Cuando era pequeña solía pensar que la vida era un cuento de hadas.
Sentada en el frio piso de mi humilde casa de un solo piso en un barrio apartado, mirando hipnotizada la vieja televisión de que teníamos, me enamoraba y vivía las historias románticas de las películas. Pobres chicas desamparadas como yo, las cuales vivían apasionantes historias de amor al lado de un hombre guapo y rico, que las salvaba de la pobreza y cumplía todas sus necesidades, viviendo una vida feliz a su lado.
Supongo que todas las chicas soñamos con esas historias de amor, pero cuando maduras te das cuenta que el amor es algo muy difícil de lograr.
Al cumplir 18 años ningún príncipe entró por mi puerta para rescatarme, seguí con hambre y trabajando duro, dándome cuenta de que la vida de cuento de hadas no existe. Poco a poco las esperanzas de un amor de ensueño me abandonaron, y ya no veía las novelas románticas como algo hermoso.
No tenía tiempo soñar con un amor imposible, de vuelta en la realidad tengo un hogar pobre con dos hermanos menores que merecen un futuro mejor que el mío, una madre enferma que no podía darse abasto con sus tres hijos, y el dolor de la reciente muerte de mi persona favorita en el mundo. Yo maduré y me di cuenta de que no necesitaba un hombre para rescatarme, yo podía hacerlo sola.
Suspirando con cierto cansancio, tomé un nuevo saco de harina sobre mis hombros, llevándolo con cierto esfuerzo y paso rápido dentro de la pastelería.
—Hoy estas muy linda Rose —me dice la señora Lana, la dueña de la pastelería—, con un peinado tan bonito, ¿Acaso es una ocasión especial?
Al escucharla yo solo puedo sonreír algo incomoda por el dolor que estaba sintiendo por el peso que debía cargar, apresurándome a ir al almacén de la trastienda para dejar el saco dentro.
—Es su primer día de trabajo en las industrias Casady —explica mi madre, que está trabajando en la pastelería.
La señora Lana es una mujer a la cual conozco desde que tengo memoria, es una gran amiga de la infancia de mamá, y siempre estuvo para ella en los peores momentos. El único trabajo que había tenido mi madre desde que nací fue en esa pastelería, y era un lugar donde yo había crecido y pasé buenos momentos junto a ellas.
Tirando el saco de harina al piso, me sacudo las manos regresando a la cocina de la pastelería.
—Muchas gracias señora Lana —digo contenta, caminando a lavarme las manos para seguir con mi trabajo—, es para dar una buena impresión, quiero verme bien en mi nuevo trabajo.
Mi madre y yo siempre hemos trabajado juntas en la pastelería, principalmente porque el trabajo era bastante pesado, así que yo ayudaba cuando podía, al igual que Hunter que es el hijo de la señora Lana.
Y aunque mi madre trabajaba duro, mucho más que otras personas, la paga que podía ofrecernos la señora Lana no era suficiente para mantener a toda mi familia, no desde que mi padrastro murió. Así que cuando terminé la escuela comencé a tomar trabajos extras por mi cuenta, para tener mas dinero para mis hermanos.
Podía decirse que soy esa clase de personas que son buenas para casi cualquier cosa, aprendo muy rápido en todos mis trabajos, y me enorgullece admitirlo. Esa es mi realidad, una persona como yo sin un título universitario y egresada de una escuela bastante pobre, solo podía aspirar a trabajos de medio tiempo, a los cuales debía conformarme por el dinero.
Y a pesar de mi deprimente realidad, tuve una buena racha este fin de año, pues tras una postulación bastante difícil, obtuve un empleo por 6 meses en una de las empresas más importantes del país, como una simple pero bien pagada empleada de la limpieza. No era un trabajo sencillo por el esfuerzo físico que tenia que hacer, pero tengo experiencia en ello y la paga es buena, así que me siento muy contenta de ser elegida.
El tiempo pasa en la pastelería hasta que llegan las 6 Pm, la hora en la que debo irme del local para llegar a tiempo a mi nuevo trabajo.
—Ya es hora —digo algo emocionada, dejando las galletas que estaba preparando para ir a lavarme nuevamente las manos.
—Mucha suerte hija, lo harás increíble —me dice mi madre.
—Lo harás muy bien Rose, mucha suerte con el nuevo trabajo —me deseó la señora Lana.
—Gracias a las dos —respondo de forma alegre, tomando mi bolso, lista para irme—. Volveré en la noche a casa.
Viendo las sonrisas de las dos mujeres en la cocina de la pastelería despidiéndome, salgo por la puerta trasera al callejón que hay detrás del local, sintiéndome emocionada por mi nuevo trabajo.
***
Era el inicio de diciembre y mi primer día de trabajo en la empresa, quería dar una buena impresión, así que me esforcé en ponerme la mejor ropa que tengo y hacerme un buen peinado.
En mi nuevo trabajo los horarios se rotaban en grupos, así que dependiendo del día, me tocaba el trabajo en la mañana o la noche, siendo mi primer día en el horario nocturno.
Cuando finalmente me bajo del autobús aún tengo que caminar un par de cuadras hasta llegar a la torre de las empresas Casady, y así como la primera vez que vi aquella gran torre con ventanas polarizadas y el nombre del fundador plasmado en un cartel de metal teñido de oro, me quedo deslumbrada al llegar a mi empleo, mirando lo grande que era el sitio y lo bonito que lucía. Este solo es el edificio corporativo de la gran farmacéutica Casady, una de las tantas empresas de la familia Casady, me siento muy afortunada de poder trabajar en un lugar tan lindo como este.
El trabajo como encargada de la limpieza en la empresa es mucho más tranquilo de lo que esperaba.
Poniéndome mi overol azul obscuro con el cual debía protegerme de la suciedad y tomando mi carrito de la limpieza, con una sonrisa me subí al lujoso elevador de la torre, marcando los últimos pisos para ir a limpiar ahí.
Aparentemente los últimos pisos de la torre eran los lugares donde estaban las oficinas más importantes y grandes salas de conferencias, que no se usaban comúnmente y estaban limpios la mayoría del tiempo, teniendo un trabajo bastante simple para mi primer día.
Arrastrando mí carrito por los pasillos mientras trabajo, llego al último piso del edificio, un lugar mucho más amplio con solo una gran oficina al fondo, que le pertenecía al CEO de la empresa. Por un momento dudo en continuar, ya que me dijeron que tenía que limpiar solo los pasillos y las habitaciones abiertas, evitando entrar en lugares con las puertas cerradas, pero la oficina del CEO tiene la puerta abierta…
Escucho el sonido del viento a lo lejos, como si una ventana estuviera abierta dentro de la oficina, así que tímidamente me asomo por la puerta. El lugar es bonito, con muchos adornos lujosos y paredes cubiertas con papel tapiz con adornos dorados. Por la obscuridad no puedo ver todo con claridad, pero a lo lejos veo la silueta de un hombre parado al borde de una ventana.
—No puede ser… —susurro asustada.
Mis pies se mueven por si solos, tenía miedo de que ese hombre se lanzara al vacío, ¡Esto es una locura!
Así que corriendo hacia la ventana, tomo el brazo de ese hombre para tirar de él y meterlo hacia el interior de la oficina, encontrándome con el señor Casady… El cual se apoya completamente sobre mi cuerpo, derribándonos a ambos en el piso de la oficina.
Maldición… ¿Qué acabo de hacer?
Mi corazón está latiendo con mucha fuerza, mientras el rostro de mi jefe está a pocos centímetros del mío, mirándome fijamente a los ojos.—Señor… ¿Casady? —pregunto tímidamente.Nunca vi a mi jefe en persona, a mí me contrató la gerencia del edificio, y solo lo reconocí por las noticias o los periódicos, donde su rostro salía comúnmente.Pero su aspecto no era bueno, no era el mismo hombre elegante y con una actitud serena que se veía en los noticieros, tenía la mirada perdida y la ropa mojada, mientras la ventana detrás de su escritorio seguía abierta de par en par, dejando entrar la lluvia y el viento.—Señor Casady, por favor, ¿Podría levantarse? —le pido cada vez más incómoda.De la forma que puedo pongo mis manos en su pecho, intentando interponer un poco de distancia entre nosotros, pero su cuerpo es mucho más grande y pesado que el mío, así que no consigo nada, manteniendo esta cercanía tan incómoda.—Huele tan bien… —susurra él de pronto, acercando su rostro aún más al mío— O
Limpia el piso y no mires a nadie… Es lo que repetía una y otra vez en mi cabeza con la mirada baja, sin querer intimar con el resto de mis compañeros de trabajo.Aun no puedo creer lo que pasó la noche anterior, en resumen vi a un humano convertirse en un lobo, lo cual es obviamente imposible. Intenté pensar en mil excusas para explicar lo que vi, tal vez me quede dormida y jamás llegue al trabajo, me golpee la cabeza y ahora veo cosas, estoy loca y estoy alucinando… Cualquier cosa es más creíble que pensar que mi jefe puede convertirse en un gran lobo gris que dijo un montón de cosas incoherentes.Cuando regrese a casa totalmente agitada, aun en shock por lo que pasó, intenté contarle todo a mi madre, aunque no pude decírselo por completo… No puedo pronunciar las palabras: “Mi jefe es un lobo” sin sentir que me desmayaría de nuevo. Aun así creo que mi madre entendió lo suficiente, y creyendo que no había pasado algo demasiado grave, ella solo pudo recomendarme una cosa: hacerme la
Sentada en un escritorio fuera de la oficina del jefe, aun me siento en shock, sin poder creer lo que está pasando.Cualquier otra persona en mi posición probablemente estaría llorando de la felicidad por haber recibido esta oportunidad, pero yo no podía sentirme más que confundida, cada vez más convencida de que estoy soñando o en algún tipo de realidad alternativa, porque estas cosas no me pasan a mí, yo siempre tengo mala suerte, ¿Qué rayos es esto?Según lo que el señor Baker me explicó, mi nuevo trabajo es simple, solo tengo que recibir a las personas que vengan a ver al señor Casady, pasarle sus llamadas a mi jefe, y hacer algunos mandados como buscar documentos en otros pisos o llevarle café. No parecía algo muy complicado, pero sonaba como una tarea que debía hacer el señor Baker, que era su asistente personal, no entiendo por qué necesitan otra secretaria en este piso cuando ya está él.Además, ¿No se supone que la gente estudia para esto? Suena como algo simple, pero yo no e
Creo que mi jefe es un poco… Raro.Ya casi ha pasado un mes desde que comencé a trabajar en las industrias Casady, y aunque mi trabajo es ridículamente sencillo, he comenzado a notar un par de cosas raras por aquí.Para empezar, el señor Casady es una persona increíblemente exigente y malhumorada, desde mi lugar afuera de su oficina puedo escuchar como reprende a sus empleados y es extremadamente duro con ellos, siendo un jefe déspota en muchos de los casos.Y aunque cualquiera pensaría que con un jefe de ese tipo todos los empleados lo detestarían… Creo que nadie odia al señor Casady, todos en la empresa lo tratan como si fuera de la “realeza”, haciendo reverencias para él y tratándolo con el sumo respeto. Yo he trabajado en otras empresas antes, pero nunca había visto que los empleados se comporten de esa forma con sus jefes.Estoy comenzando a sospechar… Que de verdad hay algo muy raro con mi jefe.—Bien, tengo todo listo —digo contenta, terminando de preparar mi bolso para el trab
No entiendo la razón, pero cuando veo al señor Casady sonriendo de esa forma, mi corazón comienza a palpitar muy rápido, ¡El maldito es muy guapo!Las revistas del corazón que hablan de famosos no se equivocan, el señor Casady es el soltero más guapo de la ciudad, es una maldita locura que me haya besado…—Mi Luna es feroz, muy interesante —dice él, tocando su labio el cual sangra ligeramente.—Señor Casady discúlpeme, aquí tiene, no manche su traje por favor —lo más rápido que puedo le doy un pañuelo de papel, intentando detener el sangrado de su labio.¿Qué me pasa? ¿Cómo me atreví a golpearlo? ¡Soy una idiota!—En verdad lo lamento, señor. Yo no… Solo me sorprendí demasiado cuando usted…—Eres graciosa, ¿Acaso no recuerdas lo que hicimos juntos en mi oficina esa noche? —pregunta él.Yo me quedo en silencio, ¿Acaso está hablando de esa noche en su oficina cuando él y yo nos encontramos por primer vez? ¡Creí que él estaba tan ebrio que no lo recordaba!En medio de la sorpresa que sie
Creo que debería volver a hablar con mi jefe.Lo pensé mucho durante la noche, y creo que lo mejor para mí en este punto, es dejar todo claro con Jonah Casady antes de seguir cometiendo “errores”. Nunca antes me había pasado algo como esto en alguno de mis empleos, así que incluso consideré la idea de renunciar para evitar la situación. Sin embargo no puedo hacerlo, no con el sueldo tan bueno que Jonah me paga en la empresa, así que como sea tengo que cuidar este trabajo.Por lo que tomé una importante decisión, hoy aclararé todo el asunto con mi jefe antes de permitir que vaya más lejos.Tomando una gran bocanada de aire, mientras traigo conmigo su café matutino, toco suavemente la puerta de la oficina del jefe, sintiéndome algo nerviosa por lo que está a punto de ocurrir.—Puedes entrar —la voz calmada del señor Casady llega dese el interior, asustándome un poco, pero también dándome la señal para continuar caminando al interior de su oficina.—Señor… Jonah, traigo su café —digo tím
No pude cumplir mi objetivo, y por el contrario, he comenzado a besar a Jonah cada día desde hace como un mes.No entiendo cómo pueden ocurrirme estas cosas, pero cada día de la semana en la oficina, cuando veo a Jonah, de una u otra manera termino sobre él besándolo. Me gustaría decir que él lo provoca, y aunque a veces si hace “cosas” para perturbar mi paz, como ponerse ropa que me gusta o pedirme que me siente en su regazo para “castigarme”, el 90% del tiempo soy yo quien salta sobre mi jefe para besarlo.Un ejemplo es lo que pasó el otro día, cuando lo encontré a solas en el ascensor del edificio después del almuerzo. Jonah ni siquiera me habló, estaba distraído viendo su móvil, y en el momento que las puertas del ascensor se cerraron, yo me abalancé sobre él como un animal en celo, dándole besos apasionados hasta que llegamos a la oficina. Estaba tan avergonzada por mi comportamiento que me negué a llevarle el café esa tarde, y el pobre de Alan tuvo que cubrir mis funciones.No
Sigo besando de forma apasionada a mi jefe, mientras él consigue quítame el saco de mi traje y abrir mi camisa, dejándome en sujetador frente a él.—Tan suave, me encanta tu cuerpo —dice él contra mis labios, llevando una de sus manos a mi pecho.Me cuesta lograr comprender lo que está ocurriendo, ya que el olor de su perfume y lo adictivos de sus besos me nublan la mente. Sin embargo disfruto de la forma en la que él comienza a tocarme, sacando jadeos de placer de mis labios, mientras que sus suaves dedos comienzan a acariciar mis pechos y mis pezones con mucha suavidad.Jonah levanta completamente la falda de mi traje, comenzando a acariciar mis piernas con mucha suavidad. Como es obvio yo no me niego a sus suaves toques, y cuando él comienza a empujarme en dirección al sofá de su despacho, yo me siento en este mientras el cuerpo de mi jefe se pone sobre el mío y no dejamos de besarnos.Jonah solo sube mi sujetador, y antes de que pueda darme cuenta, sus labios bajan por mi cuello d