Capítulo 8.

No pude cumplir mi objetivo, y por el contrario, he comenzado a besar a Jonah cada día desde hace como un mes.

No entiendo cómo pueden ocurrirme estas cosas, pero cada día de la semana en la oficina, cuando veo a Jonah, de una u otra manera termino sobre él besándolo. Me gustaría decir que él lo provoca, y aunque a veces si hace “cosas” para perturbar mi paz, como ponerse ropa que me gusta o pedirme que me siente en su regazo para “castigarme”, el 90% del tiempo soy yo quien salta sobre mi jefe para besarlo.

Un ejemplo es lo que pasó el otro día, cuando lo encontré a solas en el ascensor del edificio después del almuerzo. Jonah ni siquiera me habló, estaba distraído viendo su móvil, y en el momento que las puertas del ascensor se cerraron, yo me abalancé sobre él como un animal en celo, dándole besos apasionados hasta que llegamos a la oficina. Estaba tan avergonzada por mi comportamiento que me negué a llevarle el café esa tarde, y el pobre de Alan tuvo que cubrir mis funciones.

No
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP