Emily se levantó con entusiasmo, porque primero iba a entrenar en un gimnasio nuevo y completo gracias a las tonterías de su amigo Nicolas; iba a conocer un poco más de su mundo y cómo actuaba ante la otra cara de la moneda. A la vez, porque había tenido permiso de llevar al pequeño Leo a la terapia con Lily para hacerla conjunta, aunque tenía claro que la prioridad en ese momento era la pequeña, había leído en internet sobre el síndrome de Down que se manifestaba como un cromosoma adicional en el 21 ocasionándola, se evidenciaba especialmente por las características físicas en la cara pero eran muy importantes, tenían un alma pura de ángel que iban a tener toda su vida haciéndolos únicos, su intervención se basaba específicamente en estimulación de las diferentes destrezas y en su secuencia de desarrollo, debido a que era más lenta y más en este caso que la pequeña Lily había nacido prematura, pero iba a actuar como siempre con todo su amor y dedicación ante su carrera y las personas.
Se despide de su madre, cogió un taxi con el pequeño Leo donde le pidió que llevara la secuencia de colores, para comunicarse desde allí. Cuando llegaron Leo se sorprendió al ser una casa tan enorme, debido a que casi nunca salía de sus sitios de confort; Emily temía que esta experiencia le causara algún retroceso, pero hasta el momento todo iba bien. Timbraron, saludaron al ama de llaves y se dirigieron al segundo piso a la habitación adecuada para las terapias. Emily quedó sorprendida porque la primera vez que vino, no la había visto donde tenía todo lo que había soñado, ella quería montar su propio consultorio, pero el dilema era el dinero. Sin embargo, iba a tener de todo para ayudar a estos dos pequeños.
— ¿Muy poco? si es así, mando a traer más cosas — Manifestó Sergio por detrás de Emily haciéndola brindar de la impresión, mientras el pequeño Leo volteaba a verlo.
— Para nada, al contrario, está muy completo — Contesto Emily con una sonrisa angelical mientras le mostraba a Leo el circulo color verde para que supiera que podía estar tranquilo, iba a ser alguien de confianza.
— Me alegra, la nona trae la niña — Susurro mientras miraba directamente a Emily era hermosa, su lobo interior moría por ella definitivamente y sentía felicidad al tenerla presente al menos unos minutos al día; aunque seguía manifestando internamente que se sentía triste al no poder conectar con su loba interior.
— Un gusto, señor — Pronunció el pequeño Leo, llamando la atención de Sergio quien le sonrió y le brindo la mano la cual fue correspondida, pero se dio cuenta que no lo miraba fijamente, haciéndosele extraño.
— Niño, debes mirar a los adultos es una falta de respeto — Manifestó con molestia la nona, porque sabía que a su jefe no le gustaba esos actos; menos de niños malcriados.
— Lo siento, primero no es niño se llama Leo — Afirmó Emily con el semblante serio, mientras su pequeño la abrazaba por las piernas escondiéndose mientras mostraba el círculo naranja manifestando miedo _ Segundo el esta diagnosticado con autismo, si no tienen idea de la patología les comunico que ellos no mantienen la mirada fija, así que pido una disculpa para él.
— Lo sentimos, no fue nuestra intención — Manifestó Sergio mirando mal a su nona, si se quería evitar un regaño igual lo iba a tener — ¿Nos perdonas? — Pregunto con inocencia hacia Leo mientras se agachaba a su nivel, sabía de la pediatra de Lily que a los niños debía uno bajarse a su mismo nivel para que no sintieran miedo, sino al contrario calma.
— Si, no se preocupe — Susurro escondiéndose nuevamente en las piernas de su madre, tenía miedo hacia esa señora, pero raramente le daba tranquilidad la presencia de ese hombre.
— Por favor, entrégale la niña a Emily ella se encargará de todo y creo que mejor no cuente con tu presencia — Manifestó Sergio ante la nona, aunque su pensado inicial era que ella les ayudara se había dado cuenta de la mala conexión que hubo entre ellos y ella y si lo ponen a escoger prefería estar con su mate, antes que con cualquier otra persona más.
La nona hizo caso sintiéndose mal, ella no tenía ninguna intención de haber lastimado al niño solo esperaba poder arreglar el mal entendido más adelante; entrego a Lily a Emily quien agradeció y entró a la habitación con su pequeño Leo. Sergio por su lado, también entró un momento para estar seguro que no necesitara nada y se fue a su oficina, pensaba pasar en unos minutos porque necesitaba saber más de ella y su entorno. Por su lado Emily, le pidió al pequeño Leo que se fuera hacia donde se encontraba el rompecabezas en 3D a construirlo con el círculo color rosado, para iniciar la terapia. Mientras que, con Lily la colocó sobre una pequeña vitrina que había de madera donde se encontraba una sábana color rosado de mariposas; subió las mangas de la camisa y del pantalón de la pequeña quien estaba tranquila no reaccionaba tosca ante ella sino al contrario, decidió sacar de su bolso primero una pelota con puntos áspera pasándosela donde sintió rechazo por parte de ella; así que decidió iniciar primero con las texturas suaves como el toque de las manos con una crema mientras se le hacía masajes circulares de arriba hacia abajo; dándose cuenta que era cosquillosa en las piernas.
Estaba pasando un buen momento los tres juntos, donde Leo después del rompecabezas formando al león por una cara y al hipopótamo por la otra; decidió colocarlo a que le ayudara con los masajes de Lily donde al inicio se resistió escondiéndose detrás de uno de los grandes cojines que había, pero decidió salir dejando el miedo atrás para ayudarle sintiéndose extraño; ya que él presentaba rechazo ante la textura o contacto físico con él otro, pero conectaba con la pequeña. En medio de la terapia, Sergio decidió acercarse al cuarto abriendo la puerta lentamente para observar la escena; imaginando como la madre de sus pequeños hijos, realmente era una mujer sensacional por quien razonaba su lobo solo debía buscar la forma de saber porque su loba no respondía; porque estaban seguros que la tenía y no era una simple humana común y corriente o al menos quería hacerle caso a su lobo. Además, necesitaba investigar y establecer estrategias para que ella fuera abriéndose al mundo sobrenatural, debido a que los odiaba y todavía no sabía la razón exacta.
— ¿Necesitas algo, señor Miller? — Pregunto Emily sobresaltado a Sergio al ver que se dio cuenta de su presencia, sin ni siquiera voltear a verlo.
— Solo quería saber cómo iban las cosas, pero veo que están perfectas — Manifestó Sergio entrando a la habitación, donde Leo volteo a verlo, pero rápidamente quitó la mirada siguiendo en lo que hacía.
— Le agradezco por la oportunidad, no solo por el trabajo si no que hoy vi un avance en mi hijo — Susurro con felicidad Emily al verlo conectado con la pequeña Lily, algo que era muy difícil que sucediera si no eran ella y su madre.
— Con gusto, veo a mi hija feliz contigo al igual que yo — Comentó Sergio, dándose una cachetada mentalmente por sus palabras tenía que atraerla no ahuyentarla, acercándose a ellas.
— ¿Al igual que a mí? nuevamente — Susurró Emily intentando no darle importancia, aunque por dentro sintió su corazón moverse más rápido de lo normal ¿que producía este hombre en mí? pero sabía que amor no era, porque ella vivía y moría por Nicolas, aunque él no le prestara atención.
— Si, has traído luz y felicidad a esta casa con tu presencia — Confesó Sergio donde literal sentía eso, porque cuando ella no estaba se sentía angustiado, solo en su hogar debido a que hacía falta la parte femenina en su vida.
— ¿Su mujer era muy especial? perdón, mi pregunta, pero veo que usted es muy maternal — Interrogó Emily con curiosidad, porque se veía un hombre adorable donde los ojos de Lily habían brillado apenas sintieron su presencia.
— Si, ella fue la mejor mujer que pude conocer. Me dejó un gran regalo, mi pequeña hija es todo para mi — Susurro quedando a centímetros de ellos, mientras tocaba por la cintura a Emily al tocarla sintió un corrientazo que no había sentido nunca, cada vez confirmaba más que era la adecuada.
— Señor… — Susurró Emily volteando a verlo con nervios en su mirada, pensó que su toque la iba a molestar y por el contrario iba a reaccionar mezquina. Pero no entendía, su toque le había causado un corrientazo especial.
— Señor debemos irnos — Interrumpieron a Emily, uno de los guardias de Sergio quien llegaba apresurado haciendo parte de la manada, él entendió el mensaje disculpándose para irse no sin antes darle un beso en la mejilla a los tres, sorprendiendo a Leo y movimiento sus manos ante su cachete quitándose la muestra de afecto y Emily sonrojándose sin saber qué hacer.Emily quedó plasmada por la reacción de Sergio, porque a pesar de actuar impulsivo ella no sentía miedo ni desconfianza ante sus actos, aunque si le parecía extraño esas situaciones donde se desaparecía sin explicación alguna, le causo risa la reacción que había tenido Leo ante la muestra de afecto, así que decidieron seguir en la habitación para terminar la terapia. Media hora después, llamo a la nona de Lily para que la llevara a la habitación propia de ella y se encargara de ella, dirigiéndose hacia la puerta para volver a su casa al lado de su pequeño hijo.Cuando llegaron, su madre le pregunto cómo le había ido donde le conto toda la experiencia, omitiendo lo que había sentido y la forma de tratarla de su jefe; no quería que su madre se imaginara escenarios como siempre hacia pensando que iba a venir un príncipe azul qu
Sergio había llegado a su casa sintiéndose extraño después de la transformación, tenía nervios de descubrir cual deseo especial de los cuatro elementos había sido otorgado. Pero primero verifico como se encontraba su pequeña Lily al lado de la nona, quien le terminó de contar como le había ido con la terapia, lastimosamente tuvo que irse donde quería aprovechar la oportunidad de invitarla a comer algo, pero iría despacio para no ahuyentarla. Había decidido que el mejor método para que ella dejara de aborrecer a los seres sobrenaturales era primero entenderla, saber el motivo secreto detrás de eso además ir despacio enseñándole que no eran seres despreciables como ella creía, sino al contrario podrían ser lo más tierno del mundo si ella decidía conocerlos, compartir con ellos y especialmente dejarse marcar por él, su Alpha.&n
Fue una gran experiencia el haber entrado en un gimnasio diferente pensó Emily; se notaba la diferencia desde las máquinas hasta los entrenadores personales, pero igual extrañaba su gimnasio del barrio, porque se había acostumbrado con lo poco, pero adecuado. Nicolás la llevó a su casa, despidiéndose de un beso en la mejilla y entro a saludar a su madre y a su pequeño Leo quien le mostró el color rojo donde estaba molesto por no haberlo llevado con la terapia de Lily donde la sorprendió, porque a él no le gustaba compartir con nadie más a diferencia de ella que parecía que tenían conexión y eso que ella era una bebe y el un infante más grande.Al siguiente día, se despertó y se colocó su uniforme de terapeuta ocupacional mientras se peinaba su cabello, lo adoraba a pesar de ser poquito donde quería buscar un tratamiento para
Emily llegó a su casa agitada por lo que acababa de suceder con su jefe, no entendía sus reacciones ante ella y como lograba hacer que su corazón palpitara; además a ella le gustaba Nicolas ¿no? pensó para dentro de sí misma. Así que decidió intentar dejar los pensamientos atrás para concentrarse en su pequeño Leo quien estaba molesto todavía con ella, pero le mostró una estampilla de una rosa que significaba que mañana era sábado, donde cambió su semblante a uno feliz porque sabía que iba a ver a la pequeña Lily. Habían quedado que los domingos no habría terapia, pero que iba a ir igualmente solo para que Leo compartiera con Lily; ya que eso le ayudaba a él con su propia terapia donde Sergio aceptó sin ningún inconveniente.Emily decidió contestar el mensaje de William a quien había dejado
— Saluda mi amor, él es un amigo y nuestro jefe — Manifestó Emily mirando a su pequeño, esa reacción definitivamente no era para Sergio, si no para William.— Tal vez sabe que es alguien no digno de admirar — Pronunció Sergio, cacheteándose internamente porque ella no sabía de su rivalidad, donde tuvo una mirada conectada con Leo parecía que estaba tranquilo por él.— No te preocupes, es porque recién me está viendo — Contestó William con delicadeza arrodillándose sobre su pantalón odiando ese acto porque se iba a ensuciar, pero hacía parte de su plan — Leo te llamas, ¿verdad? mucho gusto, mi nombre es William — Dijo mostrando su mano como signo de paz.— No te acerques — Afirmó Leo con recelos escondiéndose detrás de Emily, quien
— ¿Que alcanzaste a escuchar? — Interrogó directamente Lore hacia Emily mirándola directamente a los ojos, mientras Sergio sudaba internamente por la situación donde Leo se dio cuenta, aunque era un niño que no se expresaba fácilmente, el sentía y entendía mucho mejor que los adultos.— Nada importante, debo irme — Contestó con seriedad Emily, estaba cansada realmente como para ponerse a pensar en lo que acababa de escuchar, tal vez eran suposiciones suyas — Nos vamos, Leo — Ordenó dando media vuelta para dirigirse hacia la puerta principal, donde Leo soltó a Sergio de las piernas para irse detrás de ella agarrándola de la mano, cogiendo un taxi directo hacia su casa.Cuando llegaron, sintió que no podía dar más, pero para su mala suerte su madre se encontraba enferma, hab
— Me estás tomando del pelo ¿verdad? tiene que ser un chiste… — Manifestó Emily en medio de su impresión, no podía creer como no se había dado cuenta antes <<porque me dormiste, así que no te aviso>> manifestó su loba interior, causando mayor impotencia en ella.— No, sé que me odiaras por decirte la verdad; especialmente porque se tu historia — Susurro Nicolas de forma calmada, estaba esperando el momento en que Emily iba a explotar.— ¿Odiarte? eso es lo de menos, ¡me acabas de traicionar! Pensé que eras mi amigo — Confesó Emily colocándose de pie, llamando la atención de todos a su alrededor.— Por favor, hablemos afuera — Susurro Nicolas por ver que todo el mundo estaba atento al chisme odiando a la multitud.— &iexc
Al siguiente día, Sergio se dirigió hacia su empresa mientras Emily iba a su casa a realizar la terapia con la pequeña Lily, esta vez no quiso estar presente porque tenía miedo, había sido muy reciente el que se enterara de la identidad secreta de Nicolas así que no podría arriesgarse a ser descubierto también. Preguntó a su secretaria por las entrevistas que tenía acumuladas para los diferentes oficios, donde la invitó a llamarlos para ser recibidos uno a uno siendo un arduo trabajo para él, pero al menos así se tranquilizaba un poco o si se estresa iba a ser por un tema diferente a su mate, a su terapeuta, a su Emily.Había pasado aproximadamente dos horas entre entrevista a entrevista donde solo había contratado a dos personas; una para servicios generales y otra para ser auxiliar de contaduría de su empresa. Faltaban solo tres entrevistas, para fin