quien había sido bendecida por la diosa luna siendo una loba blanca; con el fin de seguir el legado de la familia pero sucedió una tragedia; la pequeña sufrió desplantes por parte de la familia materna considerándola una bestia al lado de su madre siendo rechazada, no solo eso sino que asistía a una escuela convencional donde la veían como la rara, debido a sus hermosos ojos grises que se convierten en azules cuando presentaba alguna emoción ya que no sabía controlarse.
A la vez, ella se enamoró de José ciegamente a pesar de que su loba interna le manifestaba que él no era el adecuado, era un peligro. Gracias a él, vivió muchos momentos de maltrato físico y mental descubriendo que había sido una venganza de los lobos negros, rivales de su familia. Sin embargo, fruto de esa relación nació Leo antes de su transformación ocasionando la maldición de la diosa Hécate quedando dormida su loba internamente; no solo eso, sino que las obligaron a ella y a su madre separarse de su familia, es decir, sus abuelos y tíos paternos debido a que su padre había sido maldecido con el cáncer por preferir estar con ellas antes que seguir con la manada. Por esto y más razones escondidas ella aborrecía a los seres sobrenaturales porque habían traído desgracia a su vida, no solo eso, sino que la diosa luna no quiso bendecir a su pequeño Leo, donde la diosa Hécate manifestó que el autismo era una enfermedad que recordaría su deshonra ante ellos.
Pero ella, amaba tanto a su hijo sobre todo y todos que no sentía que fuera así, sino al contrario sentía que el autismo había sido una bendición en su pequeño al traer un nuevo sentido de vida para ellos. Dentro del autismo, su hijo iba a vivir una realidad alterna aparte del mundo real donde iba a ser feliz además no iba a tener que sufrir con el tema sobrenatural donde provenía su familia, él debía nacer como un ser humano común y corriente buscando salir adelante, sobrepasando todo diagnóstico y siendo alguien importante. Ella se había prometido que nunca iba a buscar a su mate, nunca iba a entrar al mundo sobrenatural de nuevo porque prefería morir antes. Por otro lado, Sergio Miller había quedado encantado con Emily donde su lobo le aseguro que era su mate, aunque estaba dudoso porque no sentía a la loba interna de ella ¿por qué sucedería esto? recordaba que había sido maldecido por la diosa Hécate por haber tenido un hijo con alguien común y corriente, esa maldición trataba en que nunca iba a poder marcar a su mate y tener su primogénito de la familia real de lobos.
Amaba a su pequeña Lily, aunque todo iba en contra de él donde hubo un punto donde querían obligarlo a abandonar a su manada no lograron cumplirlo, debido a que sabían que era muy fuerte y fundamental para ellos; además no tenía un hermano o descendencia que pudiera ocupar su lugar. Decidió sacudir su cabeza porque recordar todo eso causaba dolor, solo debía quedar con lo bueno que era un empresario multimillonario de las mejores cadenas de hoteles, además el Alpha de su manada a quien iba a renacer y hacer crecer cada vez más y no solo eso, sino que su pequeña hija, iba a conocer de este mundo en medio de su inocencia siendo la futura beta, ese era su pensado. Pero sabía que, para eso, necesitaba ayuda desde lo sensorial con su pequeña quien la perfecta sería Emily, así que decidió comunicarse con ella después de que Nicolas le dio su número telefónico.
— ¿Con quién hablo? — Pregunto Emily extrañada al contestar la llamada de un número desconocido, mientras le daba de comer a su pequeño Leo.
— Mucho gusto, Sergio Miller. ¿Quisiera saber si está disponible para trabajar? — Interrogó con seguridad, no podría mostrarse débil ante ella.
— Cuénteme, lo escucho — Manifestó Emily mientras miraba con dulzura a su pequeño, recordaba a Sergio y traía recuerdos de su pasado.
— Mi pequeña Lily tiene seis meses, fue diagnosticada con Síndrome de Down entonces entenderás porque necesito tus servicios — Confesó mientras salía de su oficina, hacia la casa donde lo esperaba el amor de su vida.
— Entiendo ¿Para cuándo me necesita? — Respondió con sinceridad Emily, porque sabía que la pequeña la necesitaba igual que Leo, todo lo referente a niños era su pasión personal siendo una gran satisfacción para ella poder ayudarles.
— ¿Mañana puede ser? — Preguntó con interés y entusiasmo Sergio, podría tenerla cerca.
— Mañana nos vemos, hasta luego señor Miller — Pronunció Emily colgando, para ir a acostar a su pequeño en la cama mientras pensaba en él, ¿estaba casado o tal vez comprometido? no entendía porque se hacían esas preguntas, solo podía aceptar sinceramente que era un hombre muy guapo.
Sergio saltó de la emoción al ver como Emily aceptaba su propuesta, había decidido preparar todo para mañana con el fin de que estuviera cómoda y decidiera totalmente ser contratada. Sentía felicidad por su hija, porque era su luz, pero a la vez por él porque, aunque tuviera la maldición buscaría la forma de ir en contra de todo pronóstico para poder estar con ella, porque ella era la adecuada. Al siguiente día, Emily decidió colocarse su uniforme de la universidad de color azul oscuro, era cómodo y se colocó una moña en su cabello formando un bollo, mientras se colocaba una pizca de rubor, pestañina y labial rosado claro. Había dejado al pequeño Leo en compañía de su abuela, recordando su rutina diaria donde no podía cambiarse algún paso con el fin de evitar alguna frustración en él sin la presencia de su madre.
Sergio por su lado se había colocado el traje más formal y limpio que tuviera, porque tenía que darle una gran impresión a su amada; mientras que a la pequeña Lily le coloco un vestido rosado acompañado de unos zapaticos blancos mientras la esperaba jugando en su cuna. Sonó el timbre, ese momento sintió como si su corazón se saliera donde tuvo que resistirse dejando que la nona abriera la puerta para darle la entrada a Emily, mientras él esperaba sin interés arriba con su pequeña, aunque por dentro se moría por verla. Cuando Emily subió con la nona, Sergio quedó sorprendido de cómo se veía tan hermosa incluso en su uniforme, saludándola brindándole la mano donde fue correspondida y enseguida Emily volteo a ver a la pequeña Lily.
Emily inicio a examinar donde empezó con los reflejos que debía tener a esa edad; indagando si se encontraba presente el balbuceo, si la pequeña rolaba hacia los lados, su realizaba un adecuado agarre del dedo o de algún objeto además como reaccionaba ante texturas ásperas y suaves con el movimiento del cuerpo. Se dio cuenta, que ella presentaba algunos reflejos como la presión palmar que consiste en la reacción automática de apretar la mano al inclinar la cabeza hacia un lado, además su agarre esa suave para su edad y presentaba irritabilidad hacia las texturas ásperas teniendo hipo sensibilidad, pero siendo consciente de que es prematura, además era muy tierna.
— Te haré unas pequeñas preguntas, después te hago el plan de tratamiento e iniciamos — Manifestó Emily hacia Sergio con una sonrisa sincera con la cual lo flechó, donde él asentía y respondía todas las preguntas omitiendo la parte de hombre lobo porque no quería espantarla desde el inicio.
— Gracias, sé que serás una gran ayuda para ambos — Confesó Sergio, abrazando a su pequeña donde cayó en cuenta del error, se había delatado.
— ¿Ambos? — Interrogó sin entender Emily mientras recogía sus cosas, colocándolas de nuevo en la maleta.
— Si, para Lily y la nona quien te ayudará en este proceso — Contestó con nervios mientras buscaba la forma de zafarse, evitando la mirada de ella.
— Está bien, ¿Necesitas algo más? — Pregunto Emily con interés, adoraba la imagen de Sergio con Lily porque hubiera querido un padre así de atento para su pequeño.
— Puedo preguntar algo íntimo — Manifestó con nervios, dándole el biberón a Lily que había traído la nona hace un momento.
— Claro, primero verifica si está caliente o frío antes de dárselo — Aconsejo Emily, haciendo caer en cuenta a Sergio quien iba a dárselo sin problema le costaba mucho ser padre sin la ayuda materna.
— Claro, ¿Estás saliendo con alguien? — Interrogó con nervios, porque donde ella tuviera un comprometido o novio ocasiona que se dañará su plan.
— Tal vez, quedará en duda — Contesto Emily brindando una sonrisa burlona por tal pregunta ¿A qué venía? — Nos vemos mañana — Dijo como despedida antes de salir de la habitación, hacia el gimnasio quedando feliz porque se había dado cuenta que no era tan mala persona como ella pensaba.
Emily llegó al gimnasio donde se encontró con Nicolás, no podía negarlo sentía mariposas en el estómago cuando lo veía, pero era inalcanzable para ella por ser alguien rico y de estatus social. Aunque, él siempre le había manifestado la humildad que tenía igual no se arriesgaba a confesarse. Juntos hicieron la rutina completa, donde él era su inspiración para buscar tener un mejor cuerpo cada día, mientras la hacía reír entre sus chistes tontos.— ¿Cómo te fue con el jefe? — Preguntó Nicolás con interés, quien era un don Juan sólo que a Emily la quería como una hermana.— Bien, conseguí trabajo — Respondió restándole importancia, no quería pensar en él al menos en este momento.— É
Emily se levantó con entusiasmo, porque primero iba a entrenar en un gimnasio nuevo y completo gracias a las tonterías de su amigo Nicolas; iba a conocer un poco más de su mundo y cómo actuaba ante la otra cara de la moneda. A la vez, porque había tenido permiso de llevar al pequeño Leo a la terapia con Lily para hacerla conjunta, aunque tenía claro que la prioridad en ese momento era la pequeña, había leído en internet sobre el síndrome de Down que se manifestaba como un cromosoma adicional en el 21 ocasionándola, se evidenciaba especialmente por las características físicas en la cara pero eran muy importantes, tenían un alma pura de ángel que iban a tener toda su vida haciéndolos únicos, su intervención se basaba específicamente en estimulación de las diferentes destrezas y en su secuencia de desarrollo, debido a que era más lent
Emily quedó plasmada por la reacción de Sergio, porque a pesar de actuar impulsivo ella no sentía miedo ni desconfianza ante sus actos, aunque si le parecía extraño esas situaciones donde se desaparecía sin explicación alguna, le causo risa la reacción que había tenido Leo ante la muestra de afecto, así que decidieron seguir en la habitación para terminar la terapia. Media hora después, llamo a la nona de Lily para que la llevara a la habitación propia de ella y se encargara de ella, dirigiéndose hacia la puerta para volver a su casa al lado de su pequeño hijo.Cuando llegaron, su madre le pregunto cómo le había ido donde le conto toda la experiencia, omitiendo lo que había sentido y la forma de tratarla de su jefe; no quería que su madre se imaginara escenarios como siempre hacia pensando que iba a venir un príncipe azul qu
Sergio había llegado a su casa sintiéndose extraño después de la transformación, tenía nervios de descubrir cual deseo especial de los cuatro elementos había sido otorgado. Pero primero verifico como se encontraba su pequeña Lily al lado de la nona, quien le terminó de contar como le había ido con la terapia, lastimosamente tuvo que irse donde quería aprovechar la oportunidad de invitarla a comer algo, pero iría despacio para no ahuyentarla. Había decidido que el mejor método para que ella dejara de aborrecer a los seres sobrenaturales era primero entenderla, saber el motivo secreto detrás de eso además ir despacio enseñándole que no eran seres despreciables como ella creía, sino al contrario podrían ser lo más tierno del mundo si ella decidía conocerlos, compartir con ellos y especialmente dejarse marcar por él, su Alpha.&n
Fue una gran experiencia el haber entrado en un gimnasio diferente pensó Emily; se notaba la diferencia desde las máquinas hasta los entrenadores personales, pero igual extrañaba su gimnasio del barrio, porque se había acostumbrado con lo poco, pero adecuado. Nicolás la llevó a su casa, despidiéndose de un beso en la mejilla y entro a saludar a su madre y a su pequeño Leo quien le mostró el color rojo donde estaba molesto por no haberlo llevado con la terapia de Lily donde la sorprendió, porque a él no le gustaba compartir con nadie más a diferencia de ella que parecía que tenían conexión y eso que ella era una bebe y el un infante más grande.Al siguiente día, se despertó y se colocó su uniforme de terapeuta ocupacional mientras se peinaba su cabello, lo adoraba a pesar de ser poquito donde quería buscar un tratamiento para
Emily llegó a su casa agitada por lo que acababa de suceder con su jefe, no entendía sus reacciones ante ella y como lograba hacer que su corazón palpitara; además a ella le gustaba Nicolas ¿no? pensó para dentro de sí misma. Así que decidió intentar dejar los pensamientos atrás para concentrarse en su pequeño Leo quien estaba molesto todavía con ella, pero le mostró una estampilla de una rosa que significaba que mañana era sábado, donde cambió su semblante a uno feliz porque sabía que iba a ver a la pequeña Lily. Habían quedado que los domingos no habría terapia, pero que iba a ir igualmente solo para que Leo compartiera con Lily; ya que eso le ayudaba a él con su propia terapia donde Sergio aceptó sin ningún inconveniente.Emily decidió contestar el mensaje de William a quien había dejado
— Saluda mi amor, él es un amigo y nuestro jefe — Manifestó Emily mirando a su pequeño, esa reacción definitivamente no era para Sergio, si no para William.— Tal vez sabe que es alguien no digno de admirar — Pronunció Sergio, cacheteándose internamente porque ella no sabía de su rivalidad, donde tuvo una mirada conectada con Leo parecía que estaba tranquilo por él.— No te preocupes, es porque recién me está viendo — Contestó William con delicadeza arrodillándose sobre su pantalón odiando ese acto porque se iba a ensuciar, pero hacía parte de su plan — Leo te llamas, ¿verdad? mucho gusto, mi nombre es William — Dijo mostrando su mano como signo de paz.— No te acerques — Afirmó Leo con recelos escondiéndose detrás de Emily, quien
— ¿Que alcanzaste a escuchar? — Interrogó directamente Lore hacia Emily mirándola directamente a los ojos, mientras Sergio sudaba internamente por la situación donde Leo se dio cuenta, aunque era un niño que no se expresaba fácilmente, el sentía y entendía mucho mejor que los adultos.— Nada importante, debo irme — Contestó con seriedad Emily, estaba cansada realmente como para ponerse a pensar en lo que acababa de escuchar, tal vez eran suposiciones suyas — Nos vamos, Leo — Ordenó dando media vuelta para dirigirse hacia la puerta principal, donde Leo soltó a Sergio de las piernas para irse detrás de ella agarrándola de la mano, cogiendo un taxi directo hacia su casa.Cuando llegaron, sintió que no podía dar más, pero para su mala suerte su madre se encontraba enferma, hab