Mi corazón está latiendo con mucha fuerza, mientras el rostro de mi jefe está a pocos centímetros del mío, mirándome fijamente a los ojos.
—Señor… ¿Casady? —pregunto tímidamente.
Nunca vi a mi jefe en persona, a mí me contrató la gerencia del edificio, y solo lo reconocí por las noticias o los periódicos, donde su rostro salía comúnmente.
Pero su aspecto no era bueno, no era el mismo hombre elegante y con una actitud serena que se veía en los noticieros, tenía la mirada perdida y la ropa mojada, mientras la ventana detrás de su escritorio seguía abierta de par en par, dejando entrar la lluvia y el viento.
—Señor Casady, por favor, ¿Podría levantarse? —le pido cada vez más incómoda.
De la forma que puedo pongo mis manos en su pecho, intentando interponer un poco de distancia entre nosotros, pero su cuerpo es mucho más grande y pesado que el mío, así que no consigo nada, manteniendo esta cercanía tan incómoda.
—Huele tan bien… —susurra él de pronto, acercando su rostro aún más al mío— October…
¿Acaba de llamarme por el nombre de otra mujer? Sé que no debería sentirme ofendida, pero aun así no puedo evitar fruncir el ceño, ladeando el rostro para intentar dejar de verlo.
El señor Casady es muy guapo, por eso recuerdo bien su rostro, no es el típico CEO de 60 años con aspecto de un abuelito malvado. El señor Casady está en sus treintas, con un cabello obscuro y los ojos negros, unos pómulos perfectos y rasgos muy masculinos. Todas las personas de la prensa siempre lo admiran por su aspecto hermoso y actitud serena, y ahora que estamos tan cerca puedo asegurar que los medios no se equivocan, es muy guapo.
Suelto un jadeo de sorpresa cuando siento una de sus manos en mi rostro, acariciando mi mejilla y pasando sus dedos por mis labios, ¡Esto es muy incómodamente romántico!
—¿October? —vuelve a insistir él un susurro.
Con su rostro cada vez más cerca del mío puedo entender mejor la situación, distinguiendo el inconfundible aroma del alcohol proviniendo de él, ¿No es muy poco profesional beber en la oficina? Me siento un poco decepcionada.
Sintiéndome muy avergonzada por los actos de este tipo, decido ser la persona madura en esta situación y detener esta locura.
—Señor por favor… —pido empujando su pecho con más fuerza, comenzando a apartarlo de mí para salir de ahí e impedir que me siga aplastando.
Prácticamente rodando para para poder salir de debajo del cuerpo grande de mi jefe, resbalo un poco por el piso mojado pero logro ponerme en pie con cierto esfuerzo. Sé que no puedo dejarlo así, ebrio y en el piso, pero no creo que me corresponda a mí hacer esto, así que pienso en salir de aquí para traer ayuda.
Sin embargo cuando intento alejarme de él, siento una de sus manos en mi brazo, haciéndome girarme en su dirección de inmediato. El señor Casady ha comenzado a ponerse de pie, y me está sujetando con mucha fuerza para impedir que me aleje.
—October, no dejaré que te vayas… —dice él con una voz algo aterradora, finalmente poniéndose de pie.
—S… Señor Casady… —digo tímidamente, intentando soltarme de su agarre— Creo que me esta confundiendo con otra persona, así que por favor deje que me vaya y traiga ayuda para usted.
—No, estoy seguro, eres tú, October… mi mate, mi Luna…
Una vez más me quedo pasmada, ¿Qué está diciendo? ¿Son palabras tontas de un ebrio?
Antes de que pueda intentar seguir razonando con él para que me suelte, mi jefe tira de mí con fuerza, haciéndome gritar y acercando mi cuerpo al suyo de forma estrecha.
—¡Señor Casady! —digo con la voz temblorosa.
Esto tiene que ser un sueño, ¿Cómo pude terminar en esta situación? Estoy en los brazos de mi jefe ebrio, el cual no deja de llamarme con el nombre de otra mujer, apoyando mi rostro contra su pecho fuerte y mojado por la lluvia, ¿No es esta una escena copiada de algún drama romántico?
—Hueles tan bien… Eres mía… —dice él acercando su rostro a mi cuello.
Un nuevo gritito escapa de mis labios cuando siento su respiración tan cerca, nunca he tenido novio, y este es el primer acercamiento romántico que tengo con un hombre, reaccionando con torpeza y mucha vergüenza con cada cosa que él hace.
Pero esto tiene que parar, sin importar lo incomoda que es la situación, tengo que recordar que él es mi jefe y lo importante que es este trabajo para mi familia, esto no puede pasar.
—De acuerdo señor Casady, creo que ya hemos hecho muchas tonterías por hoy, siéntese aquí y yo volveré con ayuda en un instante —digo forzando una sonrisa algo incomoda.
A pesar de lo grande que es mi jefe, que tiene casi el doble de mi musculatura y me lleva por varios centímetros de altura, consigo empujarlo de mi cuerpo hasta la silla de su escritorio usando toda mi fuerza, consiguiendo que él termine cediendo a soltarme, probablemente porque está muy borracho
Mi jefe cae pesadamente sobre su silla, luciendo algo desorientado, yo tomo esta como mi oportunidad, así que me sacudo las manos y me alejo de él, comenzando a pensar en la persona a la que debería llamar o donde dirigirme para pedir ayuda.
—No volverás a abandonarme, mi Luna…
Me giro algo confundida al escuchar esas palabras, viendo al señor Casady nuevamente de pie, mirándome fijamente al otro lado de la habitación.
Antes de que pueda decir algo más o si quiera razonar, algo increíble ocurre, en menos de un segundo el cuerpo de mi jefe se transforma, y mientras miles de pedazos de tela de lo que antes era su ropa caen al piso, un enorme lobo gris se posiciona sobre el escritorio, mirándome fijamente.
Yo suelto un grito, ¿Qué acabo de ver? ¡Estoy soñando! ¡Esto es una pesadilla!
Ya sin poder pensar, solo como un instinto, comienzo a correr en dirección a la puerta, queriendo escapar de esa cosa que creí que era mi jefe. Pero ese lobo viene detrás de mí, y antes de que logre salir de la habitación, el lobo me lanza al piso subiéndose sobre mí.
—¡Ayuda! ¡Alguien sálveme! —grito aterrada, cubriendo mi rostro con mis manos.
Mi mayor temor era que ese lobo me mordiera, ¡Era enorme! Estoy segura de que con solo una mordida podía arrancarme una mano o un brazo entero.
Pero el enorme animal no hace nada, solo me mira fijamente, como si pudiera entenderme. Yo sigo gritando aterrada, pero cuando cruzo mi mirada con la de ese lobo, por un instante creo ver la misma mirada que mi jefe tenia, ¿En verdad esta cosa es el señor Casady?
Mis más grandes temores se disipan cuando aquel gran lobo finalmente se baja de mi cuerpo y se hace a un lado, sin dejar de mirarme fijamente. Yo no lo dudo, y de inmediato me pongo de pie, saliendo corriendo de la oficina lo más rápido que puedo.
¿Qué acabo de presenciar? ¿Acaso esto fue un sueño de verdad?
Limpia el piso y no mires a nadie… Es lo que repetía una y otra vez en mi cabeza con la mirada baja, sin querer intimar con el resto de mis compañeros de trabajo.Aun no puedo creer lo que pasó la noche anterior, en resumen vi a un humano convertirse en un lobo, lo cual es obviamente imposible. Intenté pensar en mil excusas para explicar lo que vi, tal vez me quede dormida y jamás llegue al trabajo, me golpee la cabeza y ahora veo cosas, estoy loca y estoy alucinando… Cualquier cosa es más creíble que pensar que mi jefe puede convertirse en un gran lobo gris que dijo un montón de cosas incoherentes.Cuando regrese a casa totalmente agitada, aun en shock por lo que pasó, intenté contarle todo a mi madre, aunque no pude decírselo por completo… No puedo pronunciar las palabras: “Mi jefe es un lobo” sin sentir que me desmayaría de nuevo. Aun así creo que mi madre entendió lo suficiente, y creyendo que no había pasado algo demasiado grave, ella solo pudo recomendarme una cosa: hacerme la
Sentada en un escritorio fuera de la oficina del jefe, aun me siento en shock, sin poder creer lo que está pasando.Cualquier otra persona en mi posición probablemente estaría llorando de la felicidad por haber recibido esta oportunidad, pero yo no podía sentirme más que confundida, cada vez más convencida de que estoy soñando o en algún tipo de realidad alternativa, porque estas cosas no me pasan a mí, yo siempre tengo mala suerte, ¿Qué rayos es esto?Según lo que el señor Baker me explicó, mi nuevo trabajo es simple, solo tengo que recibir a las personas que vengan a ver al señor Casady, pasarle sus llamadas a mi jefe, y hacer algunos mandados como buscar documentos en otros pisos o llevarle café. No parecía algo muy complicado, pero sonaba como una tarea que debía hacer el señor Baker, que era su asistente personal, no entiendo por qué necesitan otra secretaria en este piso cuando ya está él.Además, ¿No se supone que la gente estudia para esto? Suena como algo simple, pero yo no e
Creo que mi jefe es un poco… Raro.Ya casi ha pasado un mes desde que comencé a trabajar en las industrias Casady, y aunque mi trabajo es ridículamente sencillo, he comenzado a notar un par de cosas raras por aquí.Para empezar, el señor Casady es una persona increíblemente exigente y malhumorada, desde mi lugar afuera de su oficina puedo escuchar como reprende a sus empleados y es extremadamente duro con ellos, siendo un jefe déspota en muchos de los casos.Y aunque cualquiera pensaría que con un jefe de ese tipo todos los empleados lo detestarían… Creo que nadie odia al señor Casady, todos en la empresa lo tratan como si fuera de la “realeza”, haciendo reverencias para él y tratándolo con el sumo respeto. Yo he trabajado en otras empresas antes, pero nunca había visto que los empleados se comporten de esa forma con sus jefes.Estoy comenzando a sospechar… Que de verdad hay algo muy raro con mi jefe.—Bien, tengo todo listo —digo contenta, terminando de preparar mi bolso para el trab
No entiendo la razón, pero cuando veo al señor Casady sonriendo de esa forma, mi corazón comienza a palpitar muy rápido, ¡El maldito es muy guapo!Las revistas del corazón que hablan de famosos no se equivocan, el señor Casady es el soltero más guapo de la ciudad, es una maldita locura que me haya besado…—Mi Luna es feroz, muy interesante —dice él, tocando su labio el cual sangra ligeramente.—Señor Casady discúlpeme, aquí tiene, no manche su traje por favor —lo más rápido que puedo le doy un pañuelo de papel, intentando detener el sangrado de su labio.¿Qué me pasa? ¿Cómo me atreví a golpearlo? ¡Soy una idiota!—En verdad lo lamento, señor. Yo no… Solo me sorprendí demasiado cuando usted…—Eres graciosa, ¿Acaso no recuerdas lo que hicimos juntos en mi oficina esa noche? —pregunta él.Yo me quedo en silencio, ¿Acaso está hablando de esa noche en su oficina cuando él y yo nos encontramos por primer vez? ¡Creí que él estaba tan ebrio que no lo recordaba!En medio de la sorpresa que sie
Creo que debería volver a hablar con mi jefe.Lo pensé mucho durante la noche, y creo que lo mejor para mí en este punto, es dejar todo claro con Jonah Casady antes de seguir cometiendo “errores”. Nunca antes me había pasado algo como esto en alguno de mis empleos, así que incluso consideré la idea de renunciar para evitar la situación. Sin embargo no puedo hacerlo, no con el sueldo tan bueno que Jonah me paga en la empresa, así que como sea tengo que cuidar este trabajo.Por lo que tomé una importante decisión, hoy aclararé todo el asunto con mi jefe antes de permitir que vaya más lejos.Tomando una gran bocanada de aire, mientras traigo conmigo su café matutino, toco suavemente la puerta de la oficina del jefe, sintiéndome algo nerviosa por lo que está a punto de ocurrir.—Puedes entrar —la voz calmada del señor Casady llega dese el interior, asustándome un poco, pero también dándome la señal para continuar caminando al interior de su oficina.—Señor… Jonah, traigo su café —digo tím
No pude cumplir mi objetivo, y por el contrario, he comenzado a besar a Jonah cada día desde hace como un mes.No entiendo cómo pueden ocurrirme estas cosas, pero cada día de la semana en la oficina, cuando veo a Jonah, de una u otra manera termino sobre él besándolo. Me gustaría decir que él lo provoca, y aunque a veces si hace “cosas” para perturbar mi paz, como ponerse ropa que me gusta o pedirme que me siente en su regazo para “castigarme”, el 90% del tiempo soy yo quien salta sobre mi jefe para besarlo.Un ejemplo es lo que pasó el otro día, cuando lo encontré a solas en el ascensor del edificio después del almuerzo. Jonah ni siquiera me habló, estaba distraído viendo su móvil, y en el momento que las puertas del ascensor se cerraron, yo me abalancé sobre él como un animal en celo, dándole besos apasionados hasta que llegamos a la oficina. Estaba tan avergonzada por mi comportamiento que me negué a llevarle el café esa tarde, y el pobre de Alan tuvo que cubrir mis funciones.No
Sigo besando de forma apasionada a mi jefe, mientras él consigue quítame el saco de mi traje y abrir mi camisa, dejándome en sujetador frente a él.—Tan suave, me encanta tu cuerpo —dice él contra mis labios, llevando una de sus manos a mi pecho.Me cuesta lograr comprender lo que está ocurriendo, ya que el olor de su perfume y lo adictivos de sus besos me nublan la mente. Sin embargo disfruto de la forma en la que él comienza a tocarme, sacando jadeos de placer de mis labios, mientras que sus suaves dedos comienzan a acariciar mis pechos y mis pezones con mucha suavidad.Jonah levanta completamente la falda de mi traje, comenzando a acariciar mis piernas con mucha suavidad. Como es obvio yo no me niego a sus suaves toques, y cuando él comienza a empujarme en dirección al sofá de su despacho, yo me siento en este mientras el cuerpo de mi jefe se pone sobre el mío y no dejamos de besarnos.Jonah solo sube mi sujetador, y antes de que pueda darme cuenta, sus labios bajan por mi cuello d
Cuando pienso en mi infancia, la única persona que me hacia sonreír, era mi padrastro.Mi madre nunca me dijo quién era su padre biológico, lo único que me dijo fue que se quedó embarazada de mí siendo muy joven, y debido a eso su familia la repudió, por eso nunca he conocido a nadie de la familia de mi madre y mucho menos a la familia de mi padre.Con mi mamá vinimos a vivir a Colorado Springs cuando yo era apenas una recién nacida, así que no se mucho de mi pasado, pero siempre preferí no preguntar nada, ya que comprendo que es un tema sensible para mi madre, y nunca quise herirla. Aun así yo nunca me he hecho preguntas sobre mi pasado, no creo que saber sobre el padre que me abandonó o la familia que me rechazó me sirva de algo, yo sé quién soy y estoy feliz con la familia que me ama.Así que cuando cumplí 7 años y mi madre se casó con un nuevo hombre, yo lo recibí en mi vida como mi verdadero padre, y para mi buena fortuna él también me aceptó como su hija.Donnan Ryder era el mej