Emily quedó plasmada por la reacción de Sergio, porque a pesar de actuar impulsivo ella no sentía miedo ni desconfianza ante sus actos, aunque si le parecía extraño esas situaciones donde se desaparecía sin explicación alguna, le causo risa la reacción que había tenido Leo ante la muestra de afecto, así que decidieron seguir en la habitación para terminar la terapia. Media hora después, llamo a la nona de Lily para que la llevara a la habitación propia de ella y se encargara de ella, dirigiéndose hacia la puerta para volver a su casa al lado de su pequeño hijo.
Cuando llegaron, su madre le pregunto cómo le había ido donde le conto toda la experiencia, omitiendo lo que había sentido y la forma de tratarla de su jefe; no quería que su madre se imaginara escenarios como siempre hacia pensando que iba a venir un príncipe azul qu
Sergio había llegado a su casa sintiéndose extraño después de la transformación, tenía nervios de descubrir cual deseo especial de los cuatro elementos había sido otorgado. Pero primero verifico como se encontraba su pequeña Lily al lado de la nona, quien le terminó de contar como le había ido con la terapia, lastimosamente tuvo que irse donde quería aprovechar la oportunidad de invitarla a comer algo, pero iría despacio para no ahuyentarla. Había decidido que el mejor método para que ella dejara de aborrecer a los seres sobrenaturales era primero entenderla, saber el motivo secreto detrás de eso además ir despacio enseñándole que no eran seres despreciables como ella creía, sino al contrario podrían ser lo más tierno del mundo si ella decidía conocerlos, compartir con ellos y especialmente dejarse marcar por él, su Alpha.&n
Fue una gran experiencia el haber entrado en un gimnasio diferente pensó Emily; se notaba la diferencia desde las máquinas hasta los entrenadores personales, pero igual extrañaba su gimnasio del barrio, porque se había acostumbrado con lo poco, pero adecuado. Nicolás la llevó a su casa, despidiéndose de un beso en la mejilla y entro a saludar a su madre y a su pequeño Leo quien le mostró el color rojo donde estaba molesto por no haberlo llevado con la terapia de Lily donde la sorprendió, porque a él no le gustaba compartir con nadie más a diferencia de ella que parecía que tenían conexión y eso que ella era una bebe y el un infante más grande.Al siguiente día, se despertó y se colocó su uniforme de terapeuta ocupacional mientras se peinaba su cabello, lo adoraba a pesar de ser poquito donde quería buscar un tratamiento para
Emily llegó a su casa agitada por lo que acababa de suceder con su jefe, no entendía sus reacciones ante ella y como lograba hacer que su corazón palpitara; además a ella le gustaba Nicolas ¿no? pensó para dentro de sí misma. Así que decidió intentar dejar los pensamientos atrás para concentrarse en su pequeño Leo quien estaba molesto todavía con ella, pero le mostró una estampilla de una rosa que significaba que mañana era sábado, donde cambió su semblante a uno feliz porque sabía que iba a ver a la pequeña Lily. Habían quedado que los domingos no habría terapia, pero que iba a ir igualmente solo para que Leo compartiera con Lily; ya que eso le ayudaba a él con su propia terapia donde Sergio aceptó sin ningún inconveniente.Emily decidió contestar el mensaje de William a quien había dejado
— Saluda mi amor, él es un amigo y nuestro jefe — Manifestó Emily mirando a su pequeño, esa reacción definitivamente no era para Sergio, si no para William.— Tal vez sabe que es alguien no digno de admirar — Pronunció Sergio, cacheteándose internamente porque ella no sabía de su rivalidad, donde tuvo una mirada conectada con Leo parecía que estaba tranquilo por él.— No te preocupes, es porque recién me está viendo — Contestó William con delicadeza arrodillándose sobre su pantalón odiando ese acto porque se iba a ensuciar, pero hacía parte de su plan — Leo te llamas, ¿verdad? mucho gusto, mi nombre es William — Dijo mostrando su mano como signo de paz.— No te acerques — Afirmó Leo con recelos escondiéndose detrás de Emily, quien
— ¿Que alcanzaste a escuchar? — Interrogó directamente Lore hacia Emily mirándola directamente a los ojos, mientras Sergio sudaba internamente por la situación donde Leo se dio cuenta, aunque era un niño que no se expresaba fácilmente, el sentía y entendía mucho mejor que los adultos.— Nada importante, debo irme — Contestó con seriedad Emily, estaba cansada realmente como para ponerse a pensar en lo que acababa de escuchar, tal vez eran suposiciones suyas — Nos vamos, Leo — Ordenó dando media vuelta para dirigirse hacia la puerta principal, donde Leo soltó a Sergio de las piernas para irse detrás de ella agarrándola de la mano, cogiendo un taxi directo hacia su casa.Cuando llegaron, sintió que no podía dar más, pero para su mala suerte su madre se encontraba enferma, hab
— Me estás tomando del pelo ¿verdad? tiene que ser un chiste… — Manifestó Emily en medio de su impresión, no podía creer como no se había dado cuenta antes <<porque me dormiste, así que no te aviso>> manifestó su loba interior, causando mayor impotencia en ella.— No, sé que me odiaras por decirte la verdad; especialmente porque se tu historia — Susurro Nicolas de forma calmada, estaba esperando el momento en que Emily iba a explotar.— ¿Odiarte? eso es lo de menos, ¡me acabas de traicionar! Pensé que eras mi amigo — Confesó Emily colocándose de pie, llamando la atención de todos a su alrededor.— Por favor, hablemos afuera — Susurro Nicolas por ver que todo el mundo estaba atento al chisme odiando a la multitud.— &iexc
Al siguiente día, Sergio se dirigió hacia su empresa mientras Emily iba a su casa a realizar la terapia con la pequeña Lily, esta vez no quiso estar presente porque tenía miedo, había sido muy reciente el que se enterara de la identidad secreta de Nicolas así que no podría arriesgarse a ser descubierto también. Preguntó a su secretaria por las entrevistas que tenía acumuladas para los diferentes oficios, donde la invitó a llamarlos para ser recibidos uno a uno siendo un arduo trabajo para él, pero al menos así se tranquilizaba un poco o si se estresa iba a ser por un tema diferente a su mate, a su terapeuta, a su Emily.Había pasado aproximadamente dos horas entre entrevista a entrevista donde solo había contratado a dos personas; una para servicios generales y otra para ser auxiliar de contaduría de su empresa. Faltaban solo tres entrevistas, para fin
Emily se sentía mal por lo sucedido con William en su primera cita; sentía que su cara estaba roja de la vergüenza y tal vez él no volvería a fijarse en ella; tendría razón porque a la final seguía presente el recuerdo tormentoso de su ex pareja, especialmente desde que sabe que los seres sobrenaturales siguen rodando en su vida. Llegó a su casa dirigiéndose a la habitación de su pequeño Leo quien se encontraba ya durmiendo plácidamente mientras abrazaba a su oso; Emily decidió acostarse al lado de él con mucho cuidado de despertarlo; ya que eso ocasionaba un Leo muy mal genio y caprichoso lo cual intentaba evitar. Se recostó, abrazándolo con cuidado y sintiendo su calor interno; sacando una sonrisa en ella mientras salían lágrimas involuntarias porque sabía que él era su mayor bendición de la vida dada por la diosa luna; aunque la d